Trastornos mentales/Psicopatología

Adicción a los videojuegos: qué es, consecuencias, tratamiento


¿Qué es la adicción a los videojuegos?

La adicción a los videojuegos es la necesidad compulsiva de jugar a algún videojuego para sentirse bien mental y físicamente. Cuando la persona adicta no juega durante un largo periodo de tiempo, tiene síntomas parecidos a los del síndrome de abstinencia: inquietud, ansiedad o necesidad de jugar.

Niños y jóvenes pasan muchas horas al día frente a la consola, mientras que sus padres se preocupan por las horas que no se dedican al estudio o a otras actividades, como los deportes, por ejemplo.

En muchos casos, los pacientes no reconocen que tienen una adicción y su entorno familiar tiende a alarmarse por la disminución de la calidad de vida que demuestra.

Diferencias entre adicción y afición a los videojuegos

Los videojuegos pueden ser muy entretenidos e incluso didácticos. Muchos estimulan el pensamiento abstracto, otros ponen en práctica la motricidad fina, y la lista de beneficios puede ser extensa.

Sin embargo, cuando un niño no puede “despegarse” de la consola y pasa largas horas en esta actividad, entonces deja de ser un juego para convertirse en una adicción.

Cuando un niño se ha convertido en un adicto, al igual que sucede con cualquier otra adicción, pierde su libertad y su salud está en riesgo.

Identificando el límite entre el uso y el abuso

Llegan las vacaciones y con ellas aumenta la cantidad de tiempo que los chicos pasan jugando videojuegos. Pero ¿cuál es el límite de tiempo que deben jugar para evitar la adicción?

El Instituto de Salud Mental de Perú, precisamente, lanzó un comunicado al respecto.

A través de él se busca concientizar a los padres, de manera que controlen el tiempo en el que sus hijos pasan con los videojuegos. Limitar ese tiempo es clave para evitar que el juego se transforme en una adicción.

En términos generales, se puede decir que ningún niño o adolescente debería permanecer más de cuatro horas diarias jugando en la consola. Si este tiempo se excede, es posible que haya algún tipo de patología involucrada.

¿Cómo saber si tu hijo adolescente se ha convertido en un adicto a los videojuegos? Si notas que ha dejado de preocuparse por su alimentación, o incluso su higiene personal, entonces el problema puede ser grave.

Si tienes niños que pasan muchas horas jugando a videojuegos y ves que pasan horas sin manifestar que sienten hambre, o si les hablas y no responden, entonces probablemente sea hora de poner límites.

En otros casos, y cuando la situación ya ha pasado a mayores, pueden aparecer signos de fatiga, cambio en los horarios del sueño e incluso trastornos de conducta.

En el caso de que a la adicción se sume otro tipo de trastorno, como ansiedad o depresión, el cuadro se hace más grave.

Algunas veces, los problemas familiares o sociales pueden favorecer la adicción. En situaciones así, la intervención profesional es necesaria.

Consecuencias de la adicción a los videojuegos

Como sucede con cualquier adicción, si tus hijos caen en ella, pierden libertad y toda su vida puede verse trastornada. A continuación veremos cómo la adicción a los videojuegos puede alterar la vida de una persona.

Merece la pena tener en cuenta que los adolescentes son la población más vulnerable a sufrir este tipo de adicción.

Pérdida de la noción del tiempo

Si tu hijo es adicto a los videojuegos, puede pasar horas frente a la computadora o dispositivo móvil sin tener noción del tiempo.

Cuando no puede jugar, solo piensa en el momento en que podrá hacerlo nuevamente. En casos extremos, los adictos ya no saben si es de día o de noche. Pueden pasar toda la noche jugando y duermen únicamente cuando ya no resisten el sueño.

También se pierden las pautas horarias para las comidas.

Disminución de las relaciones personales

El adicto tiene como principal foco de atención el ordenador/portátil, el smartphone o el videojuego. A medida que va profundizando en la adicción, deja de asistir a eventos con amigos o familiares.

Si notas que tu hijo adolescente va limitando cada vez más su entorno e inventa excusas para no salir, puede está sufriendo las consecuencias de la adicción.

Disminución del rendimiento académico

El rendimiento escolar puede disminuir sensiblemente. Los chicos adictos estudian menos, pues las horas que antes dedicaba en su casa al estudio ahora son dedicadas al videojuego.

Por otra parte, la calidad del tiempo en el aula también es inferior. Los trastornos de sueño y alimentación influyen negativamente sobre la capacidad de atención y concentración.

Se inicia así un círculo vicioso, pues cuando llegan las primeras calificaciones bajas, el adicto se desmotiva. La poca atención que le dedicaba el estudio es probable que vaya disminuyendo aún más.

En algunos casos, los adolescentes adictos a los videojuegos terminan abandonando sus estudios.

Discusiones o problemas familiares

Si confrontas a tu hijo y le planteas los problemas que la adicción a los videojuegos le está provocando, seguramente habrá discusiones.

En otros casos, la familia desconoce el problema y solo nota que ha habido cambios en la conducta de su hijo, sin conocer la razón. Si no hay una buena comunicación, esto puede causar distanciamiento e incomprensión.

Problemas económicos

Si tu hijo trabaja, pero se ha vuelto adicto a los videojuegos, puede que ponga en riesgo su empleo.

Las alteraciones en el sueño pueden afectar el rendimiento laboral y la adicción es capaz de provocar llegadas después de la hora y faltas en el trabajo.

Problemas de salud física

Además de la salud mental, claramente distorsionada por la adicción, el cuerpo también siente las consecuencias de la misma. Tanto tiempo de quietud y sedentarismo, generan condiciones que favorecen la obesidad.

Problemas como la hipertensión y enfermedades cardíacas son más frecuentes en los niños y adolescentes que pasan mucho tiempo con los videojuegos.

Problemas emocionales

Los niños y jóvenes adictos a los videojuegos tienen más probabilidades de presentar fobia social, depresión, enfado, soledad y sentimientos de vergüenza por pasar tanto tiempo con la consola.

Deterioro de sus habilidades sociales

Como ya se ha mencionado, la adicción a los videojuegos, en casos extremos, producen el alejamiento total de la persona de su entorno. Suelen encerrarse en su dormitorio y no salir, sino en contadas ocasiones. Todo esto influye negativamente en sus relaciones sociales.

¿Cómo prevenir la adicción a los videojuegos?

La solución no pasa por eliminar o prohibir rotundamente los videojuegos. De hecho, cuando una persona lo hace dentro de ciertos límites razonables, jugar a videojuegos puede tener ciertos beneficios.

El problema son los extremos. El objetivo es siempre poder disfrutar de esta actividad y no ser esclavo de la misma.

Si eres padre de niños o adolescentes y estás preocupado por un posible problema de adicción a los videojuegos, te damos las siguientes recomendaciones:

Controlar y limitar los tiempos de exposición

Explica claramente a tus hijos cuáles serán exactamente las nuevas reglas al respecto. El tiempo para jugar estará limitado. Incluso es buena idea explicarles las graves consecuencias que pueden aparecer si juegan demasiado tiempo.

Es importante que no cedas ante las protestas y mantengas en firme las reglas que has propuesto.

No utilizar los videojuegos como niñera

Cuando estés cansado, tengas poco tiempo o sientas que tus niños te sacan de tus casillas, no te veas tentado a entretenerlos con la consola. Como adulto que establece límites para educar a sus hijos, tus actos deben ser consistentes con lo que dices.

Si los dejas jugar más tiempo del establecido cuando te conviene, entonces no estarás respetando el límite. No puedes esperar que tus hijos lo respeten.

Para tener propiedad moral y ejercer plena autoridad hay que predicar con el ejemplo.

Tú eres el dueño de la consola

En la familia, cada integrante tiene un rol:

Los adultos son los responsables de que cada uno cumpla con el suyo. En el caso concreto del videojuego, tú eres el dueño de la consola, así que debes controlar su uso.

Piensa en lo siguiente:

¿Pondrías un arma en manos de tus hijos? Salvando las diferencias, una consola que no se utiliza adecuadamente también puede provocar serios daños en la vida de tus hijos.

Por lo tanto, debes tener el control.

Regular la compra de videojuegos

Jugar siempre el mismo videojuego puede resultar aburrido. No compres nuevos juegos y evita que tus hijos lo hagan. De esta manera, de alguna forma estarás desmotivando el uso de la consola.

Proponer actividades alternativas

Si vas a limitar el tiempo que tus hijos están frente a la consola, puedes proponerles actividades alternativas para que se entretengan en su tiempo libre. Deportes, juegos de mesa o actividades como el dibujo o la pintura pueden ser muy buenas ideas.

Tampoco está mal que tus hijos se aburran un poco al principio. El aburrimiento puede estimular su imaginación y los puede inducir a crear nuevos juegos o a pensar en qué nuevas actividades les gustaría realizar.

En resumen, para evitar que tus hijos se vuelvan adictos a los videojuegos, debes limitar el tiempo que pasan frente a la consola y sugerirles otros tipos de entretenimiento.

Y recuerda siempre que la primera persona que debe respetar este límite eres tú mismo, sin importar cuánto te ayuden los videojuegos a entretener a tus hijos mientras tú descansas.