Animales

Trichinella spiralis: características, morfología, ciclo biológico


Trichinella spiralis en un gusano redondo perteneciente al filo nematoda que causa en los seres humanos y en otros animales mamíferos una enfermedad conocida como triquinosis. Fue descrito por primera vez en 1835 por el biólogo inglés Richard Owen, quien además describió a la triquinosis y su mecanismo de infección.

El Trichinella spiralis es un parásito que requiere de un huésped, específicamente un mamífero, para desarrollarse. Con frecuencia el huésped es el cerdo. Así mismo, es un parásito de amplia distribución en el mundo. Sin embargo, la mayor cantidad de infecciones se han reportado en Europa y Norteamérica, en tanto que en Suramérica y África es poco común. A pesar de esto, los casos en estos últimos lugares han ido en aumento en los últimos años.

La enfermedad causada por este parásito es leve, ya que suele resolverse por sí sola al cabo de unos meses. Sin embargo, en algunos casos puede haber ciertas complicaciones que comprometan la vida de la persona que se encuentra infectada.

Índice del artículo

Taxonomía

– Dominio: Eukarya.

– Reino: Animalia.

– Filo: Nematoda.

– Clase: Adenophorea.

– Orden: Trichurida.

– Familia: Trichinellidae.

– Género: Trichinella.

– Especie: Trichinella spiralis.

Características

Trichinella spiralis es un gusano redondo, cuyas células son eucariotas. Esto quiere decir que su material genético se encuentra encerrado en el núcleo celular. Así mismo, son triblásticos, ya que durante su desarrollo embrionario se forman tres capas germinativas: endodermo, mesodermo y ectodermo. A partir de ellas se forman los tejidos y órganos del animal.

En lo referente a la simetría, este gusano presenta simetría bilateral, lo que implica que si se traza una línea por el plano longitudinal, las dos mitades obtenidas son exactamente iguales.

De igual forma, Trichinella spiralis es un endoparásito porque para poder desarrollarse debe estar en el interior de un huésped, aprovechándose de este y causándole daño.

Esta es una especie dioica porque los sexos se encuentran separados, es decir, hay individuos de sexo femenino y otros de sexo masculino. Igualmente, es una especie vivípara ya que, a diferencia de otros nematodos, las larvas se desarrollan en el interior de la hembra para luego ser expulsadas.

Morfología

Trichinella spiralis son parásitos de menor tamaño, si se comparan con la mayoría de los que pertenecen al filo nematoda.

Al igual que todos los gusanos redondos de este filo, el cuerpo del Trichinella spiralis se encuentra rodeado por una especie de capa resistente, conocida como cutícula. Igualmente presenta un complejo sistema de musculatura longitudinal, la cual es de vital importancia en el proceso de desplazamiento de este parásito.

Es importante destacar que su esófago ocupa el primer tercio del cuerpo. Tiene una parte tubular que se encuentra rodeada de unas células llamadas esticositos, que en su conjunto conforman lo que se denomina esticosoma. Los esticositos tienen como función sintetizar polipéptidos antigénicos que son secretados en gránulos.

Hembra adulta

Como en la mayoría de los nemátodos, las hembras son de mayor tamaño que los machos. Miden aproximadamente 3mm de largo por unas 60 – 90 micras de ancho. Así mismo la vulva se localiza muy cerca del esófago, específicamente en su parte media.

De igual forma, tienen un solo útero el cual se divide, de manera imaginaria, en dos secciones: una anterior, en la que se encuentran contenidas larvas juveniles que han eclosionado de los huevos; y una sección posterior, en la cual hay huevos en desarrollo. Cerca de la abertura anal se encuentra el ovario. Los óvulos que produce tienen 3 cromosomas.

Macho adulto

El macho de Trichinella spiralis es de menor tamaño que la hembra. Tiene  una longitud promedio de 1-1,5 mm y 30-40 micras de ancho. El extremo anterior lo tiene más plano que el resto del cuerpo. El ano se ubica en el extremo terminal.

Entre sus características morfológicas más resaltantes se puede mencionar que presenta dos apéndices caudales lobulares, los cuales le son de gran utilidad durante el acto de copulación con la hembra.

Así mismo presenta una cutícula abierta, anillo nervioso, esticosomas y una abertura oral. El intestino se divide en tres porciones: intestino medio, posterior y cloaca. Es monórquido, lo que quiere decir que presenta un solo testículo. Sus espermatozoides se caracterizan por carecer de flagelos y poseer entre 2 y 3 cromosomas.

Larvas

Las larvas tienen unas medidas aproximadas de 0,9mm por 1 mm. Generalmente se encuentran enrolladas en una cápsula en forma de limón.

Las que son de sexo femenino se caracterizan por presentar un ovario telogónico. En este tipo de ovario, las células germinales proliferan en una sola parte del ovario, y no en la totalidad de su extensión. Igualmente presentan esbozos o primordios del útero y del receptáculo seminal.

Por otra parte, las larvas que son de sexo masculino presentan un recto de gran longitud, de aproximadamente 50 micras. Así mismo, el extremo anterior del testículo se encuentra curvado hacia atrás.

Las características mencionadas son distintivas de cada larva, por lo que son utilizadas por los especialistas para diferenciarlas con la mayor exactitud posible.

Ciclo biológico

Como todo parásito, Trichinella spiralis requiere de un huésped para poder llevar a cabo su ciclo de vida. En ocasiones, es posible que haya un huésped intermedio y uno definitivo. En la mayoría de las ocasiones, el huésped definitivo es el cerdo, en tanto que el huésped intermediario puede ser algún roedor como las ratas.

Variaciones del ciclo biológico

De acuerdo a los especialistas, el ciclo de vida de este parásito presenta tres variaciones dependiendo del huésped que tenga.

Es así como existe un ciclo de vida doméstico en el que el huésped del parásito es un cerdo. También está el ciclo de vida silvestre, cuyos huéspedes son animales salvajes como el zorro, oso y lobos, entre otros. Y finalmente, en el ciclo de vida semidoméstico los huéspedes suelen ser animales domésticos como gatos, perros y algunos roedores.

Secuencia

El ciclo de vida se inicia con el ingreso de las larvas al cuerpo del huésped. Esto ocurre en la mayoría de los casos por la ingestión de carne cruda o mal cocinada, en la cual se encuentran presentes quistes del parásito.

Cuando los quistes son ingeridos, se exponen a la acción de las diversas enzimas digestivas y el bajo pH de los jugos gástricos, lo que trae como consecuencia la liberación de las larvas. Estas llegan hasta el intestino delgado, donde se da continuidad al ciclo.

En el intestino delgado, las larvas penetran en la mucosa intestinal y experimenta diversas mudas, pasando desde larva L2 a larva L5, hasta finalmente alcanzar la madurez. Los parásitos adultos invaden las células del epitelio intestinal. Es en estas células donde ocurre la cópula entre macho y hembra.

Con respecto a esto, los especialistas han descubierto que las hembras secretan una sustancia química que tiene función de feromona, la cual ejerce una atracción sobre el macho, ocasionando que este se desplace hacia donde está la hembra para que ocurra la fecundación.

Cuando finalmente ocurre la fecundación, el macho muere, en tanto que la hembra penetra la mucosa intestinal. Allí, al cabo de unos días (aproximadamente 10) libera a las larvas, las cuales pueden llegar a medir hasta 0,008 mm con un diámetro de 7 micras.

Las larvas entran en los vasos sanguíneos, específicamente las venas y a través del retorno venoso llegan al corazón (aurícula y ventrículo derechos), pasando de allí a los pulmones, regresando nuevamente al corazón (aurícula y ventrículos izquierdos) para ser distribuidos a través de la sangre arterial.

Miocitos: de células musculares a nodrizas

Mediante la circulación general, las larvas se pueden distribuir en diversos órganos del cuerpo. Sin embargo, sienten predilección por los músculos estriados que son particularmente activos, como aquellos que se encuentran en los miembros inferiores (cuádriceps) y miembros superiores (bíceps), así como también en los que están relacionados con el habla y la masticación (masetero y lengua).

Dentro de las células musculares las larvas comienzan a crecer y se transforman en larvas L1. Así mismo, las larvas ocasionan una serie de cambios estructurales y funcionales dentro de estas células, las cuales se convierten en células nodrizas.

Entre las modificaciones que experimentan las células musculares se pueden mencionar: incremento del número de mitocondrias, pérdida de la organización de las fibras contráctiles, y aumento de la actividad catalítica. Es decir, los miocitos pierden totalmente su función y adoptan las condiciones ideales para que las larvas prosperen.

El conjunto de la célula nodriza con la larva dentro es lo que se conoce como quiste larval. Cada quiste puede contener hasta tres larvas enrolladas en su interior, y estas pueden permanecer en estado latente por espacio de dos años.

Finalmente, cuando otro animal ingiere carne en la que se encuentran los quistes larvarios, se da inicio al ciclo en otro huésped nuevamente.

Enfermedades

La infección por ejemplares de Trichinella spiralis se conoce con el nombre de triquinosis. El mecanismo de infección es a través de la ingestión de carne cruda o mal cocinada de algún animal que esté infestado con quistes de este parásito. El principal foco de infección para el ser humano es la carne de cerdo contaminada.

Esta infección es más frecuente en las áreas rurales, en tanto que en las urbanas son muy raros los casos que puedan presentarse.

Síntomas

En ocasiones, la infección por Trichinella spiralis es asintomática: es decir, una persona puede haber ingerido los quistes del parásito, pero no manifestar ningún síntoma o signo de esto. Sin embargo, en la mayoría de la persona van apareciendo diversos síntomas, conforme las larvas se van desarrollando.

Fases iniciales

En las fases iniciales de la infección, cuando las larvas se liberan del quiste, es posible que se presenten los siguientes síntomas:

– Náuseas.

– Vómitos.

– Evacuaciones líquidas frecuentes.

– Malestar abdominal difuso.

– Cansancio generalizado.

Fase avanzada

Posteriormente, cuando las larvas que se produjeron en el intestino pasan al torrente sanguíneo y comienzan a invadir otros tejidos aparte del intestinal, se producen algunos síntomas que en su conjunto se denominan síntomas sistémicos, entre los cuales pueden estar:

– Fiebre intermitente (más de 39°C).

– Dolor de cabeza intenso.

– Edema (hinchazón) facial o periorbitario (alrededor de los ojos).

– Dolor y malestar a nivel muscular.

– Fotosensibilidad.

– Petequias oculares a nivel de la conjuntiva.

– Inflamación de la conjuntiva.

– Cansancio y debilidad generalizados.

En la medida en que las larvas se van enquistando, los síntomas comienzan a remitir hasta que finalmente desaparecen. Sin embargo, el individuo permanece con los quistes en su tejido muscular.

En ocasiones las infecciones son más graves de lo normal y pueden desencadenar patologías de gravedad, como la miocarditis.

Diagnóstico

El diagnóstico de la triquinosis se realiza de dos formas: un examen de sangre o una biopsia del tejido muscular.

– Examen de sangre: en este examen se buscan los signos que indican que hay una infección activa por Trichinella spiralis. Esos signos involucran el incremento de los eosinófilos (un tipo de glóbulo blanco) y la presencia de anticuerpos para este parásito. Estos últimos aparecen en el torrente sanguíneo aproximadamente a las 5 semanas de la infección.

– Biopsia muscular: se toma una muestra del músculo que se cree afectado para que sea analizado por un médico especialista en anatomía patológica. Este buscará la presencia de quistes en el tejido.

A pesar de que ambas pruebas se consideran complementarias, la biopsia muscular se realiza en muy contadas ocasiones. El médico generalmente realiza el diagnóstico basándose en el cuadro clínico y el examen de sangre.

Tratamiento

El tratamiento que se aplica a las personas que padecen triquinosis es similar al de otras infecciones por parásitos.

Los medicamentos más utilizados para tratar esta infección son los antihelmínticos como el albendazol y el mebendazol. Sin embargo, estos medicamentos son eficaces solo cuando las larvas se encuentran aún en el intestino y no han pasado a otros tejidos. En otras fases de la infección, este tratamiento resulta inefectivo.

Así mismo, para aliviar los dolores ocasionados por las larvas es común que se receten analgésicos.

Una vez que las larvas se enquistan terminan por calcificarse. Al ocurrir esto, los síntomas y signos remiten hasta desaparecer.

Referencias

  1. Becerri, M. Parasitología Médica. Mc Grae and Hill. 4ta edición.
  2. Curtis, H., Barnes, S., Schneck, A. y Massarini, A. (2008). Biología. Editorial Médica Panamericana. 7° edición.
  3. Despommier, D. (1990). Trichinella spiralis: Te worm that would be a virus. Parasitology today. 6(6) 193-196
  4. Murrel, K. (2016) The Dynamics of Trichinella spiralis epidemiology: out to pasture?. Veterinary Parasitology. 231.
  5. Pozio, E., Paterlini, F., Pedarra, C. y Sacchi, L. (1999) Predilection sites of Trichinella spiralis in naturally infected horses. Journal oh Helminthology. 73 (3). 233-237.
  6. Romero, J., Enríquez, R., Romero, J. y Escobar, M. (2009). Triquinelosis. Boletín médico del Hospital Infantil de México. 66 (3)