Lao-Tse: biografía, enseñanzas, obras, influencias
Lao-Tse o Lao Tzu fue un filósofo y escritor chino que vivió entre los siglos VI o IV a. C., precursor de uno de los movimientos religiosos más importantes de la nación asiática: el taoísmo. A él se le atribuye el texto base de las creencias taoístas, el Dao De Jing (o Tao Te Ching).
Es difícil separar la figura histórica de la leyenda en el caso de Lao Tse; tanto así que no ha podido ser confirmada su existencia histórica o si todo lo que se sabe acerca del filósofo es fantasía.
En la actualidad las opiniones expertas acerca del Dao De Jing sugieren que no fue obra de un solo escritor, sino de diferentes plumas que fueron compiladas por un editor. Algunas dinastías como la Tang rastreaban su linaje hasta Lao-Tse, a quien reconocían como su fundador.
Se cree que Lao-Tse pudo haber sido contemporáneo con Confucio y algunas leyendas respaldan esta afirmación, al clamar que ambos filósofos sostuvieron una reunión. También se ha intentado difundir la idea de que fue maestro del buda Gautama, o que él mismo había sido el buda.
Su nombre es un título de honor que significa “viejo sabio”, este hecho ha alimentado la creencia de que Lao-Tse no era una persona normal, sino una figura tradicional que representa la sabiduría.
También contribuye con la duda acerca de la veracidad de su existencia el hecho de que no se conozca a fondo su biografía, puesto que de otros personajes y filósofos contemporáneos hay datos extensos.
Lao-Tse ha sido considerado un dios dentro del confucianismo, así mismo es venerado como la figura principal dentro del taoísmo. También se le rinde tributo dentro de la religión china tradicional, lo cual da muestra de la importancia que ostenta dentro de la filosofía y la espiritualidad en China.
Índice del artículo
- 1 Biografía
- 2 Entidad divina
- 3 Enseñanzas de Lao-Tse
- 4 Obra
- 5 Taoísmo
- 6 Influencia de Lao-Tse en la política
- 7 Referencias
Lao-Tse, también conocido como Lao Tzu, llegó al mundo en algún momento entre los siglos VI y IV a. C., puesto que se sabe que su vida transcurrió durante el gobierno de la dinastía Zhou.
Se cree que el filósofo provenía del entonces estado de Chu, que actualmente se conoce como provincia de Henan, en China.
La información que ha trascendido hasta nuestro tiempo acerca de la vida de Lao-Tse proviene de los trabajos del historiador chino Sima Qian, que realizó sus escritos en tiempos de la dinastía Han. Todos estos datos fueron publicados en el Shiji, un texto histórico.
Su apellido y su nombre han sido motivo de conflicto para los historiadores. Algunos creen que se apellidaba “Li” y discuten si su nombre fue “Er” o “Dan”. De hecho, se dice que Lao-Tse puede ser la misma figura que pasó a la historia con el nombre de “Lao Dan”.
La historia más difundida acerca de la vida de Lao-Tse es que trabajaba como archivista imperial. Según esto su cargo oficial parece haber sido el de “shi”, que se refería a un académico especializado en astrología y en el conocimiento de textos sagrados.
El mismo autor de esa breve biografía, Sima Qian, aseguró que los registros no eran claros. Existen otras versiones de la historia de Lao-Tse, por eso es considerado más una leyenda que una figura histórica real.
Entre los muchos pequeños datos que se han compilado sobre Lao-Tse, se encuentra uno que afirma que estuvo casado y que engendró un hijo llamado Zong, que era un feroz guerrero que siempre resultaba victorioso.
Los enemigos que lograba derrotar eran arrojados a los cuervos para que fueran devorados y ese proceder se mantuvo hasta que su padre le recomendó tratar bien a los vencidos para que no buscaran venganza.
Desde ese día Zong ordenó que se enterraran a sus enemigos y comprendió la verdad que encerraban las palabras de su padre.
La familia Li afirmaba que descendían de Lao-Tse, algunos emperadores Tang apoyaron ese clamor para sí mismos.
Sin embargo, no existen pruebas que respalden tales afirmaciones. De cualquier modo el interés que mostraban en él revela lo importante que fue Lao-Tse en la cultura china.
Esta historia también cuenta con muchas versiones, una de ellas afirma que Lao-Tse era mayor que Confucio y que el último acudió a solicitar el consejo del primero. Según algunas fuentes el tema en cuestión pudo haber sido los funerales y el luto.
Ese planteamiento es aceptado popularmente porque en la obra de Confucio referente a ese aspecto de la cultura china se cita a un intelectual llamado “Lao Dan”. El nombre de ese filósofo consultado por Confucio es uno de los que se le ha atribuido a Lao-Tse.
Se cree que en la reunión entre los dos filósofos asiáticos Lao-Tse acusó al joven Confucio de ser orgulloso, egoísta y ambicioso. El muchacho reconoció lo verdadero de las palabras del viejo maestro y lo comparó con un dragón legendario que ascendía al cielo.
Aunque ese encuentro está documentado por diversas fuentes, las variaciones son tantas que también se dice que podría tratarse solo de una historia falsa.
Se dice que la decadencia de los Zhou fue lo que dio a Lao-Tse la voluntad de partir lejos de China, cosa que hizo a través del noroeste del país. En la frontera le hicieron la solicitud de dejar sentadas sus enseñanzas en un escrito.
El resultado que quedó plasmado fue un libro de dos partes acerca del “dao” o “tao” y la virtud, que era conocida como “de” o “te”.
Al parecer, después de concluir ese trabajo Lao-Tse se marchó y desapareció sin dejar rastro, probablemente con el propósito de convertirse en un ermitaño.
Otras versiones apoyan la teoría de que Lao-Tse en realidad viajó a la India, supuestamente, allí el filósofo asiático se convirtió en uno de los maestros del buda Gautama.
Alguien fundamental del relato que comprende el viaje de Lao-Tse al oeste fue Yinxi. Este fue el oficial de la frontera por la que supuestamente cruzó al extranjero. De la relación entre este funcionario del gobierno chino y el filósofo surgieron muchas historias.
Otro de los relatos da fe de que Yinxi solicitó convertirse en el alumno de Lao-Tse y este lo aceptó tras someterle a preguntas con las que debía demostrar por qué quería conocer el tao.
Tras perfeccionar su conocimiento el alumno fue visitado nuevamente por Lao-Tse y ambos emprendieron una travesía por los nueve cielos juntos.
Entre las historias legendarias y míticas que se desarrollaron en torno a la figura de Lao Tzu está una que afirma que fue concebido cuando su madre miró una estrella fugaz que pasó frente a ella.
También se dijo que Lao-Tse estuvo en el vientre materno durante 72 años y que al nacer surgió de su madre un hombre con todas las características fisionómicas de un anciano. Por último, se dijo que el autor del Dao De Jing vivió durante 990 años.
La primera organización taoísta apareció en el siglo II de nuestro tiempo; llevó por nombre el Camino de los Maestros Celestiales. Desde ese momento la figura de Lao Tzu se volvió fundamental porque era considerado el “maestro celestial”.
El tao es una realidad divina indescriptible e innombrable que estuvo encarnada en Lao-Tse. En la actualidad los devotos a esta fe celebran el cumpleaños del filósofo chino el décimo quinto día del segundo mes lunar.
Se ha justificado la falta de información acerca de este personaje al alegar que por sus mismos principios y enseñanzas no deseaba llevar una vida mundana y en consecuencia rechazó el ser inmortalizado en los libros con sus hazañas.
Para Lao-Tse lo ideal era recluirse y conseguir la paz y la pureza del alma, algo que resultaba incompatible con la fama y la búsqueda de estatus social.
Algunos han planteado que las historias que rodean a Lao-Tse pueden ser solo ficciones creadas por los taoístas para desacreditar a otros. Como ejemplo se presenta la alabanza que le hizo Confucio o el hecho de que pudo haber sido maestro del buda Gautama.
Sin importar el origen de la fuente que aborde la vida y obra de Lao-Tse, siempre lo relevante de su historia son las enseñanzas que dejó a su paso.
El texto conocido como Dao De Jing, también escrito Tao Te Ching posiblemente fue fruto de muchas plumas. Esta afirmación se sustenta especialmente en lo diverso que son los estilos que la conforman.
Si la mejor prueba de su existencia se trata de la obra que Lao-Tse escribió en la que se recopilan todas sus enseñanzas, entonces hay un problema de veracidad. Eso ha impulsado la desconfianza de académicos modernos que consideran que dicha obra tiene múltiples autores.
Lao-Tse ha sido, desde su creación, la cara principal del taoísmo. Del mismo modo se le ha reconocido como uno de los más grandes filósofos chinos de la historia. Sus enseñanzas se dividieron en dos áreas que son la filosófica y la religiosa.
A través de los recursos literarios comúnmente empleados en la época como eran las analogías y paradojas, Lao-Tse logró plasmar en palabras su sabiduría. Expresó que el orden natural que existía en todo debía ser comprendido y respetado por los seres humanos.
Enmarcado en el naturalismo, consideró que la energía negativa y positiva del universo conseguían que se generara un balance en el mismo. De ese modo se aproximó a conceptos que no estaban totalmente desarrollados entonces como lo son el yin y el yang.
Según Lao Tzu el orden artificial creado por la humanidad para controlar la sociedad ha llevado al universo a un estado de caos. Por eso explicó que el principio de inacción o acción sin propósito era fundamental para que la humanidad volviera al flujo natural que está planteado para ella.
La humildad y la simplicidad eran los modos de proceder que deben ser empleados para aminorar el caos reinante y lograr la armonía. Por esto algunos creen que los planteamientos de Lao-Tse deben ser considerados una filosofía de vida y no una religión.
También se cree que la obra Tao Te Ching fue una especie de sugerencia o directriz para los gobernantes, especialmente durante la decadente época de los Zhou.
Las propuestas realizadas por Lao Tzu estuvieron cargadas de postulados que podían ser considerados místicos. Se enmarcó, como la mayoría de las filosofías chinas contemporáneas, en las cosmogonías y las energías vitales.
Algunos piensan que evoca los mitos y tradiciones orales, pero otros creen que al tener un agregado místico difieren de las primeras y evocan un deseo de crecimiento personal en cada individuo que sigue estas enseñanzas.
Al Lao-Tse plantear el “origen de todo” con su “tao” este no hablaba de una deidad, sino de una esencia, en consecuencia el sentido que debe concedérsele a ese concepto no es el de un creador sino el de un elemento central.
Entonces, este concepto debe ser relacionado con el flujo energético y el orden natural que existe para todo.
No intentó someter a los seguidores de esa corriente a un cuerpo de duras y numerosas normas, por el contrario afirma que deben deshacerse de las regulaciones sociales artificiosas.
El texto atribuido a este filósofo chino y el responsable de la fama que gira en torno a Lao-Tse fue el Tao Te Ching o Dao De Jing.
Los ejemplares más antiguos de dicho texto datan del siglo IV a. C. A pesar de esos hallazgos no se tiene totalmente clara su fecha de realización.
Tampoco se conoce con exactitud en qué época alcanzó la forma definitiva que llegó a nuestros días. Algunos consideran que los primeros modelos debieron haber sido escritos entre los siglos VI y V a. C.
Las interrogantes que rodean a ese libro son abundantes, una de las que más ha dado de qué hablar ha sido su autoría.
En caso de ser una compilación de obras de otros autores se piensa que el editor pudo haber aprovechado la fama de Lao-Tse para atribuirle algunos textos y de ese modo darle credibilidad a su obra.
Entre las posibilidades está que el Tao Te Ching sea una antología escrita en el siglo V a. C., esto es apoyado por los historiadores con base en el lenguaje que fue empleado en la redacción del texto.
De cualquier modo, es Lao-Tse el que figura históricamente como autor de la obra.
El Tao Te Ching está organizado en 81 capítulos cortos. La tradición reza que originalmente fue escrito en dos partes que eran conocidas como el “Tao Ching” y el “Te Ching”. Las otras divisiones se realizaron más tarde para que pudiera memorizarse fácilmente.
Se trata de una obra breve, que fue escrita con una narración poética en la que el ritmo era uno de los factores que fue tomado en cuenta como algo primordial, así mismo la fluidez de las palabras empleadas recibieron un tratamiento especial.
Igualmente hubo una característica destacada en la composición; la posibilidad que recaía sobre el lector para realizar diferentes interpretaciones de sus pasajes.
Tao (o Dao)
Significa “camino” y se refiere a un concepto que es común dentro de la filosofía china, pero que al mismo tiempo es primordial dentro del taoísmo.
Este elemento originario es presentado como un algo innombrable e indescriptible. A pesar de que es descrito de un modo muy vago, sí es posible que los hombres lleguen a conocerlo; la prueba de ello es que Lao Tse lo hizo y explicó cómo hacerlo en su obra.
Te (o De)
“Virtud”, con esto se hace referencia al ámbito moral, así como a la cualidad inherente de algo que está presente en objetos y sujetos.
Ching (o Jing)
Simplemente puede traducirse como “libro” o “clásico”, cosa que volvió a esta obra uno de los textos en los que estaba basada la educación académica para la cultura china. Estos clásicos eran imprescindibles en la formación de los ciudadanos chinos.
Una de las ideas fundamentales dentro del Tao Te Ching es que para encontrar y conseguir dominar el tao, se deben dejar a un lado los deseos y acciones mundanas. Otro de los vicios de los que deben deslastrarse los que quieren hallar el tao es precisamente la sed de conocimiento.
Casualmente esos planteamientos de Lao-Tse tuvieron mejor acogida entre las clases humildes, aunque se ha especulado que estuvieron dirigido a la aristocracia.
Los miembros de la nobleza china se inclinaron por las enseñanzas de Confucio, que promovía el trabajo intelectual y el crecimiento personal.
En China surgió una corriente filosófica y espiritual llamada taoísmo. Esta estaba centrada en lograr una vida en armonía con el “dao” o “tao”, es decir, con el “camino” o la “corriente”. Aunque ese concepto influyó en muchos aspectos de la cultura china, en el taoísmo es el centro.
La piedra angular cuando se trata del taoísmo es el Tao Te Ching, o Dao De Jing, escrito por Lao-Tse.
La primera escuela taoísta fue la tianshi o de los “Maestros Celestiales” y apareció a finales del siglo II de nuestra era. El fundador de esta institución taoísta fue Zhang Daoling, quien afirmó que Lao-Tse se le había aparecido y le dio las instrucciones que debía seguir. Ese filósofo pasó a ser considerado una deidad desde tiempo de los Han.
Para los seguidores del taoísmo el “tao” o “dao” no representa a una persona o cosa específica, debido a que el tao no es una deidad en un sentido convencional. En cambio, se refiere a la armonía y esencia de todo lo que existe en el universo.
Para esta religión la ética se resume en un concepto que ellos han nombrado el “wu wei”, cuyo significado puede ser el de inacción o acción desinteresada. Es decir, si el tao genera un orden natural, los taoístas deben dejarlo fluir sin interferencias.
Al no interferir mediante las acciones personales, los taoístas dejan la energía seguir su curso natural para que el mundo vuelva a su equilibrio y se ordene solo.
Aunque carecen de un dios central, los taoístas veneran a los Tres Puros, un concepto del cual Lao-Tse es la personificación.
En la actualidad es una de las 5 doctrinas religiosas aprobadas por el Gobierno chino. En 2010 estaba constituido por 173 millones de simpatizantes y casi doce millones de sacerdotes e iniciados.
Dentro de China Lao-Tse fue un personaje cuya influencia se filtró a muchos aspectos de la sociedad, entre ellos a la política. Esto dio paso a un modelo de liderazgo humilde, típico en aquellos que buscan la paz o el surgimiento de las clases pobres.
Según Lao-Tse, el mejor modo de gobierno era uno en el que los líderes estuviesen regulados y se sentaran limitaciones de su poder sobre el pueblo al que gobernaban. Esos postulados puede ser aprovechados por miembros de diferentes ideologías y con distintos propósitos.
Muchos anarquistas han simpatizado con los planteamientos taoístas dentro del mundo occidental y utilizan las enseñanzas de Lao-Tse como ejemplo de un modelo funcional de una sociedad anarquista que se autorregula.
Los libertarios de derecha también han apoyado las ideas del filósofo chino y consideran que al minimizar las regulaciones de los gobiernos sobre los países se encontrará una armonía social y económica espontánea.
De ese modo fue que la filosofía de Lao-Tse permeó en las ciencias políticas como una propuesta contra el autoritarismo y el totalitarismo.
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