Historia

Absolutismo europeo: principios, causas y consecuencias


El absolutismo europeo es la denominación de un periodo político que tuvo lugar en Europa y que se distinguió por ser despótico y autoritario. El estado absoluto estaba amparado por leyes divinas que justificaban su existencia.

El absolutismo comenzó en Europa en el siglo XV como una forma de gobierno en la cual el monarca era la autoridad máxima. Tras las guerras religiosas y la devastación que estas significaron para el continente, se produjo un modo de gobierno basado en la autoridad única y absoluta.

La teoría del derecho divino del poder nace en el último cuarto del siglo XVI, en un ambiente de guerras religiosas en Francia. En Europa la divinización del rey planteaba que el representante de Dios era el rey y quien estaba en contra del rey desobedecía a Dios.

En el absolutismo europeo, el monarca hacia las leyes de acuerdo a sus intereses, que solían confundirse con los del Estado. De allí la famosa frase de Luis XIV “L`Ètat, C`est moi” o “El Estado soy yo”.

La clase monárquica era constituida por grupos de nobles, los cuales se atribuían funciones de consejeros y ayudantes directos del rey en sus decisiones.

El poder político de aquella época no tenía más autoridad que el juicio del monarca. En Europa, el absolutismo inicia en la Edad Moderna y coincide con el desarrollo del mercantilismo.

La implantación del absolutismo ocasionó un cambio sustancial en la concepción sobre la dependencia de las autoridades intermedias entre el súbdito y el Estado, situación que originó la creación de una burocracia eficaz y un ejército permanente.

El absolutismo es un fenómeno generalizado en Europa, en Francia y España. Aunque el único absolutismo perfecto y acabado es el francés.

El fin del absolutismo lo marcó la Revolución Francesa de 1789, que degolló al rey para demostrar que su sangre no era azul y sustituyó a la monarquía por la burguesía.

Índice del artículo

Principios del absolutismo europeo

Desde el inicio del siglo XV hasta la primera parte del siglo XVI, tuvo lugar una primera fase de absolutismo en formación, que se caracterizada por la concentración gradual del poder en manos del monarca, aunque todavía el poder religioso ponía limitaciones.

– Derecho divino: el monarca tenía portaba la palabra y la voluntad de Dios, por tanto tenía el derecho divino de hacer su voluntad a nombre de Dios.

– Poder hereditario y vitalicio: el poder recaía por lo general en el hijo mayor del rey y este lo ostentaba hasta que moría.

– Poder absoluto: el rey no tenia que consultar a ningún órgano o persona sus decisiones. No existían órganos que equilibraran la balanza del poder

– Sociedad estamental: en el periodo de las monarquías absolutas la sociedad estaba dividida en clases sociales. Las clases privilegiadas eran la monarquía y el clero, mientras que en estratos más bajos estaban los campesinos, burgueses y otros asalariados.

– Administración centralizada: el recaudo de los impuestos formaba parte de la riqueza del rey, el cual utilizaba lo recaudado para mantener al ejército y acumular riquezas.

¿En qué países se dio el absolutismo en Europa?

El absolutismo tuvo lugar en varios países pertenecientes a Europa, entre esos los más conocidos: Francia, Rusia, España, Suecia, Inglaterra, Portugal y Austria.

– Francia: en Francia ocurrió el más completo y conocido absolutismo. Sus representantes más notables fueron Luis XIII, Luis XIV, Luis XV Y Luis XVI, que terminó siendo degollado en plena Revolución Francesa.

– Rusia: se le denomina zarismo, pero prácticamente son los mismos preceptos del absolutismo. En Rusia son famosos Pedro I, Iván IV, Miguel III, Catalina la grande y Nicolás II, que fue derrocado por la revolución bolchevique de 1917.

– España: se destacan Felipe V, Fernando VII, Fernando V y José I. España continúa teniendo monarca pero bajo la fachada de monarquía constitucional.

– Inglaterra: la nobleza inglesa fue sui generis al admitir la existencia del parlamento. Sus representantes más conocidos son Carlos II, Jacobo II, Enrique VII e Isabel I.

– Suecia: el absolutismo sueco tuvo sus máximos representantes en Carlos X y Carlos XI, este último es famoso por la reconstrucción de Suecia luego del periodo de guerra.

El Absolutismo causó el surgimiento de la Ilustración, el ascenso de la burguesía y la Revolución Francesa. 

Causas del absolutismo Europeo

Las guerras religiosas y la idea de la superioridad por designio divino son los detonantes que dan inicio al periodo absolutista. Incluso los reyes tomaban pócimas que, según ellos hacían parecer sus venas más azules que las del resto, lo cual hacía suponer que tenían sangre azul.

La conquista de América llevó a España y Portugal a reunir grandes cantidades de riquezas en plata y oro, lo que demostró el éxito del sistema absolutista, vigente en esos países, sobre sus vecinos.

Se dio la decadencia del feudalismo y de los señores feudales a causa de las cruzadas. La concentración de poder permitió la unión territorial de los países.

En vista de la necesidad de fusionar grandes fuerzas militares, como en el caso de la Guerra de los cien años entre Francia y el Imperio Británico, los Estados crearon ejércitos regulares comandados por el rey y ya no por señores feudales dispersos e incomunicados.

Consecuencias

Durante el absolutismo se incrementó la desigualdad y la decadencia de las clases bajas. Los privilegios estaban dirigidos solo para los nobles y los clérigos, cuyos derechos eran superiores a los de la mayoría sin importar las condiciones de vida del resto.

El modelo político de la monarquía absoluta tiene como rasgo central la concentración de todo el poder en el rey sin control o límites de cualquier tipo. Afortunadamente los países avanzan en modelos de equilibrio de poderes.

El anhelo por obtener el poder, condujo a los reyes europeos a enfrentarse política, económica y militarmente por la hegemonía continental y mundial. Fue un periodo eminente sangriento por la voracidad de poder y control de los monarcas.

La filosofía de la ilustración enjuicia todos estos preceptos y pone en marcha la constitución de estados modernos con libertades y equilibrio de poderes para evitar la tiranía que ocasionaba el poder absoluto.

Referencias

  1. EcuRed (2016) Absolutismo. Recuperado de: ecured.cu.
  2. Rivero, P. (2005) Mercaderes y finanzas en la Europa del siglo XVI. Editorial Complutense. Madrid, España.
  3. Pérez, J; Gardey, A. (2009) Absolutismo. Recuperado de: definicion.de.
  4. Colaboradores de Wikipedia (2017) El absolutismo europeo. Recuperado de: es.wikipedia.org.
  5. Perry, A. (1979) El Estado absolutista. Editorial Alianza. España.
  6. Butrón, G. (2016) la intervención francesa y la crisis del absolutismo. Alba Editorial. España.