Pájaros carpinteros: características, hábitat, reproducción, nutrición
Los pájaros carpinteros son aves caracterizadas por ser trepadoras de árboles y por picotear sus cortezas. Estos pájaros conforman la familia Picidae (orden Piciforme) con alrededor de 218 especies descritas. Esta familia de aves es cosmopolita y se distribuye en todos los climas, a excepción de las regiones polares, Australia y Madagascar.
Sus integrantes también reciben otros nombres como carpinteritos, telegrafistas, picamaderas, entre otros, que hacen referencia a su hábito de picar los árboles en busca de insectos.
Los pájaros carpinteros son una familia de aves con una ecología relativamente homogénea. Cumplen un importante papel en los ecosistemas forestales como controlador de plagas de insectos y por su contribución a la salud de los árboles.
Las estrategias de alimentación y su sorprendente capacidad de extraer insectos de los troncos, les ha permitido ocupar una gran variedad de hábitats. Además, son capaces de mantener niveles altos de simpatría debido a la distribución de recursos.
Los carpinteros han adquirido modificaciones morfológicas que conforman las características compartidas por todos los integrantes de la familia (sinapomorfías).
Entre estas características se encuentra su peculiar lengua larga y cubierta de espinas que pueden extender fuera de la boca y un aparato hioideo alargado. Poseen además glándulas tiroides sub-linguales alargadas, cráneo engrosado, rectrices rígidas y las glándulas nasales ingresan débilmente en las órbitas.
Índice del artículo
- 1 Características generales
- 2 Hábitat y distribución
- 3 Reproducción
- 4 Nutrición
- 5 Comportamiento
- 6 Referencias
Estas aves pueden pesar entre 8 gramos (en el caso de los carpinteros del género Sasia), hasta más de 500 gramos en algunos géneros como Mulleripicus y Campephilus. Además, su longitud corporal varía entre los 20 y 56 cm.
Estas aves tienen patas zigodáctilas con los dedos 2 y 3 dirigidos al frente y los dedos 1 y 4 hacia atrás, lo que les confiere un excelente agarre y estabilidad al escalar por los troncos. Las plumas de la cola (rectrices) son rígidas y terminan en forma puntiaguda, de manera que les sirve como un punto de apoyo cuando trepan por los árboles en busca de alimento.
La coloración varía mucho entre las especies de carpinteros, aunque muchos exhiben plumas rojas y beige en el área de la cabeza, siendo común la presencia de una cresta rojiza y naranja sobre la coronilla.
Los pájaros carpinteros están muy bien adaptados a sus hábitos de picoteo y escalada de árboles. Estos animales deben resistir el impacto de un picoteo que ocurre a velocidades de hasta 7 metros por segundo, con alrededor de 20 picoteos por segundo.
Las características del cráneo y la lengua de los carpinteros les permiten llevar a cabo estas actividades sin sufrir daños ni conmociones cerebrales. El cráneo es especialmente grueso para absorber los golpes.
Estas aves presentan los huesos del mesocráneo de forma arqueada con dos crestas longitudinales que se extienden hasta la región posterior del cráneo. Esto les permite soportar las vibraciones generadas al picotear la madera de los árboles.
Los carpinteros poseen además una lengua especializada en recolectar larvas de insectos desde el interior de las cortezas de los árboles. Esta es larga, elástica y con estructuras en forma de gancho en el extremo.
Estos ganchos, junto a la producción de una saliva altamente viscosa y adherente, les permiten introducirla en las cavidades taladradas para alcanzar y fijar a sus presas.
Otra de las adaptaciones importantes para el picoteo es del aparato hioideo. Este incluye los huesos de la lengua y tejido conectivo. En todas las aves, este aparato consta de cinco huesos distintivos: paragloso, basihial, urohial, ceratobranquial pareado y epibranquial pareado.
A diferencia del resto de las aves, el hueso epibranquial en los carpinteros es muy largo, representando alrededor del 60% de la longitud total de los huesos hioides. El epibranquial se extiende hasta la cresta supraorbital entre los ojos. Además, en la familia Picidae, el hueso urohial está ausente.
El aparato hioideo de los carpinteros se extiende envolviendo el cráneo, desde el rostral, debajo del pico, hasta el caudal en la parte superior y terminal del cráneo.
Las características de esta estructura le dan la habilidad de disminuir el impacto del picoteo al absorber parte de la energía generada durante dicha actividad. Este sistema funciona como un cinturón de seguridad que ayuda a prevenir daños cerebrales, reduciendo hasta en un 40% las tensiones de compresión y tensión.
Las aves de la familia Picidae tienen una distribución cosmopolita, con picos de riqueza en el neotrópico y al sudeste de Asia. Estas regiones concentran aproximadamente la mitad de las especies descritas. Sin embargo, esta familia no cruza la línea de Wallace y está ausente en la región austral.
La mayoría de islas aisladas carecen de especies de pájaros carpinteros. Sin embargo, para las Antillas han sido reportadas más de 12 especies con algunos géneros endémicos de varios archipiélagos. En Cuba, estas aves están representadas por más de 5 especies.
Los carpinteros son generalmente sedentarios y poco dispersores. El rango geográfico de los carpinteros tiende a disminuir al incrementar la riqueza de especies, siendo las especies encontradas en latitudes altas, las más ampliamente distribuidas.
En los Picidae, un estimador de la riqueza de especies, es el área de la región geográfica. De modo que las regiones con menor área poseen mayor riqueza y muestra más endemismos.
Los pájaros carpinteros habitan todos los tipos de bosques, estando virtualmente ausentes en regiones sin árboles como desiertos, tundras y áreas alpinas.
En los pájaros carpinteros, la monogamia es la tendencia general, siendo frecuente que una pareja de aves permanezca unida durante la mayor parte de sus vidas. Sin embargo, en muchas especies los machos y hembras solo se encuentran durante la época reproductiva.
Los carpinteros suelen anidar en hoyos de los árboles que ellos mismos cavan picoteando y en cuevas de precipicios. Los nidos son construidos en ocasiones por ambos sexos, aunque generalmente es el macho quien se encarga de la mayor parte de la construcción.
La hembra pone de 2 a 8 huevos de color blanco. La incubación dura aproximadamente dos semanas y los polluelos tardan entre 18 días y un mes para emplumar. Tanto el macho como la hembra cuidan y alimentan a los polluelos.
El tiempo de incubación de estas aves es uno de los más cortos que han sido registrados. Así mismo, el tiempo que los polluelos requieren para desarrollarse y abandonar el nido (emplume) es relativamente largo en comparación con el período de incubación.
Algunos estudios sugieren que las características del nido y el cuidado parental les confieren mucha seguridad a los polluelos, lo que se relaciona con el prolongado tiempo que les lleva emplumecer.
La dieta de los pájaros carpinteros más especializados es principalmente insectívora. Sin embargo, muchas especies son capaces de consumir una gran variedad de frutos, semillas e incluso savia, teniendo entonces una dieta muchas más diversificadas en los hábitats que ocupan.
Algunas de estas aves consumen principalmente himenópteros de la familia Formicidae que establecen sus nidos debajo de la corteza de los árboles. Además, complementan su dieta con larvas de hemípteros, coleópteros y lepidópteros que también hacen galerías, principalmente en troncos huecos. Otras especies se especializan en el consumo de larvas de coleópteros.
Varias especies neotropicales también complementan su dieta insectívora con frutas provenientes de más de 15 especies de árboles. Al contrario de lo esperado, algunas de estas aves muestran un mayor consumo de frutos en las temporadas de escasez de los mismos.
Esto se debe probablemente a que durante este tiempo ocurre el período de reproducción y los pichones requieren una mayor cantidad de nutrientes.
Otras especies son recolectoras de bellotas, las cuales almacenan individualmente en pequeños agujeros que abren generalmente en árboles cercanos a su refugio. Esta es una estrategia para lograr sobrevivir a la época de invierno.
La familia de pájaros carpinteros muestra un rango de relaciones sociales que van desde individuos que adoptan una vida solitaria luego de abandonar el nido, pasando por individuos que viven en pareja de forma prolongada, hasta agrupaciones sociales estables.
Varias especies de esta familia pueden exhibir un comportamiento social en la selección de áreas de anidamiento e incluso actividades de anidación comunitaria. Algunas hembras pueden colocar sus huevos en el mismo nido y además participar en el cuidado y alimentación de las mismas sin discriminar las crías de las otras hembras.
El tamborileo de estas aves sin intenciones de búsqueda de alimento, constituye en la época reproductiva una forma de exhibición por parte de los machos para el cortejo de las hembras. Por otro lado, también puede constituir un comportamiento de delimitación de territorio en aquellas áreas o estaciones en las que no abundan los recursos.
Gran parte de las especies de carpinteros se comportan de manera muy similar a otras aves insectívoras del orden paseriformes. Estas aves más bien forrajean insectos entre el follaje y los troncos en vez de localizarlo mediante la utilización de sus picos y lengua entre la corteza de los árboles.
Estas aves son forrajeadores bastante eficientes. Una vez localizan lugares donde hay disponibilidad de alimentos los frecuentan constantemente. Por otro lado, aquellos sitios con poca oferta, o aquellos en los que no consiguen alimentos altamente nutritivos son abandonados y poco frecuentados.
El pico de los pájaros carpinteros es recto, duro y con forma de cincel. Anclado a un tronco de árbol con su cola que sirve como abrazadera, el pájaro carpintero ofrece golpes rápidos y potentes para excavar cavidades y exponer madrigueras de insectos que perforan madera. Luego usa su lengua de púas larga y flexible para atrapar dichos insectos en sus galerías.
Los carpinteros representan un importante rol ecológico dentro de los bosques. Las excavaciones que realizan en los troncos para las actividades de alimentación y construcción de nidos resultan de importancia relevante en los procesos de descomposición de los árboles.
Además, algunos investigadores sugieren que estas aves tienen un papel significativo como vectores de dispersión de hongos que viven en la madera.
Por otro lado, los pájaros carpinteros han sido sugeridos como indicadores de biodiversidad de los bosques. Esto se debe a la fuerte asociación que poseen estas aves con los ambientes boscosos y su sensibilidad a los cambios estructurales y de composición de especies arbóreas.
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