Mapa curricular: características, estructura, funciones, ejemplo
Un mapa curricular es una herramienta educativa en la que se representan los contenidos del plan de estudios de un curso escolar de manera visual. Se trata de un elemento que puede ayudar a los profesores y educadores a encontrar incoherencias o solapamientos en algunos elementos de su plan, o a encontrar puntos de mejora en el mismo.
El proceso de crear un mapa curricular implica alinear las habilidades y temas que se quiere tratar en cada área con las distintas clases y los niveles de los alumnos pertenecientes a las mismas. De esta manera los profesores pueden adaptar su estilo de enseñanza a las necesidades de sus estudiantes para conseguir los mejores resultados.
Normalmente un mapa curricular tiene el aspecto de una hoja de cálculo o una tabla. Dentro de esta herramienta, las columnas muestran los periodos de tiempo con los que se quiere trabajar, y las filas incluyen información sobre los temas que se van a impartir durante los mismos. Sin embargo, existen muchas otras maneras de organizar un mapa curricular.
Una vez que está completado, el mapa curricular permite al profesor descubrir de un vistazo cuáles son las necesidades de la clase, qué recursos va a necesitar para cubrirlas, y qué contenidos va a impartir para alcanzar las metas propuestas. De esta manera, el docente sabe de manera muy rápida todo lo que necesita para llevar a cabo el proceso educativo.
Índice del artículo
- 1 Características del mapa curricular
- 2 Estructura del mapa curricular
- 3 Funciones
- 4 Elaboración
- 5 Ejemplo
- 6 Referencias
Características del mapa curricular
– Representa los datos de manera visual
La característica más importante de un mapa curricular es que es una de las pocas herramientas educativas que permiten representar toda la información referente al plan de estudios y las necesidades de los alumnos de forma visual en un solo documento. Esto tiene multitud de ventajas tanto a nivel de la clase como en el plano más administrativo.
Por un lado, al contar con un buen mapa curricular los profesores pueden comprobar de un solo vistazo si están cumpliendo con los objetivos que se habían propuesto o si por el contrario tienen que cambiar de alguna manera su enfoque. De esta forma les es mucho más sencillo corregir su trayectoria y ayudar a los alumnos a alcanzar sus metas de manera personalizada.
Por otro lado, además, la organización de la información que se consigue con un mapa curricular puede ser muy útil para todas aquellas personas que quieran comprender la actividad del docente.
Así, tanto las familias como los directores o los inspectores educativos tienen toda la información que puedan solicitar en un solo recurso y explicada de forma muy sencilla e intuitiva.
– Resume toda la información importante
Una de las claves de los mapas curriculares es que el espacio del que se dispone en los mismos para representar la información es bastante limitado. Debido a ello, los profesores que los crean tienen que ser capaces de resumir de manera muy eficiente todo aquello que necesitan para completar el curso escolar y cumplir con los objetivos de educación.
Existen muchos métodos para desarrollar un buen mapa curricular; pero en todos los casos la idea es plasmar toda la información necesaria para poder impartir los contenidos del curso escolar en un solo documento y de manera visual.
– Suele dividirse en varias secciones
Con el objetivo de que sea tan comprensible como sea posible, un mapa curricular suele estar dividido según diferentes criterios en varias secciones complementarias. Las divisiones exactas que presenta cada uno de ellos variarán en función de la técnica utilizada para crearlos; pero en general suelen ser muy parecidas.
Así, normalmente las secciones de un mapa curricular están divididas en base a tres criterios: los ámbitos que se van a impartir (por ejemplo, ámbito lingüístico o matemático), la edad de los alumnos a los que se va a dar clase, y el periodo escolar (normalmente diferenciado en tres trimestres).
De esta manera, para comprobar qué tiene que aprender cada estudiante en un punto determinado del curso tan solo es necesario mirar el elemento de la tabla en el que se describan los objetivos escolares correspondientes a su situación particular.
Estructura del mapa curricular
Aunque pueden existir muchas formas de llevar a cabo un mapa curricular, lo cierto es que la mayoría de las veces estos se estructuran en forma de tabla o de hoja de cálculo. Este diseño es muy útil porque permite localizar de un solo vistazo los datos referentes a una clase o alumno particular una vez que se conoce cómo está organizado el mapa.
Columnas
Generalmente las columnas representan periodos de tiempo diferentes, como por ejemplo los trimestres en los que está dividido el curso. Además de esto, cada una de las columnas suele tener subdivisiones representando las distinta áreas docentes a las que se refiere el mapa, como por ejemplo el ámbito artístico o el científico.
Filas
Por otro lado, en un mapa curricular tradicional las filas representan los niveles educativos de los alumnos a los que se va a impartir clase. Normalmente esta división se realiza según los grados a los que pertenezcan o en base a los ciclos en los que se encuentren.
Así, algunos mapas curriculares se dividen por ejemplo en todos los años de primaria y secundaria, mientras que otros lo hacen juntándolos de dos en dos.
Sin embargo, también es posible realizar un mapa curricular mucho más detallado en el que se plasme toda la información de cada uno de los alumnos. En estos casos las filas representarían los conocimientos y objetivos de un solo estudiante.
Funciones
Utilidad para los profesores
Un mapa curricular suele servir principalmente como una herramienta que permite a los profesores determinar qué objetivos escolares tienen que alcanzar durante un curso educativo. Normalmente los docentes tienen que encargarse de multitud de alumnos de niveles diferentes, por lo que contar con una herramienta de este tipo puede ser extremadamente útil.
Guía para medir resultados
Además, un mapa curricular bien hecho también ayudará al docente a darse cuenta en todo momento de si está alcanzando los resultados que se había propuesto conseguir al principio del curso escolar.
De no ser así, le será mucho más sencillo corregir su forma de actuar y reorganizar los contenidos que imparte en cada clase, al tener una referencia muy sencilla de leer con todos los datos necesarios para ello.
Evaluación
Por último, los profesores también pueden aprovechar los mapas curriculares para realizar un proceso de evaluación del curso una vez que este haya finalizado. Con esta herramienta en la mano es muy sencillo comparar los resultados que se han alcanzado con los que se supone que había que lograr, de tal manera que el mapa proporciona un feedback muy valioso para el docente.
Otras funciones
Sin embargo, los mapas curriculares no solo son útiles para el docente, sino que pueden ser herramientas fundamentales para otros miembros de la comunidad educativa. Por ejemplo los padres pueden beneficiarse de ellos en el caso de tener dudas sobre la educación que están recibiendo sus hijos, pudiendo consultar los objetivos docentes en todo momento.
Algo similar ocurre con los inspectores educativos o los directores de los centros docentes. Estos profesionales pueden supervisar la labor de los profesores de manera mucho más sencilla mediante el uso de un mapa curricular, al poder comprobar con rapidez qué tendrían que estar aprendiendo los alumnos en cada momento.
Elaboración
Una vez conocido su funcionamiento, la elaboración de un mapa curricular es relativamente sencilla. Normalmente los profesores cuentan con todo tipo de información sobre los objetivos docentes que tienen que alcanzar los alumnos en cada periodo escolar, además de con informes sobre el nivel de los estudiantes y las clases en general.
Con todos estos datos recopilados de antemano el profesor tan solo tendría que plasmar la información de cada uno de los cursos en una hoja de cálculo o en una tabla, tratando de que el resultado fuera lo más claro posible para poder entenderlo con rapidez siempre que alguien tuviese que consultarlo.
La organización exacta del mapa curricular puede variar en función de las necesidades de cada momento; pero como ya hemos visto, la más habitual implica dividir las columnas en función de las áreas curriculares y los periodos de tiempo en los que se divide el curso, mientras que las filas contendrían la información de cada uno de los niveles educativos estudiados.
Ejemplo
Como podemos ver en este ejemplo, nos encontramos ante un mapa curricular básico elaborado para los alumnos de primaria y enfocado a los ámbitos de Lengua y Matemáticas. En este caso se ha elegido dividir a los alumnos en tres ciclos y el curso en tres trimestres, siendo esta una de las divisiones más habituales al usar este tipo de herramientas.
En el caso de un mapa curricular real, dentro de cada una de las celdas en las que se pueden ver los contenidos educativos podríamos encontrar una pequeña explicación de cada uno de ellos, incluyendo los hitos que se pretenden alcanzar y algunos comentarios sobre cómo se va a evaluar si se han conseguido o no.
Como se puede ver, esta herramienta permite comprobar de forma muy rápida y sencilla los contenidos que deberían estar impartiéndose en cada momento, de tal forma que el profesor puede ajustar sus clases en función de las necesidades del grupo y de la velocidad con la que este avanza.
Referencias
- “Curriculum Mapping” en: The Glossary of Education Reform. Recuperado en: 21 Mayo 2020 de The Glossary of Education Reform: edglossary.org.
- “What Is a Curriculum Map? (And How Do You Make One?)” en: Applied Educational Systems. Recuperado en: 21 Mayo 2020 de Applied Educational Systems: aeseducation.com.
- “Curriculum Mapping: Definition, Purpose, and Tips” en: Thought Co. Recuperado en: 21 Mayo 2020 de Thought Co: thoughtco.com.
- “Procedures for curriculum mapping” en: ASCD. Recuperado en: 21 Mayo 2020 de ASCD: ascd.org.
- “Curriculum mapping” en: Wikipedia. Recuperado en: 21 Mayo 2020 de Wikipedia: en.wikipedia.org.