Salud Mental

Musicoterapia: historia, beneficios, tipos, actividades


La musicoterapia es una disciplina que utiliza intervenciones basadas en la música para ayudar a una persona a alcanzar metas terapéuticas. Está basada en evidencia clínica e histórica, y como el resto de tipos de terapias psicológicas, debe ser llevada a cabo por un profesional especializado en la materia.

En un proceso de musicoterapia, el profesional empleará la música de diferentes maneras para crear cambios físicos, cognitivos, emocionales y sociales en la persona que está recibiendo la intervención. Las sesiones pueden incluir muchas actividades distintas, como por ejemplo cantar, bailar, escuchar piezas musicales concretas o componer.

La idea detrás de la musicoterapia es que estas actividades pueden ayudar a la persona a resolver problemas de todo tipo y a adquirir nuevas habilidades, que luego pueden ser transferidas a otros ámbitos de su vida. Además, la música también puede servir para que el cliente exprese con más facilidad sus sentimientos y pensamientos.

A pesar de tratarse de un campo relativamente nuevo, existe una gran cantidad de evidencia que apoya la efectividad de la musicoterapia. Así, hoy en día sabemos que es muy útil en el tratamiento de problemas como el autismo, la depresión, la ansiedad, el estrés o la esquizofrenia; y puede servir como apoyo en el logro de metas subclínicas, como el entrenamiento en habilidades sociales.

Índice del artículo

Historia

La idea de que la música puede tener una influencia significativa en la salud y el comportamiento de las personas ha estado presente desde el inicio de la civilización occidental. Autores como Platón y Aristóteles ya hablaban de los efectos que distintos tipos de armonías y melodías provocaban en quienes los escuchaban, y de sus aparentes propiedades beneficiosas.

Más tarde, en los siglos XVIII y XIX, se crearon algunas asociaciones independientes que estudiaron los efectos positivos de la música en la psique de las personas. Estos trabajos, sin embargo, no lograron tener un gran impacto en la sociedad, y en su momento no se les prestó demasiada atención.

La musicología tal y como la entendemos hoy en día no apareció hasta la mitad del siglo XX. Después de la Segunda Guerra Mundial, gran cantidad de músicos (tanto profesionales como aficionados) recorrían los hospitales de varios países tocando para aliviar el sufrimiento de los veteranos, muchos de los cuales habían quedado traumatizados por las experiencias vividas.

Pronto, los médicos y enfermeras se dieron cuenta de que los pacientes expuestos al trabajo de estos músicos mejoraban de manera más rápida, y sus emociones se volvían más positivas. Sin embargo, también era evidente que los artistas necesitaban algún tipo de entrenamiento formal para poder sacar todo el partido a sus habilidades. Fue así como nació la musicología.

Formalización de la musicología como disciplina

Durante los años 40, varias personas comenzaron a intentar crear una profesión clínica especializada que tuviera su base en la música. Sin embargo, hay tres autores principalmente destacados en esta época, que tuvieron una gran influencia en la aparición de la musicología tal y como la entendemos hoy.

Una de ellas fue Ira Altshuler, un terapeuta estadounidense que realizó multitud de investigaciones sobre los efectos de la música en la mente con sus propios pacientes.

Al mismo tiempo, otro de los principales investigadores de la época, Willem van der Wall, fue el primero en utilizar la musicoterapia en instituciones públicas, y escribió una guía para aplicar los métodos más importantes de esta recién creada disciplina.

Por último, E. Thayer Gaston fue el encargado de organizar e institucionalizar la musicología como una forma de terapia independiente y efectiva. Gracias al esfuerzo de estos pioneros y otros similares a ellos, universidades como la de Michigan, la de Kansas o la de Chicago comenzaron a impartir programas de musicología a mitad de los años 40.

Época reciente

Durante las últimas décadas, la musicoterapia ha seguido evolucionando hasta convertirse en una disciplina formal e independiente, con organismos encargados de regularla y de vigilar que sus practicantes la utilicen de manera correcta.

A menudo, los terapeutas musicales reciben también entrenamiento en psicología y otras formas de ayudar a las personas con trastornos mentales; pero también existen profesionales que se especializan exclusivamente en este campo.

Beneficios

A pesar de que muchas personas creen que el uso de la música como forma de terapia es algo poco “serio” o formal, lo cierto es que esta disciplina está respaldada por multitud de estudios científicos serios. Los resultados de los mismos indican que las técnicas utilizadas en este ámbito tienen efectos muy beneficiosos sobre diferentes tipos de problemas, tanto físicos como mentales.

Por ejemplo, un metaanálisis realizado en el 2008 apuntaba a que la musicoterapia tiene un efecto muy beneficioso sobre los síntomas de la depresión, reduciéndolos de forma considerable. Algo similar ocurre con otras patologías muy comunes, como por ejemplo la ansiedad y la esquizofrenia.

En otro contexto, se sabe que la aplicación de una terapia basada en la música puede ayudar a paliar algunos de los problemas sufridos por las personas con distintos tipos de trastornos del espectro autista. Así, por ejemplo, los individuos con Asperger sometidos a este tratamiento mejoraban su capacidad de relacionarse con los demás y sus habilidades de comunicación.

Además, en su estudio del 2014, Geretsegger y sus colaboradores comprobaron que las personas con Asperger también conseguían desarrollar habilidades no verbales, además de sentirse más confiados en contextos en los que tenían que iniciar interacciones con otros.

Efectos sobre otros ámbitos

La musicoterapia también ha demostrado ser muy útil en otros contextos relacionados con la salud mental, pero que no implican directamente el tratamiento de trastornos psicológicos graves. Así, por ejemplo, se sabe que simplemente escuchar ciertos tipos de melodías ayuda a reducir la ansiedad y el estrés.

Esto se ha aplicado en contextos muy distintos. Por ejemplo, se han realizado estudios que comprueban que cambiar el hilo musical de una sala de espera en el dentista para que reproduzca melodías más agradables tiene un efecto calmante sobre los pacientes. Las personas expuestas a esta música relajante sufren menos miedo e incluso parecen tener menos dolor durante su visita.

Se han publicado estudios con resultados muy similares en otros contextos, como por ejemplo el cuidado de personas de la tercera edad, el trato con pacientes graves o terminales, o la gestión de niños de muy corta edad cuando tienen que integrarse en un centro educativo por primera vez.

Tipos

La musicoterapia es una disciplina muy diversa, y las actividades que se pueden realizar dentro de la misma son prácticamente infinitas. Sin embargo, es posible clasificarlas de manera muy básica en función de varios criterios.

La manera de clasificación más común dentro del ámbito de la aplicación de la música como terapia psicológica es haciéndolo entre métodos activos y métodos receptivos.

En los primeros, los pacientes tienen que moverse y tomar acción, ya sea tocando un instrumento, cantando, bailando o incluso componiendo; mientras que en los segundos, tan solo se limitan a escuchar.

Musicoterapia receptiva

Durante una sesión de musicoterapia receptiva, el paciente simplemente tiene que escuchar música (ya sea grabada o en directo), que el terapeuta habrá seleccionado previamente.

Esta versión de la disciplina ha demostrado ser muy útil para mejorar el estado de ánimo, reducir el dolor, aumentar la relajación, y disminuir el estrés y la ansiedad.

De esta manera, la musicoterapia receptiva se utiliza generalmente para disminuir el malestar de las personas que acuden en busca de ayuda; pero no sirve directamente para tratar una enfermedad psicológica.

Musicoterapia activa

En la musicoterapia activa, al contrario de lo que ocurre en la receptiva, los pacientes tienen que crear música de alguna manera. Esto pueden hacerlo o bien tocando un instrumento, o bien cantando; aunque en algunos casos también el baile puede estar englobado dentro de esta categoría.

Generalmente, la musicoterapia activa tiene un mayor efecto sobre el funcionamiento del cerebro, por lo que puede ser utilizada para tratar enfermedades de mayor calibre. Algunas de las condiciones en las que se ha empleado con éxito son el Alzheimer, el trastorno obsesivo compulsivo o la depresión.

Actividades de musicoterapia

Las actividades que se pueden llevar a cabo durante una sesión de musicoterapia son virtualmente infinitas, y dependen de la imaginación del profesional y de sus conocimientos sobre el tema. Sin embargo, para ilustrar cómo sería un programa normal, a continuación veremos una lista de actividades típicas durante una consulta.

– Escuchar música, ya sea en vivo o en una grabación.

– Aprender técnicas de relajación (como por ejemplo relajación muscular progresiva o inspiración profunda) de manera asistida mediante la música.

– Cantar canciones conocidas, ya sea a capella o con acompañamiento instrumental.

– Aprender a tocar un instrumento, como por ejemplo la batería, la guitarra o algún tipo de percusión.

– Improvisar piezas musicales con un instrumento o con la voz.

– Crear letras de canciones.

– Componer o aprender a hacerlo.

– Analizar piezas musicales.

– Bailar al ritmo de la música.

– Examinar los propios estados emocionales, provocados por una canción o improvisación en concreto.

Todas estas actividades, dirigidas por un musicoterapeuta experto, pueden utilizarse para trabajar diferentes aspectos de la psicología de los pacientes, como por ejemplo sus emociones, sus creencias o sus habilidades cognitivas.

Referencias

  1. “History of Music Therapy” en: Music Therapy. Recuperado en: 29 Septiembre 2019 de Music Therapy: musictherapy.org.
  2. “What is Music Therapy?” en: Music Therapy. Recuperado en: 29 Septiembre 2019 de Music Therapy: musictherapy.org.
  3. “What is Music Therapy and How Does It Work?” en: Positive Psychology. Recuperado en: 29 Septiembre 2019 de Positive Psychology: positivepsychology.com.
  4. “Music Therapy for Health and Wellness” en: Psychology Today. Recuperado en: 29 Septiembre 2019 de Psychology Today: psychologytoday.com.
  5. “Music therapy” en: Wikipedia. Recuperado en: 29 Septiembre 2019 de Wikipedia: en.wikipedia.org.