Los 10 Dulces Típicos de Jalisco Más Famosos
Los dulces típicos de Jalisco incluyen los borrachitos, el dulce de arrayán o las alegrías de amaranto. La gran tradición en la elaboración de dulces proviene sobre todo de la época colonial.
Los conventos fueron el origen de muchos de los platos de este tipo que se toman actualmente. Se suele señalar el convento de Santa María de Gracias, fundado en Guadalajara en 1586, como uno de los que más influyeron en la creación de estos dulces.
Jalisco es uno de los estados que integra los Estados Unidos Mexicanos. Guadalajara es la capital y ha aportado sus manifestaciones culturales a todo el país, como los charros, los mariachis o los jaripeos.
Los dulces típicos de Jalisco
1- Borrachitos
Jalisco discute con Puebla ser el lugar de origen de este dulce. Sin embargo, los borrachitos se encuentran en todas las tiendas del estado.
De acuerdo con la leyenda, nacieron en los conventos durante la época colonial española y más tarde se enriquecieron con la influencia indígena.
Se trata de unos dulces envinados en leche. Entre sus ingredientes destacan la harina, el azúcar y, obviamente, la leche.
Se elaboran con diferentes sabores, dependiendo de la fruta con la se rellene. El otro punto de sabor se lo da el licor que se añade a la mezcla y le da nombre al producto. Puede ser tequila, rompope, ron o algún otro.
2- Dulce de arrayán
Estos dulces provienen de la cocina árabe, que ya utilizaba el arrayán para elaborar algunos platos. Después los españoles lo llevaron a Jalisco, donde se ha convertido en uno de los postres más apreciados. Tradicionalmente se dice que la receta proviene del municipio de Ameca.
El arrayán es también conocido como guayabilla y se consume como fruta o se utiliza para elaborar jarabe dulce o agua de sabor.
El dulce tan solo lleva la pulpa de esta fruta y azúcar. En ocasiones se come espolvoreado con un poco de chile.
3- Alegrías de amaranto
El amaranto lleva usándose en la gastronomía mexicana desde hace unos 8000 años. Los aztecas lo utilizaban muy a menudo en sus ceremonias.
Los aztecas también lo comían o lo usaban como moneda de cambio. Su nombre en la lengua náhuatl es huautli.
Hoy en día el amaranto se consume sobre todo en forma de alegrías. Se trata de una receta muy simple, ya que solo se necesita la fruta reventada y miel.
Solo hay que unir ambos ingredientes mientras se calientan en el fuego. Después se le da la forma al dulce y se espera que se enfríe.
4- Dulces de jamaica
Este dulce es originario del municipio de Chapala, donde aún se elaboran artesanalmente en las casas o en pequeñas fábricas.
La base es la flor de la Jamaica, una planta originaria de África que se cultiva mucho en el Estado. Si bien la Jamaica también se usa para hacer infusiones, la forma más común es en esta golosina.
Para prepararla primero hay que cocer la flor, después se une con azúcar y con el agua resultante de la cocción hasta que adquiera consistencia.
Solo queda dejar que se enfríe y se convierta en un caramelo, al que se le da forma de pastilla.
5- Jamoncillos
Los jamoncillos fueron creados tras la llegada de los españoles, quienes popularizaron el uso de la leche en la gastronomía. Esta receta se encuentra por todo Jalisco.
Se trata básicamente de un dulce de leche al que se le añade algún fruto seco. El más tradicional es la nuez y se presenta en forma de barras o figuras diferentes.
6- Picones
Se trata de un pan dulce muy típico de la capital, aunque también del resto del estado. Es originario de España y se distingue por su aromatizado sabor a canela.
7- Cajeta de leche
Denominación de origen de Sayula y de los pueblos del sur de Jalisco. Se elabora con leche bronca, azúcar y un toque de vainilla.
8- Alfajor
Dulce muy extendido por México y que tiene como origen España. Aunque existen muchas recetas según la región, la más tradicional es a base de coco, canela, azúcar y obleas.
9- Ate de membrillo
Otro producto de origen español. Se prepara con fruta de membrillo y se acompaña de queso o de helado.
10- Magdalenas de Camote
Magdalenas normalmente preparadas y horneadas para que tengan forma de flores. Se hacen con camote y con azúcar para espolvorearlo por encima.