Intervencion didactica: características, estrategias, ejemplos
La intervención didáctica se refiere a cualquier acción emprendida por un profesor en un contexto educativo con el objetivo de enseñar a sus alumnos. En función del caso concreto al que nos estemos refiriendo, y de factores como el modelo educativo desde el que se esté actuando, puede implicar muchas cosas distintas.
Por ejemplo, una intervención didáctica puede ser extremadamente directiva. En este caso el profesor le diría al alumno paso por paso aquello que tiene que hacer, mientras vigila que sus instrucciones se cumplan al pie de la letra. En otros contextos, sin embargo, la intervención puede ser más flexible y darle mucho espacio al estudiante para que actúe como quiera.
Sin importar la forma en la que se aplique, la intervención didáctica consta siempre de cuatro fases bien diferenciadas: una de diagnóstico en la que se recopila información sobre la situación previa, una de planificación de las actividades a llevar a cabo, una de intervención propiamente dicha, y otra de evaluación de lo ocurrido.
La intervención educativa es una de las herramientas básicas dentro de prácticamente todos los contextos educativos, y como tal tiene una gran importancia. En este artículo veremos cuáles son algunas de sus características más destacables, así como algunos ejemplos.
Índice del artículo
- 1 Características de la intervención didáctica
- 2 Estrategias
- 3 Ejemplo: intervención con dislexia
- 4 Referencias
Características de la intervención didáctica
– Se utilizan para ayudar a los alumnos a aprender
El acto de adquirir nuevos conocimientos puede llegar a ser muy complicado, especialmente si hablamos de determinadas materias (como aquellas relacionadas con la lógica o las matemáticas) o en ciertos casos (por ejemplo, con alumnos con necesidades especiales). Por ello, los profesores necesitan contar con herramientas que les hagan más fácil la tarea de enseñar.
Precisamente esta es la función de una intervención didáctica: dotar al profesor de una serie de herramientas y estrategias que le ayuden a que sus alumnos logren sus objetivos académicos. En este sentido, se considera que una intervención ha sido efectiva cuando el estudiante al que iba dirigida ha logrado generar nuevos conocimientos.
– Constan de cuatro fases
Para lograr potenciar el aprendizaje de los alumnos, es posible realizar una intervención didáctica de muchas maneras diferentes. Sin embargo, en todos los casos el profesor tendrá que pasar por cuatro fases muy diferenciadas, que son las siguientes: diagnóstico de la situación previa, planificación, intervención, y evaluación del proceso.
En la primera fase, el equipo docente (que puede estar formado por una o varias personas) examina las necesidades del alumno, su experiencia previa con el tema a tratar, sus habilidades y conocimientos y sus puntos fuertes y débiles. En base a lo que descubran aquí realizarán la fase de planificación, en la que aclararán detalladamente aquello que pretenden llevar a cabo en la siguiente etapa.
En la tercera fase, la de intervención, se ponen en práctica todas las estrategias que se han determinado en la anterior, de tal manera que se produce la adquisición de conocimientos propiamente dicha. Por último, en la fase de evaluación el equipo docente evaluará los resultados obtenidos y propondrá mejoras de cara a una intervención futura.
– Pueden partir de paradigmas diferentes
No todas las intervenciones didácticas tienen la misma naturaleza ni están basadas en las mismas teorías educativas. Por el contrario, cada profesor o maestro puede partir desde una forma de entender la adquisición de conocimientos totalmente distinta.
Así, por ejemplo, dentro del sistema educativo tradicional se considera que los alumnos son simples receptores de la información que les llega por vía externa. En este contexto, las intervenciones didácticas se centrarán en aspectos como minimizar las distracciones, hacer el material lo más interesante posible para fomentar la atención, y transmitir los conocimientos de forma ordenada y precisa.
Por el contrario, en muchos ámbitos más modernos se piensa que son los propios alumnos los que van construyendo activamente sus conocimientos. A partir de este paradigma, una buena intervención didáctica tratará de aumentar la curiosidad y la participación, fomentar la independencia y guiar a los alumnos siempre que se atasquen en su proceso de descubrimiento.
Estrategias
El proceso de adquirir nuevos conocimientos puede ser completamente distinto en función del contexto en el que se produzca, la materia que se quiera aprender, las necesidades de cada alumno o el paradigma educativo desde el que se esté partiendo. Por eso, las estrategias detrás de una intervención didáctica varían mucho de un ejemplo a otro.
Es imposible determinar una serie de estrategias universales que permitan a los educadores enseñar a sus alumnos de la mejor manera posible en todas las situaciones. Así, lo que un profesor de matemáticas puede encontrar tremendamente útil seguramente no le será de mucha ayuda a un instructor de música en un conservatorio.
Sin embargo, gracias a la extensa literatura que existe en el ámbito de la educación sobre la mejor manera de realizar una intervención didáctica, es posible encontrar multitud de herramientas y estrategias que los profesores pueden utilizar en casi cualquier contexto que puedan encontrarse.
Ejemplo: intervención con dislexia
Juan es un alumno de tercero de educación primaria que tiene problemas con la lectura. Después de realizarle una evaluación exhaustiva, sus profesores determinan que padece de dislexia; es decir, un problema neurológico que le impide leer y escribir correctamente. Para ayudarle deciden preparar una intervención didáctica personalizada.
Gracias a los resultados de su evaluación los profesores se dan cuenta de que Juan tiene problemas para distinguir visualmente algunas letras, lo que provoca que se frustre al practicar. Además, al estresarse el problema va a más, lo que acaba generando un círculo vicioso.
Debido a ello los profesores de Juan deciden centrarse en dos áreas. Por un lado, le proporcionan al niño materiales escritos con una fuente especialmente diseñada para minimizar el problema, con letras más grandes y más espacios entre ellas.
Además, le enseñan algunas técnicas de gestión emocional para que incluso en los momentos en los que no consigue buenos resultados pueda mantener la calma.
Poco a poco Juan va mejorando gracias a esta intervención, y con el tiempo es capaz de leer prácticamente igual de bien que sus compañeros sin dislexia.
Referencias
- “Instructional Intervention: What You Need to Know” en: Understood. Recuperado en: 30 Abril 2020 de Understood: understood.org.
- “Educational interventions” en: Springer Link. Recuperado en: 30 Abril 2020 de Springer Link: link.springer.com.
- “La intervención didáctica como alternativa para transformar la práctica” en: Quaderns Digitals. Recuperado en: 30 Abril 2020 de Quaderns Digitals: quadernsdigitals.net.
- “Intervención didáctica” en: UGR. Recuperado en: 30 Abril 2020 de UGR: ugr.es.
- “Intervención didáctica: objetivos, contenidos, competencias, metodología y evaluación” en: José Manuel Bautista. Recuperado en: 30 Abril 2020 de José Manuel Bautista: josemanuelbautista.net.