Comportamiento de un drogadicto: rasgos y actitudes
El comportamiento de un drogadicto, ya sea cocainómano, heroinómano, adicto a la marihuana o a otras drogas, se caracteriza por los cambios repentinos de humor, reducción de la motivación, elevados gastos económicos, relaciones personales deterioradas y disminución del rendimiento físico y mental.
La cocaína es una de las sustancias psicoactivas más adictivas que existen en la actualidad. El consumo regular de cocaína suele generar una elevada dependencia a la sustancia e implica la aparición de una serie de consecuencias negativas para el consumidor.
En cuanto a la heroína, tiene unas nocivas repercusiones tanto en el individuo como en la sociedad, llevándose cada año miles de vidas o suponiendo un gran impacto económico en la cobertura sanitaria.
Respecto a la marihuana, tiene consecuencias psicológicas y físicas: provoca tolerancia y adicción psicológica, efectos conductuales negativos, daños en el cerebro y otros que más adelante se describirán.
Principales características de una persona adicta
1- Cambios repentinos de humor
El consumo de cocaína suele generar de forma inmediata una amplia gama de sensaciones satisfactorias tales como euforia, excitabilidad, hiperactividad o vitalidad. Por este motivo, resulta habitual que las personas adictas a la cocaína experimentan cambios frecuentes e intensos de su estado de humor.
Estas características pueden hacerse menos notorias al inicio de la adicción, ya que en esos momentos la modificación del ánimo puede presenciarse únicamente en los momentos que se presencian los efectos directos de la droga a nivel cerebral.
No obstante, con el consumo regular y continuo de cocaína, los cambios de humor suelen aparecer de forma permanente en el individuo. La adicción hace que el ánimo de la persona solo adquiere niveles elevados tras el consumo de cocaína, motivo por el cual el humor cambia constantemente.
2- Alteraciones de la actividad
Otro de los efectos más típicos de la cocaína es el incremento de la actividad. Tras el consumo de la sustancia, la persona experimenta elevadas sensaciones de energía, hecho que motiva un notable incremento de su actividad.
Resulta habitual que tras el consumo el individuo se muestre altamente excitado, inquieto, activo y realice acciones de forma continua.
No obstante, el incremento de la actividad que provoca el consumo de cocaína se ve contrastado por el decremento que experimenta la persona cuando los efectos de la droga desaparecen.
Cuando el individuo adicto a la cocaína deja de usar la sustancia, experimenta un efecto rebote. Tanto su nivel de energía como su motivación y su actividad disminuye notablemente.
Por este motivo, suele ser habitual que los sujetos adictos a la cocaína experimenten cambios continuos en su nivel de actividad. De hecho, tal y como sucede con su humor, la actividad depende del consumo de la droga.
3- Reducción gradual de motivación
A pesar de que los efectos directos de la droga generan un elevado incremento del humor, la energía y la motivación del individuo, la adicción a la cocaína implica una reducción gradual de motivación.
Este hecho se explica a través de los mecanismos cerebrales en los que actúa la sustancia. La cocaína es una droga que afecta directamente a los sistemas cerebrales de la recompensa, por lo que el uso continuo de esta droga afecta directamente a la motivación.
La persona adicta a la cocaína cada vez necesita más el consumo de la sustancia para funcionar con normalidad. Así mismo, cada vez requiere más dosis de cocaína para encontrarse bien.
De este modo, la motivación del sujeto pasa a estar regulada por la droga. El único elemento que es capaz de generar satisfacción, gratificación y motivación en la persona adicta a esta sustancia es la propia cocaína.
Por este motivo, los sujetos adictos a esta droga suelen presentar una notable reducción de su motivación, hecho que puede afectar significativamente en todos sus ámbitos vitales.
4- Aislamiento social
La adicción a la cocaína incrementa a medida que incrementa su consumo. De la misma forma que el consumo de la droga incrementa a medida que aumenta la adicción a la sustancia.
La cocaína es una sustancia que es capaz de generar niveles muy elevados de adicción, hecho que afecta directamente al funcionamiento global del individuo.
La persona adicta a la cocaína se ve cada vez más absorbida por la droga, por lo que su vida empieza a girar alrededor de la sustancia.
La búsqueda, consecución y consumo de cocaína se convierte en el elemento más importante del adicto, motivo por el cual su funcionamiento social se ve cada vez más damnificado.
El sujeto adicto a la cocaína buscará realizar únicamente actividades que estén relacionadas con el consumo de la sustancia, hecho que suele motivar la pérdida de todas las amistades (excepto de aquellos amigos que también sean consumidores).
5- Alteraciones físicas tras el consumo
La cocaína es una sustancia que suele consumirse esnifada. Así mismo, su uso suele generar una serie de alteraciones físicas directas y fácilmente observables.
De este modo, ciertos signos físicos conforman una de las características más notorias de las personas adictas a la cocaína. Los principales son:
- Daños en las fosas nasales y el tabique.
- Inspiraciones excesivas por la nariz.
- Sangrados nasales frecuentes.
- Sudor excesivo e inexplicable y/o incremento de la temperatura corporal.
- Nervios, tics o movimientos corporales involuntarios.
- Dilatación pupilar.
6- Elevados gastos económicos
Las personas adictas a la cocaína requieren el consumo diario y constante de la sustancia. Este hecho les conduce a usar elevadas cantidades de la droga de forma habitual.
A diferencia de otras drogas, el precio de obtención de la cocaína no es especialmente barato, sino más bien todo lo contrario. Consumir cocaína resulta un gran gasto económico, especialmente si se consumen elevadas cantidades.
Por este motivo, los sujetos adictos a la cocaína suelen presentar elevados gastos económicos. A menudo, la inversión económica en la droga resulta superior a lo que la persona puede permitirse.
No obstante, la principal necesidad de un individuo adicto a la cocaína consiste en consumir la droga, motivo por el cual puede llegar a empeñarse o deber elevadas cantidades de dinero con el fin de conseguir cocaína.
Los inexplicables gastos de dinero son una de las principales características de los individuos adictos a la cocaína. Ninguna persona adicta a esta sustancia es capaz de no gastar elevadas cantidades económicas.
7- Deterioro de relaciones personales
Los elevados gastos económicos que supone el consumo adictivo de cocaína suele ser uno de los principales factores que provocan los problemas personales de estos individuos.
Así mismo, los efectos tanto a corto plazo (excitación, euforia, comportamiento extravagante, cambios de humor, etc.) como los efectos a largo plazo (modificación de conducta, estilo de vida, disminución de rendimiento laboral, etc.) son elementos que suelen afectar directamente a las relaciones personales del individuo.
Los problemas maritales, familiares y sociales son altamente frecuentes en los sujetos adictos a la cocaína. El consumo de la droga afecta directamente a las personas más cercanas del individuo.
8- Alteraciones cardiovasculares y respiratorias
El consumo crónico de cocaína suele conllevar la aparición de afecciones y patologías físicas en el individuo. Con el paso del tiempo, la sustancia va desgastando el organismo de la persona y cada vez aparecen más alteraciones físicas.
Las más prevalentes son las alteraciones cardiovasculares y respiratorias, incluyendo irregularidades en el ritmo cardíaco, ataques al corazón, dolor en el pecho y falla respiratoria.
Así mismo, también pueden aparecer otro tipo de afecciones como efectos neurológicos (apoplejía, convulsiones y dolor de cabeza frecuente), complicaciones gastrointestinales, náuseas, fiebre, espasmos musculares o visión nublada.
Finalmente, en el caso de los sujetos que consumen cocaína inyectada presentan un mayor riesgo de contraer patologías infecciosas como el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) y hepatitis viral.
9- Alteración horaria
Las personas adictas a la cocaína suelen padecer una amplia alteración de su funcionamiento normal. El consumo de la droga se instaura como principal elemento de su día a día, hecho que provoca una elevada modificación de su actividad diaria.
Entre las modificaciones de funcionamiento, la más notoria radica en el inmenso tiempo que el individuo destina al consumo de la sustancia. Una gran parte del día a día de un individuo adicto a la cocaína se destina a la consecución y consumo de la droga.
Así mismo, el consumo de cocaína suele provocar una notable alteración horaria. Un solo consumo de cocaína puede modificar la percepción y el uso del tiempo por completo.
Suele ser habitual que los sujetos adictos a la cocaína inviertan largas horas nocturnas al consumo de la droga, hecho que provoca un amplio desfase horario en la persona.
10- Disminución de rendimiento
La característica final de las personas adictas a la cocaína tiene que ver con su desempeño. El consumo de la droga afecta al rendimiento normal de la persona, y lo disminuye notablemente.
Quizá, el ámbito en el que se hace más notoria esta característica es el laboral, ya que un individuo adicto a la cocaína presenta enormes dificultades para rendir adecuadamente en su puesto de trabajo.
No obstante, la disminución de desempeño afecta a todos los ámbitos de rendimiento de la persona.
Referencias
- Gawin FH, Riondan CA, Kleber HD, (1985). Methylphenidate use in non-ADD cocaine abusers a negative study. Am J Drug Alcohol Abuse, 11: 193-7.
- National Institute on Drug Abuse. Monitoring the Future National Results on Adolescent Drug Use, Overview of Key Findings 2004. NIH Pub. No. 05-5726, 2005.