Batalla de Ayohúma: causas, desarrollo y consecuencias
La Batalla de Ayohúma enfrentó a las fuerzas del Ejército del Norte de las Provincias Unidas del Río de la Plata, comandadas por el general Belgrano y a las fuerzas realistas españolas, lideradas por Joaquín de la Pezuela.
Este enfrentamiento se produjo en el contexto de la llamada Segunda Expedición Auxiliadora al Alto Perú, durante la que las fuerzas independentistas que controlaban Buenos Aires trataron de acabar con la resistencia realista en la actual Bolivia y el territorio que hoy comprende el sur del Perú.
La Primera Expedición al Alto Perú concluyó con derrota de las fuerzas independentistas, por lo que, desde Buenos Aires, se decidió enviar nuevas tropas y poner a Belgrano al mando. Aunque, en un primer momento, derrotó a los realistas en varias batallas, después sufrió una importante derrota en Vilcapugio
Sin apenas tiempo para recuperarse, ambos ejércitos volvieron a enfrentarse en la Batalla de Ayohuma, el 14 de noviembre de 1813. Según los historiadores, la dirección de Belgrano no fue la adecuada, por lo que resultó, de nuevo, derrotado. Este resultado marcó el final de la Segunda Expedición al Alto Perú.
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Antecedentes
La Revolución de Mayo, acaecida en Buenos Aires el 25 de mayo de 1810, consiguió establecer un gobierno autónomo en la zona. La reacción del virrey del Perú fue no reconocerlo y, a continuación, atacar el Alto Perú para unirlo a su virreinato. Con este movimiento, pretendía evitar que los independentistas se hicieran con ese territorio.
Tras el paso dado por los porteños, se produjeron insurrecciones del mismo tipo en Cochabamba y Oruro. En ambos casos, los líderes rebeldes, una vez que derrotaron a los realistas, ofrecieron su apoyo a la Junta de Buenos Aires.
Ejército del Norte
El origen del Ejército del Norte tuvo lugar en junio de 1810, cuando la Primera Junta ordenó organizar tropas para combatir a Santiago de Liniers, un antiguo virrey que había impulsado la llamada Contrarrevolución de Córdoba para acabar con las pretensiones independentistas.
Al mando de ese destacamento militar fue nombrado Juan José Castelli, quien condujo a sus hombres desde Buenos Aires a Córdoba para enfrentarse a Liniers. Sin embargo, este y el resto de los jefes realistas habían escapado hacia el Alto Perú con anterioridad.
A pesar de ese intento de fuga, Liniers fue capturado el 6 de agosto y, al día siguiente, el resto de los jefes corrieron la misma fuerte. En teoría, los prisioneros debían ser enviados a Buenos Aires, pero Castelli decidió fusilarlos a todos.
Primeras acciones en el Alto Perú
El ejército patriota continuó su camino hacia el Alto Perú. En esos momentos, con las fuerzas militares realistas tratando de sofocar diversas rebeliones, el virrey decidió nombrar a José Manuel de Goyeneche como jefe de su ejército.
A partir de ese momento, el Ejército del Norte y las fuerzas del virreinato se enfrentaron en varias ocasiones. Después de una victoria de los patriotas, pareció que el conflicto se iba a decantar a su favor, especialmente cuando las Intendencias de la región reconocieron a la Junta de Buenos Aires.
Sin embargo, los rebeldes, al permanecer dos meses inactivos en Potosí, dieron a los realistas la oportunidad de reagruparse. Así, el 20 de junio de 1811, ambos ejércitos se enfrentaron en Huaqui, justo en la frontera entre el Virreinato del Perú y el del Río de la Plata. El resultado fue una clara victoria para los realistas.
Segunda expedición (1812-1813)
Tras la derrota de Huaqui, la jefatura del Ejército del Norte pasó a manos de Manuel Belgrano. Las órdenes que el nuevo jefe militar recibió implicaban retirarse hacia Córdoba para defenderla si los realistas pretendían atacar Tucumán.
Ante el avance realista, Belgrano movilizó a su ejército hasta alcanzar Tucumán, el 13 de septiembre de 1812. A pesar de recibir nuevas órdenes para que se retirara sin enfrentarse a los realistas, el militar decidió desobedecerlas.
De esta forma tuvo lugar la batalla de Tucumán, el 24 de septiembre, finalizando con la victoria de los hombres de Belgrano. Los realistas tuvieron que desplegarse hasta Salta. El Ejército del Norte, con la moral alta, marchó hacia esa ciudad y volvió a derrotar a sus enemigos.
Batalla de Vilcapugio
La Junta de Buenos Aires cambió de opinión ante las victorias obtenidas por Belgrano y le ordenó continuar con su avance. Sin embargo, el general había enfermado de paludismo y, además, su ejército se encontraba bastante debilitado.
Cuando, con esfuerzo a causa de su enfermedad, logró llegar a Potosí, decidió esperar a los refuerzos prometidos en la Pampa de Vilcapugio. Allí, el 1 de octubre de 1813, fue atacado y derrotado por los realistas.
Causas
Aunque en Buenos Aires había triunfado el levantamiento independentista, la amenaza de que el Virreinato del Perú tratara de reconquistar la región, provocó que la Junta de Gobierno organizara un ejército para consolidar su situación.
Desalojar a los realistas
Las expediciones al Alto Perú fueron enviadas desde las Provincias Unidas del Río de la Plata en el marco de su lucha contra el dominio español.
A pesar de que, en esos momentos, habían logrado vencer en Buenos Aires, seguía presente la amenaza de que el Virreinato del Perú intentara reconquistar el territorio. Por ello, organizaron un ejército para enviarlo a la entonces Real Audiencia de Charcas y derrotar a los realistas que allí se encontraban.
Contrarrevolución en la Intendencia de Córdoba
El temor de los patriotas de Buenos Aires se vio confirmado en junio de 1810, cuando Santiago de Liniers, antiguo virrey, organizó un levantamiento en Córdoba para reponer el poder del Virreiano.
Derrota de Huaqui
La primera expedición al Alto Perú acabó con una gran derrota del Ejército del Norte. La Batalla de Huaqui provocó que las tropas independentistas tuvieran que replegarse hasta, primero, Potosí y, después, a Jujuy.
La Junta de Buenos Aires, además de destituir a Catelli, ordenó una nueva expedición que pudiera conseguir sus objetivos.
Victoria realista en Vilcapugio
La victoria de los realistas en la Batalla de Vilcapugio se produjo apenas un mes y medio antes de que volvieran a enfrentarse en Ayohúma. A pesar de haber derrotado al Ejército del Norte, las tropas del virreinato habían perdido a muchos hombres, además de a todos sus caballos. Esto hizo que Belgrano pensara que podía derrotarlos de manera definitiva.
Desarrollo
Manuel Belgrano, después de haber sufrido una derrota en Vilcapugio, el 1 de octubre de 1813, decidió establecer su base en Macha. Su objetivo era reorganizar sus tropas, ayudado por las autoridades de la Intendencia de Charcas y de otras provincias del Alto Perú.
Todavía en Macha, Belgrano recibió una comunicación de otro general patriota, Díaz Vélez, quien le aconsejó no intentar atacar de nuevo a los realistas.
Situación del Ejército Realista
Como se ha señalado anteriormente, la situación de las tropas realistas tampoco era demasiado buena. Además de las bajas sufridas en Vilcapugio, la mayoría de la población de la zona era partidaria de los patriotas, por lo que estaban totalmente aislados.
Hasta el 29 de octubre, el ejército virreinal permaneció en Condo-Condo. Ese día, decidieron que había llegado el momento de volver a presentar batalla y se movilizaron hasta alcanzar, el 12 de noviembre, una elevación cercana a Ayohúma.
Decisión de Belgrano
Belgrano, mientras el ejército realista se desplazaba, organizó el plan a seguir. Aunque la mayoría de sus oficiales preferían dirigirse a Potosí para reagruparse, él era partidario de enfrentarse a sus enemigos cuanto antes. De esta forma, ordenó a sus hombres marchar hacia Ayohúma.
La batalla
Los realistas se había situado en un alto cercano a la pampa, mientras que Belgrano colocó a sus hombres en el llano. El 14 de noviembre de 1813, las tropas virreinales comenzaron a descender con dificultad. En esos momentos, los patriotas tuvieron la oportunidad de atacar con ventaja, pero Belgrano no dio la orden de hacerlo.
Los realistas pudieron alcanzar el llano y armar su artillería sin encontrar resistencia. Además, pudieron situarse en una zona oculta a la vista de los patriotas. Belgrano, equivocadamente, pensó que el ataque llegaría desde otra posición.
El general Pezuela, al mando de los realistas, diseñó una maniobra para engañar a Belgrano, dividiendo sus tropas en dos destacamentos. Gracias a eso, pudo sorprenderlo, descargando el fuego de su artillería contra los patriotas.
Resultado de la batalla
No fue hasta ese momento cuando Belgrano mandó avanzar a sus hombres. No obstante, se encontraron con la dificultad de atravesar las zanjas que ellos mismos habían cavado como defensa. A pesar de ello, consiguieron llegar a escasa distancia del ejército de realistas.
Cuando las tropas de Belgrano se disponían a atacar a sus enemigos, la maniobra de Pezuela dio sus frutos. Uno de sus destacamentos, que había logrado ocultar a los patriotas, atacó desde un flanco, sin dar más opción a los soldados patriotas que tratar de huir o rendirse.
La única posibilidad de Belgrano era su caballería, pero no pudo hacer nada frente a los cañones e infantería de sus enemigos.
Aunque Belgrano ayudó a parte de los que huían a que alcanzaran un lugar seguro, no tuvo más remedio que ordenar la retirada.
Consecuencias
Se calcula que el Ejército del Norte pidió a cerca de 200 soldados en la batalla, además de tener otros 200 heridos y 500 prisioneros. Entre los realistas, los fallecidos fueron, también, 200, y los heridos, 300.
Después de la derrota, Belgrano y el resto de su ejército alcanzó Potosí. Permaneció en la ciudad dos días y, el 18 de noviembre, puso rumbo a Jujuy.
Con esta victoria, los realistas recuperaron las provincias del Alto Perú. La amenaza desde esa zona seguía siendo el principal peligro para los independentistas del Río de la Plata.
Fin de la Segunda Campaña al Alto Perú
La derrota en Ayohúma marcó el final de la Segunda Campaña del Alto Perú. Belgrano fue destituido del mando del Ejército del Norte y San Martín fue nombrado para sustituirlo.
Las Niñas de Ayohuma
La batalla dejó una historia que se convirtió en leyenda entre los patriotas, la de las valientes mujeres de Ayohúma, conocidas popularmente como “las Niñas de Ayohúma”.
Estas fueron un grupo de mujeres que se dedicaron a ayudar a los soldados heridos durante la batalla. Algunas de ellas, incluso, cogieron las armas para combatir directamente a los realistas. La más destacada, de acuerdo a la tradición, fue la capitana María Remedios del Valle, que pasó a ser llamada Madre de la Patria.
Siguientes batallas
Los realistas solo aprovecharon la ventaja concedida tras su victoria durante unos meses. En 1814, la situación cambió en favor de los patriotas.
El plan de Pezuela era avanzar hacia Tucumán para recuperar Córdoba y, después, llegar hasta Montevideo, ciudad asediada por los revolucionarios. El general realista esperaba la llegada de refuerzos desde Chile para atacar Buenos Aires y acabar con los independentistas.
La derrota realista en La Florida provocó el fracaso de ese plan. El ejército virreinal no tuvo más remedio que replegarse a Jujuy.
Referencias
- Paéz de la Torre, Carlos. El gran desastre de Ayohuma. Obtenido de lagaceta.com.ar
- El Arcón de la Historia. Combate de Ayohuma. Obtenido de elarcondelahistoria.com
- Notimérica. ¿Conoces a las ‘Niñas de Ayohúma’?, Obtenido de notimerica.com
- Revolvy. Battle of Ayohuma. Obtenido de revolvy.com
- Varma, Puneet. Battle of Ayohuma. Obtenido de alchetron.com
- Howling Pixel. Battle of Ayohuma. Obtenido de howlingpixel.com
- The Editors of Encyclopaedia Britannica. Manuel Belgrano. Obtenido de britannica.com
- Wikia. Peruvian War of Independence. Obtenido de military.wikia.org