¿Qué fueron los Tratados de Neerlandia y Wisconsin?
Los Tratados de Neerlandia y Wisconsin fueron dos acuerdos de paz que pusieron fin a la Guerra de los Mil Días en Colombia. Este conflicto, que enfrentó a liberales y conservadores, tuvo una duración de tres años y concluyó con la victoria de los segundos en 1902.
La guerra había empezado en octubre de 1899, motivada por una serie de acontecimientos políticos, como la promulgación de la Constitución centralista de 1886 o las acusaciones de los liberales sobre la limpieza de las elecciones. Así, tras algunos intentos de insurrección previos, el conflicto estalló cuando los liberales atacaron Bucaramanga.
La guerra se dividió en varios frentes. En el centro de Colombia, los liberales liderados por Uribe Uribe fueron superados por los conservadores. Por este motivo, comenzaron unas negociaciones de paz que culminaron con la firma del Tratado de Neerlandia, el 24 de octubre de 1902.
Por otra parte, los liberales tenían una mejor posición en Panamá, entonces territorio colombiano. La intervención estadounidense, sin embargo, obligó a que tuvieran que negociar otro acuerdo, el Tratado de Wisconsin, firmado el 21 de noviembre de 1902.
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La Guerra de los Mil Días, también denominada de los tres años, fue un conflicto civil que se desarrolló en Colombia desde el 17 de octubre de 1899 al 21 de noviembre de 1902.
Antes del estallido de la guerra, el país pasaba por una etapa de gran inestabilidad política. En el gobierno se encontraban los nacionalistas, una facción de los conservadores. Se trataba de un grupo que había excluido totalmente al Partido Liberal, uno de los más importantes del país.
Aparte, se encontraban los llamados conservadores históricos, menos beligerantes con los liberales.
De acuerdo a los historiadores, la guerra civil de los tres años fue causada por los conflictos que arrastraba el país desde el mismo momento de la independencia. Entre ellos, las difíciles relaciones entre liberales y conservadores, las relaciones con la Iglesia, los problemas económicos o los procesos electorales sospechosos.
Dentro de este último factor, el electoral, las votaciones de 1885 supusieron un elemento más de tensión. Los conservadores se hicieron con la victoria, pero los liberales no aceptaron los resultados al considerar que hubo fraude.
Esto se agravó cuando el gobierno aprobó la Constitución de 1886, de carácter centralista y que sustituía a la de Rionegro, federalista.
Finalmente, los liberales se levantaron en armas. La primera batalla se produjo en Bucaramanga, en noviembre de 1899. Un mes más tarde, consiguieron derrotar a los conservadores en Peralonso, en lo que se considera la mayor victoria liberal en el conflicto.
Tras esa victoria, el conflicto se extendió por todo el territorio, incluida Panamá, entonces bajo soberanía colombiana.
Como se ha señalado, el conflicto desembocó en una guerra de guerrillas, con tropas mal formadas pero muy violentas. Su actuación se dio, especialmente, en zonas rurales.
Los conservadores, a pesar de su superioridad militar, no eran capaces de controlar esas áreas rurales. A pesar de que estaban ganando la guerra, ofrecieron un acuerdo el 12 de junio de 1902.
A esto hay que unirle la delicada situación del líder liberal más importante en el centro del país, Rafael Uribe Uribe. Tras no poder alcanzar sus objetivos, empezó a ser cuestionado dentro de su bando. Finalmente, aceptó comenzar a negociar con los conservadores.
Aunque en Panamá, las tropas liberales de Benjamín Herrera estaban avanzando, en el centro del país la situación era la contraria.
Por esa causa, Uribe Uribe comenzó a negociar con los conservadores. A pesar de eso, aún trató de lanzar una última ofensiva en Tenerife, derrotando a la guarnición que allí se encontraba. Esto le permitió bloquear en cauce del Magdalena.
No obstante, los conservadores respondieron enviando refuerzos a la zona y Uribe ordenó evacuar la ciudad el 2 de octubre.
El día 13, Uribe Uribe atacó Ciénaga con el objetivo de tener Santa Marta a su alcance. A pesar de lograrlo, pronto vio como eran bombardeados desde un pequeño navío.
Estas últimas campañas no alcanzaron para cambiar el curso de la guerra y los conservadores se proclamaron vencedores.
Los conservadores, desde su posición de fuerza, ofrecieron a Uribe Uribe un tratado para acabar con la guerra. El líder liberal aceptó, por lo que representantes de ambos bandos se encontraron para negociar.
El resultado fue el Tratado de Neerlandia, firmado el 24 de octubre de 1902. El nombre proviene de la finca homónima en la que se realizaron las conversaciones y la firma final, una hacienda bananera propiedad de un rico holandés, Ernesto Cortissoz.
En el acuerdo quedaba recogida la retirada de las tropas liberales del Magdalena y Bolívar, así como su disposición para regresar a la vida pacífica. El gobierno, por su parte, ofrecía una amnistía a todos los que se desarmaran.
Ambos bandos acordaron cambiar la demarcación de las circunscripciones electorales, para facilitar una mejor representatividad de todos los partidos. Igualmente, el Tratado recogía la intención de permitir a los liberales su participación en todas las corporaciones electorales, para asegurar una representación equitativa en los organismos de gobierno.
En Panamá, el general Benjamín Herrera, liberal, estaba saliendo victorioso del conflicto. Ante esto, el gobierno colombiano reclamó ayuda a los Estados Unidos, claramente interesados en la zona por la construcción del Canal.
Roosevelt, presidente estadounidense, respondió a la petición colombiana enviando a su marina a las costas panameñas. Ante esto, Herrera no tuvo más remedio que aceptar firmar un nuevo acuerdo, con cláusulas similares al de Neerlandia.
El Tratado de Wisconsin debe su nombre al acorazado estadounidense que sirvió como sede de las negociaciones. La firma tuvo lugar el 21 de noviembre de 1902.
Aunque menos conocido, existió un tercer acuerdo de paz para terminar con la guerra civil en Colombia. Se trató del Tratado de Chinácota, firmado el mismo día que el de Wisconsin.
En este caso, el acuerdo se centraba en las hostilidades que tenían lugar en Santander, zona en la que se desarrollaron algunos de los combates más duros.
Estos tres tratados supusieron el final de la larga guerra civil que había enfrentado a liberales y conservadores en Colombia. Lo acordado fue la base para la entrega de armas y para que los combatientes regresaran a sus hogares.
A pesar de que la convivencia posterior entre ambos partidos distó de ser perfecta, la paz iba a durar cuatro décadas.
La firma de los Tratados no supuso que la paz llegara de manera inmediata a todo el país. La falta de comunicaciones y la lejanía de Panamá provocaron que buena parte de Colombia no se enterara de lo firmado hasta tiempo después.
En los siguientes meses aún acaecieron algunas acciones violentas. Entre las más destacadas, la ejecución de Victoriano Lorenzo por orden de Pedro Sicard Briceño, en 1903. Esta muerte está considerada como uno de los detonantes que llevaron a la independencia panameña.
No fue hasta primeros de junio de 1903, cuando el gobierno declaró el cese absoluto de hostilidades en el país.
Tras la guerra, Colombia había quedado devastada y sumida en una grave crisis económica. La situación se agravó, además, con la separación de Panamá. La deuda causada por los gastos militares fueron uno de los detonantes de esta crisis que dejó al país empobrecido.
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