Neuropsicología

¿Qué son los Reflejos Primitivos del Recién Nacido?


Los reflejos primitivos del recién nacido son los reflejos que los neonatos realizan de forma involuntaria. En la literatura médica, además de reflejo primitivo también se han empleado una gran variedad de términos: reflejos neonatales primarios, reflejos del desarrollo, reflejos y reacciones infantiles o automatismos (García-Alix y Quero, 2012).

Algunos movimientos son espontáneos, que se presentan como parte del repertorio conductual habitual del bebé. Por otro lado, los reflejos también se producen como respuesta a ciertos estímulos (University of Rochester Medical Center, 2016).

Los reflejos son uno de los componentes esenciales en los exámenes físicos y neurológicos, ya que su presentación anormal o ausencia pueden ser indicador de un posible compromiso en el sistema nervioso (University of Rochester Medical Center, 2016).

Por otro lado, debemos tener en cuenta que algunos reflejos tienen un componente de transitoriedad, algunos tipos solo se presentarán en períodos específicos del desarrollo infantil (University of Rochester Medical Center, 2016).

Índice del artículo

¿Qué son los reflejos primitivos?

Con el término reflejo primitivo hacemos referencia a un conjunto de respuestas motoras muy estereotipadas desencadenadas de forma espontánea o ante estímulos específicos que forman parte de la conducta motora normal de los bebés (García-Alix y Quero, 2012).

La gran parte de estas respuestas motoras aparecen durante la segunda mitad del período de gestación y estarán presentes en la etapa postnatal (García-Alix y Quero, 2012).

Toda la variedad de movimientos involuntarios va a permitir al bebé : desarrollar el sistema motor, descender por el canal del parto o succionar para alimentarse, entre otras funciones (BRMT, 2016).

Sin embargo, algunas de ellas van a desaparecer siguiendo un orden preestablecido durante el primer año de vida (García-Alix y Quero, 2012).

Los reflejos forma parte del desarrollo motor posterior del recién nacido y por lo tanto, su evaluación forma parte del examen neurológico neonatal. Éste nos permite valorar el desarrollo general del sistema nervioso (García-Alix y Quero, 2012).

Cuando existe algún tipo de déficit a nivel neurológico, es posible que alguno de los reflejos primitivos permanezca activos durante etapas tardías del desarrollo , y dificultarán tanto la adquisición de habilidades motoras como la percepción sensorial y el desarrollo cognitivo (BRMT, 2016).

¿Cuándo aparecen los reflejos?

Ya durante la etapa prenatal se pueden observar evidencias de actividad refleja primitiva (Carlson, 2000; Roselli y Matute, 2010).

Concretamente, alrededor de la sexta semana de gestación al tocar la piel que rodea la boca se puede producir una flexión contralateral del cuello (Roselli y Matute, 2010).

Entre la sexta y octava semana de gestación, se pueden observar respuestas reflejas al estimular la piel del área superior del tórax, las palmas de las manos o la cara (Roselli y Matute, 2010).

En el caso de la semana doce de gestación, aproximadamente toda la superficie corporal es sensible, a excepción de la espalda o la coronilla. En consecuencia, las respuestas reflejas se van haciendo más específicas(Roselli y Matute, 2010).

Tipos de reflejos en el recién nacido o neonato

Los reflejos primitivos se pueden dividir en dos grandes conjuntos: reflejos primitivos posturales y reflejos primitivos táctiles (García-Alix y Quero, 2012):

  • Reflejos primitivos posturales: se producen como consecuencia de la estimulación de los receptores del aparato vestibular por el movimiento de la cabeza –reflejo moro-. A nivel neurobiológico, son mediados a nivel del tronco encefálico.
  • Reflejos primitivos táctiles: se producen como consecuencia de la estimulación táctil, respuesta plantar, reflejo de Galant, reflejo de prensión, etc.). A nivel neurobiológico, son mediados a nivel de médula espinal.

Reflejos posturales (García-Alix y Quero, 2012)

Los reflejos posturales con más relevancia son: reflejo de Moro, reflejo cervical tónico asimétrico y el reflejo tónico laberíntico. Todo salvo el reflejo de Moro, se caracterizan por desarrollarse con respuestas variables e incompletas.

Este tipo de reflejos posturales solo se observa durante la vida postnatal, debido a que se produce una supresión durante el período de gestación para que el feto no responda a cada movimiento que realiza la madre.

Reflejo de Moro

El reflejo de moro o reflejo de sobresalto se produce cuando el bebé se sobresalta por un sonido intenso o un movimiento. Como respuesta, el bebé mueve su cabeza hacia atrás, extiende los brazos y las piernas (University of Rochester Medical Center, 2016).

El reflejo Moro puede desencadenarse como consecuencia de varios estímulos: sonido brusco o un movimiento súbito de la superficie donde está colocado el bebé, entre algunos otros (García-Alix y Quero, 2012)

Cuando aparecen alguno de los estímulos anteriores, en el bebé se produce una apertura completa de las manos, seguidas de una flexión de los dedos (formando una ‘C’ entre el pulgar y el dedo índice) (García-Alix y Quero, 2012)

El reflejo moro tiene varias fases (García-Alix y Quero, 2012):

  • Primera fase: extensión de los antebrazos.
  • Segunda fase: aducción de los brazos y flexión de los antebrazos.
  • Fase final: llanto o mueca de ansiedad.

Reflejo cervical tónico asimétrico

El reflejo cervical tónico asimétrico se produce cuando el bebé esta relajado y acostado y mueve la cabeza hacia un lado. El brazo del lado hacia donde la cabeza se encuentra posicionada se extiende lejos del cuerpo con la mano abierta y el que se encuentra en el lado opuesto se flexiona (National Institutes of Health, 2013).

Si el bebé gira la cabeza hacia el lado contralateral, el patrón de movimientos se invierte (National Institutes of Health, 2013).

-Reflejo tónico laberíntico

Cuando el bebé está en posición supina (el bebé se encuentra tendido sobre el dorso boca arriba con las extremidades extendidas), la extensión de la cabeza produce una retracción de los hombros y extensión de las piernas (García-Alix y Quero, 2012).

En posición decúbito prono (el bebé se encuentra tendido boca abajo con la cabeza de lado) , la flexión de la cabeza produce una flexión de las piernas (García-Alix y Quero, 2012).

Reflejos táctiles (García-Alix y Quero, 2012)

Los reflejos táctiles o cutáneos, se producen como consecuencia de una estimulación en la piel en un área específica. Ésta estimulación desencadena una respuesta motora que tiene lugar en el mismo lugar donde se aplicó la estimulación.

Los reflejos táctiles más importantes son: reflejo de succión, reflejo de búsqueda u hociqueo, reflejo de Galant o de invurvación del tronco, reflejo de Vollmer y reflejo de Pérez, reflejo de extensión cruzada, reflejo de imán o reflejo magnético, reflejo de escalón, reflejo de marcha automática, reflejo de soporte positivo (presión palar, extensor de los dedos, reflejo de babinski, respuesta plantar).

Reflejo de succión

Cuando se realiza una estimulación táctil del paladar superior del bebé o la lengua , este empieza a succionar (University of Rochester Medical Center, 2016).

El reflejo de succión tiene una función principal en la supervivencia, ya que es esencial para la alimentación del recién nacido (García-Alix y Quero, 2012).

Reflejo de búsqueda u hociqueo

Cuando se estimula la esquina de la boca o la mejilla sobre la superficie de la cara a un lado y luego al otro, el niño responde moviendo los labios y la lengua hacia la localización del estímulo táctil (García-Alix y Quero, 2012).

Reflejo de Galant

El reflejo de Galant o de incurvación del tronco se produce cuando se estimula la piel que se encuentra a lo largo de la columna del bebé mientras éste se encuentra boca abajo (National Institutes of Health, 2013).

Concretamente, este reflejo podemos producirlo al rozar la piel que se encuentra a ambos lados de la columna con el dedo índice, desde el hombro hacia las nalgas. táctil (García-Alix y Quero, 2012).

Automáticamente, tras a la estimulación el bebé realiza una incurvación de la columna vertebral hacia el lado en el que se está produciendo la estimulación (García-Alix y Quero, 2012).

Reflejo de Vollmer y reflejo de Pérez

En el reflejo de Vollmer, cuando se aplica una presión firme a lo largo de la espina dorsal, se produce una flexión de los brazos y las piernas con una extensión dorsal de la columna y el cuello (García-Alix y Quero, 2012).

En el reflejo de Pérez, cuando se aplica una presión firma a lo largo de la columna cervico-toráxica, se produce una flexión de los brazos y las piernas con una extensión dorsal de la columna inferior (García-Alix y Quero, 2012).

Reflejo de extensión cruzada

En el reflejo de extensión cruzada, cuando se aplica una estimulación táctil en la planta del pie a la vez que se mantiene extendida la extremidad en la que se va a aplicar, resulta en una respuesta compuesta por tres fases (García-Alix y Quero, 2012):

  • Primera fase: flexión espontánea de la pierna que está libre.
  • Segunda fase: extensión o apertura de los dedos del pie en el que se ha realizado la estimulación.
  • Tercera fase: extensión y aducción del pie libre hacia el estimulado.

Reflejo de imán o reflejo magnético

Cuando el bebé se encuentra acostado boca arriba y se aplica una presión ligera con el dedo pulgar en la planta de en ambos pies, el bebé extiende sus piernas para mantener el contacto (García-Alix y Quero, 2012).

Reflejo de escalón

El reflejo de escalón o de colocación, se produce cuando el bebé se encuentra en posición vertical sostenido por debajo de las axilas (García-Alix y Quero, 2012).

Cuando se aplica un estimulación bajo el dorso del pie, el bebé responde elevando el pie y situándolo sobre la superficie, a través de una flexión de la rodilla y cadera con una extensión del pie García-Alix y Quero, 2012).

Reflejo de marcha automático

El reflejo de marcha automático se produce cuando se coloca al bebé en una posición vertical, colocando sus pies sobre una superficie (García-Alix y Quero, 2012).

El bebé, ante esta posición, responde enderezando las extremidades inferiores y el tronco, y realizando una sucesión de pasos, sincronizando la flexión de la cadera con la de las rodillas (García-Alix y Quero, 2012).

Reflejo de presión palmar, extensor de los dedos, reflejo de babinski, respuesta plantar

La superficie de la piel de la palma de la mano y de la planta del pie, con una de las áreas cutáneas del cuerpo más sensibles a la estimulación, por lo que existen varios reflejos primitivos asociados a estas:

  • Reflejo de presión palmar: cuando ponemos un dedo sobre la palma de la mano de un recién nacido, este reacciona cerrándola alrededor del dedo. Si se intenta retirar, el neonato aprieta sus dedos, ejerciendo fuerza contra el estímulo táctil (National Institutes of Health, 2013).
  • Reflejo extensor de los dedos o respuesta digital: se produce una apertura de los dedos de la mano cuando se estimula de forma repetida la superficie del dedo meñique o el dorso de la mano (García-Alix y Quero, 2012).
  • Reflejo de Babinski: cuando se acaricia la superficie de la planta del pie, los dedos se abren en abanico (National Institutes of Health, 2013).
  • Respuesta plantar: cuando se aplica une estímulo táctil intenso sobre el área lateral de la planta del pie, desde el talón al dedo pulgar, se produce una respuesta extensora en el dedo pulgar (García-Alix y Quero, 2012).

¿Cuál es la evolución temporal de los reflejos primitivos?

  • Reflejo de Moro: se presenta bien establecido alrededor de la semana 37 de gestación y desaparece aproximadamente entre los 5-6 meses de edad.
  • Reflejo cervical tónico asimétrico: se presenta bien establecido alrededor de los 1-2 meses de edad y desaparece aproximadamente entre los 6 y 9 meses de edad.
  • Reflejo de succión: es presenta bien establecido entre la semana 34 y 36 de gestación y desaparece sobre los 4 meses de edad.
  • Reflejo de búsqueda: es presenta bien establecido entre la semana 34 y 36 de gestación y desaparece sobre los 4 meses de edad.
  • Reflejo de presión palmar: se presenta bien establecido sobre la semana 32 de gestación y desaparece entre los 6 y 9 meses de edad.
  • Reflejo de Galant: se encuentra presente y bien establecido sobre la semana 32 de gestación y desaparece entre el primer y segundo año de vida.
  • Reflejo tónico laberíntico: se encuentra presente aproximadamente entre los 2 y 4 meses de edad y desaparece entre los 11 y 24 meses de la etapa postnatal.
  • Reflejo de localización: se encuentra presente y bien establecido sobre la semana 40 de gestación y desaparece entre el primer y segundo mes de vida.
  • Reflejo de marcha: se encuentra presente y bien establecido sobre la semana 40 de gestación y desaparece entre el primer y segundo mes de vida.
  • Reflejo de extensión: se encuentra presente y bien establecido sobre la semana 40 de gestación y desaparece entre el primer y tercer mes de vida.

¿Por qué se evalúan los reflejos en los recién nacidos?

Como hemos señalado en otros apartados, existen diversas razones para realizar un análisis de los reflejos primitivos en los recién nacidos (García-Alix y Quero, 2012):

  • Nos ayudan a valorar el desarrollo general del sistema nervioso del bebé.
  • Nos permiten evaluar la integridad específica del sistema nervioso central (SNC).
  • En algunos casos, pueden tener valor de localización y por lo tanto, nos ayudan a identificar el posible emplazamiento de una lesión o daño estructura.

Referencias

  1. BCA. (2013). Infant Reflexes. Obtenido de Baby Care Advice: babycareadvice.com
  2. García-Alix, A., & Quero, J. (2012). Reflejos primitivos o del desarrollo. En A. García-Alix, & J. Quero, Reflejos primitivos o del desarrollo.
  3. Nall, R. (2014). What Are Neonatal Reflexes. Obtenido de Healthlilne: healthline.com
  4. NIH. (2013). Infant Reflex. Obtenido de MedlinePlus: https://www.nlm.nih.gov/
  5. Roselli, M., & Matute, E. (2010). Desarrollo cognitivo y cerebral. En N. d. infantil, Roselli, M.; Matute, E.; Ardila, A.;.
  6. UR. (2016). Newborn Reflexes. Obtenido de Univesity of Rochester Medical Center: urmc.rochester.edu