Lenguaje radiofónico: elementos principales y sus características
El lenguaje radiofónico se trata de un tipo de lenguaje meramente acústico implementado en el mundo de la radio como aspecto principal para la comunicación. A diferencia de otros medios como la televisión o incluso las redes sociales, la radio no puede valerse de elementos visuales como instrumento de expresión, por lo que gran parte del trabajo en este medio de comunicación va orientado hacia el sonido.
De esta forma, el lenguaje radiofónico dicta una serie de códigos que dan sentido a lo que se expresa a través de la radio. A través del sonido es posible generar en la mente humana, imágenes o representaciones de lo que se escucha y aquí es donde la radio se vale de los cuatro elementos principales del lenguaje radiofónico: la palabra, la música, el silencio y los efectos de sonido.
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El lenguaje radiofónico combina recursos sonoros y no sonoros a través de la voz, la música, los efectos de sonido y el silencio. Todos estos elementos dependen del proceso técnico-expresivo en el que se combinan y también de la percepción sonora e imaginativa de los receptores.
Cuando se hace mención a la voz, se hace referencia al lenguaje de los seres humanos e incluye como atributo especial a la palabra. Esta última es un factor dominante dentro de cualquier proceso creativo a la hora de elaborar contenido para la radio. Por ello, en la mayoría de los casos, los otros elementos radiofónicos pasan a ser acompañantes de la palabra.
La voz y la palabra permiten generar imágenes a través del proceso auditivo. Emiten datos descriptivos del emisor que pueden generar ideas de cómo es su actitud, carácter e incluso su fisonomía.
La palabra tiene amplia variedad de características o funciones. La palabra puede ser:
– Enunciativa o expositiva, para enviar mensajes informativos libre de connotaciones distintas a las que se expresan.
– Descriptiva, para recrear escenarios, contextos, personajes, objetos, sensaciones, sentimientos, situaciones, etc.
– Narrativa, es capaz de relatar hechos que se generan en un espacio y tiempo determinado
– Expresiva, porque posee la capacidad de manifestar en el plano exterior lo que acontece en el interior de un sujeto, como sentimientos o emociones.
– Argumentativa, permite emitir opiniones, ideas o razonamientos que respalden una posición ante algo.
La palabra es definida como un signo que hace referencia a algún concepto creado por el hombre. Las palabras son muy diferentes al objeto al cual se refieren. Por ejemplo, la palabra “perro” realmente no tiene alguna similitud con el animal en la realidad, solo se utiliza para nombrarlo.
De esta forma, la radio se nutre de las palabras para crear códigos de comunicación con múltiples significados. La palabra, al ser hablada, puede generar diversos significados o intenciones.
Los tonos o las inflexiones en la voz son algunos factores que pueden determinar significados. Otros factores factoes que determinan el significado de una palabra por encima de la palabra en sí misma puede ser la persona que emite el sonido, si la voz es masculina o femenina, el acento, etc.
Es uno de los principales creadores de imágenes auditivas. La música permite generar ambientes, sensaciones, emociones o incluso ser un elemento para llamar la atención de la audiencia.
Entre otras funciones, dentro de la radio puede tener un rol programático, ya que la mayoría del tiempo suele ser el contenido base o esencial de los programas de radio. La música tiene distintas características dentro del lenguaje radiofónico, algunas de ellas son:
– Referencial, expositiva y decorativa. Es capaz de jugar como identificador de personajes, situaciones o intenciones. De esta manera, se desarrolla como un acompañante de relatos, cuentos y más.
– Descriptiva. En ocasiones permite recrear la situación de un escenario en un espacio y tiempo específico.
– Narrativa. Porque puede acompañar a la acción o a los hechos para darles forma o intensidad. Por ejemplo, en un momento de suspense, la elección de la música puede aumentar la sensación de intriga en los oyentes.
– Expresiva. Permite generar climas, atmósferas o estados relacionados con la emocionalidad.
– Identificadora. La música también es un elemento que puede ayudar a identificar personas, programas, emisoras. Ayuda a la audiencia a reconocer lo que oye o lo que está a punto de escuchar. Por ejemplo, los programas de radio suelen identificar sus secciones con “cortinas”, las cuales consisten en fragmentos musicales de pocos segundos que permiten separar auditivamente los segmentos.
Los sonidos son signos que se producen a través de algo, existen como consecuencia de un objeto, ser o acción que lo emite. En la radio son utilizados para construir un significado lógico.
Su reproducción es importante para hacer entender la intencionalidad que quiere darse. Por ejemplo, los sonidos de campanas o el canto de los grillos son efectos de sonido que pueden generar algún significado, connotación o estado de ánimo. En el primer caso se puede vincular a una boda o acto religioso, mientras el segundo puede envolvernos en un ambiente rústico o la noche.
Algunas formas en las que se pueden implementar el uso de los sonidos, son:
– Acciones. Recrean algún tipo de movimiento u objetos en acción, por ejemplo, el motor de un carro o disparos.
– Ambiente. Sonidos que permiten recrear un ambiente específico o un momento. Por ejemplo, las olas del mar para ubicar al oyente en un contexto de playa o el aullido de un lobo para hablar de una noche misteriosa.
– Simbólicos. Son creados para formar una idea de lo que podría ser un sonido de algo en particular. Son utilizados sobre todo en la fantasía. Por ejemplo, los sonidos de un hechizo mágico.
Se refiere a la ausencia del sonido. Tiene diversas funciones según su uso. Puede implicar finales de frases, sugerir tensión, reflexión o incluso utilizarse con objetivo retórico. Sus usos pueden ser similares a los de los efectos de sonido.
El momento en el que es utilizado el recurso del silencio posee también una fuerza de significado. Por ejemplo, el silencio ante una pregunta incómoda, o ante una situación dolorosa e incluso después de un mensaje de profunda reflexión.
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