Historia

Tratado McLane-Ocampo: qué fue, contenido, consecuencias


¿Qué fue el Tratado McLane-Ocampo?

El Tratado McLane-Ocampo fue firmado el 14 de diciembre de 1859 entre el gobierno de los Estados Unidos y el de México, encabezado en ese momento por Benito Juárez. El acuerdo, llamado oficialmente Tratado de Tránsito y Comercio, fue negociado por Melchor Ocampo y Robert Milligan McLane, que acabaron dándole nombre, y consistió en once artículos.

Mediante el documento, México cedía tres corredores dentro de su territorio a los Estados Unidos. Uno de ellos, en el golfo de México, y los otros dos cerca de la frontera norte. Además, establecía otra serie de ventajas para los estadounidenses, como el libre tránsito de ciertas mercancías.

A cambio, Estados Unidos se comprometió al pago de una importante cantidad de dinero al gobierno mexicano. Aparte de esto, la firma conllevaba algo que Juárez ansiaba: el reconocimiento del país por parte de su vecino del norte.

De acuerdo con los historiadores, durante alguna parte de las negociaciones los estadounidenses también reclamaron que se incluyese una cláusula para una posible anexión de la Baja California, aunque nunca se incluyó. Finalmente, por la Guerra de Secesión, el Congreso de los Estados Unidos no ratificó el acuerdo.

Antecedentes

México

La historia de México tras lograr la independencia había sido muy turbulenta. Desde el principio, existió un enfrentamiento (muchas veces armado) entre conservadores y liberales. Ambos grupos se alternaban en el poder o, en ocasiones, hasta llegaban a formar gobiernos simultáneos.

El enfrentamiento ideológico y político parecía no tener fin. Con frecuencia, los dos bandos buscaba apoyos en el exterior, tratando de desequilibrar la balanza.

En la segunda mitad del siglo XIX, los conservadores intentaron obtener respaldo de gobiernos europeos, mientras que los liberales lo hicieron con los Estados Unidos.

El conflicto llamado Guerra de Reforma fue un capítulo más de ese enfrentamiento. Los conservadores establecieron su gobierno en la capital. Los liberales, con Benito Juárez a la cabeza, crearon su propio gabinete constitucionalista.

Juárez, con las negociaciones con los estadounidenses, trató de lograr su reconocimiento y el apoyo a su postura. Además, algunos historiadores afirman que Estados Unidos amenazó con invadir el país en caso de no llegar a un acuerdo.

Estados Unidos

En el vecino del norte, dos cuestiones estimulaban la expansión territorial. Esta había sido continua desde su independencia y, tan solo unos años antes del Tratado McLane-Ocampo, ya se habían anexionado extensos territorios mexicanos.

El primer asunto que tenía que ver con esa búsqueda de nuevas tierras era el económico. No solo en sus fronteras cercanas, sino también por vía marítima. Su intención era competir con británicos y franceses en el comercio con Asia.

Para eso, pretendían encontrar un paso interoceánico entre el Pacífico y el Atlántico. No había muchos lugares para construirlo. Solo Panamá, Nicaragua o México podían sus sedes. Enseguida, el gobierno estadounidense comenzó a presionar a los tres países.

La otra consideración era más filosófica. Ya en 1845, había aparecido el concepto Destino Manifiesto en los EE.UU. Es rasgos generales, afirmaba que el país era un pueblo elegido destinado a controlar todo el continente, empezando por Norteamérica.

Oferta estadounidense

En ese contexto, William Churchwell, un agente estadounidense, recomendó a su gobierno que reconociera al bando liberal mexicano. A cambio, quería obtener la soberanía de la Baja California y la libertad de tránsito por el Istmo de Tehuantepec.

Buchanan, presidente de los EE.UU en ese momento, envió a Robert McLane como representante para tratar de negociar con Juárez. El interlocutor mexicano fue Melchor Ocampo, ministro de exteriores.

La primera propuesta, la incorporación de Baja California a los Estados Unidos, fue rechazada desde el principio. El 14 de diciembre de 1859, las negociaciones habían terminado y el documento fue presentado.

Contenido

El documento final consistió en once artículos. Los términos principales del tratado establecían tres corredores diferentes que quedarían a disposición de los Estados Unidos.

  1. El primero en el que tendían total derecho de tránsito transcurría por el istmo de Tehuantepec, desde el puerto del mismo nombre hasta Coatzacoalcos en el golfo de México,
  2. El segundo corredor estaba trazado desde Guaymas hasta el Rancho de Nogales y otra localidad de la frontera entre los dos países firmantes.
  3. Por último, el tercer paso se acordó que partiera desde un punto situado entre Camargo y Matamoros y finalizaría en Mazatlán.

México conservaría su soberanía sobre las tres zonas. Aunque en el tratado aparecía la palabra perpetuidad, en realidad el gobierno mexicano podía en cualquier momento retirarse del acuerdo.

Otras cláusulas

Según el documento negociado, la totalidad del tránsito que circulara por las zonas delimitadas estaría libre de cualquier arancel o impuesto. Esto se aplicaba tanto a las mercancías, como a los militares que Estados Unidos quisiera desplazar.

México quedaba obligado a defender el derecho estadounidense a ese libre paso, incluso utilizando el ejército. Además, contraía la obligación de levantar estructuras de almacenamiento en los dos lados del istmo.

Obligaciones de EEUU

Por su parte, Estados Unidos debía abonar 4 millones de dólares a México. De esa cantidad, la mitad se pagaría en el momento, mientras que los restantes 2 millones se destinarían a pagar las posibles reclamaciones de los ciudadanos de los Estados Unidos que pudieran sufrir pérdidas achacables a México.

Además de eso, el gobierno estadounidense reconocería el gobierno formado por los liberales de Benito Juárez.

Consecuencias

Aunque la firma del tratado sí tuvo algunas consecuencias, en realidad nunca llegó a aplicarse por completo.

La causa fue que, a pesar de que la firma de Ocampo lo legitimaba en México, en Estados Unidos debía pasar todavía por el trámite de ser aprobado en el Congreso.

Finalmente, tras someterse a las votaciones correspondientes, los congresistas estadounidenses rechazaron el Tratado. La primera causa, según los expertos, fue que no confiaban al cien por cien de la victoria de Juárez en su lucha contra los conservadores.

Aparte, en los Estados Unidos comenzaba a vislumbrarse la posibilidad de que estallara la guerra civil, llamada posteriormente de Secesión. Para muchos congresistas, los términos del Tratado podían acabar favoreciendo a los sudistas.

Reconocimiento

A pesar de este rechazo, Juárez consiguió el respaldo y reconocimiento del gobierno estadounidense. Aunque no es posible conocer qué hubiera pasado de no haberlo logrado, el apoyo le ayudó a ganar la Guerra de Reforma.