Wolfgang Köhler: biografía, teoría del aprendizaje y aportes
Wolfgang Köhler (1887-1967) fue un psicólogo alemán y una de las figuras más importantes en el desarrollo de la Escuela de la Gestalt. Nacido en Estonia en 1887 y fallecido en Estados Unidos en 1967, este autor realizó importantes investigaciones sobre temas como el aprendizaje, la percepción, y otras componentes mentales similares.
Su carrera como investigador comenzó con su tesis doctoral, que realizó con Carl Stumpf en la Universidad de Berlín (1909). El tema principal de dicha tesis fue la audición. Más adelante, mientras trabajaba como profesor asistente en la Universidad de Frankfurt, continuó realizando experimentos sobre percepción y audición.
Tras participar en un experimento de Max Wertheimer junto con Kurt Koffka, los tres acabaron fundando la Escuela de la Gestalt basándose en los resultados de dicha investigación. A partir de este momento, siguieron investigando sobre temas como la percepción y promoviendo su nueva corriente de pensamiento.
Algunos de sus aportes más importantes fueron sus teorías sobre el aprendizaje basadas en experimentos con chimpancés, y su libro Psicología de la Gestalt, publicado en 1929. Debido a sus abiertas críticas al gobierno de Adolf Hitler, Köhler huyó a Estados Unidos, donde siguió dando clase hasta varios años antes de su muerte.
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Köhler nació en 1887 en Tallín, llamada por aquel entonces Reval. A pesar de que la ciudad pertenecía al Imperio Ruso, su familia era de origen alemán, por lo que poco después de su nacimiento se mudaron a este país europeo.
A lo largo de su educación, este psicólogo estudió en varias universidades alemanas importantes, entre ellas la de Tübingen, la de Bonn, y la de Berlín. En esta última, realizó su tesis doctoral con Carl Stumpf, uno de los investigadores más importantes de la época en el campo de la psicología.
Entre 1910 y 1913, Köhler trabajó como profesor asistente en el Instituto de Psicología de Frankfurt. Allí, participó en el famoso experimento del movimiento aparente de Max Wertheimer, junto a Kurt Koffka. Después de conocerse en ese entorno, los tres llegaron a conclusiones similares sobre la percepción y decidieron crear su propio movimiento.
A partir de este experimento y sus conclusiones posteriores, Köhler, Wertheimer y Koffka crearon la Escuela de la Gestalt, cuyo nombre proviene de la palabra alemana que significa “forma”.
Muchas de las ideas fundamentales de sus teorías provienen de los trabajos de algunos de los profesores de Köhler, como Stumpf o Ehrenfels.
En 1913, a Köhler le ofrecieron un puesto como director en el departamento de investigación de la Academia Prusiana de Ciencias Antropoides, en la isla de Tenerife. Este psicólogo estuvo trabajando allí durante seis años, estudiando el comportamiento de los chimpancés en diferentes condiciones de aprendizaje.
Durante este tiempo, escribió un libro sobre la resolución de problemas titulado La Mentalidad de los Simios. En sus investigaciones, descubrió que los chimpancés eran capaces de inventar nuevos métodos para resolver dificultades sin necesidad de llevar a cabo un proceso de prueba y error, como se creía anteriormente que hacían.
Así, con esta investigación Köhler desarrolló el concepto de “aprendizaje por insight“, que se convertiría en uno de los más importantes de toda la psicología. De hecho, muchos historiadores ven los trabajos de este autor como el comienzo de una nueva corriente dentro de las investigaciones sobre el pensamiento.
En su libro La Mentalidad de los Simios, Köhler cuenta que decidió estudiar a estos animales porque creía que tenían más en común con los humanos que con otros monos menos evolucionados. Así, pensaba que muchos de sus actos eran similares a los nuestros, y quería aprender más sobre la naturaleza de la inteligencia al observarles.
Durante este timpo, Köhler se mostró muy crítico con la mayoría de corrientes psicológicas existentes en ese momento. Además, recalcó la necesidad de ahondar más en temas como la inteligencia, el aprendizaje o el desarrollo humano.
El partido de Adolft Hitler llegó al poder en Alemania a finales de enero del año 1933. Durante los primeros meses, Köhler no mostró su opinión sobre los nazis públicamente; pero cuando la política de apartar de la investigación a los profesores judíos afectó a su antiguo mentor Max Planck, el psicólogo decidió expresar su descontento.
Así, en abril de 1933, Köhler escribió un artículo titulado “Conversaciones en Alemania”. Se trata del último artículo publicado durante el Régimen Nazi que critica abiertamente al partido. Durante los meses posteriores, el psicólogo esperaba que le arrestasen, pero nunca tuvo que enfrentarse a esta situación.
A finales de ese mismo año, sin embargo, la situación de Köhler en la universidad fue decayendo rápidamente. Cuando, en diciembre de 1933, se negó a comenzar sus clases con el saludo nazi, comenzó a sufrir registros inesperados por parte de la policía en sus aulas, así como mayor presión por parte de sus superiores.
En 1935, cuando la situación se volvió insostenible, Köhler decidió emigrar a Estados Unidos, donde comenzó a trabajar en la Universidad de Swarthmore. Allí permaneció durante veinte años, hasta que abandonó su puesto en 1955. Después, volvió a la investigación en la Universidad de Darthmouth.
Al mismo tiempo, en 1956 se conviritió en el presidente de la Asociación Americana de Psicología, probablemente la institutición más importante de esta disciplina. Durante sus últimos años, siguió enseñando en Estados Unidos a la vez que trató de estrechar lazos con los investigadores de la Alemania Libre.
Las principales aportaciones de Köhler al campo de la psicología surgieron del tiempo que pasó estudiando a una comunidad de chimpancés en Tenerife.
Este investigador realizó varios experimentos con los animales, con el fin de comprender cómo funcionan procesos como la inteligencia o la resolución de problemas en los animales más evolucionados.
Hasta que se llevaron a cabo estos experimentos, la corriente predominante dentro de la psicología decía que los animales solo son capaces de aprender mediante prueba y error.
De hecho, el conductismo (una de las teorías psicológicas más importantes de la época) afirmaba que los humanos aprendían exclusivamente de la misma manera.
Köhler, para comprobar la veracidad de estas afirmaciones, puso a los chimpancés con los que trabajaba en diferentes situaciones complejas, en las que tenían que actuar de maneras creativas que no habían observado nunca para obtener una recompensa.
Durante estos experimentos, se comprobó que los chimpancés eran capaces de realizar conductas nuevas después de reflexionar sobre la mejor manera de conseguir un premio. Así, se dio lugar al concepto de insight, que se refiere a un aprendizaje que solo depende de factores internos y no de la propia experiencia.
El aprendizaje por insight que Köhler observó en los chimpancés tiene una serie de características fundamentales. Por una parte, tener un insight implica entender claramente la esencia de una situación. Por otro lado, esto no se logra mediante un aprendizaje paso a paso, sino debido a procesos inconscientes y de reflexión.
Así, para tener un insight, una persona (o un animal) necesitan recopilar gran cantidad de datos relacionados con una situación concreta. Más adelante, mediante reflexión profunda, el sujeto es capaz de generar nuevo conocimiento que surge de la conexión de las ideas ya existentes previamente.
Por otro lado, los insights son repentinos, y provocan cambios importantes en la percepción de un problema. Cuando aparece, el individuo es capaz de ver patrones en los problemas con los que se enfrenta, que le ayudan a resolverlos. Se trata de un proceso de aprendizaje fundamental presente solo en los humanos y en algunos animales superiores.
La teoría del aprendizaje por insight supuso un antes y un después en el campo de la psicología, ya que puso de manifiesto la importancia de procesos puramente internos en la creación de nuevos conocimientos.
A partir de estos trabajos, comenzó a tomar forma la corriente cognitiva, que tendría una gran importancia en las siguientes décadas.
Además de su importante labor como fundador de la Escuela de la Gestalt, y sus investigaciones sobre el aprendizaje y el fenómeno del insight, Köhler también fue muy conocido por las numerosas críticas que realizó a algunos de los movimientos predominantes de la psicología de su época.
Por un lado, en su libro Psicología de la Gestalt, este investigador criticó el concepto de la introspección. Esta herramienta era una de las más utilizadas en la psicología del siglo XIX y principios del XX. Se basaba en la idea de que es posible llegar a conclusiones sobre fenómenos psicológicos prestando atención a los propios pensamientos y sensaciones.
Köhler pensaba que la introspección era demasiado subjetiva y no tenía fiabilidad en cuanto a los resultados que arrojaba. Así, para él el hecho de que los introspeccionistas fueran incapaces de replicar sus resultados invalidaba prácticamente por completo los experimentos realizados mediante esta técnica.
Por último, también pensaba que las investigaciones realizadas mediante introspección no podían aplicarse para resolver problemas humanos, lo que para él debería ser el objetivo primordial de la psicología.
Por otro lado, Köhler también expresó críticas contra la corriente conocida como conductismo, una de las más importantes a principios del siglo XX.
Para él, los investigadores de esta rama ponían demasiado el foco en el comportamiento observable, y dejaban de lado otras variables como los procesos internos.
- “Wolfgang Köhler” en: The National Academy Press. Recuperado en: 03 Febrero 2019 de The National Academy Press: nap.edu.
- “Wolfgang Kohler: Biography & Contributions to Psychology” en: Study. Recuperado en: 03 Febrero 2019 de Study: study.com.
- “Insight Learning” en: Psychestudy. Recuperado en: 03 Febrero 2019 de Psychestudy: psychestudy.com.
- “Wolfgang Köhler” en: Britannica. Recuperado en: 03 Febrero 2019 de Britannica: britannica.com.
- “Wolfgang Köhler” en: Wikipedia. Recuperado en: 03 Febrero 2019 de Wikipedia: en.wikipedia.org.