Las 7 leyendas de la época colonial más populares
Las leyendas de la época colonial son relatos que poseen un importante bagaje cultural, ya que están enriquecidos por componentes del folclor de las colonias españolas en América. Las leyendas suelen tener un elemento sobrenatural representado por una figura misteriosa, como espectros que moran entre los vivos para aterrorizarlos.
A pesar de que no se sabe con exactitud el origen de estas narraciones, siguen siendo vigentes en la actualidad, puesto que su tradición de transmitirlas vía oral o escrita ha permitido su esparcimiento a las nuevas generaciones.
Históricamente, las leyendas coloniales pueden ubicarse entre el s. XVI y el s. XIX. Esto produjo la confluencia de la cultura indígena y española en cada uno de estos relatos.
Leyendas más importantes de la época colonial
La sayona
Es un espectro popular en la cultura venezolana que, en términos generales, se refiere a una mujer que se aparece ante los hombres infieles. Sigue siendo una leyenda muy conocida, sobre todo para asustar a niños. Asimismo, se dice que tiene características similares a la llorona.
Según el relato original, la sayona era una hermosa mujer de cabello largo y negro, de nombre Casilda, quien mató a su esposo y a su madre pensando que ambos mantenían una relación romántica.
Antes de morir, la madre de Casilda la maldijo, por lo que esta alma deambula incapaz de descansar en paz. Por ello, trata de seducir a los hombres casados o con pareja, para luego matarlos.
Entre otras características está que siempre viste de blanco, emite un fuerte grito que es capaz de aterrorizar a cualquiera que lo oye e, incluso, en otras versiones se dice que puede convertirse en un animal (generalmente un perro).
La llorona
Es un personaje muy conocido en el folclor latinoamericano. La historia se ubica en la época de la Colonia, cuando una mujer española tuvo un romance con un indígena. De este romance nacieron varios niños.
Cuando el hermano de la mujer se enteró de lo sucedido, decidió matar a sus sobrinos. Desde ese momento la mujer vaga llorando y suplicando por los hijos.
Según cuenta la leyenda, la llorona se aparece a cualquier tipo de persona que se cruce en su camino, especialmente a las madres irresponsables.
El familiar
Esta es una leyenda proveniente de la zona norte de Argentina. Se dice que el familiar se trata de Satanás, que cobra un aspecto de serpiente gigante con el fin de devorar a uno de los trabajadores que se encuentran en el campo o en los sembradíos la caña de azúcar.
Esto es así debido a la conformación de un pacto que realizan los propietarios, para que puedan ver un rápido crecimiento de sus cosechas.
Aunque generalmente se le describe como una gran víbora, el familiar también puede adoptar otras formas igual de temibles, como un perro negro de importante tamaño con o sin cabeza.
La tunda
Se le conoce ampliamente entre Colombia y Ecuador, y su origen se remonta al s. XVI. La leyenda indica que un grupo de esclavos escaparon de un buque que iba de Panamá a Perú. Al llegar a tierra, estos tuvieron que enfrentarse contra aguerridos indígenas.
Durante el enfrentamiento, y gracias a los gritos de dolor de los esclavos, despertó al diablo, quien decidió matarlos a todos al disfrazarse del príncipe Macumba. Más tarde, el diablo se enamoró y se casó con una mujer con quien tuvo varios hijos; entre estos hijos estaba la tunda.
Debido a los poderes de su padre, la tunda es capaz de transformarse en prácticamente lo que sea. Se presenta ante los hombres como una dulce mujer con el fin de seducirlos, para luego convertirlos en esclavos sujetos a su voluntad.
La mulata de Córdoba
Proveniente de México, la leyenda cuenta la historia de una mulata de sorprendente belleza que vivía en Córdoba y que procuraba curar enfermedades y heridas por medio de las hierbas. Esto despertó las sospechas de la comunidad y de la Iglesia, sobre todo porque era la época de la Santa Inquisición.
Sin embargo, la mujer seguía asistiendo a misa y a actividades religiosas, por lo que no hubo necesidad de prestarle más atención.
Un día, el alcalde de la ciudad decidió acusarla de brujería ante el Santo Oficio. Al ser condenada a muerte y a la espera del cumplimiento de la sentencia, se dice que en su celda logró dibujar un barco en una de las paredes de piedra.
El cuidador de la celda le preguntó qué haría el barco, ella respondió: “avanzar”. De repente, la mujer dio un salto hacia la pared hasta que el hombre observó que, en efecto, el barco se había movido.
La loca Luz Caraballo
Otra figura importante en las leyendas venezolanas, inmortalizada por el autor Andrés Eloy Blanco, es la loca Luz Caraballo, protagonista de una historia cuyo contexto se desarrolla en los Andes durante la Independencia.
Se dice que Luz Caraballo era una mujer que había enloquecido debido a que todos sus hijos, que habían ido a la guerra, murieron en batalla. En medio de la desgracia y el dolor, se perdió y jamás se supo de su paradero.
Sin embargo, algunos afirman haberla visto deambulando, llorando y buscando a sus hijos, mientras asusta a los viajeros que recorren la zona.
El árbol vampiro
Durante la Colonia en México, se dice que un caballero inglés se mudó a un pequeño poblado en Guadalajara. Sin embargo, a los locales les llamó la atención que el hombre, siendo uno de los más ricos de la zona, no tuviera sirvientes y no saliera bajo ninguna circunstancia.
Poco a poco comenzaron a presentarse cambios en el lugar. Primero aparecieron animales muertos, cuya cantidad iba en aumento. Sin embargo, las cosas empeoraron tras varios días al encontrarse los cuerpos de niños sin vida y sin sangre.
El lugar se volvió hostil para quienes vivían allí, puesto que tenían miedo de salir de noche, e incluso tenían miedo de dormir.
Un grupo de hombres buscaba las razones de tales extraños acontecimientos y encontraron al caballero inglés mordiendo a un campesino que ya estaba muerto.
Los hombres lograron atrapar al vampiro y matarlo con una estaca en el corazón. Al terminar, decidieron enterrarlo con varias lápidas de cemento. No obstante, con el tiempo brotó un árbol en donde incluso se ve la estaca que se usó para matar al vampiro.
Se dice que no se debe quitar dicha estaca porque, de lo contrario, el vampiro regresará para vengarse.