Lengua y literatura

Antítesis: qué es, ejemplos en oraciones, canciones y poemas


¿Qué es la antítesis?

La antítesis es una figura retórica que se utiliza muchísimo en poesía, y consiste en contraponer dos términos, versos o frases en donde se expresan ideas contradictorias u opuestas, o donde se contrastan dichas ideas.

Por ejemplo, cuando Pablo Neruda dice: “es tan corto el amor y tan largo el olvido” está contraponiendo dos ideas contrarias: lo corto del sentimiento amoroso y lo largo que es el olvido, que es para el resto de la vida.

Antítesis es una palabra proveniente del griego ἀντίθεσις (antithesis), y significa oposición, contraposición. Sus raíces anti (contra) y thesis (posicionamiento) señalan la oposición entre palabras que pueden ser contrarias o complementarias.

En poesía (y muchas veces en la vida cotidiana, y hasta sin darnos cuenta) la antítesis es un recurso expresivo que sirve para enfatizar una idea o para mostrar, mediante el contraste, la fuerza de una imagen verbal.

En filosofía, es una negación a una tesis o proposición previa, a través de la cual se puede refutar esa tesis. Es especialmente asociada a la filosofía de Georg Wilhelm Friedrich Hegel.(1770-1831), idealista alemán.

La antítesis, como figura retórica, es un recurso de una gran fuerza expresiva, pues al contrastar dos ideas o contraponer dos imágenes opuestas se logra un impacto notable en la idea final.

El grupo irlandés de rock U2 utiliza la antítesis en una de sus canciones más famosas: “No puedo vivir ni contigo ni sin ti” (I can’t live with or without you). Como ves, las dos ideas enfrentadas expresan la imposibilidad de la relación, donde el autor no puede vivir con ella o sin ella: sencillamente no puede vivir.

Ejemplos de antítesis en oraciones

  • Manuel lee cuando yo escribo.
  • El niño llora cuando la mamá canta.
  • El perro ladra para pedir comida, pero su amo no le da.
  • El silencio era su mejor compañía.
  • María subía a la montaña y el viento bajaba por la ladera.
  • Mientras Daniela más se esfuerza por olvidar a Willi, más lo recuerda.
  • Los tibios guantes de lana calmaban su frío.
  • María no come para vivir, vive para comer.
  • Hay amores que matan de desilusión.
  • Los ojos se le secaron de tanto llorar.
  • En el silencio de la noche se oía cantar la cigarra.
  • Ella abrió la puerta de su corazón y él la cerró con ilusión.
  • La peor soledad es sentirse solo estando acompañado.
  • Mi mejor recompensa ha sido perderte.
  • El hielo le quemaba las manos.
  • El frío de tu cuerpo entibia mi corazón.
  • Cuando el sol se metió salió la luna.
  • El Norte está arriba y el Sur está abajo.
  • Mi descanso es correr.
  • La lluvia moja las plantas y seca mi alma.
  • La fe del cristiano se encontró con la razón del filósofo.
  • La alegría de la Navidad mañana será nostalgia.
  • En el día te estoy pensando y en las noches te estoy olvidando.
  • La suave brisa le golpeó la cara.
  • María dijo: río para no llorar.
  • La luz de la primavera se apaga en el verano.
  • El placer se le volvió pesadilla.
  • El gallo canta y la gallina cacarea.
  • El calor del verano le seco el alma.
  • La profundidad lo llevó a la cima del conocimiento.
  • Cuando quiso ir, se tuvo que quedar porque llovía.
  • Manuel se levantó luego de la caída y alzó vuelo.
  • Las llamas que le dan calor le alumbran el rostro.
  • La suerte de las feas las bonitas la desean.
  • La compañía de los comensales lo hicieron sentir solo.
  • Pedro perdió la esperanza y encontró amargura.

Ejemplos de antítesis en poemas

  • Érase una vez un lobito bueno al que maltrataban todos los corderos (José Agustín Goytisolo).
  • Harto está el corazón, vacío el mundo (Novalis).
  • Es tan corto el amor y tan largo el olvido (Pablo Neruda).
  • A florecer las rosas madrugaron, / y para envejecerse florecieron, / cuna y sepulcro en un botón hallaron (Pedro Calderón de La Barca).
  • Cuando quiero llorar no lloro y a veces lloro sin querer (Rubén Darío).
  • Amor constante más allá de la muerte (Francisco de Quevedo).
  • Mejor reinar en el infierno que servir en el cielo (John Milton).
  • Porque donde unas cuencas vacías amanezcan / ella pondrá dos piedras de futura mirada / y hará que nuevos brazos y nuevas piernas crezcan en la carne talada (Miguel Hernández).
  • Es hielo abrasador, es fuego helado, / es herida que duele y no se siente, / es un soñado bien, un mal presente, / es un breve descanso muy cansado (Francisco de Quevedo).
  • Comprendiendo / que él sabe que le quiero, / que le odio con afecto y me es, en suma, indiferente… (César Vallejo).
  • No miden lo mismo / las distancias llenas / y las distancias vacías (Roberto Juarroz).
  • Este amor que quiere ser / acaso pronto será; / pero ¿cuándo ha de volver / lo que acaba de pasar? / Hoy dista mucho de ayer / Ayer es Nunca Jamás (Antonio Machado).
  • Vivo sin vivir en mí / y tan alta vida espero, / que muero porque no muero (Santa Teresa de Ávila).
  • Es el desastre / Es la hora del vacío no vacío (Alejandra Pizarnik).
  • Yo (…) que no lloro cuando siento deseos de hacerlo (…) / que no soy lo que soy ni lo que no soy (Rafael Cadenas).
  • Importa oler a loco, postulando / ¡qué cálida es la nieve, qué fugaz la tortuga! (César Vallejo).
  • (…) y al cortarte / el cuchillo en la cocina / sube la única lágrima sin pena. / Nos hiciste llorar sin afligirnos (Pablo Neruda).
  • Esta es la copla de mi tierra, / la copla de mi reino. / Mas si mi reino está podrido / su espíritu es eterno (León Felipe).
  • Y pues quien le trae al lado / es hermoso, aunque sea fiero, / poderoso caballero / es Don Dinero (Francisco de Quevedo).
  • Y había también / un príncipe malo, / una bruja hermosa / y un pirata honrado (José Agustín Goytisolo).

Ejemplos de antítesis en canciones

  • No puedo vivir contigo ni sin ti (U2, “I can´t live with or without you”).
  • Prefiero los caminos a las fronteras (Joan Manuel Serrat, “Cada loco con su tema”).
  • No sabía que la primavera duraba un segundo (Joaquín Sabina, “La canción más hermosa del mundo”).
  • He muerto muchas veces / acribillado en la ciudad. / Pero es mejor ser muerto / que un número que viene y va (Charly García, “El fantasma de Canterville”).
  • Yo soy ratón de tu ratonera / trampa que no mata / pero no libera / vivo muriendo prisionero (Maná, “Mariposa traicionera”).
  • Tanto la quería / que tardé en aprender a olvidarla / diecinueve días / y quinientas noches (Joaquín Sabina, “19 días y 500 noches”).
  • Señora / no le quite años a su vida / póngale vida a los años (Ricardo Arjona, “Señora de las cuatro décadas”).
  • Soy demasiado viejo para el rock’n’roll y demasiado joven para morir (Jethro Tull, “Too old to rock’n’roll and too young to die).
  • Con ella descubrí que hay amores eternos / que duran lo que dura un corto invierno (Joaquín Sabina, “Amores eternos”).
  • Que las persianas corrijan la aurora / que gane el quiero, la guerra del puedo, / que los que esperan no cuenten las horas, / que los que matan se mueran de miedo (Chavela Vargas, “Noches de boda”).
  • Me duelen los ojos de mirar sin verte (Lola Flores, “Ay, pena, penita, pena”).
  • Yo tuve el fin y era más / yo tuve el más y era el fin (Charly García, “Tu amor”).
  • Y aunque yo sé que nunca más / tú volverás / te esperaré, te esperaré / aunque no vuelvas más (Juan Gabriel, “Lloviendo está”).
  • Yo te escucharé / con todo el silencio del planeta (Café Tacuba, “Las flores”).
  • Yo a tu lado no siento las horas que van con el tiempo / ni me acuerdo que llevo en mi pecho una herida mortal / yo contigo no siento el sonar de la lluvia y el viento / porque llevo tu amor en mi pecho como un madrigal (Danny Rivera, “Madrigal”).
  • Cecilia busca amores imposibles, por eso fue posible nuestro amor (Fito Páez, “Cecilia”).
  • Y morirme contigo si te matas / y matarme contigo si te mueres / porque el amor cuando no muere mata / porque amores que matan nunca mueren (Joaquín Sabina, “Contigo”).
  • La vida eterna solo dura un rato (Fito Páez, “Por la boca vive el pez”).
  • Y en el fragor del champán, / loca, reías por no llorar (Susana Rinaldi, “Los mareados”).
  • Ámame como odian los amantes (Joaquín Sabina, “Corre, dijo la tortuga”).