Organismos

Haemophilus ducreyi: qué es, características, morfología, patología


¿Qué es Haemophilus ducreyi?

Haemophilus ducreyi es una bacteria cocobacilar gramnegativa causante de una enfermedad de transmisión sexual, denominada chancro blando, chancroide o enfermedad de Ducrey. Esta patología se caracteriza por la aparición de lesiones ulcerosas en la región genital y anal.

La enfermedad es de distribución mundial y fue endémica hasta el siglo XX. Especialmente en la época de guerra, esta enfermedad constituyó un problema de salud tan importante como la gonorrea.

Actualmente, es más frecuente diagnosticarla en el Caribe, África y Asia, donde es el agente causal del 23 al 56% de las úlceras en la zona genital. También existen brotes esporádicos en Estados Unidos y Canadá, aunque se cree que estas personas adquirieron la enfermedad en sitios donde es común.

Se calcula que la prevalencia oscila entre 6 a 7 millones de casos anuales en todo el mundo, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Sin embargo, es sabido que hay sub-registros, debido a la dificultad en ocasiones para la confirmación del diagnóstico.

Se ha podido determinar que la tasa de frecuencia ha sido más alta en parejas heterosexuales que homosexuales, donde la probabilidad de contagio con una sola exposición sexual es de 0.35%.

Características de Haemophilus ducreyi

– Es un microorganismo anaerobio facultativo.

– Es catalasa negativa y oxidasa positiva. Esta última suele dar en forma retardada.

– Es inmóvil y no forma esporas.

– La prueba de ALA-porfirina es negativa, lo que indica que necesita de hemina exógena para el desarrollo (Factor X). A pesar de que este microorganismo es bioquímicamente inerte, reduce los nitratos a nitritos y produce fosfatasa alcalina.

Morfología

– Haemophilus ducreyi en tinciones de Gram de muestras directas se observan como cocobacilos gramnegativos que toman débilmente el colorante.

– Las bacterias suelen estar acompañadas de abundantes polimorfonucleares.

– Las bacterias en el Gram se disponen de manera característica en forma de grupos laxos (parecido a cardúmenes de peces), o como grupos de cadenas paralelas suavemente curvados, simulando una vía de ferrocarril.

– También pueden encontrarse cocobacilos aislados fuera o dentro de los polimorfonucleares.

– En cultivo, las colonias de Haemophilus ducreyi suelen ser pequeñas, no mucoides, de color entre gris a amarillas tostadas.

– Cuando se tocan con el asa de platino pueden deslizarse sobre el agar, siendo difícil de tomar, y al tratar de disolverlas en solución fisiológica forman una suspensión no homogénea “grumosa”.

– Sobre agar sangre, las colonias presentan una pequeña zona de hemólisis alrededor.

Factores de virulencia

Diversos genes coordinan y regulan la expresión de los factores de virulencia durante la enfermedad. Los factores de virulencia conocidos para esta bacteria son los siguientes:

Expresión de proteínas LspA1 y LspA2

Contribuyen a un efecto antifagocítico.

Proteína de membrana externa

Promueve la adherencia de la bacteria al tejido y a la vez bloquea el depósito en la superficie bacteriana de anticuerpos IgM y del depósito de componentes del complemento.

Lipoproteína de unión con el fibrinógeno FgbA

Promueve el depósito de fibrina para proteger la superficie de la bacteria.

Expresión de un transportador de afluencia

Protege a la bacteria de ser destruida por los péptidos antimicrobianos.

Diagnóstico diferencial

En esta patología es necesario hacer diagnóstico diferencial con otras enfermedades de transmisión sexual similares, como sífilis, herpes genital, donovanosis y linfogranuloma venéreo.

El chancroide y las enfermedades de origen bacteriano que acabamos de mencionar, tienen en común la forma de transmisión y la aparición de bubones (tumefacción de ganglios linfáticos de la región inguinal) y lesiones ulcerosas.

Sin embargo, las úlceras o chancros de estas patologías presentan características específicas que las diferencian las unas de las otras.

Los chancros causados por Haemophilus ducreyi presentan bordes irregulares y plegables, con un fondo purulento, y de allí proviene el nombre de chancro “blando”. La característica del fondo de la lesión purulenta es lógica, debido a que H. ducreyi es un microorganismo piogénico.

Por su parte, el chancro sifilítico posee un borde uniforme e indurado de base limpia, es decir, sin pus.

Otra diferencia importante es que los chancros sifilíticos son indoloros y el chancro blando es muy doloroso.

La donovanosis o granuloma inguinal también presenta úlceras, pero estos poseen una base roja no dolorosa, con un borde blanco. En el caso del herpes genital, las lesiones tienen borde eritematoso y comienzan con un grupo de vesículas.

La enfermedad no produce inmunidad, por lo que las personas pueden sufrirla en varias oportunidades.

Patogenia y patología

– El periodo de incubación es corto, suele durar entre tres y siete días, sin síntomas prodrómicos.

– La lesión inicia como una pápula, con un borde al principio enrojecido e inflamado. Luego de dos a tres días se forma una pústula. Estas lesiones (pápula y pústula) no son dolorosas.

– Posteriormente, se inicia la formación de una úlcera blanda, que posee bordes indeterminados. Las lesiones se caracterizan por ser úlceras desgarradas, con líquido necrótico y purulento, de color gris amarillento, muy dolorosas.

– Con frecuencia se encuentran lesiones múltiples, debido a la autoinoculación en zonas muy próximas una de otra.

– Las úlceras chancroides poseen una base muy friable (frágil, que se rompe fácilmente) formada por tejido de granulación muy vascularizado, razón por la cual sangran con facilidad. Si no son tratadas, estas lesiones pueden persistir por meses.

– El paciente presenta linfadenopatía inguinal (inflamación de los ganglios), generalmente unilateral, sensible a la palpación. Luego progresa a un bubón inguinal fluctuante que puede drenar espontáneamente.

– Las mujeres pueden experimentar con menor frecuencia la aparición de linfadenopatía y bubones, pero, en cambio, pueden referir otras manifestaciones clínicas, como leucorrea (secreción blanquecina), sangrado leve, disuria (dificultad o dolor para orinar), frecuencia en la micción y dispareunia (dolor en las relaciones sexuales).

Ubicación de las lesiones

– En los hombres, la ubicación de las lesiones es más frecuente a nivel del pene (prepucio, el frenillo, el glande, el surco coronal y balanoprepucial).

– En las mujeres, pueden estar en los labios genitales, en el periné, el introito, el vestíbulo, paredes vaginales, el cuello uterino y la región perianal.

– En las mujeres también se han reportado casos extragenitales debido a la autoinoculación en las mamas, los dedos, las caderas y la mucosa oral.

– En los homosexuales pueden presentarse en el pene (mismos lugares) y en la región perianal.

Diagnóstico

Toma de muestra

La muestra debe ser tomada del fondo y de los bordes socavados de la úlcera cuidadosamente higienizada, con hisopos de algodón, rayón, dacrón o alginato de calcio.

También pueden cultivarse los aspirados de los bubones. Sin embargo, la muestra ideal es la de la úlcera, pues ahí es donde se suele encontrar con mayor frecuencia el microorganismo viable.

Como las muestras suelen tener bajo número de Haemophilus y a su vez no sobreviven mucho tiempo fuera del organismo, se recomienda sembrarla inmediatamente de forma directa en los medios de cultivo.

Medios de cultivo

Para el cultivo de los Haemophilus en general se requieren medios de cultivos nutritivos con características especiales, ya que este género es muy exigente desde el punto de vista nutricional. 

Para el aislamiento de H. ducreyi se ha utilizado con éxito un medio compuesto por agar GC con 1 a 2% de hemoglobina, 5% de suero fetal de ternera, 1% de enriquecimiento IsoVitalex y vancomicina (3 µg/mL).

Otro medio útil es el preparado con agar Müeller Hinton con 5% de sangre calentada de caballo (chocolatizada), 1% de enriquecimiento IsoVitalex y vancomicina (3 µg/mL).

Condiciones de cultivo

Los medios se incuban a 35 °C en 3 a 5% de CO₂ (microerofilia), con alta humedad, observando las placas diariamente por 10 días. Lo común es que las colonias se desarrollen entre 2 a 4 días.

Identificación

Para la identificación se usan sistemas semiautomatizados o automatizados, como por ejemplo el sistema RapIDANA (bioMerieux Vitek, Inc).

Otros métodos diagnósticos

Se usan también anticuerpos monoclonales dirigidos contra H. ducreyi, utilizando una prueba de inmunofluorescencia indirecta para detectar al microorganismo en los frotis preparados a partir de úlceras genitales.

También a través de pruebas de biología molecular, como el PCR, son las más sensibles.

Tratamiento

Existen varios esquemas de tratamiento, todos muy eficaces. Entre ellos:

  • Ceftriaxona, dosis única intramuscular de 250 mg.
  • Azitromicina, dosis única de 1 g.
  • Ciprofloxacino, 500 mg cada 12 horas durante tres días.
  • Eritromicina, 500 mg cada 6 a 8 horas durante siete días.

Referencias

  1. Forbes, B., Sahm, D., Weissfeld, A. Diagnóstico Microbiológico de Bailey & Scott. Argentina. Editorial Panamericana S.A.
  2. Ryan, K.J., Ray C. Sherris. Microbiología Médica, McGraw-Hill, New York, U.S.A.
  3. Moreno-Vázquez, K., Ponce-Olivera, R.M., Ubbelohde-Henningsen, T. (2014). Chancroide (enfermedad de Ducrey). Dermatol. Rev. Mex.