Cultura general

Autonomía moral


La autonomía moral es la capacidad de un ser humano racional de poder tomar sus decisiones aplicando en sí mismo la ley de moralidad objetiva, pero de manera voluntaria, auto-consciente, auténtica, independiente y libre de influencias o intervenciones interpersonales o intrapersonales.

Este concepto ha sido bastante desarrollado y debatido entre filósofos, religiosos, teólogos, políticos y psicólogos. El tema vino a tomar fuerza especialmente en la época de la Ilustración (siglo XVIII), con aportes significativos del conocido filósofo prusiano Immanuel Kant.

Su teoría de la moral afirma que se obtendrían resultados igualmente satisfactorios, al aplicar los mismos métodos de razonamiento lógico-intelectual tradicionales en problemáticas de filosofía moral.

Bajo esos parámetros, solo la razón de cada ser humano es suficiente para diferenciar lo bueno de lo malo y luego actuar responsablemente en función a esa voluntad moral.

Autonomía moral, lo bueno y lo malo

La autonomía moral niega completamente que agentes supernaturales como las deidades, hayan determinado algún conjunto de normas sobre lo bueno y lo malo y se lo hayan otorgado a los humanos para que tuvieran sensibilidad moral y fuera su guía en la vida.

La teoría critica que al buscar la verdad moral en la religión o lo divino no se iba a obtener la misma respuesta para todos; era variable.

Para determinar lo bueno de lo malo, solo se necesita usar la razón junto con un sentido de consideración hacia el resto de las personas.

Las obligaciones morales son derivadas de la razón pura. En ese sentido la moral es definida como una constante que, obviamente, tiene la misma respuesta para todos. Es decir, los principios morales eran universales y aplicables a cada ser humano.

Lo que es moralmente autónomo y lo que no lo es (según Kant)

La teoría de la autonomía moral hace la distinción de las decisiones o acciones que se toman producto de un juicio de moralidad a las que se realizan por otras razones no morales, como por ejemplo basados en deseos, intereses o emociones.

Kant explicó esto con la existencia de imperativos morales en la vida de todos los seres humanos.

Los imperativos son una especie de comandos implícitos del día a día de las personas con los cuales se desarrollan los razonamientos para decidir cómo actuar y por qué actuar.

Imperativos hipotéticos

Es la representación de la necesidad subjetiva práctica (para sí mismo o en sociedad) o la voluntad de tomar un curso de acción determinado como un medio si se quiere conseguir un fin.

El fin último esta motivado por inclinaciones, deseos o intereses, los cuales pueden estar cargados de emociones.

La decisión no sería moralmente autónoma porque existen agentes externos a la razón interfiriendo o influenciando a la persona. Sería heteronomía, lo contrario a autonomía.

En esta categoría también entran las acciones que se toman (o se dejan de tomar) por evitar sanciones o situaciones desagradables y las que son tomadas (o son obligadas a ser tomadas) bajo coerción. Estos dos últimos son llevados por la amenaza o miedo a la consecuencia.

Tomemos los siguientes ejemplos:

  • Respetar las leyes o no hacer actos ilegales para no ser capturados por la policía
  • Trabajar para ser millonario

El problema con los imperativos hipotéticos se reduce a que si la persona no le importa el fin, entonces no hay razón para tomar ese curso de acción. Entonces se dice que estos imperativos no tienen nada que ver con la moralidad.

Según los ejemplos anteriores tendríamos las siguientes problemáticas morales:

  • Si no hay miedo a la policía o inclusive a la cárcel, no importaría decidir robar o matar
  • Si no existe el interés por ser millonario (o el dinero), se puede elegir no trabajar

Imperativos categóricos

Representan la voluntad de decisión por un curso de acción basado única y exclusivamente por la razón. Es la necesidad objetiva (de obrar) en sí misma totalmente independiente de su relación con un fin o los fines asociados a él y de los deseos, intereses, emociones, etc.

Para Kant, obrar bajo los imperativos categóricos es igual a ser moralmente autónomo o tener una voluntad autónoma; la voluntad de la buena moral, de hacer el bien en sí mismo y no por los buenos resultados derivados.

Tomando los mismos ejemplos, los imperativos categóricos serían más o menos de esta manera:

  • Robar y matar en sí está mal o es moralmente incorrecto, y por eso está en las leyes. Está mal violar la ley.
  • Es una obligación moral contribuir a la sociedad en la que se vive a través del trabajo, ya que el trabajo es la base de la sostenibilidad de la sociedad en la que todos vivimos. El trabajo, produzca dinero o no, se considera el aporte del individuo al colectivo social.

Referencias

  1. What is moral autonomy? – Quora. Recuperado de quora.com
  2. Larry Nucci. Moral Development – Lawrence Kohlberg’s Theory of Moral Development and Education. StateUniversity.com Recuperado de education.stateuniversity.com