Frases de autores

50 frases de Merlina Addams en sus mejores momentos


Merlina Addams, conocida en España como Miércoles, en Latinoamérica como Merlina y en Estados Unidos como Wednesday Friday Addams, es la hija menor de la familia Addams.

Es una niña pálida, con largas trenzas oscuras que descansan sobre sus hombros. Su vestido negro con cuello blanco es ya una referencia en el imaginario popular. Es seria, sarcástica e inteligente, pero también delicada y sensible. Cría arañas (su favorita se llama Homer) y contrarresta la excesiva rareza de sus padres y hermano.

Hemos hecho una selección de las mejores frases de Merlina Addams, para que te diviertas con sus ocurrencias.

Las mejores frases de Merlina Addams

-Nunca te olvidaré. -Joel.
-¿No lo harás? -Merlina.
-Eres demasiado rara. –Joel.

-Polvo para hornear. Y el tío Lucas usa su preservador en aerosol.

-Todo esto se trata del tío Lucas, ¿no es así?

-Subestimas gravemente mi apatía.

-¡Ayúdenme, me estoy muriendo! –Amanda Buckman.
-No sé nadar. –Merlina.

-¿Recuerdas todos esos destellos rojos, blancos y azules saliendo de su cabeza?

-¡Es un águila calva americana! –Becky.
–Pero, ¿no están extintas? –Gary.
–Ahora sí lo están. –Merlina.

-¿La arreglaste? Esa muñeca no tiene cabeza. –Homero.
-Es María Antonieta. –Merlina.

-Niños, ¿por qué odian al bebé? –Homero y Morticia.
-Solo queremos jugar con él. –Pericles.
-Especialmente su cabeza. –Merlina.

-No soy “alegre”.

-Los lobos pueden oler la petulancia.

-Nosotros no abrazamos. Somos contagiosos.

-Te estoy matando en mi mente.

-Este es mi disfraz. Soy una maniaca homicida, ellos se ven justo como los demás.

-¿Están hechas de verdaderas chicas exploradoras?

-Necesitas al menos seis onzas más de keroseno para que eso funcione correctamente.

-No podemos compartir el pan contigo.

-¡Pericles, dile a tu comida que deje de jugar!

-Merlina, ¿crees que algún día te gustaría casarte y tener hijos? –Joel.
-No. -Merlina.
-¿Pero qué tal que encontraras el hombre correcto, que te idolatre y te adore, que haga lo que tú le digas y que sea tu devoto esclavo? ¿Qué harías entonces?. -Joel.
-Me daría lástima. -Merlina.

-Y luego Mamá besó a Papá, y el ángel le dijo a cigüeña, y la cigüeña bajó desde el cielo y dejó un diamante debajo de una hoja y se convirtió en un bebé. –Niña.
-Tuvieron sexo. –Merlina.

-El vugoodlack se alimenta solo de los seres humanos más oscuros de nuestra sociedad, abusadores domésticos, asesinos seriales, congresistas. Entre más sucia su sangre, más es su anhelo por ella.

-¿Qué es un Chippewa? –Pericles.
-Significa huérfano. –Merlina.

-¡Bonito cuchillo! ¿Puedo jugar a la autopsia con él?

-¿Cómo me veo? –Joel. –Perturbador. –Merlina.

-Tú nos mandaste al campamento. Ellos nos hicieron cantar.

-Nadie sale del triángulo de las Bermudas, ni siquiera de vacaciones. Todo el mundo sabe eso.

-Niños, ¿qué están haciendo? –Morticia. –Jugando (…). Calamidad a la república. –Merlina.

-Merlina está en esa edad en la que una chica tiene solo una cosa en su mente. –Morticia.
-¿Chicos? -Ellen Buckman.
-Homicidio. –Merlina.

-¿Me podrían pasar la sal? –Merlina.
-¿Cómo se dice? –Morticia.
-¡Ahora! –Merlina.

-Lo odio todo.

-¿Crees en el mal? –Merlina a Joel.

-No estaba enferma, fue descuidada. Si quisiera matar a mi esposo, lo haría y no me atraparían al hacerlo. (…) Lo asustaría hasta la muerte.

-Ven, tristeza, te damos la bienvenida. Unámonos en el dolor, regocijémonos en la desesperación y honremos a los muertos afortunados.

-Pero no puedo dormir en mi ataúd de la infancia para siempre, ¿saben a lo que me refiero?

-“Te verías más bonita si sonrieras” (Imitando).

-Limpiaré mi cuarto. A cambio de tu alma inmortal.

-Joel, ya no puedo verte nunca más. Hay fuerzas que nos separan, Gary, Debbie, y el séptimo grado.

-Esto es lo peor que jamás haya ocurrido en la historia de los eventos humanos. El tío Lucas se va a casar.

-Tengo una pequeña y triste araña, me gusta sentarme con ella. Nunca sabe dónde ha estado porque gira, gira y gira. Mi araña es una merodeadora y por eso la llamo Homero. Ella ama trabajar y girar todo el día, y en la noche le gusta jugar. Su telaraña es como el pelo de su madre; y sus ojos tienen la mirada de mi padre. Ella podría no saltar, girar o agacharse, pero una araña es la mejor amiga de una chica.

-Pericles, siéntate en la silla. Vamos a jugar un juego. Se llama: ¿Dios existe?

-¿Qué estás estudiando? (…) Debilidad.

-No quiero participar en el certamen. Tu trabajo es infantil y mal escenificado. Careces de todo sentido de estructura, carácter y de las unidades aristotélicas.

-Niños, como su nueva niñera, sé que estamos muy preocupados por el medio ambiente. Así que esta mañana discutiremos cómo prevenir los incendios forestales. –Heather.
-¿Prevenirlos? (Enciende un cerillo). –Merlina.

-Sí, pero jamás seré capaz de verla a los ojos de nuevo.

-Y así la siguiente noche el fantasma regresó a la cabaña embrujada. Y entonces dijo a los campistas: “Ninguno de ustedes cree en mí. Así que tendré que demostrar mi poder”. La siguiente mañana, cuando despertaron, sus antiguas narices habían crecido de vuelta.

-Muy bien, niños. Estoy harta. Ahora, contéstenme una simple pregunta. ¿Dónde está el bebé? –Sra. Montomery.
-¿Qué parte? –Merlina.

-Has tomado la tierra que por derecho es de nosotros. (…) Los dioses de mi tribu han hablado. Han dicho: “No confíen en los peregrinos, especialmente en Sarah Miller”. Y por todas estas razones he decidido arrancarte la cabellera y quemar tu pueblo hasta las cenizas.

-Naturalmente, luzco cruel, pero está bien. Mantiene a la gente débil lejos.

-Puedes ir a encontrar una bonita chica con la cual puedes ser miserable.

-Es un hombre muerto.

-Los monstruos no se alimentan de niños aburridos, contrario a lo que se ve en las películas y en los libros. Los verdaderos monstruos se alimentan de verdaderos monstruos, así que nunca les debes de temer, en tanto no te conviertas en uno.

-¡Muerte! ¡Muerte a los enemigos de la gente de la república! ¡Hurra!, la justicia ha sido servida. Traigan al malvado. Has traicionado a la gente de Francia, eres el mal encarnado. ¿Cómo te declaras? ¡Culpable por admisión propia! La sentencia es la muerte. Verdugo, póngala en bloque.

-Amo dormir. Es como estar muerto sin el compromiso.

-¡Yo seré la víctima! –Amanda Buckman.
–Toda tu vida. –Merlina.

-No seas un bebé. Yo sé lo que estoy haciendo.

-¿Por qué estás vestida como si alguien hubiera muerto? –Amanda Buckman.
-Espera y verás. -Merlina.

-Tenemos que ver a nuestra familia. Es muy importante.

-Él tan solo es un niño.

-Soy una madrugadora, mi ataúd solo me permite seis horas de oxígeno.

-Tiene que calentarse. –Merlina.
-¿Para qué? –Pericles.
-Para que pueda matarte. –Merlina.

-¿Acaso no están muertos? –Pericles.
-¿Eso importa? –Merlina.

-Tengan miedo, mucho miedo.

-Pericles, el bebé pesa 5 kilos, y la bola de cañón pesa 10 kilos. ¿Quién caerá al pasillo de piedra primero?

-La atención en los detalles es la primera cualidad que busco en un cómplice.