Biografías de personajes históricos

Nezahualcóyotl: biografía, gobierno y obras, poesía


Nezahualcóyotl (1402-1472) fue un tlatoani (monarca) de la ciudad-estado de Texcoco, una de las existentes en el México precolombino. Durante su gobierno, Texcoco se convirtió en el aliado principal de los mexicas. Ha pasado a la historia por las infraestructuras que ordenó construir, por la estabilidad que consiguió para su pueblo y por su faceta de poeta.

Aunque al nacer recibió el nombre de Acolmiztli, diversas circunstancias acaecidas durante su adolescencia hizo que se lo cambiara por el de Nezahualcóyotl, cuyo significado es “coyote que ayuna”. No obstante, restos descubiertos en los últimos años han llevado a algunos historiadores a afirmar que, en realidad, la traducción correcta sería “lobo que ayuna”.

Índice del artículo

Biografía

Primeros años

En los primeros años del siglo XV, los tepanecas eran la civilización más poderosa de la cuenca de México. Con capital en Azcapotzalco, este señorío estaba gobernado por Tezozómoc, un monarca que había impuesto un régimen político con tintes tiránicos.

Los tepanecas estaban intentando ampliar sus territorios mediante la conquista militar de Texcoco, en esos momentos gobernado por Ixtlilxóchitl, padre de Nezahualcóyotl.

El hijo y sucesor del rey había nacido el 28 de abril de 1402, aunque algunos historiadores afirman que vino al mundo el 4 de febrero de ese mismo años. Durante sus primeros años, Nezahualcóyotl recibió una educación conforme a su posición social.

Sus primeros estudios los realizó en el propio palacio, con tutores elegidos por su padre. Después, continuó formándose en el calmécac, un tipo de escuela destinada a las clases altas y que ofrecía estudios superiores.

En ese centro, Nezahualcýotl aprendió a leer y escribir. Igualmente, sus maestros le enseñaron los ritos y tradiciones de sus antepasados toltecas y chichimecas. Por último, también recibió formación en historia, las artes de la guerra, los fundamentos de la política y las doctrinas que los mexicas habían llevado al valle de México.

Todas estas materias eran las que, según se pensaba, el joven necesitaba para poder gobernar su pueblo con eficacia.

Asedio de los tepanecas

La vida acomodada y lujosa, como correspondía al heredero al trono, acabó cuando su pueblo debió defenderse de los ataques de otro señorío de la zona, los tepanecas, que buscaban ampliar sus dominios territoriales.

En 1418, la ciudad de Texcoco fue sitiada por tropas tepanecas durante 30 días. El máximo dirigente tepaneca, Tezozómoc, había amenazado de muerte al padre de Nezahualcóyotl, Ixtlilxóchitl, que entonces contaba con 54 años.

Esta amenaza obligó a Ixtlilxóchitl a huir de la ciudad junto con su hijo y algunos soldados leales. Aunque lograron esconderse en unas cuevas cercanas, la presión de los tepanecas que los buscaban provocaron que tuvieran que dejar su refugio.

Ante esa situación, Ixtlilxóchitl ordenó a Nezahualcýotl que huyera para tratar de salvarse. El rey y algunos de sus hombres se enfrentaron a los soldados tepanecas, con lo que dieron tiempo al heredero a alejarse.

Escondido entre las ramas de un árbol, Nezahualcóyotl fue testigo de cómo su padre luchó contra los soldados enemigos hasta que murió atravesado por varias lanzas.

Exilio

Tras el asesinato de su padre, Nezahualcóyotl, entonces con 16 años, pudo escapar de las tropas tepanecas. Antes de huir ordenó a los soldados de Texcoco que se rindieran y se sometieran a los invasores, con la intención de evitar que se produjera una masacre.

De esta forma, los tepanecas se apoderaron de la ciudad. Tezozómoc, su rey, ofreció una recompensa por la captura, vivo o muerto, de Nezahualcóyotl, ya que sabía que si continuaba en libertad podía convertirse en una amenaza para su reino.

Durante los dos años siguientes, Nezahualcýotl tuvo que evitar el acoso de sus perseguidores. En ese periodo recorrió varios poblados, siempre buscando información sobre lo que ocurría en su señorío invadido y tratando de encontrar aliados para recuperarlo.

Uno de los lugares en los que estuvo un tiempo refugiado de incógnito fue Tlaxcala, donde se hizo pasar por campesino. Después de dejar esa ciudad se trasladó a Chalco y se alistó como soldado en su ejército. Sin embargo, su identidad real fue descubierta y el mandatario chalca lo condenó a muerte con la intención de agradar a Tezozómoc.

Por fortuna para Nezahualcóyotl, el hermano del monarca chalca, Quetzalmacatzin, se apiadó de su situación y los ayudó a huir de su prisión. El heredero al trono de Texcoco pudo, así, salvar su vida y regresar a Tlaxcala. Peor suerte recibió su salvador, ya que fue ejecutado por traición.

Retorno a Texcoco

Nezahualcóyotl continuó su vida errante hasta 1420. Ese año, las hermanas de su madre, casadas con los mandatarios de Tenochtitlan y Tlatelolco, convencieron al rey tepaneca de que perdonaran la vida de su sobrino. Tezozómoc accedió con la condición de que se marchara a vivir a Tenochtitlan.

El heredero legítimo al trono de Texcoco fue recibido de manera afectuosa en Tenochtitlan, donde permaneció durante ocho años. Durante esa etapa, Nezahualcóyotl se mantuvo gracias al apoyo de sus familiares maternos y pudo retomar su educación y su formación militar. Igualmente, también mostró un gran interés por las ciencias y por las artes.

Con el tiempo, el rey tepaneca le otorgó un palacio en Texcoco y le concedió una autorización para desplazarse entre Tenochtitlan y su ciudad de origen.

A pesar de ese cambio, Nezahualcóyotl seguía decidido a recuperar el trono y comenzó a planificar la mejor manera de conseguirlo.

Muerte de Tezozómoc

Aparte de su avanzada edad, el tlatoani tepaneca, Tezozómoc, se encontraba gravemente enfermo. A punto de morir, encargó a sus tres hijos, Maxtla, Teyatzin y Tlatoca Tlitzpaltzin, que dieran muerte Nezahualcóyotl.

Al enterarse de la intención de sus enemigos, Nezahualcóyotl buscó refugio junto a su tío, el rey Chimalpopoca de Tenochtitlan. Un año más tarde, Tezozómoc murió y su hijo Maxtla pasó a ocupar el trono de Azcapotzalco.

Nezahualcóyotl, aunque era consciente de la intención del nuevo rey de asesinarlo, decidió asistir al funeral de su viejo enemigo. Maxtla planeó entonces capturar a Chimalpopoca como castigo por haber ayudado a su rival y, al mismo tiempo, encargó a un grupo de mercenarios que matara al heredero al trono de Texcoco.

A pesar del riesgo, Nezahualcóyotl acudió a Azcapotzalco para solicitar la libertad de Chimalpopoca. Maxtal lo recibió calurosamente para que bajara la guardia y, después, intentó matarlo a traición. El príncipe sin trono logró escapar y marcharse a Texcoco.

Maxtla preparó entonces una nueva trampa para asesinar a su enemigo. El rey tepaneca convenció a un medio hermano de Nezahualcóyotl de que lo invitara a un banquete con la intención de sorprenderlo allí.

El plan no funcionó gracias a que un amigo advirtió a Nezahualcóyotl de lo que tramaba Maxtla. El príncipe envió a un labriego para que se hiciera pasar por él. Una vez en el banquete, su doble fue decapitado y la cabeza enviada como trofeo a Maxtla.

Al descubrir este que había sido engañado montó en cólera y ordenó a sus capitanes que se dirigieran a Texcoco para asesinar de una vez por todas con Nezahualcóyotl.

Ataque de Maxtla

Una vez más, Nezahualcóyotl debió huir para evitar a sus enemigos. Estos lo persiguieron, pero el príncipe consiguió evitar varias de sus emboscadas.

Maxtla, ante la imposibilidad de terminar con su enemigo, decidió vengarse asesinando a Chimalpopoca. Esta decisión se volvió en su contra, ya que los indignados mexicas rompieron su alianza con Azcapotzalco. El nuevo dirigente azteca, Itzcoatl, envió a su ejército a sitiar la capital tepaneca.

Mientras, Nezahualcóyotl convenció a otras ciudades descontentas con la tiranía establecida por los tepanecas para que lo apoyaran. Así, pudo formar un numeroso ejército que venció a las tropas tepanecas en varias batallas.

Finalmente, en 1429, ese mismo ejército entró victorioso en Texcoco. Nezahualcóyotl no paró ahí la guerra, sino que continuó enfrentándose a los tepanecas para liberar Tlatelolco y destruir Azcapotzalco. Maxtla murió a manos del propio Nezahualcóyotl.

Los primeros pasos de Nezahualcóyotl tras poder ocupar el trono que le correspondía fue sellar una alianza con Tenochtitlan y Tlatelolco. Su propósito era que el valle de México viviera una época de esplendor.

Fallecimiento y heredero

El reinado de Nezahualcóyotl se prolongó hasta 1472, año en el que falleció en Texcoco. Su heredero fue su hijo, Nezahualpilli, quien mantuvo las mismas políticas que su padre hasta 1516. C.

Gobierno y obras

La alianza creada contra Azcapotzalco se mantuvo tras lograr la victoria. En 1431, pasó a denominarse Triple Alianza y Nezacualcýotl fue coronado como señor de Texcoco.

Su etapa como mandatario del señorío estuvo caracterizada por sus grandes logros y por las anexiones territoriales.

Según los historiadores, su gobierno se distinguió por su justicia y su prudencia. Durante el mismo se promulgaron numerosas leyes civiles y penales. Además, Nezahualcóyotl impulsó la construcción de varios colegios destinados al estudio de la medicina, la historia, la lengua, la pintura y la astronomía.

El gobernante de Texcoco ordenó reorganizar el urbanismo de la ciudad, a la que dividió en barrios. Cada uno de ellos contaba con su propia industria con el fin de mejorar la economía de sus habitantes.

Además de esa división por barrios, Nezahualcóyotl ordenó construir numerosas infraestructuras, desde palacios hasta acueductos, pasando por jardines y monumentos.

Señor de Texcoco

Nezahualcýotl juró como señor de Texcoco en el año 1431, el “4 caña” en la cronología nahui acatl. En ese momento tenía 29 años y había pasado 17 tratando de recuperar el trono arrebatado a su padre.

Conforme a lo que recogía el acuerdo de alianza con Tlacopan y Tenochtitlan, fue el monarca de este último señorío el que coronó a Nezahualcóyotl en la ceremonia que se celebró a tal efecto.

El recién nombrado tlatoani de Texcoco dedicó sus primero esfuerzos a poner orden en su territorio. Para empezar, dividió la capital en seis zonas y encargó a los vecinos de cada uno su gobierno. Igualmente, distribuyó los oficios por barrios.

Además de los templos, jardines y palacios que ordenó edificar, Nezahualcýotl también dio orden de edificar 400 casas y palacios para la clase alta.

Administrativamente, el mandatario formó cuatro consejos: el de Gobierno, el Consejo de Criminales, el de Música y Ciencias de Guerra y el de Hacienda. Al frente de cada uno colocó a parientes de probada legalidad.

El reinado de Nezahualcóyotl proporcionó al señorío una etapa de prosperidad y estabilidad.

Embellecimiento de la ciudad

Nezahualcóyotl siempre había sido un amante de la naturaleza. Por ese motivo, el embellecimiento y mejora de los bosques de Chapultepec y Tezcutzingo fue una de sus actuaciones más destacadas.

El monarca ordenó medidas para preservar los manantiales y la flora de esos lugares. Además, llevó el agua por los montes y construyó infraestructuras para que se pudiera regar. Además de preservar lo que ya había, Nezahualcóyotl introdujo nuevas especies animales y vegetales.

Construir un zoológico, un jardín botánico y los jardines de su palacio fueron algunas de sus decisiones, a las que hay que unir un acueducto construido en el bosque de Chapultepec y que abastecía de agua potable a Tenochtitlan.

Dique de Nezahualcóyotl

La obra de ingeniería más importante construida bajo el mandato de Nezahualcóyotl fue un gran dique de piedra y madera que los españoles denominaron “el gran albarradón”.

Este dique fue levantado por una petición de Moctezuma I. Con una longitud de 16 kilómetros, estaba diseñado para evitar las inundaciones que solían afectar a la ciudad. Además, evitaba que se mezclaran el agua dulce del lago con el agua salada.

Esta construcción fue la causa de que Nezahualcóyotl fuera considerado el mejor arquitecto del continente.

Poesía

Otra de las facetas por las que Nezahualcóyotl ha pasado a la historia es la de autor de poesía. El monarca escribió numerosas piezas que, según los cronistas, se guardaban en la Antigua Biblioteca de Texcoco.

Aunque existen dudas acerca de la autoría de algunas de ellas, en la actualidad se conservan unas 30 composiciones atribuidas al “rey poeta”. Estas piezas destacan por su profundidad de pensamiento, además de por aprovechar las posibilidades estéticas que ofrecía la lengua náhuatl.

La temática de las composiciones es variada, sin que falten referencias autobiográficas e históricas. El tlatoani también celebraba la primavera y la naturaleza, aunque, en algunas, denotaba su aflicción por el carácter efímero de lo mundano.

Algunas poesías de Nezahualcóyotl

– Por fin lo comprende mi corazón:
escucho un canto,
contemplo una flor:
¡Ojalá no se marchiten!

– Yo Nezahualcóyotl lo pregunto:
¿Acaso de veras se vive con raíz en la tierra?
No para siempre en la tierra:
sólo un poco aquí.
Aunque sea de jade se quiebra,
aunque sea de oro se rompe,
aunque sea plumaje de quetzal se desgarra.
No para siempre en la tierra:
sólo un poco aquí.

– Amo el canto del cenzontle,
pájaro de las cuatrocientas voces.
Amo el color del jade,
y el enervante perfume de las flores,
pero lo que más amo es a mi hermano,
el hombre.

Referencias

  1. Martínez, José Luis. Nezahualcóyotl, “coyote hambriento”. Obtenido de arqueologiamexicana.mx
  2. Ruiza, M., Fernández, T. y Tamaro, E. Biografía de Nezahualcóyotl. Obtenido de biografiasyvidas.com
  3. Neomexicanismos. Enamórate de los poemas cortos y más bellos de Nezahualcóyotl. Obtenido de neomexicanismos.com
  4. Olvera, Alfonso. Nezahualcoyotl : The Emperor Poet. Obtenido de inside-mexico.com
  5. The Biography. Biography of Nezahualcóyotl (1402-1472). Obtenido de thebiography.us
  6. Poem Hunter. Nezahualcoyotl. Obtenido de poemhunter.com
  7. Klimczak, Natalia. The Golden Age of Texcoco, Powerful City of King Nezahualcoyotl. Obtenido de ancient-origins.net
  8. Tuck, Jim. Nezahualcoyotl: Texcoco’s philosopher king (1403–1473). Obtenido de mexconnect.com