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Tilcuate (Drymarchon corais): características, hábitat, alimentación


El tilcuate (Drymarchon corais) o serpiente índigo es un reptil de hábitos diurnos perteneciente a la familia Colubridae. El nombre tilcuate proviene de la lengua náhuatl. En este se combinan tres raíces: tilli (negro), coa (serpiente) y ti (animal). Es conocida también con otros nombres tales como culebra prieta, culebra arroyera, zumbadora y serpiente índigo.

Durante los tiempos prehispánicos, esta serpiente era considerada una deidad y estaba asociada con la fertilidad. Esta creencia se relacionaba con el hecho de que surgían de las entrañas de la tierra. Con la conquista y la prédica del cristianismo, esta adoración cambió a repulsión, ya que para la iglesia la figura de la serpiente era asociada (y aún se asocia) con los demonios.

Existen cinco especies del género Drymarchon. Estas se encuentran distribuidas entre el sudeste de América del Norte, América Central y América del Sur. De todas estas especies, la Drymarchon corais es la que está más ampliamente distribuida. Se pueden conseguir ejemplares desde el sudeste de América del Norte hasta América del Sur.

Por otro lado, en muchas partes de las Américas el tilcuate tiene valor comercial. Esto se debe a su atractivo, docilidad y al hecho de que no son venenosas.

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Características del tilcuate

Los tilcuates son serpientes de color oscuro y complexión robusta. Su longitud promedio es de entre 120 y 150 cm. Cuando alcanza la edad adulta puede llegar a medir hasta 280 cm.

La cola representa alrededor del 20% de su longitud total. La cabeza se distingue del cuello, tiene ojos grandes y pupilas redondas. Puede hacer vibrar su cola y producir un sonido siseante, imitando el sonido de una serpiente cascabel. Este sonido lo emite cuando se siente amenazada.

Además, tiene escamas dorsales (cabeza, cuerpo y cola) de color negro. Las escamas ventrales son claras con manchas oscuras. Las supralabiales e infralabiales son claras con un borde oscuro grueso. A simple vista presenta un color negro o gris oscuro, que a bajo luz de día, puede mostrarse brillante con destellos intensos de color azul o púrpura.

Por otra parte, el tilcuate es muy sensible a los cambios en su hábitat. Ya existen especies declaradas amenazadas en algunas regiones de América. Tal es el caso de la Drymarchon corais couperi en E.E.U.U.

Esta especie ha estado bajo presión por el comercio nacional e internacional de mascotas, la expansión residencial y comercial y la bioacumulación de pesticidas.

En cuanto a sus enemigos naturales, son muy pocos. Dentro de este grupo de enemigos están las aves de rapiña, coyotes y gatos salvajes. El ser humano también es depredador de esta especie. 

Hábitat

El tilcuate tiene un hábitat extendido por toda América. Según registros, se encuentran en México, Guatemala, Honduras, Belice, El Salvador, Nicaragua, Panamá, Trinidad, Tobago, Guyana, Colombia, Venezuela, entre otros. Sus hábitats específicos son tan variados como las regiones donde están establecidas.

Principalmente son reptiles de bosques tropicales húmedos. Pero también pueden hallarse en zonas más secas como sabanas, manglares, bosques espinosos (cactus, tunas, etc) y en los bosques cercanos a lagos, ríos y arroyos.

Se le conoce como de costumbres acuáticas, pues requiere de fuentes de agua limpia para sobrevivir. Sin embargo, puede también ser encontrada la tierra. De igual modo, pueden trepar árboles y arbustos con facilidad para buscar alimento.

Reproducción

En general, como la mayoría de las serpientes, la especie Drymarchon corais es ovípara. Cuentan con un período de tiempo determinado durante el cual el macho fertiliza a la hembra con su esperma. Incuban durante dos o tres meses y pueden llegar a tener hasta 20 crías.

En algunas especies el período de fertilización se extiende entre noviembre y abril.  Las hembras ponen sus huevos entre mayo y junio. Estos huevos eclosionan entre agosto y septiembre. Estos lapsos pueden modificarse dependiendo de la especie en particular y del inicio de la temporada de lluvias.

En cambio, para otras especies la fertilización tiene lugar de junio a enero. La puesta de huevos se produce entre abril y julio y la eclosión ocurre desde mediados del verano hasta comienzos del otoño. Las crías al nacer miden de 43 cm a 61 cm de longitud.

Existen estudios que sugieren que las hembras de la especie tienen la capacidad de almacenar esperma del macho y autofertliizarse. De este modo puede retrasar la fertilización de los huevos si es necesario.

Actualmente, se estudia si tienen la capacidad de autofertilización o de reproducción partenogenética (crecimiento y desarrollo de embriones sin fertilización previa).

Alimentación

La dieta del tilcuate está compuesta por anfibios anuros (sapos y ranas), lagartos, serpientes, huevos de aves, huevos de reptiles, aves y pequeños mamíferos.

El mecanismo usado para alimentarse consiste en morder a su presa y luego asfixiarla mediante presión fuerte contra el suelo.

Debido a su régimen alimenticio, los campesinos las consideran benéficas. Estas pueden devorar otras serpientes tóxicas, como las cascabeles. Esto se debe a que son inmunes a su veneno.

También, los pobladores de las áreas agrícolas aseguran que, gracias a la actividad del tilcuate, tienen un mejor control sobre plagas de roedores en sus tierras.

En tiempos recientes, su hábitat natural ha sido destruido por la actividad humana. Esta modificación ha desplazado al tilcuate hacia zonas urbanas, lo que ha afectado a sus hábitos alimenticios. Los especialistas sospechan que algunos ejemplares se han vuelto omnívoros.

Leyendas

El comportamiento del tilcuate es motivo de numerosos mitos y fantasías. Cuentan las leyendas que estas serpientes se pelean con los hombres y duermen a las mujeres con su aliento.

También aseguran que cuando alguien se les acerca lo suficiente en el campo o en las orillas de los ríos, arroyos o lagos, puedes escucharlas emitir un silbido parecido al de los seres humanos.

Asimismo, una famosa historia en Morelos asegura que esta serpiente “roba” la leche de las mujeres cuando amamantan a sus hijos. Para lograrlo, duerme a la madre y su bebé emitiendo un vaho que los deja inconscientes.

Acto seguido, procede a succionar la leche de los pechos mientras que mantiene su cola en la boca del niño para que se mantenga en silencio. También aseguran que el tilcuate tiene la facultad de dar dolorosos latigazos con su cola cuando es molestada.

En realidad, esta serpiente puede morder con fuerza cuando se irrita. Sin embargo, no se le considera como peligrosa para el ser humano.

Referencias

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