Biografías de personajes históricos

Auguste Comte: biografía, teorías, aportes, obras


Auguste Comte (1798 – 1857) fue un filósofo francés conocido por haber sido el precursor de una corriente que es conocida como “positivismo” o filosofía positiva, al igual que de la sociología, a la que elevó a la categoría de ciencia.

Este pensador ha sido señalado como el primer filósofo científico en la historia y su reputación estuvo en lo más alto durante el siglo XIX. Aunque su familia era tanto católica como monarquica, la influencia de la Revolución francesa lo marcó. El momento histórico en el que creció le dio a Comte el impulso necesario para alejarse de la religión y del rey.

Acudió a la Escuela Politécnica (École polytechnique) de París, en la que tomó especial interés en matemáticas y astronomía. Aunque luego fue expulsado de esa institución, Comte permaneció en la capital francesa y sobrevivió trabajando como tutor.

Desde 1817 sirvió como secretario de Henri de Saint-Simon, quien fue una gran influencia en su pensamiento filosófico.

Durante casi toda su vida Comte dependió económicamente de sus amigos, puesto que sus ingresos eran muy bajos. Entre aquellos allegados a él se encontraban figuras como John Stuart Mill y Emil Littré.

Ocupó sus últimos años en tratar de convertir la filosofía positiva en una nueva fe. Usó como modelo de su nueva iglesia al catolicismo, al que había renunciado temprano. Sin embargo, en la propuesta religiosa planteada por Comte los santos eran científicos filósofos políticos y otras personalidades importantes de la historia y el ser supremo que era alabado era la humanidad en sí misma.

La influencia del trabajo de Auguste Comte fue particularmente intensa en América Latina, especialmente en México y Brasil.

Índice del artículo

Biografía

Primeros años

Isidore Auguste Marie François Xavier Comte nació el 19 de enero de 1798 en Montpellier, Francia. Su padre era un servidor público encargado de la recaudación de impuestos llamado Luis Augusto Comte y su madre fue Rosalía Boyer.

Era el hijo mayor de tres hermanos nacidos en una familia católica y monárquica. Llegó al mundo mientras su país estaba siendo sacudido por la revolución. En ese momento las pasiones por el republicanismo eran intensas en la sociedad francesa.

Auguste desde muy joven rechazó la religión de sus padres al igual que sus ideas políticas. Fue un joven brillante y de naturaleza rebelde; como prueba de ello se sabe que en 1814 resultó admitido en la Escuela Politécnica de París, cuando contaba con solo 16 años.

Aunque esa institución había nacido como un centro de estudios militares, con el paso del tiempo se volvió una de las más importantes academias de ciencias avanzadas en el país. Precisamente este particular era lo que en realidad interesaba a Comte.

Algunos de sus más destacados mentores durante ese período fueron Nicolas Léonard Sadi Carnot, Joseph-Louis Lagrange y Pierre-Simon Laplace. También se sabe que las materias favoritas del joven eran las matemáticas y la astronomía.

Juventud

Durante 1816, Auguste Comte fue expulsado de la Escuela Politécnica de París a causa de sus filiaciones políticas. El republicanismo no era apreciado dentro de la institución después de que la misma fue reformada sobre las bases impuestas por los Borbones.

Tras haber pasado esos dos años en París, Comte supo que no había lugar para él en Montpellier. Por eso decidió asentarse en la capital en donde comenzó a ganar su sustento trabajando como tutor privado de ciencias, especialmente de matemáticas.

Se piensa que durante ese tiempo Auguste Comte estuvo interesado en viajar a los Estados Unidos para ocupar una posición en una institución que Thomas Jefferson estaba planificando abrir en la nación americana.

También entonces Comte se interesó por aprender a profundidad filosofía e historia, cosa que hizo en gran medida por cuenta propia.

Saint-Simon

En 1817 Auguste Comte consiguió empleo como secretario de Henri de Saint-Simon, uno de los fundadores teóricos del socialismo. Específicamente ese filósofo francés planteó que los grupos más poderosos de la sociedad debían ser los científicos y los industriales, es decir el sistema tecnocrático.

Las ideas centrales del pensamiento de Comte cuentan con gran influencia de los planteamientos de Saint-Simon. En esos años Auguste Comte se puso en contacto con las élites intelectuales parisinas, que eran cercanas a su jefe y mentor intelectual.

Durante ese período Comte publicó algunas de sus ideas en los medios que Saint-Simon tenía a su disposición, pero nunca llegó a firmarlos. No todo marchaba bien entre ellos y las discrepancias intelectuales se iban profundizando con el paso del tiempo.

En 1819 Auguste Comte publicó su primer texto firmado: Separación general entre las opiniones y los deseos.

La ruptura definitiva de Saint-Simon y Comte se dio en abril de 1824, después de siete años de colaboración.

De cualquier modo, la influencia del primero fue difícil de remover para el segundo. Esto fue visible en los trabajos realizados por Comte de forma posterior a la separación profesional y personal que hubo entre ambos.

Curso de filosofía positiva

Brevemente después de la conclusión colaborativa con Saint-Simon, Auguste Comte contrajo matrimonio con Caroline Massin en 1825. En esa época las dificultades económicas fueron intensas para el recién formado matrimonio.

Comte dependía en gran medida de la generosidad de sus amigos. Su esposa tuvo que enfrentar junto con él los más duros momentos de su vida, incluso ella tuvo que ejercer la prostitución durante un tiempo para colaborar con los ingresos económicos familiares.

En abril de 1826 Comte comenzó a impartir su Curso de filosofía positiva, al que se sumaron muchos miembros de la intelectualidad más reconocida en la época. Ese fue el caso de hombres como Alejandro de Humboldt, Jean-Étiene Esquirol y Henri Marie Ducrotay de Blainville.

Problemas mentales

Tras la tercera sesión de sus conferencias relacionadas con el Curso de filosofía positiva, tuvo que parar. El motivo principal de ese receso forzado fueron los problemas de salud que aquejaron a Comte.

Fue internado en un sanatorio mental del que salió estable, pero sin haber sido curado totalmente. El médico encargado de tratarlo había sido el doctor Esquirol, uno de los oyentes de su curso.

Tanto las riendas del hogar, como los cuidados de Comte pasaron a estar en manos de su esposa Caroline desde que el filósofo fue enviado a su casa.

Durante 1827 se registró un intento de parte de Comte de acabar con su vida cuando saltó desde el Puente de las Artes hacia el río Sena. Afortunadamente, el filósofo fue rescatado antes de que lograra cumplir con el objetivo de suicidarse.

Un año más tarde, cuando ya se encontraba recuperado, continuó dictando sus conferencias y preparando su material filosófico.

Sus propuestas tuvieron una excelente recepción y fue invitado al Ateneo Real para repetirlas en 1830. Desde entonces comenzó a publicar los seis tomos del Curso de filosofía positiva, y culminó la serie en 1842.

Nuevas relaciones

Hasta 1842 Auguste Comte se desempeñaba como tutor particular y también como examinador y docente en la Escuela Politécnica. Las discrepancias que surgieron entre el filósofo y el director de la institución llevaron a que Comte fuese despedido; además ese mismo año se divorció de Caroline.

Pasó una temporada breve en prisión tras negarse a cumplir con su servicio militar en la Guardia Nacional.

John Stuart Mill leyó los trabajos de Comte y en 1841 sintió la necesidad de ponerse en contacto con el francés.

Después de que Comte perdió su principal ingreso económico, que era su puesto como docente de la Escuela Politécnica de París, algunos amigos y seguidores lo apoyaron financieramente. Entre esos mecenas se encontró Mill y Emile Littré, que había sido su alumno.

En 1845 surgió una de las relaciones más importantes de Comte: conoció a su gran amor, Clotilde de Vaux. Ella era una aristócrata y escritora francesa que aunque separada físicamente de su marido, seguía estando casada.

La relación entre ambos nunca pasó del plano intelectual, a pesar del profundo idilio mutuo, pero Clotilde produjo un profundo impacto en las ideas de Comte a partir de 1845. La tuberculosis que la aquejó los separó definitivamente en 1846, año en el que ella falleció.

Sociedad positivista

Después de la muerte de Clotilde, Comte también perdió otra importante relación en su vida: la de Mill. El inglés no soportó la superioridad moral y la arrogancia de la que Comte comenzó a hacer gala con mayor ahínco y decidió suspender su comunicación epistolar.

Desde su juventud la situación financiera de Auguste Comte fue muy precaria, pero desde que rompió con Mill se volvió crítica nuevamente. Comenzó un grupo llamado la Sociedad positivista, a la que luego intentó convertir en una suerte de culto religioso a la humanidad.

Ese mismo año Emil Littré impulsó una especie de suscripción para colaborar económicamente con Comte, cuyos colaboradores eran aquellos interesados en la filosofía del francés.

En 1851 apoyó el golpe de estado de Napoleón III, pero luego Comte no se sintió agradado por el sistema que este estableció y volvió su apoyo intelectual al gobernante Nicolás I que se desempeñaba como zar de Rusia.

Entre 1851 y 1854 publicó los cuatro tomos de su Sistema de política positiva, en esta le dio su forma final a su planteamiento conocido entonces como sociología.

Últimos años

Aunque continuó trabajando en diferentes proyectos la religión de la humanidad comenzó a ser su principal interés y ocupación. Sobre las bases del sistema católico Auguste Comte creó un nuevo orden religioso en el que él mismo sirvió como papa.

Realizó textos sagrados, templos y santos, entre los que contaba a su amor Clotilde de Voux y a otros grandes personajes como Newton, Julio César, Dante o Shakespeare.

Durante 1856 publicó su último trabajo al que llamó La síntesis subjetiva. En ese período muchos de sus antiguos seguidores y alumnos se alejaron de él, puesto que su interés en la nueva religión se tornó obsesivo.

Muerte

Auguste Comte falleció el 5 de septiembre de 1857 en París, Francia, por un cáncer de estómago. El filósofo recibió sepultura en el cementerio de Peré-Lachaise.

Había pasado sus últimos días sumido en la pobreza y aislado socialmente como consecuencia de su propio carácter con el que alejó paulatinamente a todas sus amistades.

Aunque fue percibido por muchos como ingrato y egocéntrico, dedicó todos sus esfuerzos intelectuales a contribuir con un sistema que perseguía el entendimiento y progreso de la humanidad.

Si bien sus teorías tuvieron una gran recepción y un amplio impacto durante el siglo XIX, Comte fue prácticamente olvidado al siglo siguiente.

Sus admiradores brasileños, país en el que sus teorías calaron profundamente en la población, ordenaron que se le construyera una estatua en el cementerio en el que reposan sus restos.

Formación

Es necesario ahondar en el contexto histórico en el que se encontraba Francia, así como el resto de Europa, durante la formación intelectual de Auguste Comte.

Cuando nació se encontraba en el poder el consulado francés con Napoleón Bonaparte a la cabeza y creció con el corso como emperador. Luego, durante sus años académicos se realizó la reestructuración monárquica con Luis XVIII al mando.

Cuando la Escuela Politécnica de París tuvo que adaptarse al nuevo gobierno del rey Borbón, Comte y muchos de sus compañeros que mostraron simpatías republicanas fueron expulsados de la institución y no se les admitió nuevamente.

En esos mismos años fue cuando conoció a Saint-Simon, que manejaba una serie de publicaciones periódicas bajo el amparo de la libertad de prensa que estaba siendo implementada por el nuevo soberano.

Desde ese espacio Saint-Simon se encargó de difundir ideas favorables a los científicos e industriales que estaban orientadas hacia la corriente socialista. De ese modo se ganó el puesto de fundador intelectual de la tecnocracia.

Influencias intelectuales

En el marco de la Revolución industrial surgieron teorías como las de Saint-Simon. En ese momento Europa atravesaba diversos cambios sociales, económicos y tecnológicos. El filósofo consideraba que eventualmente la industria iba a permear en todas las áreas incluyendo las relaciones sociales.

En consecuencia, Comte pensó que las grandes guerras habían terminado y que el modelo militar y autoritario estaba agotado. Los pensadores franceses separaron porque Comte afirmó que Saint-Simon trató de robarle uno de sus trabajos y publicarlo sin darle crédito alguno.

Aunque fue muy importante para el pensamiento de Comte la influencia que ejerció Saint-Simon en él, el joven quería encontrar su propio cuerpo teórico sin tutelaje. Otras de las influencias filosóficas de Comte fueron autores como David Hume e Immanuel Kant.

Primeros planteamientos

Hasta Auguste Comte, aquellos que escribían sobre el conocimiento lo hacían desde una perspectiva psicológica, puesto que trazaban los límites del conocimiento junto a los límites de la mente humana.

Lo revolucionario en el planteamiento de este francés fue su forma de abordar el conocimiento mediante la metodología y la epistemología. Comte afirmó que el conocimiento debe ser examinado desde una perspectiva histórica y no desde las individualidades de los seres humanos.

Teorías de Comte

Positivismo

Esta corriente filosófica surgió como un producto directo de las conferencias y reflexiones en torno al conocimiento que Auguste Comte manifestó en su Curso de filosofía positiva, que comenzó a dictar en 1826, pero que fue publicado entre 1830 y 1842.

Para el filósofo francés el centro de su curso debía ser la demostración de que se necesitaba una ciencia cuyo foco de estudio fuera la sociedad. También deseaba demostrar que las diferentes ciencias eran diferentes aristas de un todo.

Es decir, para Comte la ciencia no debía ser abordada como un elemento dentro de la filosofía en general, sino que en sí misma era un objeto.

Ley de las tres etapas

Auguste Comte desarrolló una propuesta de que el conocimiento pasaba por tres estadios diferenciables entre sí y progresivos:

En el puesto número uno estaba la etapa que, según Auguste Comte, debía conocerse como “teológica”. Este es uno de los procesos más básicos y en consecuencia se centra en propósitos simples como la naturaleza del ser y los fenómenos, así como comienzo y fin de los mismos.

Estaba centrado en conceptos y respuestas absolutas en las que todo se reducía a blancos y negros, porque todas las cosas se consideraban producto directo de la acción de algún detonante. Además, en la historia social esto se equipara con las sociedades militares y monárquicas.

La siguiente etapa era la “metafísica” en esta no se conciben agentes sobrenaturales, sino esencias que producen los efectos visibles. Es una etapa temporal y evolutiva transitoria necesaria, está caracterizada por el razonamiento y tiende a la investigación.

Precisamente en este proceso intermedio se pueden plantear las interrogantes fundamentales, así como otras dudas acerca de la razón de las cosas.

Esta etapa se corresponde con la justificación legal de la sociedad, Comte la relacionó con la Ilustración, en la que conceptos como los derechos del hombre se abrieron paso.

En tercer lugar, Comte sugiere que debe ubicarse a la etapa que bautizó como “positiva”. El investigador que alcanza esta etapa ya ha aceptado que no es viable hallar respuestas absolutas. Tras asimilar esto el objetivo se convierte en conocer las leyes que rigen a los fenómenos.

En esta etapa en la que el razonamiento científico domina, se emplea el relacionamiento mediante la observación y comparación. Este último nivel se corresponde con la sociedad industrial en la que vivió Comte.

Sociología

El concepto planteado por Auguste Comte hace referencia a una ciencia social unificada. Deseó con ella explicar su presente, al tiempo que permitía planificar de forma ordenada el desarrollo del futuro de las sociedades.

Aunque no fue el primero en dar un uso a la palabra que nombra a esta ciencia, se considera que el término fue acuñado por Comte. Eso se debe a que él fue quien le dio el sentido más difundido y elaboró de mejor manera las ideas en torno a la “sociología”.

Para el filósofo francés la filosofía positiva contaba con un objetivo, el cual era ascender el estudio de la sociedad hasta la tercera etapa del conocimiento.

En esa nueva ciencia que abordaba temas relacionados con la sociedad, el filósofo separó dos aspectos diferenciables: lo estático social, que estudiaba tanto las leyes como las organizaciones sociales, y lo dinámico social, en el que se trataba el progreso y los cambios.

Comte creyó que la naturaleza de la sociedad había tenido un tratamiento especulativo en los estudios que la había abordado hasta sus días. En consecuencia, era sumamente fácil que los códigos morales y los prejuicios nublaran la percepción tanto en filosofía como en historia.

Afirmó que lo social estático había sido muy estudiado y discutido por diferentes pensadores de diferentes épocas, pero lo social dinámico había sido ignorado sistemáticamente. Además, su interés yacía en el estudio del ámbito sociológico que consideraba descuidado.

Clasificación y jerarquía de las ciencias

Comte creó un esquema en el que organizó las ciencias tanto por su complejidad como por su desarrollo histórico. Dentro de esa escala el primer puesto se corresponde con lo más básico y el último con lo más complejo, hasta la actualidad esta es la clasificación preferida.

El orden quedó de la siguiente manera:

1) Matemáticas

2) Astronomía

3) Física

4) Química

5) Fisiología (o biología)

6) Sociología

Cada una de esas áreas formaba parte de lo que el francés definió como la filosofía de las ciencias. Todas las áreas que se encontraban dentro del campo de estudios quedaron representadas en la jerarquía.

Se iba de lo general a lo particular. Por eso el primer lugar era ocupado por las matemáticas, que sirven como herramienta para muchas otras ciencias, y en el último escaño estaba la sociología, que hacía uso de más asistencia para poder desarrollarse puesto que era la más compleja.

Según Comte era evidente que, por ejemplo, la astronomía usa las matemáticas, así como la química emplea la física. Cada ciencia más avanzada utiliza a la anterior sin ser un producto del eslabón previo.

Método

Existen tres procesos que dan cuerpo a la filosofía positiva de Auguste Comte para que una investigación pueda considerarse un estudio científico.

En el primer lugar debe realizarse un procedimiento que sirve como cimiento: la observación. Sin embargo, esta tiene que estar delimitada, es decir, debe existir previamente una hipótesis o ley definida.

No se puede negar que existe un riesgo de que los resultados sean manipulados para que estén en concordancia con una hipótesis preconcebida.

En el segundo proceso se da la experimentación, pero esta solo es válida en el caso de que la misma pueda sufrir manipulaciones que estén controladas por el investigador, como es el caso de áreas como la física y la química.

No obstante, áreas más complejas como la biología no permiten eso. Aquí solo puede dejarse que la naturaleza tome su curso y realice sus propios experimentos, como Comte denominaba a las patologías.

Las comparaciones constituyen el último proceso del método planteado por Comte. Las comparaciones dominan este tercer paso y esto resulta útil en áreas como la biología porque permiten estudiar con mayor facilidad, por ejemplo, la anatomía.

El principal impacto de Comte en sus contemporáneos fue metodológico. El análisis lógico era uno de los requisitos principales que debía darse en la ciencia según este filósofo.

El futuro de la sociología

Los aspectos que según Auguste Comte eran los principales temas a abordar por la sociología fueron la evolución de la sociedad (surgimiento, expansión y ciclos de vida) y sus características (mediante el empleo de la historia y la biología).

Pensó en la historia como la principal área de colaboración con la sociología, puesto que de ese modo no necesitaría de las otras ciencias de menor jerarquía. En su plan la filosofía social solo tenía una relación de dependencia con la biología.

En ese punto se vuelven visibles las diferencias entre la aproximación de Comte para estudiar la sociedad y lo que actualmente realiza la sociología para acometer este objetivo (con el uso de herramientas como la matemática social y la economía).

Eso no está adecuado al orden jerárquico de las ciencias planteado por Auguste Comte. Para Comte el método histórico era el que funcionaba mejor, puesto que ese elemento era indivisible de la evolución de las ciencias.

Otros aportes

Política positiva

Durante los años finales de su vida el filósofo francés Auguste Comte se dio a la tarea de modificar sus teorías y organizarlas en lo que él mismo bautizó como política positiva.

Eso cuenta con dos planteamientos fundamentales: debe existir un gobierno para que exista una sociedad y también debe haber un poder espiritual que no tenga relación con el temporal para dar cierta cohesión a la misma.

Para Comte existían los gobiernos naturales, que surgían de forma espontánea a la par de la sociedad, pero también reconocía a los gobiernos artificiales, que son modificados a voluntad por los humanos de acuerdo con su conveniencia y son los que normalmente hemos conocido.

Religión de la humanidad

Auguste Comte propuso un sistema religioso que no contara con aspectos sobrenaturales, así como tampoco con un Dios. El objeto de adoración en su credo eran los mismos seres humanos y para cumplir con su dogma se debía amar, conocer y servir a la humanidad.

Este fue su principal objetivo tras la muerte de Clotilde de Vaux, a quién idealizó de tal forma que la convirtió en una santa dentro de la recién creada religión. Comte tomó la estructura del catolicismo y se ubicó a sí mismo como líder espiritual.

El filósofo también elaboró una serie de ritos que tendrían que ser realizados por los fieles. Posteriormente intentó llamar a su nueva fe a los que se habían adherido a la filosofía positivista, pero no lo consiguió.

Por su interés en promover la “religión de la humanidad”, Comte terminó aislado de la mayoría de las personas que lo apreciaban por sus dotes intelectuales.

Las tres etapas de la ciencia

Comte fue el creador de la ley de las tres etapas, lo cual se refiere a los momentos evolutivos por los que atraviesa el desarrollo de cada ciencia.

En la primera etapa también conocida como teológica se busca una causa primaria, en la segunda llamada metafísica se busca la esencia y en la tercera o positiva se establecen los parámetros de una ley.

De igual modo, cada una de estas etapas es una fase en la historia del estudio de las ciencias, así como un estadio correspondiente en el desarrollo mental y estructural de la sociedad.

Con esa clasificación se podía saber cuáles eran las ciencias primarias, porque habían concluido con las tres etapas como era el caso de la astronomía.

Obras

– “Separación general entre las opiniones y los deseos”, 1819.

– “Sumario del pasado moderno” (“Sommaire appréciation du passé modern”), 1820.

– “Plan de los trabajos científicos necesarios para reorganizar la sociedad” (“Plan des travaux scientifiques nécessaires pour réorganiser la société”), 1822.

– “Consideraciones filosóficas sobre las ciencias y los sabios” (“Considérations philosophiques sur la science et les savants”), 1825.

– “Consideraciones sobre el poder espiritual” (“Considérations sur le pouvoir spirituel”), 1826.

Curso de filosofía positiva(Cours de philosophie positive), 1830-1842.

Tratado Elemental de Geometría Analítica (Traité élementaire de géométrie algébrique), 1843.

Discurso sobre el espíritu positivo (Discours sur l’esprit positif), 1844.

Tratado filosófico de astronomía popular (Traité philosophique d’astronomie populaire), 1844.

Discurso preliminar sobre el conjunto del positivismo (Discours sur l’ensemble du positivisme), 1848.

Sistema de política positiva, o tratado de sociología que instituye la religión de la humanidad (Système de politique positive, ou traité de sociologie instituant la religion de l’Humanité), 1851-1854.

Catecismo positivista (Catéchisme positiviste), 1852.

Apelación a los conservadores (Appel aux conservateurs), 1855.

Síntesis subjetiva (Synthèse subjective), 1856.