Trastornos mentales/Psicopatología

Zooterapia: qué es, historia, tipos y beneficios


¿Qué es la zooterapia?

La zooterapia, o terapia asistida con animales, es un conjunto de terapias e intervenciones individuales o grupales en las que un animal, siguiendo criterios específicos e introducido por un profesional cualificado, es parte integrante del proceso terapéutico, cuya finalidad es mejorar el funcionamiento cognitivo, físico, emocional o social de una persona.

Esta terapia entrena y asocia al animal a un proyecto profesional o a una competencia específica. Su principal objetivo es apoyar y ser complemento de tratamientos y terapias de pacientes de todas las edades. 

Este tipo de actividad es utilizada con animales tanto domésticos como no domésticos para ayudar al ser humano en los problemas de salud que pueda presentar, tanto físicos como psicológicos, y además con muy buenos resultados.

La aplicación de esta técnica se ha ido generalizando progresivamente alrededor del mundo dada su inmensa utilidad médica para las instituciones de rehabilitación que la han implementado.

Actualmente, existe un gran número de agrupaciones con y sin fines de lucro que se dedican profesionalmente a esta actividad.

Breve historia de la zooterapia

Ya en el siglo XVIII se utilizaron animales, como el caballo, para tratar la discapacidad física de algunas personas. Gracias a estos intentos se fueron extendiendo estas actividades a países como Estados Unidos.

Florence Nightingale apreciaba los beneficios de las mascotas en los pacientes enfermos, y en Alemania, en 1867, incorporaron a los perros en el tratamiento de epilépticos.

Sigmund Freud solía tener perros en las sesiones psicoanalíticas, pues se dio cuenta de que la presencia del animal tranquilizaba a los pacientes.

Y en 1944, la Cruz Roja Americana organizó el primer programa terapéutico con animales para la rehabilitación de los aviadores.

A partir de entonces, las terapias asistidas con animales experimentó una gran expansión por países europeos, multiplicándose los centros que decidieron incorporar estas prácticas con sus pacientes.

Tipos de zooterapia

El tipo de animal a utilizar dependerá de la aplicación específica. Los animales normalmente utilizados para la zooterapia son los caballos, los delfines, los gatos y los perros, dado que poseen mejores condiciones para desarrollar esta actividad.

Equinoterapia e hipoterapia

Desde la Antigüedad se ha utilizado el caballo para ayudar a mejorar la movilidad de personas con discapacidad física, y es que las personas que se someten a esta terapia ven resultados muy positivos.

Las terapias asistidas con caballos son procedimientos médicos en los que se utiliza al animal como medio terapéutico, capaces de cubrir tanto factores físicos como psicológicos-emocionales.

Encontramos dos clases de terapias en las que el caballo es el protagonista: la hipoterapia y la equinoterapia. Con la primera de ellas, se tratan problemas físicos, mientras que con la segunda se tratan problemas mentales.

Normalmente, en cualquier actividad realizada con este animal, estos dos tipos de terapia se utilizan en conjunto.

También se realiza una tercera actividad llamada equitación terapéutica o adaptada, y aunque no es una terapia en sí, aporta beneficios en las personas que la realizan, ya que a diferencia de las dos actividades anteriores, tienen que controlar el caballo y hacer diferentes ejercicios con él.

Delfinoterapia, o terapia asistida por delfines

La delfinoterapia es considerada como un conjunto de métodos acuáticos que ayudan a una rehabilitación física y emocional impartida por el terapeuta, encargado de motivar y desarrollar la terapia, donde el delfín juega un papel fundamental en el proceso.

Podría entenderse como una forma de terapia que no tiene como fin prevenir o curar enfermedades, sino rehabilitar, además de estimular a personas con problemas tanto físicos como psicológicos.

Terapia con perros, o canoterapia

Este tipo de terapia puede ser una de las más conocidas, ya que el trabajo se realiza en contacto directo con uno o varios perros. Dentro de esta existen tres formas de trabajar con el perro:

Perros de servicio: utilizados para ayudar en su cotidianidad a personas con poca movilidad, discapacidad auditiva, etc. Estos perros son entrenados para mejorar la movilidad, alcanzar objetos y facilitar la socialización e independencia de la persona. Por ello, este animal sabrá abrir puertas, apagar luces, recoger objetos…

– Perros de terapia: al igual que el caballo o el delfín, el perro también se utiliza en este tipo de programas con el fin de proporcionar beneficios tanto físicos como psicológicos a la persona destinada de la acción.

Perros de visita: los perros, al ser animales domésticos, también se utilizan dado su efecto y compañía en hospitales y residencias geriátricas.

Terapia asistida por gatos

También se usa al gato para las terapias, ya que enseña a estar relajados con conciencia. Además, su ronroneo fomenta las emociones positivas y sus pequeñas señales de afecto son muy bien recibidas por los pacientes.

Beneficios de la zooterapia para los diferentes colectivos

Existen multitud de beneficios apoyados científicamente sobre el uso de estas prácticas como terapia para personas con algún problema:

Para niños y adolescentes

Los niños/as que crecen con animales o tienen alguna discapacidad o problema, presentan menos miedo y más sentimientos positivos.

Además, es una buena forma de estimular el desarrollo psicomotor y del lenguaje, por lo que tendrán mejor comunicación no verbal y más altos niveles de autoestima, así como mayor competencia social y sentido de la responsabilidad.

Hay que añadir que la suavidad y textura de algunos animales ofrecen beneficios a los niños como seguridad.

En personas mayores

Para las personas mayores tienen una gran utilidad, pues las protege de la soledad. Proporcionan risa e incrementan la actividad física y el desarrollo muscular, también se sienten útiles por tener alguien a quien cuidar.

Optimizan la atención y la percepción, mejoran la comunicación verbal y aumentan las expresiones faciales positivas. Además, estimulan el sentido de la vista, olfato, oído y tacto.

Beneficios para la salud mental

Su uso en unidades psiquiátricas con personas con depresión han disminuido el número de suicidios y el tiempo de ingreso.

En personas adultas con retraso mental, se ha observado un aumento del vocabulario oral comprensible, una mayor motivación y comunicación no verbal.

Para enfermos crónicos

En EE. UU. se emplean animales para la estimulación sensorial en algunos centros.

En personas con discapacidad física

Los animales son de gran uso para estas personas, pues existen animales adiestrados cuyo objetivo es hacerles la vida más fácil.

Beneficios en centros penitenciarios

El uso de estas prácticas en centros penitenciarios ha reducido la violencia y otros comportamientos no sociales, además de suicidios y adicción a las drogas.

También ha mejorado la autoestima y desarrollado sentimientos de compasión, paciencia y confianza, facilitando así la reinserción de los presos.

Además, se han utilizado en granjas de menores y en centros penitenciarios con enfermos con problemas mentales y de desintoxicación, incluso en casos de víctimas de abusos y maltrato.

Beneficios generales según el tipo de terapia

Las terapias asistidas con animales producen múltiples beneficios, dependiendo del animal que se utilice. A continuación vamos a hablar de forma resumida de algunos beneficios generales que producen las diferentes terapias:

En la equinoterapia

– El caballo transmite calor a través de su piel a la persona, por lo cual ayuda a distender y relajar la musculatura y los ligamentos. Gracias a lo anterior, mejora el funcionamiento del sistema circulatorio y la función fisiológica de los órganos internos.

– También transmite impulsos rítmicos a la pelvis, la columna y todos los miembros inferiores de la persona que lo monta, por lo que ayuda a la motricidad, al tono muscular y al movimiento coordinado.

– Facilita un patrón de locomoción equivalente al fisiológico de la marcha humana, algo de mucha utilidad para personas con parálisis cerebral.

– Ayuda a estabilizar el tronco y la cabeza, además de corregir problemas de conducta. Por otra parte, desarrolla y fortalece la musculatura, disminuye problemas de ansiedad y fomenta la confianza.

– Desarrolla el respeto y amor por los animales.

En la delfinoterapia

– Suele mejorar las relaciones de la persona que la recibe con respecto a sus familiares más cercanos.

– Disminuye la agresividad y causa felicidad.

– Produce avances en el lenguaje, aumenta la concentración y la afectividad.

En la canoterapia

– Son capaces de regular la presión arterial, la respiración y hasta la frecuencia cardiaca de pacientes y dueños.

En la gatoterapia

– Los gatos aportan emociones positivas y tranquilizan, reduciendo el estrés de la vida diaria.

Todos estos tipos de terapia dan beneficios físicos, psicológicos y sociales a quienes la reciben.

Aun así, hay que saber elegir cuál es la mejor opción, dependiendo del tipo de problema con el que tengamos que tratar, con el fin de darle a la persona un servicio adaptado a sus necesidades.

Referencias

  1. Abellán, R. M. (2008). La terapia asistida por animales: una nueva perspectiva y línea de investigación en la atención a la diversidad. Indivisa: Boletín de estudios e investigación, (9).
  2. Estivill S. (1999). La terapia con animales de compañía. Tikal Ediciones. Barcelona.
  3. San Joaquín, M. Z. (2002). Terapia asistida por animales de compañía. Bienestar para el ser humano. Temas de hoy.