Medicina

Hipercarbia: qué es, síntomas, causas, tratamiento


¿Qué es la hipercarbia?

La hipercarbia, o hipercapnia, es el término médico que indica el aumento de la presión parcial de dióxido de carbono (PaCO2) en sangre. Los valores normales de la PaCO2 están entre 35 y 45 mmHg, pero ciertas condiciones clínicas ocasionan su aumento.

El cuerpo humano requiere de oxígeno, además de nutrientes, para realizar todas sus funciones vitales. Por otra parte, el dióxido de carbono –CO₂– es un producto del metabolismo celular, específicamente de los procesos de producción energética.

Tanto la PaCO2 como la presión parcial de oxígeno -PaO2– se mantienen en equilibrio, donde esta última predomina. Además, la estabilidad de las presiones parciales de gases garantiza el adecuado aporte de oxígeno a los tejidos e interviene en el equilibrio ácido-base.

La hipercarbia supone la presencia de hipoxemia, que es un nivel reducido de oxígeno, y la disminución de la PaO2 en sangre. Adicionalmente, el aumento de PaCOproduce acidosis respiratoria, ya que es un factor determinante del equilibrio ácido-base.

Síntomas

El cuadro clínico de la hipercarbia incluye tanto los síntomas de intoxicación por CO₂, como síntomas de las enfermedades desencadenantes. Además, por la relación inversa de O2/CO₂, es posible encontrar síntomas de hipoxemia.

Al principio, la elevación de la PaCO2 suele presentar pocos síntomas, debido a una rápida compensación respiratoria. Un aumento de la frecuencia y profundidad de la respiración basta como mecanismo regulador.

La persistencia de la hipercarbia produce alteraciones que ocasionan el cuadro clínico siguiente:

Respiratorios

– Aumento de la frecuencia respiratoria. Además, se observa que cada inspiración es más profunda.

– Disnea, como ocurre en el EPOC y asma bronquial.

– Ruidos respiratorios anormales, como los crepitantes, roncus y sibilantes.

Cardiovasculares

– Taquicardia y elevación de la presión arterial. Los cambios a nivel circulatorio ocurren para aumentar el flujo de oxígeno –disminuido– a los tejidos.

– Arritmias, debido a mecanismos de compensación cardiovascular, o cambios por hipoxemia.

Neurológicos

– Mareos y/o confusión.

– Cefalea, ocasionada tanto por la acumulación de CO₂ como la disminución de O2.

– Alteración del estado de la conciencia, que va desde somnolencia hasta el coma.

– Convulsiones.

Síntomas generales

– Visión borrosa.

– Hipoacusia.

– Ataques de pánico.

– Sensación de muerte inminente.

– Fasciculaciones musculares, tremor o mioclonías.

– Diaforesis.

Causas

La función respiratoria adecuada requiere la participación tanto del aparato respiratorio –vías aéreas y pulmones– como los sistemas metabólico, muscular y nervioso. Cualquier alteración en estos sistemas supone una disminución de la respiración o acumulación de CO₂.

Desde el punto de vista funcional, la hipercarbia es consecuencia del aumento de producción de CO₂ metabólico, así como de la dificultad para eliminarlo.

La disfunción del aparato respiratorio implica una de las causas de acumulación de CO₂ en el organismo. Además, otro mecanismo poco frecuente es la exposición a altos niveles de CO₂ ambiental.

Un aumento de los niveles de CO₂ en sangre activa los mecanismos de regulación para favorecer su eliminación.

Esto implica el aumento tanto de frecuencia como profundidad respiratoria para ingresar oxígeno y sacar CO₂ del organismo. Además, en este mecanismo intervienen tanto el sistema nervioso –centro respiratorio– como el muscular.

Aumento de la producción de CO₂

Son varias las circunstancias que inducen el aumento de producción de dióxido de carbono, y están relacionadas con el metabolismo alterado.

La hipercapnia, en este caso, se compensa con un aumento de la eliminación de CO₂. Son causas metabólicas de hipercarbia:

– Sepsis. Procesos infecciosos agudos incrementan el catabolismo y producen elevación de la PaCO2.

– Aumento del metabolismo basal, como ocurre en la tirotoxicosis ligada al hipertiroidismo.

– Acidosis metabólica.

– Traumatismos corporales extensos.

– Ejercicio físico extenuante.

– Fiebre.

– Uso prolongado o altas dosis de esteroides.

– Sobrealimentación.

– Administración de oxígeno en la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC).

Falla en la eliminación de CO₂

Todas las patologías que impliquen disfunción de los sistemas relacionados con la respiración suponen disminución en la eliminación de CO₂. Las más comunes son:

Sistema respiratorio

– Enfermedad pulmonar obstructiva crónica.

– Asma bronquial.

– Infecciones respiratorias, como bronquitis y neumonía.

– Tromboembolismo pulmonar.

– Apnea del sueño.

Sistema nervioso

– Traumatismos craneales con edema cerebral.

– Infecciones del sistema nervioso, como meningitis o encefalitis.

-Enfermedad cerebrovascular.

– Intoxicación por fármacos depresores del sistema nervioso, como las benzodiacepinas y los opioides.

Enfermedades musculares o neuromusculares

– Miopatías, como las distrofias musculares.

– Síndrome de Gillian Barré.

– Miastenia gravis.

– Esclerosis lateral amiotrófica.

Metabólicas

– Cetoacidosis diabética.

– Enfermedades renales que incluyan acidosis tubular renal.

– Hipofosfatemia.

– Hipomagnesemia.

Otras causas

– Inmersión en apnea y submarinismo.

– Dificultad respiratoria inducida por la obesidad, cuya causa es mecánica.

– Mala praxis al fijar los parámetros de ventilación mecánica de forma inadecuada.

Aumento de la inhalación de CO₂

– Accidentes ocupacionales, sobre todo en industrias donde se almacena CO₂.

– Permanencia en espacios confinados con poco oxígeno. En este caso, al agotarse la reserva de oxígeno, el individuo inhala el CO₂ expelido.

– Inhalación de gases procedente de fuentes geotérmicas o erupciones volcánicas.

Tratamiento

En primer lugar, el proceso respiratorio proporciona una cantidad de O2 necesaria y suficiente para realizar las funciones vitales.

La cantidad de O2 y CO₂ deben permanecer en equilibrio para que el organismo, en consecuencia, funcione adecuadamente. Cuando el dióxido de carbono aumenta, el oxígeno disminuye en la sangre.

El tratamiento de la hipercarbia tiene por finalidad restaurar el equilibrio perdido. Primeramente, debe diagnosticarse la causa específica de la condición antes de iniciar el tratamiento.

Si se trata de una enfermedad sistémica –respiratoria, del sistema nervioso o metabólica– se instaurará el tratamiento adecuado.

Las causas prevenibles, como la práctica del buceo y actividad laboral de riesgo, deben ser tomadas en cuenta. El manejo de la ventilación mecánica debe estar siempre a cargo de personal debidamente capacitado.

El eje principal del tratamiento de la hipercapnia es el aporte de O2 en cantidad suficiente. La administración de oxígeno, que debe estar humidificado, se realiza por mascarilla o bigote nasal, de acuerdo a los requerimientos. Se debe mantener al paciente monitorizado, vigilando parámetros como la saturación de O2 y la capnografía.

Otro método de vigilancia en caso de hipercarbia lo constituye la gasometría arterial, aportando datos precisos no solo acerca de la presión parcial de gases, sino también del equilibrio ácido-base en el organismo.

Referencias

  1. Russel, L. (s.f). Hypercarbia: Symptoms & Treatment. Recuperado de study.com
  2. Rakhimov, A. CO₂, pH de la sangre y alcalosis respiratoria. Recuperado de respiración normal.org
  3. Rakhimov, A. La hipercapnia: las causas y tratamiento. Recuperado de respiración normal.org.