¿Cómo se defienden las lagartijas?
La forma en la que se defienden las lagartijas va a depender de la especie, huyendo, trepando a los árboles o desprendiendo su cola. Las lagartijas son reptiles bastante pequeños, con movimientos nerviosos y rápidos.
Sacan su lengua larga para probar el aire o el terreno, y así tomar información del entorno. Los gecos la usan para limpiar sus ojos, y los camaleones, para atrapar insectos.
Casi todas las lagartijas son terrestres, con excepción de las regiones polares. Algunas especies viven bajo la tierra, y otras en los troncos de los árboles.
La mayoría de ellas son carnívoras y se alimentan de insectos, aves, pequeños mamíferos, huevos o de otros reptiles.
¿Cuál es el sistema defensivo de las lagartijas?
El comportamiento de defensa que poseen las lagartijas es la autonomía caudal. Está muy difundida entre los lagartos y algunas serpientes, y sirve para distracción ante un enemigo.
Ante el ataque inminente de un depredador, la pérdida de la cola es un mecanismo de defensa muy eficaz.
Las lagartijas mueven la cola en presencia de algún peligro, como un elemento de distracción. Hasta hay algunas que tienen en su cola colores más llamativos para atraerlos.
En la naturaleza, estos movimientos y la coloración, son interpretados como una adaptación para evitar un ataque al cuerpo o a la cabeza. De esta forma el ataque es desviado a una zona menos vulnerable y más “protegida”.
Estudios que se han efectuado, demostraron una relación entre la autonomía caudal y la presión que significa para algunas especies de lagartos y lagartijas estar sometidas a la depredación.
La diferencia está en sus colas
Se ha demostrado que entre las distintas especies la mayoría de ataques son dirigidos a las colas. Además, como los ejemplares jóvenes tienen mayor coloración, no sufren el ataque de sus pares. Esto es debido a que no se lo considera un competidor por su falta de madurez.
En las especies que tienen la capacidad de perder su cola ante un ataque, la cola al desprenderse se autotomiza (se desprende a voluntad).
Esta cola sigue moviéndose durante un tiempo, entre unos minutos hasta media hora. Esto distrae al depredador, creyendo que su víctima está herida, mientras la lagartija huye.
La cola de los lagartos tienen planos de fractura, por donde se cortará, y esfínteres musculares que cierran el paso de la sangre. Esto hace que la pérdida de la cola no provoque hemorragias ni pérdida de masa muscular.
Una vez desprendida a voluntad, la cola se sigue agitando gracias a un complejo sistema de control neuromuscular. Este movimiento es posible por el glicógeno que queda depositado en su cola.
Aunque le permite salvar su vida, que no es poco, la pérdida de la cola trae consecuencias negativas para la lagartija. Su capacidad de locomoción se ve afectada, por la pérdida de balance al escapar.
Además sin la cola, un ataque puede ser, en la mayoría de los casos, fatal. Su capacidad de regeneración depende de la especie y de su alimentación, y varía de entre cuatro a siete meses.
Referencias
- “¿Por qué las lagartijas se desprenden de su cola?”. Tomado de abc.es
- “El rojo defiende a las lagartijas de sus depredadores”. Tomado de europapress.es.