Lengua y literatura

Jarchas mozárabes: qué son, origen, características, ejemplos


¿Qué son las jarchas mozárabes?

Las jarchas mozárabes son pequeñas composiciones líricas escritas por los poetas árabe-andalusíes o hebreos, durante el dominio musulmán en la Hispania. Las primeras aparecieron tras trescientos años de ocupación, entre el siglo XI y el siglo XV. 

Estas breves estructuras literarias eran las encargadas de cerrar los poemas en árabe culto denominados moaxajas.

Las moaxajas, por su parte, son una composición poética estrófica propia de la España musulmana. En la traducción al castellano se entienden como “collares”, por lo que podemos entender las jarchas como los “dijes” que cuelgan y engalanan las gargantillas poéticas que son las moaxajas.

Normalmente, las jarchas eran escritas en hispanoárabe coloquial, sin embargo, se presentan registros donde se evidencia la elaboración de estos cierres poéticos (también conocidos como “salidas”) en idioma romance (mozárabe). No se sabe exactamente la cantidad de salidas escritas en este dialecto.

Las jarchas tienen una connotación plenamente amorosa, que se liga con la forma antigua de la lírica propia de la Hispania, los villancicos y las llamadas “Cantigas de amigo”. En pocas palabras: la poesía del pueblo.

Sin embargo, a pesar de que sus temáticas tocaban aspectos populares, quienes las escribían solían ser hombres cultos, poetas árabes y judíos, que tuvieron como patrón poético las líricas tradicionales románicas.

Cada jarcha escrita debía responder a las características de la moaxaja a la que se integraba. Pero también había casos en que se hacían de nueva creación, es decir, que no dependían temáticamente de la moaxaja.

Origen de las jarchas mozárabes

Tras la ocupación musulmana en la península ibérica en el siglo VIII, la cultura hispánica sufrió una transformación notable.

La data más antigua que se tiene sobre las jarchas está ubicada en el siglo XI, mientras que la más reciente a inicios del siglo XIV. Fueron sumamente habituales entre el fin del siglo XI e inicios del siglo XII, y allí tuvieron su mayor apogeo.

Se dice que el origen de las moaxajas recae en el poeta andalusí Muqaddam ben Muafa al-Qabri, conocido como el “ciego de Cabra”, región de Córdoba, que las inventó en el siglo IX.

Características de las jarchas

A continuación se presentarán una serie de particularidades propias de las jarchas:

Las jarchas dan razón a la moaxaja

Si bien su nombre significa “cierre” o “despedida”, y son usadas para dar clausura a las moaxajas, es necesario tener presente que las jarchas son lo primero en ser elaborado. Es decir: la moaxaja se escribe en torno a la temática planteada por la jarcha.

Presentan una estructura métrica variable

El desarrollo rítmico de cada verso de la jarcha se sujeta a las peculiaridades de cada poeta. Podemos encontrarnos, por ejemplo, en una jarcha de cuatro versos —las estrofas más predominantes, por cierto— un verso de cinco sílabas, otro de siete sílabas, otro de diez y uno de once.

No se adecúan, entonces, a una medición particular. Se popularizan más por la originalidad lírica de sus versos, que por la métrica de los mismos.

Recordemos que el buen uso del lenguaje coloquial por parte de los poetas andalusíes era crucial para poder generar un impacto real en la población y lograr su difusión.

Para una misma jarcha puede haber varias moaxajas

Al ser la parte más conocida y difundida entre la población, y pertenecer ya a los dichos y conversaciones populares, era normal que a una misma jarcha se le compusieran distintas moaxajas.

Esto no resulta nada extraño. Sí lo llevamos al plano actual, imaginemos algún refrán popular de algún caserío, es común que los escritores de esa zona, basados en esos aforismos, compongan poemas al respecto.

En Latinoamérica sería común que se hicieran décimas en torno a estas, y si las jarchas son cuartetas octosílabas, que no es tan extraño, pues servirían de “pie” para los experimentados decimistas.

Hablar de “pie”, significa que cada verso de la jarcha representa el verso final de cuatro décimas compuestas en torno a ella. La jarcha, pues, sería el corazón poético de las cuatro décimas que surgirían luego.

Sus formas estróficas son muy diversas

Recordemos que estos “poemillas” o “cancioncillas”, al ser desarrollados por las diversas culturas que hacían vida en la España musulmana, en la región de Al-Ándalus, tomaban las connotaciones propias de cada sector. Así, los hispanoárabes o los hispanohebreos les imprimían sus características propias.

Esta misma varianza étnica asignaba propiedades muy ricas a cada nueva jarcha que se elaboraba, siendo las que más se acercaban al pueblo las más difundidas.

Era totalmente normal, basados en lo antes expuesto, encontrarse con jarchas de dos versos, así como jarchas de ocho versos. Sin embargo, ya cuando la jarcha superaba los cuatro versos, los poetas debían valerse de la rima para que se lograra el tan necesario aprendizaje en el vulgo.

Si era muy extensa la composición poética, y no se aludía a una métrica con buena rítmica y rima pegajosa, resultaría muy difícil que la gente memorizara y repitiera las composiciones.

Dentro de las líricas peninsulares, es una de las primeras

Si bien fueron desarrolladas desde el siglo IV por los árabes, la jarcha mozárabe más antigua data, aproximadamente, del 1050.

Recordemos que el mozárabe era la lengua romance que se hablaba en Al-Ándalus, mezcla de árabe, latín, castellano, navarro-aragonés, asturleonés, catalán y hasta galaico-portugués. 

Según las fechas, podrían ser las primeras manifestaciones poéticas en lengua romance, anteriores incluso que los cantares de gesta.

Ayudaron a consolidar el idioma español

El uso extendido de las jarchas desde el siglo XI por toda la península ibérica, afianzó la consolidación del idioma español como una unidad lógica de comunicación.

En las jarchas ya el castellano es bastante reconocible, y eso puede explicarse porque en esta región ya se hablaba un idioma mezcla de latín ya evolucionado, o árabe vulgar mezclado con romance (en el primer ejemplo, más adelante, hay una muestra de lo que decimos).

Como todo lo que se canta, tiene ritmo y rima, resulta más fácil de aprender y de ser difundido de boca en boca, las jarchas sirvieron de mediadoras en el refuerzo y fijación de varias estructuras lingüísticas y gramaticales en el naciente dialecto hispano.

Desde las bases de lo popular hasta las altas esferas monárquicas, estas formas poéticas calaron hondo, trayendo enormes beneficios idiomáticos.

Ejemplos de jarchas mozárabes

Del compendio de jarchas existentes se mostrarán las más populares entre la población, aquellas que con mayor presencia en los diversos libros de texto y manuales elaborados para su estudio y comprensión (se presentarán las versiones en su idioma originario y la traducción en español):

Ejemplo 1

“¡Tant’ amáre, tant’ amáre,

habib, tant’ amáre!
Enfermiron welios nidios

e dólen tan málē”.

(Jarcha de Yosef al-Kātib)

– Traducción:

“¡De tanto amar, de tanto amar,
amigo, de tanto amar!
Enfermaron unos ojos antes sanos
y que ahora duelen mucho”.

Ejemplo 2

“Báayse méw quorażón de mib. 

¡Yā Rabb, ši še me tōrnarād?
¡Tan māl me dólēd li-l-habīb! 

Enfermo yéd: ¿kuánd šanarád?”

(Jarcha de Yehuda Halevi)

– Traducción

“Mi corazón se va de mí.
¡Ay, Señor, no sé si me volverá!
¡Me duele tanto por el amigo!
Está enfermo, ¿cuándo sanará?”.

Ejemplo 3

“Garīd boš, ay yerman ēllaš 

kóm kontenēr-hé mew mālē,
Šīn al-ḥabī bnon bibrēyo:
¿ad ob l’ iréy demandāre?”

(Jarcha de Yehuda Halevi)

– Traducción

“Decid vosotras, ay, hermanillas,
¿cómo he de atajar mi mal?
Sin el amigo no puedo vivir:
¿adónde he de ir a buscarlo?”.

Las jarchas, evidencias dialectales del español

Además de las características antes mencionadas que exponen las particularidades de estas formas poéticas, es necesario realzar esta cualidad.

Cada una de las jarchas representan, en sí mismas, una muestra inequívoca de las diversas variantes dialectales mozárabes, árabes, hebreas, hispanohebreas, hispanoárabes y demás manifestaciones lingüísticas presentes en la Hispania musulmana entre los siglos XI y XV.

Esto viene a ser uno de los aportes más significativos de estos “poemillas”. Son, literalmente, la huella idiomática más fehaciente de cada población que pasó por la Hispania en ese tiempo.

Esta particularidad da muchas rutas de investigación a los filólogos para profundizar en los estudios formales del español actual.

Referencias

  1. Cerezo Moya, D. (2015). Sobre las jarchas, las glosas y otras apropiaciones indebidas. España: Cervantes Virtual. Recuperado de: cvc.cervantes.es.
  2. Las jarchas mozárabes (S. f.). (N/a): Ilusionismo. Recuperado de: ilusionismosocial.org
  3. García Gómez, E. (S. f.). Breve historia de las jarchas. (N/a): Jarchas.net. Recuperado de: jarchas.net.
  4. García Gómez, E. (2016). Breve historia de las jarchas. Bélgica: Jarchas.net. Recuperado de: jarchas.net.
  5. Jarcha. (S. f.). (N/a): Wikipedia. Recuperado de: es.wikipedia.org.