Psicología

Albert Ellis: biografía, conceptos básicos, teoría


Albert Ellis (1913 – 2007) fue un psicólogo americano famoso por crear un enfoque terapéutico conocido como “terapia racional emotiva”. Esta se basaba en el cambio de creencias que él consideraba “irracionales”, negativas o que contribuían al malestar del paciente por otras más positivas, optimistas y adaptadas a la realidad.

A pesar de que en un principio trabajaba con enfoques como el psicoanálisis o la terapia humanista, Albert Ellis pronto creó sus propias técnicas y acabó rechazando las ideas de Sigmund Freud. Así, a lo largo de su carrera trató de promover la idea de que en lugar de centrarse en los traumas de su pasado, los pacientes deberían enfocarse en tomar acción para mejorar su presente y futuro.

Ellis es considerado como uno de los mejores psicólogos de todos los tiempos, además de haber logrado publicar un gran número de best – sellers a lo largo de su carrera. En sus libros, intentó acercar las ideas de los últimos avances de la ciencia de la mente humana al público general, con pasos prácticos y consejos aplicables en el día a día de las personas.

Su terapia racional emotiva es la base de muchos de los enfoques psicológicos más empleados actualmente, como por ejemplo la terapia cognitivo – conductual o la terapia de aceptación y compromiso.

Índice del artículo

Biografía

Albert Ellils nació en el año 1913 en Pittsburgh, Pensilvania (Estados Unidos). Fue el mayor de tres hermanos, y a menudo tuvo que cuidar de los dos más pequeños ya que sus padres no tenían mucho tiempo para ellos. La relación del psicólogo con sus padres nunca fue buena, y en sus entrevistas les describía como “emocionalmente distantes” y “poco afectuosos”.

En sus primeros años de vida, Ellis se consideraba un niño tímido y callado. Esto cambió a los 19 años de edad, cuando decidió cambiar su comportamiento y forma de ser, y se puso el objetivo de hablar con todas las mujeres que se encontrase por la calle. Según contaba, durante un mes habló con más de 130 mujeres.

A pesar de haber obtenido únicamente una cita durante todo este proceso, consiguió perder el miedo a interactuar con el sexo contrario. Más tarde, utilizó esta misma técnica para mejorar sus habilidades para hablar en público, algo que le fue de mucha utilidad a lo largo de toda su carrera.

Durante su vida, Albert Ellis estuvo casado varias veces. Su relación más larga, con la directora del Instituto Albert Ellis, duró 37 años; aunque se terminó en el año 2002. Más tarde, en el 2004, se volvió a casar con una psicóloga llamada Debbie Joffe, con la que estuvo hasta su fallecimiento en 2007.

Vida laboral

Después de graduarse del instituto, Ellis estudió la carrera de Negocios en el City College de Nueva York. Durante varios años trató de dedicarse a este ámbito, y luego se cansó y decidió convertirse en escritor de novelas, lo que tampoco funcionó. Después, ya en 1942, optó por cambiar una vez más de ámbito y fue a la Universidad de Columbia a estudiar psicología.

En un principio, Ellis se formó en psicoanálisis, una de las corrientes más de moda en aquella época. Sin embargo, tras obtener su doctorado en 1947, pronto se dio cuenta de los fallos de este método terapéutico (sobre todo su baja efectividad y la gran cantidad de tiempo que consumía) y comenzó a investigar otras alternativas.

Durante los siguientes años, empezó a desarrollar sus propias técnicas y teorías, influenciado en un principio por personas como Karen Horney y Alfred Adler. En 1955, presentó su propia forma de terapia, que en un principio se llamaba “terapia racional”, y que hoy en día es conocida como “terapia racional emotiva”.

La base de esta forma de terapia fue que ponía el foco en la acción, a la vez que trataba de comprender las creencias irracionales que llevaban a sus pacientes a experimentar sufrimiento. Debido a sus aportes a la ciencia, Ellis es considerado hoy en día como uno de los psicólogos más influyentes de toda la historia.

Conceptos básicos

Una de las bases más importantes del trabajo de Ellis era su idea de que el sufrimiento humano no ocurre debido a las circunstancias externas de nuestras vidas. Por el contrario, para este psicólogo la causa es el diálogo mental que mantenemos constantemente con nosotros mismos, y la manera en la que interpretamos aquello que nos ocurre.

Según Ellis, el principal problema de la mayoría de personas es que tenemos una serie de ideas irracionales sobre cómo funciona el mundo, que nos provocan una gran cantidad de sufrimiento innecesario. Si logramos cambiar la manera en que interpretamos lo que nos ocurre, la mayor parte de nuestro malestar psicológico se desvanecerá.

Esta idea ya fue desarrollada en algunas corrientes de pensamiento antiguas, como el estoicismo griego; pero Ellis la adaptó a la época moderna y creó un enfoque terapéutico basado en sustituir las creencias irracionales de sus pacientes por otras ideas más beneficiosas para su salud mental.

Las 13 ideas irracionales de Ellis

En su trabajo, Albert Ellis describió las que él consideraba las 13 creencias irracionales más comunes en la población moderna. Para este psicólogo, estos pensamientos son los causantes de gran parte del sufrimiento que experimentamos las personas actualmente.

  1. “Debo hacer las cosas bien y obtener la aprobación de quienes me importan, o me convertiré en una persona indigna”.
  2. “El resto de gente debe tratarme bien y de manera justa. Si no lo hacen, son malos”.
  3. “Debo tener una vida fácil y agradable. De lo contrario, no podré disfrutar de ella en absoluto”.
  4. “Todas las personas que me importen deben quererme y aprobar lo que hago; si esto no ocurre, será terrible”.
  5. “Debo conseguir grandes logros o no valdré nada”.
  6. “Las personas que se comportan de forma negativa deben ser castigadas”.
  7. “No debo tener problemas para conseguir lo que me propongo, o de lo contrario todo será terrible”.
  8. “Cuando me ocurren cosas negativas, es imposible no sentirse mal. Para estar bien, necesito que todo sea perfecto”.
  9. “Debo siempre ponerme en el peor lugar y pensar que todo va a salir mal”.
  10. “Puedo evitar mis responsabilidades y enfrentarme a las dificultades de la vida y aún así sentirme realizado”.
  11. “Mi pasado condiciona cómo me siento y lo que hago: se trata de la parte más importante de mi vida”.
  12. “Todo el mundo y todas las cosas deberían ser mejores de lo que son; y si no mejorasen, eso sería terrible”.
  13. “Puedo ser completamente feliz haciendo lo mínimo posible y simplemente disfrutando de la vida”.

Los tres grupos de creencias irracionales

En muchas ocasiones, todas estas creencias han sido agrupadas en tres grupos: las que afectan a uno mismo, las que tienen que ver con los demás, y las relacionadas con el mundo y la vida en general.

Así, casi todas las creencias racionales tienen que ver con uno de tres aspectos. Pueden implicar que uno debe actuar de una forma concreta y que los demás aprueben para poder estar bien.

Por otro lado, también pueden tener que ver con la idea de que todos los demás deben actuar de manera justa, agradable y considerada para que nuestras emociones sean positivas; y que si no lo hacen, deben ser castigados.

El último grupo de creencias irracionales descritas por Albert Ellis tiene que ver con la idea de que la vida debería ser fácil y agradable para que pudiéramos conseguir aquello que queremos sin tener que esforzarnos o sentirnos incómodos.

Estas ideas irracionales forman la base tanto del enfoque terapéutico creado por Ellis, como de otras corrientes más modernas como la terapia cognitivo – conductual o la terapia de aceptación y compromiso.

Teoría

La terapia racional emotiva se basa en la idea de que lo más importante para conseguir el bienestar no es centrarse en el pasado y en liberar los “traumas” que nos hayan podido ocurrir a lo largo de nuestra vida, como proponía el psicoanálisis. Por el contrario, para estar bien es necesario cambiar la manera en la que entendemos el mundo y tomar acción significativa.

Por eso, la terapia propuesta por Albert Ellis se basa precisamente en estos dos puntos. Por un lado, el paciente debe ser capaz de modificar sus creencias sobre él mismo, las personas de su entorno, su propia vida y el mundo. Al mismo tiempo, tiene que empezar a comportarse de forma distinta a como lo había estado haciendo hasta ahora.

Por ejemplo, si un paciente, quiere conseguir un mayor éxito en sus relaciones, no solo tendrá que modificar sus ideas sobre este ámbito de su vida, sino que también tendrá que empezar a actuar de formas distintas, que le lleven a alcanzar sus objetivos al respecto.

Modelo ABC

Además de esto, una de las principales aportaciones de Ellis al campo de la psicología fue su teoría sobre qué es lo que produce el sufrimiento. En su época, el conductismo (una de las corrientes más importantes en el campo de la salud mental) decía que los seres humanos reaccionan automáticamente a los estímulos que se encuentran en sus vidas.

Por el contrario, Albert Ellis creía que entre la aparición de un estímulo y la respuesta que se le da al mismo, existe un componente intermedio que tiene que ver con la forma en que interpretamos lo que nos ha ocurrido. En base a esta idea, creó su modelo ABC:

– La A venía de Activating Event, o “evento activador”; es decir, de aquello que nos ocurre. Según Ellis, todo lo que nos pasa es en principio neutral en este punto.

– Después, la B tiene que ver con nuestras creencias, o beliefs. Cuando nos ocurre algo, lo interpretamos en base a nuestra forma de ver el mundo y nuestra manera particular de pensar.

– Por último, de la mezcla de lo que nos ocurre con lo que pensamos aparece a C de “consecuencias” (consequences). En función de cómo hayamos interpretado la situación, aparecerá una reacción emocional u otra.

Así, Ellis pensaba que ninguna situación por sí sola es capaz de causarnos infelicidad, sino que tiene que venir acompañada por una creencia que nos haga verla como algo negativo. Esta idea, a pesar de ser contraintuitiva, sigue considerándose como válida en muchos enfoques terapéuticos modernos.

Técnica terapéutica

Para entender mejor la terapia racional emotiva, es necesario saber exactamente cómo funciona. Generalmente, el proceso consta de tres pasos: identificar las creencias y pensamientos irracionales propios, rebatirlos, y ser capaz de reconocerlos cuando vuelven a aparecer.

Identificar creencias y pensamientos irracionales

El primer paso en un proceso de terapia racional emotiva consiste en identificar los pensamientos, creencias y sentimientos irracionales que provocan malestar emocional en el paciente.

En muchos casos, estas creencias aparecen en forma de “absolutos”, como por ejemplo en expresiones que comienzan con “debería”, “tengo que”, o “es necesario que”.

La mayoría de creencias irracionales tienen que ver con el propio comportamiento (que está sujeto a estándares extremadamente altos), con el de los demás, o con la manera en la que debería funcionar el mundo.

Una manera de identificar un pensamiento de este tipo es darse cuenta de si decirlo en voz alta o reflexionar sobre él produce malestar de manera automática.

El problema de las creencias irracionales es que impiden enfrentarse a los retos de la vida de una forma sana, y aumentan el malestar que tenemos que sufrir en nuestro día a día. Por eso, el siguiente paso implica cambiarlas por otros pensamientos más útiles.

Rebatir los pensamientos irracionales

Una vez que se han identificado las principales creencias irracionales del paciente, es necesario confrontarlas. Esto puede hacerse de muchas maneras, aunque en principio Ellis optaba por llevar a cabo este paso de la forma más honesta, lógica y directa posible.

La idea de este paso es conseguir que la persona se replantee su manera de ver el mundo, y darle una alternativa más lógica a sus pensamientos para así conseguir que cambie su forma de sentir y de actuar. Este paso ha sido muy refinado en épocas posteriores, como por ejemplo con la creación de la terapia cognitivo – conductual.

Reconocer los propios patrones de pensamiento

Por supuesto, el proceso de cambiar las propias creencias no puede completarse en un solo día. Por eso, el último paso de la terapia racional emotiva consiste en entrenar al paciente para que pueda detectar las creencias irracionales que ya ha identificado una vez que vuelvan a aparecer.

Cuando esto ocurra, el paciente debe ser capaz de rebatirse a sí mismo sus propios pensamientos, para de esta manera disminuir su sufrimiento y cambiar la manera en la que actúa.

Además, también se recomienda que la persona trabaje directamente sobre sus emociones y acciones, para conseguir un efecto aún más positivo con este proceso.

Referencias

  1. “Albert Ellis” en: Famous Psychologists. Recuperado en: 12 Junio 2019 de Famous Psychologists: famouspsychologists.org.
  2. “Albert Ellis biography” en: VeryWell Mind. Recuperado en: 12 Junio 2019 de VeryWell Mind: verywellmind.com.
  3. “Albert Ellis” en: Wikipedia. Recuperado en: 12 Junio 2019 de Wikipedia: en.wikipedia.org.
  4. “The Irrational Ideas of Albert Ellis” en: Exploring Your Mind. Recuperado en: 12 Junio 2019 de Exploring Your Mind: exploringyourmind.com.
  5. “Rational emotive behavior therapy” en: Wikipedia. Recuperado en: 12 Junio 2019 de Wikipedia: en.wikipedia.org.