Anatomía y fisiología

Músculo oblicuo interno: origen, irrigación, funciones, patologías


El músculo oblicuo interno u oblicuo menor, como también se le conoce, forma parte de los músculos de la zona anterolateral del abdomen. Su nombre proviene del latín musculus obliquus internus abdominis. Es un músculo ancho, de aspecto aplanado y según su origen e inserción se puede decir que une el torso con la pelvis.

El oblicuo interno, junto con el músculo oblicuo externo y el músculo trasverso del abdomen conforman el grupo muscular denominado músculos anchos del abdomen, es decir, componen la pared abdominal anterolateral. También forma parte de los músculos espiradores.

El músculo oblicuo interno se sitúa debajo del oblicuo externo o mayor y por encima del músculo trasverso del abdomen. Se considera que este músculo es la continuación de los intercostales internos.

Es un músculo par que se ubica simétricamente uno a cada lado del cuerpo. Las fibras ubicadas lateralmente son carnosas y las situadas medialmente son aponeuróticas. Sus fibras se proyectan de forma oblicua y ascendente (superolateral).

El músculo está cubierto por una membrana denominada aponeurosis por su parte anterior que llega hasta la línea alba. Su borde inferior libre colinda con la parte anterior del anillo inguinal profundo.

La función principal de este músculo es dar sostén y protección a los órganos internos del abdomen, ya que junto al resto de los músculos anterolaterales del abdomen conforman una faja resistente de tres capas.

En segundo lugar flexiona y rota el tronco, y en tercer lugar ayuda en los movimientos espiratorios y en las contracciones abdominales necesarias durante la micción, la defecación y el parto.

Índice del artículo

Origen

Las fibras musculares del oblicuo interno del abdomen salen desde la cresta ilíaca por su borde externo, colaborando en la formación del ligamento inguinal por su parte medial y de la fascia lumbar en toda su extensión.

Inserción

Las fibras musculares se insertan en los cartílagos de las últimas costillas, abarcando desde la cresta del pubis, pasando por la línea pectínea y la línea alba a la altura de la columna lumbar. A la línea pectínea se une gracias a la aponeurosis transversal.

Inervación

Al músculo oblicuo interno le llegan los nervios intercostales bajos desde T7-hasta T12, el abdomino genital menor o ilioinguinal y ramas del nervio iliohipogástrico o abdomino genital mayor.

Irrigación

El músculo oblicuo interno es irrigado por las arterias subcostales.

Funciones

Es un músculo espiratorio, pues durante la salida del aire comprime el pecho por su extremo inferior mientras la pelvis y la espina dorsal se mantienen fijas.

En este sentido, trabaja en conjunto con el resto de los músculos espiratorios, los cuales se mencionan a continuación: músculos intercostales internos, oblicuo externo, elevador del ano, triangular del esternón, trasverso, piramidal y recto abdominal.

El diseño estructural en capas que conforman los músculos abdominales anterolaterales, incluyendo al oblicuo interno, hace que se forme una faja resistente que sostiene y protege a los órganos internos.

Cuando el músculo oblicuo interno se contrae en compañía de su homólogo pueden flexionar a la columna vertebral, mientras que cuando actúan de forma separada son capaces de inclinar el tronco hacia un lado o hacia el otro, dependiendo del músculo que se encuentre activo. También pueden hacer rotar al tórax.

Por otra parte, este músculo juega un papel muy importante en el mantenimiento de la presión intra-abdominal en el momento de orinar, defecar y parir.

Patologías

– Desgarro del músculo oblicuo interno

El músculo oblicuo interno puede lesionarse en deportistas que requieren la rotación del torso. Las lesiones se originan por una excesiva contracción de naturaleza excéntrica y desproporcionada.

Maquirriain y colaboradores describieron varios casos clínicos en los que el músculo oblicuo interno resultó lesionado.

El primer caso se trató de un tenista de 22 años que durante una maniobra rotatoria descontrolada sufrió una lesión que le causó mucho dolor en la pared anterolateral. La resonancia magnética reveló un desgarro del músculo oblicuo interno izquierdo en primer grado.

El segundo caso reportado fue el de un corredor profesional de 32 años. Durante una carrera con obstáculos tropezó con una de las vallas, lo que originó una rotación brusca del tronco y posterior caída.

El deportista presentó mucho dolor debajo de la costilla 12 a la palpación y dolor al intentar flexionar o rotar el tronco. La resonancia magnética reveló un desgarro intrasustacia del músculo oblicuo interno derecho.

Afortunadamente la recuperación de los desgarros relatados fue rápida. Los pacientes cumplieron un tratamiento conservador, representado por reposo, crioterapia y administración de anti-inflamatorios orales no esteroideos, con posterior fortalecimiento de los músculos con ejercicios físicos.

– Diástasis abdominal

Comprende la separación de los músculos abdominales de la línea media. Esta afectación se origina por un daño en el tejido de unión. Puede suceder posterior al embarazo o en personas muy obesas.

Esta condición se presenta por el debilitamiento de los músculos anterolaterales del abdomen, incluyendo al oblicuo interno y de las aponeurosis que los recubren. La separación origina un espacio libre que es rellenado por la fascia abdominal, que es una capa mucho más delgada.

La manifestación clínica es un abdomen de aspecto flácido y dolor lumbar.

La diástasis abdominal se puede corregir con ejercicios y fisioterapia, pero cuando la separación es mayor a 5 cm la única manera de corregirlo es por cirugía.

– Hernia inguinal y lumbar

Las hernias inguinales y lumbares son el producto de la salida de los tejidos blandos o vísceras a través de un orificio originado por la separación o ruptura de algún tejido muscular débil de la pared abdominal. Se producen por esfuerzos físicos bruscos e inesperados.

El músculo oblicuo interno puede estar involucrado en la formación de la hernia. Las hernias más comunes son la hernia inguinal y la hernia lumbar.

Hernia inguinal

Un sitio vulnerable de sufrir hernia es el canal inguinal. En el techo del canal inguinal se encuentra el músculo oblicuo interno y el transverso del abdomen.

Cabe destacar que la mayoría de las veces las hernias inguinales se resuelven con cirugía. En este sentido, un sitio anatómico crucial para la intervención quirúrgica es el compuesto por la unión de la aponeurosis del transverso con la del oblicuo interno, a la altura de la vaina del recto.

Hernia lumbar

La hernia de Petit se origina en el triángulo lumbar inferior. Esta hernia es causada por el debilitamiento del músculo oblicuo interno.

También se puede mencionar la hernia de Grynfeltt que se origina en el triángulo lumbar superior. Este triángulo está limitado en su cara anterior por el músculo oblicuo interno.

Referencias

  1. Maquirriain J, Ghisi J, Megey J, Mazzuco J. Lesiones del músculo oblicuo interno abdominal en deportistas. Artroscopia, 2003; 10 (1):1-3. Disponible en: revistaartroscopia.com
  2. «Músculo oblicuo interno abdominal» Wikipedia, La enciclopedia libre. 24 nov 2019, 01:16 UTC. 28 dic 2019, 15:40 es.wikipedia.org/
  3. López P, López F, Puentes E, González O, Ochoa F, Cruz N, et al. Un nuevo enfoque quirúrgico realizado en la herniorrafía inguinal. Rev Cubana Cir. 2004; 43 (2). Disponible en: scielo.sld
  4. Gac P, Uherek F, Del Pozo M, Oropesa A y Rocco E. Hernia inguinal: un desafío quirúrgico permanente. Cuadernos de Cirugía, 2011; 15 (1): 96-106. Disponible en: revistas.uach.cl/
  5. Saldaña E. (2015). Manual de anatomía humana. Disponible en: oncouasd.files.wordpress