Medicina

Angiomatosis: síntomas, causas, tratamientos, prevención


La angiomatosis bacilar es una infección que provoca el aumento de pequeños vasos sanguíneos en la piel y órganos viscerales. Casi todos los casos de angiomatosis bacilar se observan en pacientes inmunocomprometidos, con la mayoría de los casos notificados en pacientes con SIDA. Las personas inmunocompetentes también pueden desarrollar la enfermedad, pero es raro.

En personas con VIH / SIDA la enfermedad puede causar una inflamación severa del cerebro, médula ósea, ganglios linfáticos, pulmones, bazo e hígado, por lo que puede llegar a ser fatal en las personas con VIH.

La enfermedad es causada por una bacteria llamada Rochalimaea henselae, que fue reclasificada como Bartonella henselae. Fue llamada así por Diane Hensel, una microbióloga.

La angiomatosis bacilar también se ha denominado enfermedad de rasguño de gato, fiebre del rasguño de gato, linfadenitis regional y linforreticulosis benigna.

Índice del artículo

Causas de la angiomatosis bacilar

La angiomatosis bacilar es causada por las bacterias Bartonella quintana o Bartonella henselae. La infección bacteriana puede producirse con los siguientes organismos:

Bartonella henselae

  • Método de transmisión – rasguño / picadura de gato
  • Vector de transmisión – garrapatas / pulgas

Bartonella quintana

  • Método de transmisión – de un ser humano al otro
  • Vector de transmisión – piojos.

Síntomas

Lesiones en la piel

  • Su color varía de una persona a otra ( color de la carne, púrpura, o sin color)
  • Pueden aparecer en la piel una sola lesión o múltiples lesiones (pápulas)
  • Las lesiones se parecen a hemangiomas
  • Tamaño variable de los nódulos (de 1 mm hasta 10 cm)
  • También pueden estar presentes en la piel los nódulos escamosos
  • Pueden también se encontrarse en grandes masas

Las extremidades pueden afectarse por extensas placas

  • Pigmentación excesiva
  • Queratinización excesiva

Áreas más afectadas

  • Lengua
  • Orofaringe
  • Mucosa oral
  • Nariz

Dolor

Las áreas más afectadas por el dolor incluyen los antebrazos y las piernas (dolor en los huesos).

Participación sistémica

  • Sudoración durante la noche
  • Fiebre / escalofríos
  • Consumo general
  • Pérdida de peso
  • Anorexia
  • Dolor abdominal
  • A menudo se acompaña de náuseas y vómitos

Masa en el abdomen

Esta masa se acompaña de sangrado dentro del tracto gastrointestinal.

Si el colon se ve afectado

  • Diarrea con sangre
  • Calambres abdominales

Si el sistema nervioso central se ve afectado

  • Dolor de cabeza
  • Dolor de espalda
  • Depresión
  • Ansiedad
  • Psicosis
  • Cambios en la personalidad
  • Irritabilidad excesiva
  • Neuralgia (más comúnmente afectada – nervio trigémino)
  • Convulsiones

Si la laringe está obstruida

El paciente puede tener dificultad para respirar

La manifestación cardíaca más común es la endocarditis. La afectación pulmonar es rara y puede tomar la forma de neumonía o derrame pleural.

Las complicaciones neurológicas de la infección por angiomatosis bacilar son raras, y la presentación más común es la encefalopatía. Las manifestaciones oculares no son raras, siendo la neurorretinitis la más frecuente.

Diagnóstico

Pasos para el diagnóstico

1-Se realiza por lo general un examen físico completo con evaluación de la historia clínica.

2-Se procede a hacer una biopsia del tejido y se envía a un laboratorio para un examen patológico.

3-El patólogo examina la biopsia bajo un microscopio. Tras reunir los hallazgos clínicos y estudios especiales sobre los tejidos, el patólogo llega a un diagnóstico definitivo. Para esto utiliza técnicas especiales, tales como manchas de inmunohistoquímica, que ayudan a revelar la presencia de bacterias.

4-Es posible que sea necesario realizar pruebas adicionales para descartar otras condiciones clínicas con el fin de llegar a un diagnóstico definitivo, debido a que muchas afecciones pueden tener signos y síntomas similares.

Diagnóstico diferencial

El diagnóstico diferencial de la angiomatosis bacilar incluye sarcoma de Kaposi, granuloma piogénico, verruga peruana y varios angiomas, particularmente hemangioma epitelioide.

Sarcoma de Kaposi

La diferenciación del sarcoma de Kaposi es de mayor importancia, ya que ambas condiciones suelen ocurrir en pacientes infectados con VIH y en otros estados de competencia inmuno comunitaria.

Aunque la angiomatosis bacilar es potencialmente tratable, si se pasa por alto, el resultado puede ser fatal. Raramente el sarcoma de Kaposi y la angiomatosis bacilar pueden coexistir en el mismo paciente.

Los parches, las máculas y las placas superficiales características del sarcoma de Kaposi generalmente no se observan en una angiomatosis bacilar. De aparecer placas en la angiomatosis bacilar, las lesiones están mal definidas y a menudo se asemejan a la celulitis.

Las características histopatológicas también suelen permitir la diferenciación entre el angiomatosis bacilar y el sarcoma de Kaposi. La detección de los grupos granulares de bacterias son un marcador distintivo de angiomatosis bacilar.

Ambas condiciones son angio proliferativas, pero los espacios vasculares de la angiomatosis bacilar son redondos mientras que los del sarcoma de Kaposi tienen forma de hendidura.

Por otro lado, las células endoteliales en la angiomatosis bacilar son poligonales, pero en el sarcoma de Kaposi tienen forma de huso. Los glóbulos hialinos frecuentemente vistos en el sarcoma de Kaposi están ausentes en la angiomatosis bacilar.

Granulomas piogénicos

Los granulomas piogénicos pueden ser clínicamente indistinguibles de la angiomatosis bacilar. Las lesiones piogénicas parecidas a granulomas son una de las principales presentaciones clínicas de angiomatosis bacilar y también pueden parecerse a estas histopatológicamente.

El granuloma piogénico suele ser solitario, aunque se han reportado lesiones agrupadas, así como lesiones ampliamente diseminadas.

En la angiomatosis bacilar, las lesiones son frecuentemente múltiples y tienen morfología variable, aunque pueden ocurrir lesiones únicas.

La histopatología difiere. Los neutrófilos en el granuloma piogénico están presentes solo en lesiones erosionadas o ulceradas. Las similitudes clínicas e histopatológicas entre angiomatosis bacilar y granuloma piogénico han motivado investigaciones en cuanto a una posible similitud en la causa, pero ninguno ha resultado positivo.

Verruga peruana

La verruga peruana es endémica en algunas partes del Perú y de los países andinos vecinos, y el diagnóstico debe ser considerado solo si el paciente visitó las áreas endémicas.

Esta es causada por la Bartonella bacilliformis; puede parecerse a la angiomatosis bacilar, ya que las lesiones son pápulas o nódulos, algunos pedunculados, a menudo hemangiomatosos o hemorrágicos. Las lesiones en la verruga peruana, generalmente son múltiples, e implican la cara, los miembros y las membranas mucosas.

La biopsia de verruga peruana, aunque muestra las características de angio proliferación, carece de un denso infiltrado neutrofílico. La Bartonella bacilliformis se puede observar en el citoplasma de las células endoteliales.

Los tumores vasculares, en particular el hemangioma epitelioide (hiperplasia angiolinfoide con eosinofilia) pueden causar dificultades diagnósticas en el diagnóstico clínico.

Los nódulos dérmicos o subcutáneos solitarios o múltiples se localizan principalmente en el cuero cabelludo y la cara. Generalmente hay eosinofilia en la sangre periférica en el hemangioma epitelial.

En la biopsia, hay proliferación de vasos sanguíneos de tamaño pequeño a mediano, que a menudo muestran una arquitectura lobular. Los canales vasculares están revestidos por células endoteliales agrandadas (epitelioides). Un infiltrado perivascular se compone principalmente de linfocitos y eosinófilos, no de neutrófilos.

Tratamientos

La infección bacteriana puede ser tratada con antibióticos. La administración de estos medicamentos normalmente puede causar que los tumores se contraigan en tamaño y desaparezcan, dando como resultado una recuperación completa.

Por lo general, esto puede tardar más de un mes. Sin embargo, la terapia farmacológica debe continuar durante varios meses. Si la inmunodeficiencia subyacente no puede ser curada, las recaídas son probables. En estos casos, la terapia antibiótica se reanudará o se prescribirá para toda la vida.

Dado que en la mayoría de los casos los tumores responden bien a la terapia con antibióticos, una cirugía para extirparlos no suele ser necesaria. La atención de seguimiento con exámenes regulares y chequeos es importante.

Estudios sobre tratamientos médicos

A pesar de las propiedades bacteriostáticas, según estudios, la eritromicina ha mostrado un efecto dramático en la angiomatosis bacilar, ya que inhibe significativamente la proliferación de células microvasculares dérmicas inducidas por ambas cepas (Bartonella quintana y Bartonella henselae).

Al parecer, la doxiciclina y la gentamicina no logran ejercer tal efecto. Estos datos indican que la eritromicina independientemente de sus únicos efectos bacteriostáticos, inhibió marcadamente la proliferación de las células endoteliales, lo que puede ser una pista de su eficacia contra la angiomatosis bacilar.

Los médicos administran la eritromicina normalmente en una dosis de 2,0 g por vía oral (la mayoría de las veces 500 mg 4 veces al día). Se utiliza por vía intravenosa en casos de intolerancia gastrointestinal o cuando se espera mayor absorción.

Algunos médicos recomiendan la claritromicina (250 mg dos veces al día por vía oral) o la azitromicina (1,0 g una sola dosis diaria). La claritromicina tiene menos efectos secundarios gastrointestinales. Las concentraciones de fármaco de claritromicina y azitromicina en la piel después de la administración oral son superiores a la de la eritromicina.

La doxiciclina también también se ha encontrado eficaz y se puede administrar por vía oral o intravenosa. El médico puede prescribir 100 mg de Doxycycline dos veces al día.

La terapia combinada con la adición de rifampicina a la eritromicina o a la doxiciclina, se recomienda para pacientes inmunocomprometidos con enfermedades graves que amenazan la vida.

Se han observado fracasos de tratamiento cuando se usaron fluoroquinolonas, trimetoprim-sulfametoxazol y cefalosporinas de espectro estrecho.

Para la afectación extracutánea de la angiomatosis bacilar, se utilizan regímenes antibacterianos similares. El tratamiento depende del órgano afectado.

Pronóstico

El pronóstico de angiomatosis bacilar es muy bueno, ya que por lo general los pacientes responden muy bien al tratamiento con antibiótico y las lesiones en todos los sistemas de órganos afectados se recomponen después de la cura.

Solamente las manchas hiperpigmentadas ligeramente endurecidas pueden permanecer en la piel. La terapia tardía o ausente hace de la angiomatosis una afección potencialmente mortal.

Con el fin de evitar las recaídas, la condición inmunocomprometida debe ser tratada. Si eso no es posible, la recurrencia de la angiomatosis bacilar tiende a darse.

Prevención

La investigación médica actual no ha establecido una forma de prevenir la angiomatosis bacilar. Sin embargo, cualquier medida para prevenir la infección por el VIH también ayuda a evitar la angiomatosis bacilar.

Los gatos, las pulgas de los gatos y los piojos pueden transmitir angiomatosis bacilar. Por lo tanto, el contacto con gatos desconocidos debe evitarse y los gatos conocidos deben ser regularmente desparasitados.

Se recomienda una adecuada higiene personal, así como mantener limpia ropa de uso personal y la ropa de cama. Si se detecta una infestación con piojos en el hogar, colegio, o trabajo, se debe tratar inmediatamente.

Referencias

  1. Neal (2014). Bacillary Angiomatosis. University/Kirksville College of Osteopathic Medicine. Recuperado de: atsu.edu.
  2. Mddk Staff (2016). Bacillary Angiomatosis. Mddk Online Medical Doctor. Recuperado de: mddk.com.
  3. Christopher D.M. Fletcher (2015). Bacillary Angiomatosis. DoveMed Editorial Board. Recuperado de: dovemed.com.
  4. Symptoma Team (2013). Bacillary Angiomatosis. Symptoma. Recuperado de: symptoma.com.
  5. Witold Kamil Jacyk (2016). Bacillary Angiomatosis. Frontline Medical Communications. Recuperado de: mdedge.com.