Medicina

Shock distributivo: síntomas, causas, tratamientos


El shock distributivo es un tipo de shock en el cual se producen cambios anormales en el flujo de la sangre. Concretamente en la manera en que se distribuye este fluido corporal, de modo que la entrada del mismo a los tejidos de los órganos es severamente perjudicada, sobre todo si hay alteraciones del sistema nervioso, sustancias químicas dañinas e infecciones de diversa índole.

Por añadidura, otros autores sugieren que el shock distributivo también puede definirse como una crisis energética de las células, dado que el organismo no es capaz de conservar el equilibrio bioquímico de los tejidos, lo que da lugar a que los órganos vitales acaben colapsando de manera tan gradual como progresiva.

Shock distributivo representado a partir de una radiografía anatómica en la que destaca el corazón

Este problema de salud ocurre de forma espontánea y tiene una serie de aspectos clínicos, tales como los síntomas, que van a depender mucho de sus causas.

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Causas del shock distributivo

Se especificó en párrafos anteriores que el shock distributivo puede tener más de una causa que puede ser farmacológica, química o, en última instancia, patológica. Esto último es lo más frecuente, ya que se registran las enfermedades infecciosas como los agentes causales directos de este trastorno en la irrigación sanguínea.

Esto se conoce a partir de estudios realizados en pacientes de México y de los Estados Unidos, donde las cifras arrojan hasta un 46% de mortalidad por este padecimiento.

La mayoría de las infecciones que generan el shock distributivo son las cardiovasculares; en segundo lugar están las sanguíneas, seguidas de las urinarias y luego de las respiratorias.

También puede ocurrir debido a invasiones de bacterias en el sistema digestivo, el sistema urinario y el aparato genital (lo que explica la diversidad de síntomas en este tipo de shock y la necesidad de realizar un diagnóstico que especifique los microorganismos que puedan estar afectando el organismo).

Varios factores de riesgo aumentan la exposición del paciente a las sepsis, es decir a los cuadros clínicos infecciosos.

Entre los más comunes está la inmunosupresión por virus como el VIH, diabetes tipo II, quemaduras extensas y con daños considerables en la piel, prótesis invasivas que laceran el cuerpo del paciente, enfermedades del hígado (hepatopatías), alcoholismo, adicción a las drogas, desnutrición y neoplasia (formación de tumores benignos o malignos en los tejidos).

Asimismo, el shock distributivo causado por agentes infecciosos puede provenir de operaciones quirúrgicas, en las cuales el paciente es más propenso a que sea atacado por los microorganismos, sobre todo si el ambiente es poco higiénico.

Esta es la razón por la que este shock se vea mucho en los hospitales, en donde muchas emergencias impiden que se tomen medidas adecuadas para prevenir a tiempo la proliferación de bacterias en algunos casos.

Síntomas

Existe una variedad de síntomas que pertenecen al shock distributivo. Por consiguiente, el paciente que entra en este estado puede experimentar muchas dolencias que en unos casos son más leves, mientras que en otras pueden ser más graves.

Sin embargo, un rasgo muy característico en este shock radica en que la resistencia arterial se ve seriamente disminuida, por lo que el corazón necesita más esfuerzo para bombear la sangre que no llega a los tejidos.

De lo anterior se deduce que hay menos irrigación de la sangre, lo que conlleva a una pérdida de oxígeno en los tejidos que corren el riesgo de sufrir de necrosis (muerte celular).

Además, se sabe que el shock distributivo implica alteración en la circulación sanguínea, baja tensión (hipotensión), taquicardia (lo que prueba un ritmo acelerado en los latidos del corazón, que trabaja de manera forzada), aparte de una sensación de calor en la piel y el sudor.

En ocasiones puede producirse también frialdad y palidez en la piel, si a eso se añade una dilatación de los vasos capilares tanto en la piel como en el tejido subcutáneo (en otros casos estudiados ha ocurrido lo opuesto, que es la vasoconstricción, es decir, cuando los vasos capilares se contraen).

Asimismo, se han observado pacientes con shock distributivo en el sistema nervioso, el cual significa una pérdida temporal de los reflejos cardiovasculares.

Diagnóstico

Los métodos de diagnóstico seguirán las indicaciones del médico. No obstante, siempre se considera fundamental la realización de un interrogatorio al paciente, aparte de un estudio clínico que examine en sus antecedentes y sus síntomas recientes para confirmar si estos coinciden con lo que puede ser un shock distributivo.

Los tests de laboratorio a nivel de los sistemas circulatorio y respiratorio son de vital importancia para encontrar las causas precisas del problema.

En este punto se hacen cultivos para determinar la presencia de microorganismos. Si se encuentran bacterias u otros agentes infecciosos, entonces son mayores las probabilidades de encontrar un shock distributivo, más todavía si viene acompañado de síntomas como los descritos anteriormente.

Los estudios bioquímicos de la sangre contribuyen en gran medida a establecer qué desencadenó el padecimiento y cuándo, así como a planificar un medio de curar a plenitud el malestar.

Tratamiento

Cualquier tratamiento del shock distributivo se llevará a cabo dependiendo de lo que surja en los resultados de los tests de laboratorio. Solo de esta manera es que se puede enfocar la solución al problema de salud.

No obstante, es frecuente que el shock distributivo sea enfrentado con terapia de fluidos (fluidoterapia), en la que se emplean hemoderivados (tejidos de uso terapéutico que se extraen de la sangre), sustancias coloides y cristaloides.

Prevención

En los hospitales siempre se recomienda una adecuada higiene en los quirófanos, a fin que las cirugías no expongan la salud de los pacientes a las infecciones. En suma, es preciso que haya un tratamiento intensivo, sobre todo al inicio del estado de shock, para que la persona afectada pueda superar su padecimiento lo más pronto posible y sin secuelas que lamentar.

Aviso

[Aviso de precaución para el lector: si el shock distributivo es causado por algún problema de salud, consulte al médico para que obtenga un diagnóstico certero que conduzca a un tratamiento eficaz de su padecimiento.

Tenga en cuenta que este artículo solo cumple con el deber de informar, por lo que no lo debe usar como un sustituto del diagnóstico o remedio de su condición clínica, y mucho menos como un medio para resolver dudas que debe plantear a un especialista en la materia.]

Referencias

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