Cryptosporidium: características, especies, contagio, síntomas
Cryptosporidium es un género de organismos que pertenecen al reino protista, específicamente al filo Apicomplexa. Se encuentra principalmente en aguas contaminadas y es uno de los principales agentes causales de cuadros diarreicos en seres humanos.
Es un organismo que tiene vida parásita, ya que requiere de un huésped para poder completar su desarrollo. En su caso, el huésped es el ser humano. Además no requiere de ningún animal que actúe como vector.
Este parásito es el responsable del desarrollo de una infección conocida como criptosporidiosis, que afecta principalmente a los órganos del tracto intestinal. No es muy peligrosa, a menos que el sistema inmunológico se encuentre comprometido. Además se encuentra ligada a condiciones higiénicas deficientes, ya que su principal vía de contagio es el agua.
Índice del artículo
- 1 Características del género Cryptosporidium
- 2 Taxonomía
- 3 Morfología
- 4 Ciclo de vida de Cryptosporidium
- 5 Tipos de reproducción
- 6 Especies de Cryptosporidium
- 7 Enfermedad
- 8 Contagio
- 9 Síntomas
- 10 Diagnóstico
- 11 Tratamiento
- 12 Referencias
Características del género Cryptosporidium
Cryptosporidium es un género de organismos que pertenecen al dominio Eukarya y como tal, poseen dentro de sus células una estructura conocida como núcleo celular. En el interior de este, se encuentra el ADN debidamente empaquetado.
Así mismo, los organismos de este género se consideran unicelulares, lo que quiere decir que están conformados por una sola célula. Vale destacar que tienen la particularidad de poseer uno de los genomas más pequeños visto en unicelulares eucariotas.
Además de esto, es un parásito intracelular, lo que implica que para poder desarrollarse y subsistir, debe encontrarse en el interior de las células de su huésped. Este parásito se ubica específicamente en las células intraepiteliales del intestino.
Es un agente patógeno, ya que causa una enfermedad conocida como criptosporidiosis, la cual puede llegar a ser fatal, bajo ciertas condiciones.
En su ciclo de vida se puede apreciar que se reproducen tanto de forma asexual como sexual. Además presentan un desarrollo indirecto, puesto que requieren atravesar durante su desarrollo un proceso de transformación hasta alcanzar la madurez sexual.
Taxonomía
La clasificación taxonómica de Crypstosporidium es la siguiente:
- Dominio: Eukarya
- Reino: Protista
- Filo: Apicomplexa
- Clase: Conoidasida
- Subclase: Coccidiasina
- Orden: Eucoccidiorida
- Familia: Cryptosporidiidae
- Género: Cryptosporidium
Morfología
Los ooquistes de Cryptosporidium tienen una característica forma, que puede ser esférica u ovalada. Pueden medir aproximadamente entre 6 y 7 micras. Estos se encuentran rodeados y protegidos por una pared bastante resistente que es doble.
En el interior de los quistes se encuentran un total de cuatro esporozoitos. Estos últimos tiene forma vermiforme. Es importante destacar que algunos ooquistes presentan paredes gruesas y otros paredes más delgadas.
Ciclo de vida de Cryptosporidium
El ciclo de vida de este parásito es un poco complejo, ya que experimenta una serie de transformaciones dentro de su único huésped, que es el ser humano. Además está constituido por una fase de reproducción asexual y otra de reproducción sexual.
La principal fuente de infección de este parásito es el agua. Pero no necesariamente el agua que se consume, sino también el agua proveniente de piscinas y de otras fuentes de agua recreativas. De manera excepcional, también puede ocurrir que el parásito ingrese al cuerpo del huésped a través de algunos alimentos como las ensaladas.
Lo que se encuentra en el agua son los ooquistes, dentro de los cuales se encuentran contenidos varios esporozoitos. Estos son solo uno de los tantos estadios que se presentan en el ciclo de vida de los parásitos del género Cryptosporidium.
Esos esporozoitos llegan al medio ambiente provenientes de sujetos infectados, quienes los liberan mediante dos mecanismos: a través de las heces o mediante fluidos corporales como los respiratorios. Así mismo, la entrada de los esporozoitos al organismo puede ser por ingestión o por inhalación.
Dentro del huésped
Una vez en el interior del huésped, los ooquistes transitan por el tracto digestivo hasta que, a nivel del intestino se rompen, liberando los esporozoitos que están contenidos en ellos. Estos tienen la capacidad de infectar a las células epiteliales del intestino. En el interior de las células, los esporozoitos se transforman en trofozoíto.
Tipos de reproducción
Reproducción asexual
Es importante destacar que en las células epiteliales es donde se lleva a cabo la reproducción asexual, la cual se conoce como merogonia. Este proceso consiste en una serie de divisiones sucesivas en las que cada fragmento que se obtiene tiene una porción de citoplasma.
Los trofozoitos se transforman en meronte tipo I. Estos contienen en su interior un total de 8 merozoitos, los cuales tienen la capacidad de ingresar a otras células adyacentes y transformarse nuevamente en merontes tipo I. También se pueden formar merontes de tipo II. Estos contienen 4 merozoitos.
Reproducción sexual
Cada merozoito, que también recibe el nombre de gamonte, atraviesa un proceso de gametogénesis, mediante el cual se forman los gametos femeninos (macrogamontes) y los gametos masculinos (microgamontes).
Cuando se encuentran maduros, ocurre la fertilización o fecundación entre un macrogamonte y un microgamonte. Como resultado de esto se obtiene un cigoto. A partir de aquí se originan los ooquistes.
Ahora bien, no se obtiene un solo tipo de ooquistes, sino que es posible que se formen dos tipos:
- Unos que son expulsados mediante las heces u otros fluidos, que se caracterizan por tener una cubierta dura y resistente a las condiciones ambientales hostiles
- Otros ooquistes que permanecen en el interior del huésped, tienen una cubierta delgada y cumplen la función de reinfectarlo, manteniendo así la infección latente.
Especies de Cryptosporidium
Cryptosporidium parvum
Es la especie más conocida y estudiada del género Cryptosporidium. Dentro de este grupo, es el principal causante de gastroenteritis en seres humanos, ya que afecta en gran medida al tracto intestinal. Puede ser particularmente mortal en las personas que tienen un sistema inmunológico comprometido, como aquellos VIH positivos que ya se encuentran en la fase de SIDA.
Cryptosporidium hominis
Es la segunda especie más común del género Cryptosporidium. Conjuntamente con Cryptosporidium parvum es uno de los protistas que más se consiguen como agentes causales de infecciones del sistema digestivo humano.
Cryptosporidium bailey
Es una especie de Cryptosporidium que siente predilección por las aves, constituyendo las gallinas su principal huésped. Se aloja principalmente en el tracto digestivo de estos animales y les causa una sintomatología que tiene que ver con la diarrea. Además de las gallinas, esta especie puede afectar a otro tipo de aves como patos, pavos o codornices.
Cryptosporidium serpentis
Esta especie de Cryptosporidium afecta exclusivamente a reptiles, muy especialmente a las serpientes. De allí deriva su nombre. Como miembro de este género, su ciclo de vida es similar al de la especie tipo, Cryptosporidium parvum. La principal manifestación de una infección por este protozoario en las serpientes es la regurgitación constante de los alimentos ingeridos.
Enfermedad
La enfermedad que causa este protozoario se conoce con el nombre de criptosporidiosis. Este nombre es genérico para las infecciones que son causadas por cualquiera de las especies de Cryptosporidium que hay.
Contagio
Como se ha mencionado anteriormente, el medio a través del cual ingresan los ooquistes, que son las formas infectantes, al organismo es mediante el agua. Puede ser a través del agua que se ingiere y se utiliza para preparar los alimentos o también mediante el agua de alguna piscina o cuerpo de agua natural en el que el individuo disfrute de algún baño.
Igualmente, otra vía de contagio es la ingestión de alimentos contaminados.
El contagio generalmente es fecal – oral, por lo que es frecuente en poblaciones en las que las medidas de higiene son deficientes. Así mismo, también se han descrito casos en los que el contagio ha sido de persona a persona o de animal a persona.
Síntomas
Debido a que el parásito Cryptosporidium se fija principalmente en la mucosa intestinal, los signos y síntomas que presenta están relacionados con el sistema digestivo. Entre estos, los más frecuentes que pueden presentarse son:
- Dolor de estómago intenso, tipo cólico
- Evacuaciones líquidas frecuentes
- Disminución del peso corporal, debido a que los nutrientes son absorbidos por el parásito.
- Vómitos
- Náuseas
- Incremento en la temperatura corporal
- Deshidratación producto de la diarrea y los vómitos
Síntomas más severos
Estos síntomas se presentan en todas las personas que son afectados por este parásito. Sin embargo, la gravedad del cuadro está determinada por el estado del sistema inmunológico de la persona. En el caso de aquellos que presentan algún tipo de inmunosupresión, los síntomas suelen ser más severos, tales como:
- Pérdida considerable de peso (aproximadamente el 10% del peso corporal)
- Ictericia (coloración amarillenta de la piel y las mucosas)
- Dolor intenso en el cuadrante superior derecho del abdomen
- Diarrea intensa, llegando incluso a más de 10 deposiciones diarias, con la consiguiente deshidratación
- Deficiencia crónica en la absorción de los nutrientes
Consecuencias
Es importante destacar que si estos síntomas no son atendidos a tiempo, la condición médica empeora, ocasionando graves consecuencias, como lo pueden ser:
- Pérdida de peso significativa, la cual puede llevar al desgaste progresivo de los diferentes sistemas del organismo.
- Deterioro e inflamación crónica de algunos órganos del tracto digestivo importantes como la vesícula biliar, el páncreas o el hígado.
- Desnutrición crónica, ocasionada por la absorción deficiente de los nutrientes a nivel intestinal.
- Deshidratación grave y continuada, la cual también afecta en gran medida a diversos órganos y al equilibrio interno del organismo.
En las personas conocidas como inmunocompetentes, es decir, que tienen un sistema inmunológico que funciona en óptimas condiciones, la infección por este parásito no supone de mucho cuidado y riesgo.
Sin embargo, en aquellos cuyo sistema inmunológico está debilitado por alguna condición o enfermedad, esta patología puede incluso llegar a tener consecuencias fatales.
Diagnóstico
Cuando un paciente acude al médico aquejado de diarrea continua y persistente durante más de dos semanas, este debe descartar la presencia de algún parásito intestinal, estando aquellos que pertenecen al género Cryptosporidium entre las primeras opciones.
Ahora bien, las infecciones por este género de protozoarios pueden ser diagnosticadas a través de varios procedimientos médicos. Entre estos se pueden mencionar:
Examen de heces
También conocido como coprocultivo, es un examen mediante el cual se evalúan las heces a nivel microscópico con la finalidad de identificar posibles agentes patógenos.
A pesar de que este no es un examen que permita diagnosticar la infección por Cryptosporidium, es de gran utilidad porque permite realizar un diagnóstico diferencial con respecto a infecciones por otros parásitos.
Examen de tinción ácido resistente
Es el examen más utilizado para diagnosticar de manera definitiva las infecciones ocasionadas por parásitos del género Cryptosporidium.
Este es un examen bastante especializado, que consiste en tomar una muestra de heces o de tejido intestinal y someterlo a un procedimiento de tinción con un colorante especial para luego ser lavado con una solución ácida.
Los microorganismos que retienen el colorante a pesar del lavado ácido se consideran ácido resistentes. En este caso, los microorganismos del género Cryptosporidium resultan ser ácido resistentes, de manera tal que este es un examen que contempla una alta confiabilidad y es el más utilizado por los especialistas para realizar un diagnóstico certero.
Exámenes de imágenes
Los procedimientos médicos que permiten obtener imágenes del interior del organismo también pueden ser de gran ayuda en el diagnóstico de la criptosporidiosis.
A través de la ecografía abdominal y de la ecografía especializada es posible detectar la inflamación crónica de algunos órganos como el hígado o la vesícula biliar, en especial los conductos biliares, lo cual, sumado al resto de los síntomas característicos, podría orientar hacia una enfermedad ocasionada por este microorganismo.
Tratamiento
Como ya se ha indicado con anterioridad, la criptosporidiosis no es una enfermedad de gran peligrosidad para las personas que la padecen, siempre y cuando el sistema inmunológico se encuentre en condiciones óptimas y funcione correctamente. En estas personas, la infección suele resolverse en un período de tiempo prudencial y no pasa de algunos episodios de diarrea.
En aquellos cuyo sistema inmunológico se encuentra deprimido, sí se hace necesario aplicar un tratamiento que solvente los efectos negativos de los síntomas.
Una de las opciones de tratamiento para esta infección son los medicamentos que reducen la motilidad intestinal. Esto trae como consecuencia que los alimentos permanezcan en el intestino durante un período de tiempo más prolongado, lo cual contribuye a estimular principalmente la absorción de los líquidos, aliviando de esta manera los efectos de la diarrea constante. Entre estos medicamentos, el más empleado es la loperamida.
En ciertas ocasiones, dependiendo de la severidad del cuadro, el médico puede recetar también algún medicamento de tipo antiparasitario, el cual puede intervenir en el metabolismo del Criptosporodium y contrarrestar así los efectos dañinos de este, especialmente la diarrea. El antiparasitario más elegido por los doctores para estos casos es la nitazoxanida.
Referencias
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