Filosofía

Falacias: qué son, explicación, tipos, ejemplos


¿Qué son las falacias?

Las falacias son un razonamiento que parece lógico o válido pero no lo es. Tienen la apariencia de obedecer a un razonamiento correcto, pero en realidad el razonamiento que se sigue es falaz, erróneo, engañoso, con el objetivo de convencer o persuadir al interlocutor.

Las falacias se basan en la vulneración de alguna regla lógica, algo falla en la argumentación. Ahora bien, un argumento falaz puede tener premisas o conclusiones verdaderas, pero aun así seguirá siendo falaz porque el procedimiento seguido fue erróneo.

Lo que vuelve un argumento falaz es que en sí mismo es inválido. Tan es así, que inferir que una premisa es falsa porque la conclusión es falaz es también una falacia.

Aristóteles (384-322 a.C.) ya había clasificado trece tipos de falacias en su obra Refutaciones sofísticas, pero desde aquel momento hasta ahora se han incluido más de cien falacias, y se han propuesto diversos sistemas para su clasificación.

Dado que hay muchas, incluimos acá las falacias más usuales, que se pueden clasificar en formales y no formales; hay que aprender a reconocerlas para argumentar con propiedad y no caer en trampas. Ten en cuenta que una falacia debilita la validez de tus argumentos.

Por otra parte, las falacias, si bien son un engaño, no siempre son voluntarias o conscientes, no siempre se hacen con el fin de manipular a los demás; muchas veces se debe a que se ignora que se utiliza un argumento errado.

Tipos de falacias y ejemplos

Falacias formales

Hablamos de falacias formales cuando el error descansa en la estructura de sus argumentos, es decir, la vinculación de las premisas hace que lleguemos a una conclusión inválida.

El contenido puede estar correcto, pero si sus premisas son incoherentes el razonamiento carecerá de validez. Hay varias falacias formales, que mencionamos a continuación:

Negación del antecedente

Se le llama también error inverso, y sucede cuando tomamos una premisa condicional y afirmamos su inversa. Por ejemplo: “si sucede A, entonces pasará B” y afirmar “si no sucede A entonces no pasará B”.

Es una falacia porque no siempre se pueden probar las razones de B, que en parte son A, pero puede tener otras.

Ejemplo:

  1. Si llueve bajará la temperatura.
  2. No está lloviendo.
  3. No bajará la temperatura.

Fíjate que si bien las dos premisas pueden ser verdaderas, la conclusión podría no serlo, porque la temperatura puede bajar aunque no llueva.

Afirmación del consecuente

También se llama error converso o error recíproco, pues se parte de una premisa condicional verdadera (“si P entonces Q”) afirmando la segunda premisa e infiriendo erróneamente que el antecedente también es verdadero (“si Q entonces P”). Al igual que en la anterior, las razones de Q pueden ser distintas a P.

Ejemplo:

  1. Si llueve bajará la temperatura.
  2. Bajó la temperatura.
  3. Por lo tanto, está lloviendo.

Es una falacia porque la razón de que haya bajado la temperatura no solo es la lluvia, puede haber otras.

Falacia del término medio no distribuido o silogismo disyuntivo falaz

Es un razonamiento que parte de una disyunción (distinción entre dos conceptos cuya definición está intrínsecamente vinculada: “izquierdo/derecho”, masculino/femenino”, etc.) y en la segunda premisa se afirma uno solo de los componentes, concluyendo la negación del otro.

Ejemplo:

  1. Te gusta el helado o te gusta el pastel.
  2. Te gusta el pastel.
  3. No te gusta el helado.

Afirmación de una disyuntiva

Se conoce asimismo como falacia de la disyuntiva alternativa o falsa disyuntiva excluyente. Sucede cuando se propone:

  1. A o B.
  2. B.
  3. Entonces no es A.

La falacia reside en concluir que una de las disyuntivas debe ser falsa porque la otra es cierta (ambas disyuntivas pueden ser ciertas).

Ejemplo:

  1. Para aparecer en la portada de la revista The New Yorker hay que ser o muy inteligente o un autor famoso.
  2. Este mes apareció un autor famoso.
  3. Entonces no debe ser muy inteligente.

Falacias no formales

Las falacias no formales o informales son las que contienen el error en el contenido de sus premisas. Lo que se dice en las premisas no permite llegar a la conclusión a la que se llega.

Son muy comunes, y en ellas se apela a ideas equivocadas o irracionales para argumentar la certeza de lo que se dice. Las más habituales son:

Falacia ad populum

Se llama también “sofisma populista” y sucede cuando la validez de una afirmación se basa en la cantidad de gente que apoya la premisa, en vez de analizar el argumento en sí mismo.

Ejemplo: “Si hay tanta gente que piensa que la Tierra es plana, debe ser cierto”.

Falacia ad hominem

Sucede cuando damos por sentado que algo es falso argumentando quién lo dijo. En otras palabras, se desacredita al emisor y se le ataca utilizando alguna característica de su persona que no tiene nada que ver con la argumentación, solo basada en una opinión impopular sobre ella. Se descalifica al emisor para descalificar su argumentación.

Ejemplo:

  1. Soy poeta y hablo fluidamente francés, voy a traducir a una poeta argelina.
  2. Usted no es africana ni de piel negra, por lo tanto no puede traducir a esa poeta argelina.

Falacia ad verecundiam o apelación a la autoridad

Es el razonamiento donde se apela a la autoridad o prestigio de quien dice algo para defender un argumento, sin aportar ninguna otra razón. Proviene del dicho magister dixit, o “el maestro lo dijo”.

Ejemplo: “La gravedad existe porque Newton lo dijo”.

Falacia ad ignorantiam

Es el argumento que defiende como verdad un hecho porque no se puede demostrar su contrario.

Ejemplo (que puede usarse en su forma contraria): “Dios existe porque no se puede probar que no existe”, “Dios no existe porque no se puede probar que existe”.

Falacia ad consequentiam

Es una falacia lógica que refuta un argumento basándose en las consecuencias de la premisa, positivas o negativas. Resulta falaz porque la premisa será verdadera o no independientemente de sus consecuencias.

Ejemplo: “El presidente de la nación no robó porque si no estaría preso”.

El hecho de que el presidente de una nación haya robado y no esté preso se puede deber a manejos turbios de la justicia del país. El que no esté preso no significa que no haya robado.

Generalización apresurada

Es la falacia que se comete cuando pretendemos inferir una conclusión general partiendo de pruebas insuficientes.

Ejemplo:

  1. Conozco diez ingleses con el cabello oscuro.
  2. Ergo, todos los ingleses tienen el cabello oscuro.

Falacia del hombre de paja

Esta falacia se da cuando una idea no se refuta siguiendo el hilo de la argumentación sino con otro argumento distinto al tema original.

Ejemplo: “Queremos que los jóvenes lean más literatura”.

Refutación falaz: “O sea, quieren que los jóvenes dejen de hacer actividades al aire libre”.

Falacia tu quoque

Tu quoque significa tú también. Esta falacia es la que pretende refutar una idea, crítica o concepto aludiendo a que quien la expone también forma parte de ella. Es una variante de la falacia ad hominem, pues se descalifica a la persona.

Ejemplo: “Mi médico fuma, me dijo que fumar hace daño y que debería dejarlo. No acepto el consejo porque él fuma”.

Esta refutación es falaz porque independientemente de que el médico fume o no, hay suficientes pruebas científicas que el médico conoce que demuestran que fumar hace daño.

Falacia post hoc ergo propter hoc

Propone que si un hecho sucede después de otro es que ese segundo hecho es consecuencia del primero. Las conclusiones se basan en el orden en que han sucedido los acontecimientos, pero eso no significa que el primer hecho haya propiciado el segundo.

Ejemplo:

  1. Una médium predijo que el volcán Cumbre Vieja de La Palma, en Canarias, haría erupción.
  2. Por lo tanto, el volcán hizo erupción por lo que dijo la médium.

Falacia de evidencia incompleta o anecdótica

Es cuando aportamos datos de casos individuales que corroboran una afirmación con la que estamos de acuerdo, pero ignoramos al mismo tiempo otras muchas evidencias que la contradicen. Se dice de ella que hace un “uso selectivo de las evidencias”.

Es decir, no tiene en cuenta otros datos que contrastan, refutan o niegan tal afirmación. Se utiliza ampliamente cuando las personas quieren enfatizar lo bueno o lo malo de algo.

Ejemplo:

  1. He ido a psicoterapia y no me funcionó. Mi hermana fue a psicoterapia y no le funcionó. Tres amigos míos han ido a psicoterapia y no les funcionó.
  2. La psicoterapia no funciona.

Falacia de composición

Esta falacia se basa en que si algo es verdadero en su composición, todo el conjunto será verdadero.

Ejemplo:

  1. Todo dentro del universo tiene una causa para su existencia.
  2. Ergo, el universo tiene una causa para su existencia.

Falacia del punto medio

Se llama también falacia de la moderación o del compromiso. Sucede cuando en un debate o discusión uno de los integrantes adopta una postura supuestamente “en el medio” o equidistante sin considerar si toda la información es igual de válida o no.

Ejemplo: “Ana dice que quiere ir a la playa y Juan dice que quiere ir al campo. Por lo tanto, deberían ir a la montaña”.

Referencias

  1. List of fallacies (2021). Tomado de en.wikipedia.org.
  2. Thompson, E. (2021). 15 logical fallacies you should know before getting into a debate. Tomado de thebestschools.org.
  3. Gunner, J. (2021). Types of logical fallacies: recognizing faulty reasoning. Tomado de examples.yourdictionary.com.
  4. Parga, S. (2021). Guía de falacias argumentativas. Tomado de leo.uniandes.edu.co.
  5. Falacia (2021). Tomado de es.wikipedia.org.