Tipos de personajes, características y ejemplos
Hay diversos tipos de personajes que aparecen en una novela, cuento, obra dramática o poética. Son seres animados creados por el talento de quien escribe y pueden ser tanto reales como ficticios. La palabra personaje viene del griego πρόσωπον, que quiere decir “máscara”, pues los actores de teatro en la Grecia antigua se colocaban máscaras para representar a los distintos personajes de una determinada obra.
Estos personajes actúan, sienten, piensan en el marco del relato al que pertenecen, y son tanto personas como animales, objetos, seres sobrenaturales o fantásticos. En todo relato, escrito o visual, hay personajes: aparecen tanto en novelas y cuentos y obras de teatro como en películas y series de TV.
La cantidad de personajes en un determinado relato viene dado por la extensión de lo escrito y por la intención creativa. Por ejemplo, en los cuentos suele haber pocos personajes, pues el espacio es reducido para desarrollarlos. En cambio, las novelas suelen tener más, pues su extensión permite el desarrollo de varios tipos de personajes.
Cada uno de ellos, sea en cuentos, novelas, teatro o películas y series, tiene una función, y entender esta ayuda a entender lo que nos están contando en la historia. Un personaje estará bien creado si es coherente y verosímil, los mismos requisitos de la creación literaria.
Ahora bien, los personajes pueden clasificarse según diversos parámetros que pueden o no aparecer en la historia, y esta clasificación se hace según su participación, su rol, su caracterización, su evolución y su imagen.
Tipos de personajes según su participación
Los personajes, según este parámetro, pueden ser principales, secundarios o terciarios.
Personajes principales
Los personajes principales son el centro de las acciones, son los más destacados y a su alrededor gira la historia. Sobre ellos se centra la trama.
Ejemplos de personajes principales son Romeo y Julieta, en la obra homónima de William Shakespeare, don Quijote, en Don Quijote de La Mancha, de Cervantes, o Harry Potter en la saga de J. K. Rowling.
Personajes secundarios
Son los que acompañan y apoyan al personaje principal, son un complemento de ellos. En las películas de cine los agrupan en “personajes de reparto”. En el ejemplo del Quijote, Sancho Panza sería secundario.
Pero no caigamos en la confusión de pensar que por secundario es menos importante; la diferencia es que su presencia es menor que la del principal, pero es igualmente importante.
Personajes terciarios
Se llaman también incidentales, aparecen en la historia de forma esporádica o sus acciones no son relevantes para el desarrollo de la trama: puede ser el camarero que atiende la mesa donde se sienta la protagonista, o una muchacha que sonríe en el metro.
Personajes según su rol
Pueden ser protagonistas, antagonistas o tritagonistas.
Protagonistas
Los protagonistas son los personajes esenciales en un relato o historia. Si alguno de ellos desaparece la historia dejaría de tener sentido. En El Quijote, tanto Alonso Quijano como Sancho Panza serían protagonistas, aunque uno sea principal y el otro secundario.
En los relatos contemporáneos, así como en las series televisivas, suele haber más de un protagonista.
Antagonistas
Son los personajes que representan los valores opuestos de los protagonistas y su función es impedir que estos cumplan su objetivo. Su papel es tan importante como el del protagonista.
En los cómics aparecen con el nombre de némesis, en el sentido de enemigo mortal: Superman, el protagonista, tenía su antagonista o némesis, Lex Luthor.
En los cuentos infantiles abundan: Maléfica, la madrastra de Blanca Nieves, el lobo de Caperucita, el ogro de los frijoles… Son lo que comúnmente conocemos como villanos, malos.
Tritagonistas
Son personajes terciarios que pueden instigar el sufrimiento de los protagonistas sin cumplir completamente el rol del antagonista, o al contrario, también pueden mostrar simpatía o piedad por el protagonista. Por ejemplo, en Naruto, Kakashi es el tritagonista.
Personajes según su caracterización
Pueden ser personajes planos o redondos, dependiendo de su complejidad psicológica.
Personajes planos
Son los personajes que no sufren ninguna transformación en la evolución de la historia. Suelen ser personajes terciarios, que aparecen sin ser muy descritos. Por ejemplo, las hermanastras de Cenicienta.
Personajes redondos
Tienen personalidad, es fácil identificarse con ellos pues son complejos, tienen un pasado, motivaciones, dudas, y su cambio interno puede advertirse: no son los mismos al principio que al final. Suelen mejorar pero también empeorar.
Por ejemplo, Hamlet sufre una transformación a lo largo de la obra teatral, al enterarse de que han asesinado a su padre; en The Game of Thrones, los personajes principales cambian con los sucesos de la trama: Arya Stark y su hermana Sansa, Tyrion y Jaime Lannister, etc.
Personajes según su evolución
Según su desarrollo dentro de la historia, y si muestran cambios en sus características psicológicas o en sus valores éticos o creencias, los personajes se clasifican en estáticos o dinámicos.
Personajes estáticos
No presentan cambios notables en sus rasgos psicológicos. A lo largo de la trama, son personajes que permanecen iguales. En este sentido, los personajes antagonistas tradicionales suelen ser personajes estáticos.
Cersei Lannister, de The Game of Thrones, si bien a lo largo de la historia puede advertirse un ligero cambio, y a pesar de que el personaje es complejo, en la trama es un personaje estático, pues no sufre cambios significativos en su personalidad.
Lo mismo pasa con el personaje Indiana Jones, que en la serie de películas permanece siempre igual.
Personajes dinámicos
Son aquellos personajes en los que sí se advierte una transformación significativa en el transcurso de la historia. Puede ser tanto un villano que se vuelve bueno o un personaje bueno que se vuelve villano.
El Guasón es un ejemplo de personaje dinámico. Jack Sparrow, el reconocidísimo pirata que encarna Johnny Depp en la serie de películas Los piratas del Caribe, se convierte poco a poco en una especie de héroe.
Personajes según su imagen
Los personajes pueden ser arquetípicos o estereotípicos, según los valores que representen.
Personajes arquetípicos
Son personajes que representan cualidades, ideas o valores importantes para el ser humano; estos valores o ideas pueden ser diversos: la maldad, la bondad, la belleza, la inteligencia, la locura, la avaricia, la guerra, entre otros muchísimos.
Ejemplos hay abundantes: Otelo, de Shakespeare, representa los celos; don Quijote representa tanto la locura como el valor de luchar para “enderezar entuertos”; Ulises es el arquetipo del héroe occidental; Antígona representa la lealtad hacia los hermanos; Helena de Troya representa la belleza. Asimismo, Romeo y Julieta se han convertido en arquetipos del amor romántico.
Personajes estereotípicos
Son personajes que representan ideas socialmente aceptadas (buenas o malas) y que no varían en el tiempo, permanecen inmutables.
Un ejemplo puede ser el héroe tradicional, que siempre es virtuoso y sin fisuras. James Bond es un personaje estereotípico, así como Indiana Jones, las princesas de los cuentos de hadas, el Capitán Garfio, el rey Midas…