Anatomía y fisiología

Anatomía microscópica: historia, qué estudia, métodos


La anatomía microscópica es la ciencia que estudia la estructura minúscula de las células y los tejidos que conforman el cuerpo de los organismos. Para poder desarrollarse de manera eficaz, esta disciplina requiere de herramientas de precisión, como por ejemplo el microscopio de luz ultravioleta o el microscopio electrónico.

Por lo tanto, se puede afirmar que esta ciencia hizo grandes progresos durante la segunda mitad del siglo XIX, ya que en este período fueron perfeccionados los microscopios ópticos. Esto permitió desarrollar nuevos métodos que facilitaron el estudio de los tejidos.

A partir del siglo XX, la anatomía microscópica amplió sus conocimientos gracias al desarrollo de las herramientas microscopias, que obtuvieron mayor poder de aumento y resolución, conseguidos a través de los avances tecnológicos. Además, las técnicas de laboratorio también fueron perfeccionadas, lo que facilitó la observación.

Es importante destacar que de esta disciplina derivan dos importantes ramas científicas, como lo son la histología y la citología. La primera estudia la composición de los tejidos orgánicos, dedicándose al interior de las células y los corpúsculos; la segunda también se dedica al estudio de las células, pero desde un nivel estructural, bioquímico y fisiológico.

Índice del artículo

Historia

La historia de la anatomía microscópica se inicia con la aparición de la anatomía general, cuyos orígenes estuvieron vinculados a su vez con los inicios de la medicina. Según la autora Clara García Barrios, en su texto Origen e historia de la disección anatómica (1999), los primeros vestigios anatómicos comenzaron con la búsqueda por preservar los cadáveres humanos.

En consecuencia, a través del embalsamiento, de la momificación y de otras técnicas de preservación, los seres humanos comenzaron a familiarizarse con los tejidos corporales. Estas técnicas proceden de civilizaciones muy remotas, como por ejemplo los antiguos egipcios o en la civilización incaica.

Cabe destacar que para momificar y embalsamar era necesario realizar cortes, separar las estructuras y acceder a cavidades, dando origen al concepto de disección, que fundamentó las bases de todas las ciencias anatómicas.

En la Grecia Antigua

La anatomía como ciencia nació con los antiguos griegos. Uno de los médicos más eminentes de este período fue Hipócrates (460-370 a. C.), quien es considerado como padre de la medicina. Posteriormente, Aristóteles (384-322 a. C.) logró distinguir los nervios, los tendones, los huesos y los cartílagos en el cuerpo de los animales.

En el período alejandrino, Herófilo (335-280 a. C.) practicó la primera disección de cadáveres humanos, dándole origen al concepto de anatomía, que quiere decir “yo corto”, en griego antiguo. Este médico descubrió varias formaciones anatómicas, como el cerebro y sus meninges, los nervios, los vasos lácteos, la próstata y el duodeno.

Posteriormente, Erasístrato (350-300) consideró la posibilidad de que el organismo estaba constituido por partículas minúsculas e invisibles. Este pensamiento dio origen a lo que posteriormente sería la anatomía microscópica.

Las primeras observaciones microscópicas

El primer científico en observar las células fue Robert Hooke en 1665, quien logró describir y dibujar las células muertas presentes en un corcho; esto lo consiguió mediante el uso de un microscopio muy primitivo. Sin embargo, fue Antony Van Leeuwenhoek (1632-1723) quien observó por primera vez un grupo de células vivas.

Para poder llevar a cabo sus observaciones, Leeuwenhoek construyó una serie de microscopios bastante rudimentarios pero muy exitosos para el momento, que le permitieron describir las células presentes en la sangre y en las algas. Su trabajo fue solamente descriptivo, no obstante, sirvió para descubrir el complejo mundo microscópico.

Qué estudia (objeto de estudio)

La palabra “anatomía” proviene del griego “anatomé”, que puede traducirse como “disección”, aunque también significa “yo corto”. Por consiguiente, se puede establecer que la anatomía es una ciencia encargada de estudiar las formas y las estructuras de las partes del cuerpo, tanto de humanos como de animales.

En cuanto a la palabra “microscópica”, esta proviene del sustantivo “microscopio”, formado por la raíz griega “micro” y “scopio”, que respectivamente significan “pequeño” y “mirar”. Por lo tanto, esta palabra hace referencia a la acción de observar algo que resulta muy pequeño.

En conclusión, el objetivo de la anatomía microscópica consiste en examinar las estructuras biológicas que no pueden verse sin ser ampliadas. A través de los lentes de aumento, el científico puede revelar aspectos que se escapan del ojo humano; mientras más avanzado sea el microscopio, mayor será la cantidad de detalles que presenten las células y tejidos.

Métodos y técnicas

Microscopio de luz fluorescencia

Para poder llevar a cabo sus investigaciones, la anatomía microscópica requiere de las técnicas del microscopio. Uno de los microscopios más empleados por los científicos es el de luz fluorescencia, que emplea cristales de cuarzo y produce la iluminación a través de unas lámparas de mercurio. Esta herramienta no emplea filtros y los resultados deben observarse en placas fotográficas.

Microscopio de luz ultravioleta

Este instrumento es imprescindible al momento de estudiar anatomía microscópica. Funciona de manera similar a un espectrofotómetro, sin embargo, se diferencia de este porque los resultados quedan registrados en imágenes fotográficas.

El resultado final no puede ser observado de forma directa por el ocular ya que la luz ultravioleta puede perjudicar la retina del investigador. Este método facilita la detección de ácidos y proteínas; también permite la obtención del ARN de las células.

Microscopio electrónico

Los microscopios electrónicos son los más utilizados en la actualidad por esta disciplina. Se diferencia de los anteriores en el hecho de que este emplea electrones en vez de utilizar luz visible para conseguir imágenes de elementos diminutos.

El primer ejemplar electrónico fue diseñado por Max Knoll y Ernst Ruska en 1925 y actualmente existen dos tipos: los microscopios electrónicos de transmisión y los microscopios electrónicos de barrido.

La histología y la citología

La anatomía microscópica emplea otras ramas científicas para poder desarrollar de manera más eficaz sus investigaciones, siendo estas la histología y la citología. Aunque ambas disciplinas están enfocadas en objetivos diferentes, las dos coinciden en que requieren del uso del microscopio para poder llevarse a cabo.

La histología le permite a la anatomía microscópica conocer las membranas alveolares presentes en varios tejidos del cuerpo, mientras que la citología le propicia conocimientos profundos sobre las células, tanto en su estado normal como en un posible estado patológico.

Referencias

  1. Barrios, C. (1999) Historia de la medicina: origen e historia de la disección anatómica. Recuperado el 2 de octubre de 2019 de Scielo: scielo.sld.cu
  2. Campo, K. (s.f.) Introducción a la anatomía microscópica y macroscópica. Recuperado el 2 de octubre de 2019 de Academia: academica.edu
  3. Fankhauser, G. (1938) The microscopical anatomy of metamorphosis. Recuperado el 2 de octubre de 2019 Willey Online Library: onlinelibrary.wiley.com
  4. Gray, H. (1878) Anatomy of the human body. Recuperado el 2 de octubre de 2019 de Google books: books.google.com
  5. Kolliker, A. (1854) Manual of human microscopical anatomy. Recuperado el 2 de octubre de 2019 de Google books: books.google.com
  6. Sacanella, E. (1921) Evolución de la anatomía. Recuperado el 2 de octubre de 2019 de Universitat de Barcelona: diposit.ub.edu
  7. Sillau, J. (2005) Historia de la anatomía. Recuperado el 2 de septiembre de 2019 de Revistas BV: sisbib.unmsm.edu.pe
  8. Terrada, M. (2019) La anatomía microscópica en España. Recuperado el 2 de septiembre de 2019 de Digital CSIC: digital.csic.es