Mariano Otero: biografía, inicios políticos, publicaciones
Mariano Otero (1817-1850) fue un importante político mexicano de del siglo XIX, que destacó por sus conocimientos como jurista. Su aporte más importante fue la creación y aplicación del denominado juicio de amparo.
Esta labor sirvió para defender los derechos fundamentales de los mexicanos, que se denominó como garantías individuales y que actualmente están definidas en la Constitución del país.
Otero se destacó por las ideas que dejó plasmadas, en especial porque mientras vivió México fue testigo de importantes episodios de guerra y conflictos. Formó parte de una época importante para la formación y consolidación de México como República.
Desempeñó diferentes cargos a nivel políticos. Entre ellos, fue diputado durante cinco años y alcalde en 1844. Su papel en la historia y en el desarrollo político de México no fue más profundo porque murió joven, con tan solo 33 años.
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José Mariano Fausto Andrés Otero Mestas fue el nombre completo que se le otorgó al político. Mejor conocido como Mariano Otero, Guadalajara fue la ciudad de su nacimiento el 4 de febrero de 1817.
Una práctica habitual durante la época en la que nació Otero era la de realizar el bautismo, de esa forma se reconocía a la iglesia como institución. Otero recibió este sacramento en la Parroquia del Sagrario Metropolitano, ubicada en Jalisco.
Sus progenitores fueron la pareja conformada por José Otero y Ana Gamarra. Su padre murió cuando Mariano era aún muy joven. Recibió entonces el apoyo de José Luis Verdía Bravo, 20 años mayor que Otero y también oriundo de Guadalajara.
Gracias a la ayuda de Verdía, Otero logró realizar sus estudios. Durante sus primeros años buscó ahondar lo más posible en su formación como jurista y se rodeó de grandes pensadores de la época.
Hay varios documentos que dan fe de la educación que recibió Mariano Otero durante su juventud. Para empezar, Jacobo Alcocer firmó el título que demuestra que completó los cuatro años de educación necesarios en el área de Derecho Civil.
Otero completó su formación como bachiller cuando solo tenía 18 años. Para lograr el título además tuvo que superar un concurso de oposición, que es una prueba en la que se ponen a prueba los conocimientos y las capacidades de los estudiantes.
Doménico Sánchez fue el encargado de examinar a Otero. Finalmente, el título de Otero fue firmado por Jacobo Alcocer, secretario de la Universidad.
Otro documento, un año más tarde, dio fe de los primeros pasos que llevó a cabo Otero para completar su educación. En este caso, Pedro Zubieta firmó un comprobante en el que aseguró que Otero realizó prácticas con él. Alabó su dominio del tema jurídico, así como su forma de poner en práctica toda la teoría aprendida.
Los primeros pasos de Otero en la política tardaron un poco en ocurrir. En 1841 formó parte del denominado Plan de Jalisco, un movimiento que contó con el apoyo de muchos militares y que tuvo gran fuerza. La idea central del plan era repudiar y excluir a Anastasio Bustamante del poder.
También en 1841 fue el suplente del Diputado Ignacio Vergara por Jalisco en la Junta de Representantes, también conocida como la Junta de Notables. El objetivo de este comité se centró en escoger al presidente que iba a tomar las riendas del país de manera interina.
Un año más tarde, en 1842 se mudó a Ciudad de México porque fue elegido como uno de los representantes que formarían parte del Congreso Constituyente. Fue la cuarta vez que se daba un Parlamento de este tipo en México. Realmente no promulgaron ninguna constitución, simplemente publicaron dos proyectos que no fueron aprobados.
Con el paso del tiempo, Mariano Otero fue ocupando cargos de mayor valor dentro de la política mexicana. Para 1844 formó parte del Ateneo Mexicano, cuyo trabajo se centró en la educación del país. Mariano Otero fue vicepresidente en el año 1844 del grupo, gestionando el área que trató temas legislativos.
Durante un año fungió como Alcalde Tercero por decisión del Ayuntamiento de la Ciudad de México. En el archivo histórico se pueden encontrar algunos papeles que dan rigor a la decisión. En estos documentos se especificó cuál sería su rol mientras ocupaba el cargo, tiempo en el que tuvo confrontaciones con ciudadanos de mucho poder económico.
El presidente de México en aquel entonces, José Joaquín de Herrera, estaba en su segundo mandato y era parte del partido liberal. Herrera invitó a Otero a ocupar el cargo de Ministro de Relaciones Interiores y Exteriores. Otero no aceptó el ofrecimiento.
Un de sus logros más importantes fue que Otero se desempeñó como diputado. La primera vez solo estuvo 25 días en el cargo, aunque más un precedente importante. Los diputados electos para ese entonces debían ser mayores de 30 años, pero Otero mintió sobre su edad, pues solo tenía 28.
Posteriormente, un año más tarde, en 1846 volvió a ser designado como diputado. Esta vez compartió con personajes de gran importancia en la política mexicana como es el caso de Benito Juárez. Tres temas centraron su atención en ese momento.
Otero mostró su rechazo a la petición para transformar las leyes hecha por Valentín Gómez Farías, quien después fuera presidente de la República y persiguiera a Otero por sus escritos. Además, se interesó por el conflicto con Estados Unidos y trabajó en una propuesta para reformar y volver a aplicar la Constitución de 1824.
Para 1846, México y Estados Unidos ya se encontraban en guerra. Otero publicó una oferta en octubre para que en la Constitución quedará reflejado el respeto por los derechos fundamentales, también conocidos como garantías individuales, que tenían los ciudadanos.
Era una manera de cuidar a la población de cualquier arbitrariedad que pudiera cometer el gobierno contra ellos.
Todo esto fue motivado a su conflicto con el presidente Gómez Farías. De esta forma se sentaron las bases de los juicios constitucionales de la actualidad. Modificó entonces artículos de la Constitución de 1824 que tenían que ver con el tema legislativo.
No fue hasta abril de 1847 que su proposición de juicio de amparo, conocida también como la “Fórmula Otero”, fue publicada de forma definitiva. Más tarde, su oferta se incluyó en el acta de reformas como el artículo 25 y en mayo se aprobó la reforma de la Constitución de 1824.
A finales de 1847 Otero también se mostró contrario al tratado de Guadalupe Hidalgo, conocido de forma oficial como Tratado de Paz, Amistad, Límites y Arreglo Definitivo. Una propuesta que se hizo entre México y Estados Unidos para poner fin a la guerra entre ambos países
Otero, junto a otros tres legisladores votaron en contra de esta propuesta, que entre otras cosas fijó que Estados Unidos recibiría el territorio que hoy corresponde a California, Nevada, Utah, Kansas, Oklahoma, Texas y Wyoming.
José Joaquín de Herrera, en su tercer mandato como presidente de México, designó a Otero para ocupar el Ministerio de Relaciones Exteriores. Estuvo encargado de muchos temas, especialmente de las negociaciones con Inglaterra para saldar la deuda que tenían, aunque también los investigó por tráfico de armas. Sólo duró algunos meses en el cargo.
El año siguiente formó parte del Senado, institución que incluso llegó a presidir. Participó en diferentes decisiones, especialmente en las referentes a los derechos fundamentales de los ciudadanos. Fue uno de los encargados de las reformas que ocurrieron en las cárceles de México.
Sus escritos tuvieron un gran impacto en las decisiones políticas del país. Se enfocó en diferentes temas y habló sobre los problemas a nivel social, político y en especial en el área jurídica del país.
El primer escrito del que se tiene constancia fue publicado en Guadalajara en 1841. Se trató de un discurso expuesto en septiembre de ese año en su ciudad de origen.
Un año más tarde escribió el documento más importante de su autoría. Analizó la situación del país en Ensayo sobre el verdadero estado de la cuestión social y política que se agita en la República mexicana.
Con el paso del tiempo siguió plasmando sus ideas y propuestas. Se enfocó en la importancia de reformar las leyes del país, específicamente habló sobre las leyes penales que existían. Tocó el tema del sistema penitenciario y la necesidad de una modernización de su estructura y funcionamiento.
Fue muy crítico con la guerra que se vivió en Estados Unidos. Publicó Consideraciones sobre la situación política y social de la República mexicana en el año 1847. Este documento sirvió como continuación al publicado en 1842.
Su papel fue muy importante, especialmente a nivel jurídicos. Hoy en día sus aportes todavía son visibles gracias a la creación del juicio de amparo. Para la formulación de esta acción judicial también se toma en cuenta la participación que tuvo Manuel Crescencio Rejón.
Gracias al juicio de amparo, los ciudadanos tienen una forma de hacer valer sus derechos fundamentales y así evitar que el gobierno o cualquier autoridad pueda cometer algún abuso. Fue un paso adelante en la defensa de los derechos humanos.
La vida de Mariano Otero fue corta, pero muy relevante. Murió cuando sólo tenía 33 años por culpa del cólera. Fue la segunda epidemia que se vivió en México, país que después viviría otras dos más epidemias de similares características.
Sus restos en un principio fueron depositados en el Panteón de San Fernando, actualmente uno de los cementerios más antiguos de la Ciudad de México. En 1982 se tomó la decisión de trasladar los restos a un monumento que fue construido en 1952 en la ciudad de Guadalajara.
- Canales Gómez, Tirso, and Mariano Otero. Mariano Otero Y Su Ensayo Sobre El Verdadero Estado De La Cuestión Social Y Política Que Se Agita En La República Mexicana. Universidad Nacional Autónoma De México, 1966.
- Olveda, Jaime et al. Mariano Otero Visionario De La República. Suprema Corte De Justicia De La Nación, Dirección General De Estudios, Promoción Y Desarrollo De Los Derechos Humanos, 2017.
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