Esquizofrenia paranoide: síntomas, causas y tratamientos
La esquizofrenia paranoide sirve para dar nombre a la enfermedad que padecen muchos pacientes con esquizofrenia y que presentan como manifestaciones principales los síntomas positivos.
Este subgrupo se caracteriza por presentar un cuadro clínico en el que predominan las ideas delirantes relativamente estables y a menudo paranoides, las cuales se acompañan de alucinaciones (sobre todo auditivas) y trastornos de la percepción.
Cabe destacar que la división de este trastorno mental y distintas categorías (esquizofrenia paranoide, hebefrénica, catatónica, etc.) se ha puesto en entredicho. De hecho, estos subgrupos se han eliminado de los últimos manuales de diagnóstico de salud mental, al no encontrar suficiente evidencia científica acerca de sus prevalencias.
Esto significa que las personas con esquizofrenia no pueden englobarse de forma sistemática en los distintos subgrupos propuestos, ya que suele aparecer una gran diversidad de síntomas en los distintos pacientes.
De este modo, una persona esquizofrénica puede presentar síntomas positivos, negativos o desorganizados con una relativa arbitrariedad, por lo que construir categorías específicas diagnosticas se hace complicado.
No obstante, esto no quiere decir que estos subgrupos no tengan su utilidad, ya que por ejemplo, existen muchos pacientes esquizofrénicos que padecen unos síntomas más o menos parecidos y que se pueden catalogar bajo el subgrupo de esquizofrenia paranoide.
Índice del artículo
Diagnóstica
Para poder establecer el diagnóstico de esquizofrenia paranoide, se deben satisfacer las pautas generales para el diagnóstico de esquizofrenia y, además, deben predominar las alucinaciones y las ideas delirantes.
Por lo que respecta los delirios, los más frecuentes son los siguientes:
- Delirios de persecución: el paciente puede sentirse perseguido, estafado, maltratado espiado, difamado, envenenado o drogado, que le roban, que existe una conspiración contra él o poseer cualquier creencia falsa de ser perjudicado.
- Delirio de referencia: se basa en una creencia falsa de que los acontecimientos, los objetos, la conducta de otras personas y demás percepciones que el paciente capta están relacionados con su persona.
- Ideas celotípicas: también se conoce como síndrome de otelo y el paciente y se caracteriza por la creencia irracional de que su pareja le es infiel, por lo que se trata de un delirio de infidelidad.
- Delirios de tener una misión especial o padecer una transformación corporal.
Por lo que respecta las alucinaciones las más frecuente suelen ser las auditivas, en las que el paciente oye voces que le increpan, le dan órdenes o le juzgan. Así mismo, suelen presenciarse alucinaciones olfatorias gestatorias, sexuales o de otro tipo de sensaciones corporales.
Causas
Se ha demostrado una carga genética bastante importante en el desarrollo de la esquizofrenia. Diversos estudios como los realizados por Faraone y Santangelo muestran que su heredabilidad podría calcularse en un 60-85%.
Así mismo, existen otros factores de riesgo importantes en el desarrollo de esta enfermedad. Entre ellos destacan haber padecido complicaciones obstétricas, malnutrición durante el embarazo, nacer en invierno y padecer alteraciones en el desarrollo psicomotor.
En este sentido, la esquizofrenia se entiende como una enfermedad del neurodesarrollo en el que padecer los factores anteriormente comentados y poseer una elevada carga genética, pueden predisponer la persona a desarrollar la enfermedad mental.
Así mismo, factores como el consumo de ciertas drogas, especialmente marihuana, o vivir acontecimientos estresantes, podrían desencadenar el desarrollo de la enfermedad en una estructura cerebral ya predispuesta a padecer esquizofrenia.
Tratamiento y pronóstico
La esquizofrenia paranoide se caracteriza por ser el tipo de esquizofrenia más abordable terapéuticamente y con mejor pronóstico. Este hecho se explica por dos motivos principales.
El primero se basa en el tipo de tratamiento farmacológico que existe hoy en día para la esquizofrenia, el cual resulta bastante eficaz para los síntomas positivos (presentes en la esquizofrenia paranoide) y bastante ineficaz o incluso perjudicial para los negativos (ausentes en la esquizofrenia paranoide).
El segundo motivo se explica por la ausencia de síntomas negativos y deterioro cognitivo que predomina en la esquizofrenia paranoide.
De este modo, las repercusiones a largo plazo que tiene la esquizofrenia como desarrollar un estado afectivo totalmente apático y embotado, y padecer un deterioro paulatino de las capacidades cognitivas, se suelen presentar con menor intensidad en este tipo de esquizofrenia.
De este modo, la esquizofrenia paranoide se trata principalmente a través de psicofármacos.
Actualmente los más utilizados son los antipsicóticos atípicos, como la quetiapina, la clozapina o la risperidona, los cuales permiten reducir los delirios y las alucinaciones y suelen producir menos efectos adversos que los antipsicóticos convencionales.
Así mismo, las personas con esquizofrenia paranoide se pueden beneficiar del tratamiento psicológico.
En primer lugar, la terapia motivacional suele ser una herramienta muy útil para que el psicoterapeuta consiga que esos pacientes que no sean conscientes de padecer esquizofrenia puedan adherirse adecuadamente al tratamiento farmacológico y se tomen los medicamentos antipsicóticos que disminuyen los síntomas positivos.
Por otro lado, los tratamientos cognitivo-conductuales para abordar la intensidad de los delirios y las alucinaciones, y el entrenamiento en habilidades sociales para incrementar el nivel de desempeño del paciente resultan tratamientos muy beneficiosos.
Finalmente, las intervenciones familiares psicoeducativas resultan muy útiles para ayudar tanto al enfermo como a los familiares a entender y a gestionar adecuadamente la enfermedad.
Síntomas de la esquizofrenia
Para simplificar el entendimiento de los síntomas de la esquizofrenia, estos se pueden dividir en tres grandes grupos: positivos, negativos y desorganizados.
Síntomas positivos
Los síntomas positivos de la esquizofrenia son probablemente los más conocidos y los que reciben una mayor atención tanto social como profesional.
De este modo, la mayoría de tratamientos de la esquizofrenia tienen el objetivo de remitir o atenuar este tipo de manifestaciones, debido en gran parte, a la gran excentricidad que les característica.
Entre los síntomas positivos encontramos los trastornos formales del pensamiento, es decir, los delirios o ideas paranoides.
Los delirios que puede padecer una persona con esquizofrenia pueden ser de muchos tipos distintos, además pueden adquirir una mayor organización, y por lo tanto jugar un papel más importante en el pensamiento de la persona, o ser más leves y fragmentados.
Entre los delirios más típicos encontramos los de persecución, donde el enfermo cree ser perseguido por otras personas, el autorreferencial, en el que el enfermo cree que otras personas hablan de él o el celotípico que se basa en una creencia delirante de que la pareja le está siendo infiel.
Así mismo, otro tipo de delirios que se pueden encontrar son el erotomaníaco, el megalomaníacos, los delirios místicos, los de culpa, el nihilista o el hipocondríacos.
Finalmente, los delirios considerados más graves son los de alineación del pensamientos, los cuales se caracterizan por la creencia del enfermo de que otras personas controlan, leen, roban o difundan su propio pensamiento.
Otro síntoma positivo importante son las alucinaciones, las cuales pueden ser tanto visuales como auditivas o sensoriales.
Finalmente, como síntomas positivos encontramos trastornos formales del pensamientos como el descarrilamiento, en el que la persona pierde el hilo de la conversación mientras habla o la taquipsíquia que se caracteriza por poseer un pensamiento excesivamente acelerado.
Síntomas negativos
Los síntomas negativos son la otra cara de la moneda, es decir, todos esos síntomas que puede presentar una persona con esquizofrenia que hacen referencia a una disminución tanto del nivel cognitivo como del estado de ánimo.
Estos síntomas suelen ser menos excéntricos que los positivos, llaman menos a la atención, pueden adquirir una forma semejante a los síntomas depresivos y por lo general, adquieren menos atención en el tratamiento.
De hecho, la mayoría de fármacos que se utilizan para reducir los síntomas positivos (como delirios y alucinaciones) pueden aumentar los síntomas negativos.
Así mismo, poca gente es consciente de que una persona de esquizofrenia puede padecer este tipo de síntomas, lo cuales, a la vez, son los que les producen mayor malestar y deterioro.
Entre los síntomas negativos encontramos trastornos del lenguaje, el cual se suele volver más pobre, lento y deteriorado, y con menos contenido.
Así mismo, se presencia deterioro en el pensamiento el cual también suele enlentecerse, bloquearse y empobrecerse.
Finalmente, a nivel emocional aparecen síntomas como la apatía o la anhedonia, la perdida de energía, la indiferencia afectiva y el embotamiento.
Síntomas desorganizados
Finalmente, los síntomas desorganizados hacen referencia a un gran número de manifestaciones que afectan tanto al comportamiento como al lenguaje de las personas que padecen esquizofrenia.
De este modo, aparecen trastornos del lenguaje como el tartamudeo, la ecolalia (repetición instantánea de lo que dice otra persona) o los discursos totalmente desorganizados en los que se dicen palabras sin ningún tipo de estructura semántica.
Así mismo, pueden aparecer síntomas catatónicos como manierismos (movimientos automáticos, repetitivos e inconscientes de los dedos), las posturas bizarras (posturas corporales extrañas e inconscientes que pueden hasta originar lesiones físicas) o el estupor catatónico.
Otros síntomas que se pueden presentar son los movimientos anormales inducidos como imitar movimientos de otras personas de una forma automática e inconsciente, el negativismo extremo, el mutismo o las conductas extravagantes.
En este artículo te explicaré sus síntomas, causas, tratamiento, diagnóstico, factores de riesgo, consejos para afectados y familiares y mucho más.
Referencias
- American Psychiatric Association: Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales IV (DSM IV). Ed. Masson, Barcelona 1995.
- Cuesta MJ, Peralta V, Serrano JF. Nuevas perspectivas en la psicopatología de los trastornos esquizofrénicos Anales del Sistema sanitario de Navarra 2001 Vol. 23; Supl.
- Cuesta MJ, Peralta V, Zarzuela A Neuropsicología y esquizofrenia Anales del Sistema Sanitario de Navarra 2001 Vol 23; Supl.
- Lieberman RP et al. Esquizofrenia y otros trastornos psicóticos.PSA-R Autoevaluación y actualización en psiquiatria. 2000. pp 12-69.
- Marenco S, Weinberger DR. factores de riesgo obstétrico de la esquizofrenia y su relación con la predisposición genética. En Stone W, Farone S y Tsuang M Eds. Intervención Precoz y prevención de la esquizofrenia. J y C Ediciones médicas. Barcelona 2004. pg: 43-71.
- San Emeterio M, Aymerich M, Faus G et al. Guía de práctica clínica para la atención del paciente esquizofrénico GPC 01/2003. Oct. 2003.
- Sadock BJ, Sadock VA. La Esquizofrenia. En Kaplan Sadock eds Sinopsis de psiquiatria. Novena edición Ed. Waverly Hispanica SA. 2004. pp 471-505.