Arturo Illia: biografía, presidencia, aportes
Arturo Illia fue un médico y político argentino que ocupó la presidencia de su país entre octubre de 1963 y junio de 1966. Además de ejercer su profesión médica durante largos años, Illia también fue vicegobernador de Córdoba, senador en esa misma provincia y diputado nacional.
En 1962, Illia fue elegido gobernador de Córdoba, pero un golpe de Estado le impidió asumir el cargo. Cuatro años más tarde, su presidencia también terminaría por la misma causa, otro golpe de Estado militar, en esta ocasión liderado por el general Juan Carlos Onganía.
Durante su etapa como presidente, Illia trató de rescindir los contratos petroleros aprobados por su sucesor, aunque con relativo éxito. Igualmente, impulsó la industria nacional y aprobó leyes como la de Medicamentos o la del Salario Mínimo, Vital y Móvil. La debilidad de su gobierno, que solo era apoyado por una minoría de los diputados, impidió que más iniciativas salieran adelante.
Desde el mismo momento de su elección, Illia se encontró con la oposición de poderosos sectores del país. La oligarquía, por ejemplo, lo simbolizaba con la figura de una tortuga, mientras que algunos sindicatos y los peronistas mantuvieron una estrategia de tensión continua en su contra. El presidente, por su parte, respondió con algunos episodios de violenta represión.
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Biografía
Arturo Umberto Illia nació en Pergamino, provincia de Buenos Aires, el 4 de agosto de 1900. Sus primeros estudios los cursó en escuelas de su localidad natal.
El joven Illia se trasladó después a Buenos Aires para ingresar en el Colegio Pío IX, regentado por los salesianos. Allí realizó los estudios secundarios, aunque los finalizó como alumno libre en el Colegio Nacional Buenos Aires.
También en Buenos Aires, en 1918, ingresó en la Facultad de Medicina. Su estancia en la universidad coincidió con la aparición de un movimiento estudiantil que logró la gratuidad de los estudios y la cogobernanza universitaria.
Fue en ese contexto en el que Illia comenzó a interesarse por la política y se incorporó al Partido Radical.
Illia realizó sus prácticas de medicina en el Hospital San Juan de Dios, en la ciudad de la Plata. En 1927, obtuvo su titulación como médico.
Trabajo como médico
Illia se reunió en 1928 con el entonces presidente de Argentina, Hipólito Yrigoyen. Este propuso al joven ejercer de médico ferroviario y le presentó una lista de localidades para que eligiera su destino. Illia eligió Cruz del Eje, en la provincia de Córdoba.
Como en otras muchas ocasiones a lo largo de su vida, un golpe de Estado militar provocó que tuviera que abandonar su puesto, en septiembre de 1930. Sin embargo, los vecinos de Cruz del Eje le rogaron que permaneciera en el pueblo para seguir ejerciendo como médico. Illia aceptó y solo abandonó la localidad para ser nombrado presidente, en 1963.
Según sus biógrafos, el médico residía en una casa alquilada, que también le servía como consulta. En muchas ocasiones, atendía a los pacientes más pobres de manera gratuita.
Prueba del aprecio que le tenían sus vecinos fue la colecta que estos organizaron en 1944 para regalarle la casa en la que residía, además de un coche.
Illia solo dejó de atender su consulta durante tres años, entre 1940 y 1943, cuando fue nombrado vicegobernador de Córdoba
Por otra parte, Arturo Illia contrajo matrimonio con Silvia Martorell, natural de Córdoba, en febrero de 1939. De esta unión nacieron tres hijos, una niña y dos niños.
Vida política
Illia tuvo una intensa vida política que compaginó con su trabajo como médico. Ya en 1935, fue senador provincial, cargo desde el que impulsó una ley de Reforma Agraria, luego rechazada por el Congreso nacional.
En mayo de 1940, se convirtió en vicegobernador de Córdoba, puesto que mantuvo durante algo más de tres años. De nuevo, un golpe de Estado, ocurrido el 4 de junio de 1943, lo apartó del cargo.
Cinco años más tarde, en 1948, Arturo Illia fue elegido diputado nacional. En el Congreso participó en varias comisiones, entre ellas la de Higiene y Asistencia Medicinal.
Llegada a la presidencia
La situación política de Argentina desde el derrocamiento en 1955 de Juan Domingo Perón mediante un golpe de Estado había estado caracterizada por la inestabilidad. El peronismo fue ilegalizado, pero sus partidarios demostraban su fuerza votando en blanco en las elecciones que se celebraban.
La Unión Cívica Radical, el partido al que pertenecía Illia, estaba dividido en dos facciones. Una se mostraba contraria al peronismo, mientras que la otra estaba a favor de que fuera legal.
Arturo Frondizi, miembro del partido, se convirtió en presidente en 1958 y decidió legalizar parcialmente a los peronistas de cara a las elecciones a gobernadores provinciales de marzo de 1962. Los candidatos peronistas se impusieron claramente en buena parte del país.
Esto provocó que los militares dieran un nuevo golpe de Estado. Frondizi fue apartado del cargo y las elecciones fueron anuladas. El mandatario surgido del golpe, José María Guido, volvió a prohibir el peronismo y convocó nuevas votaciones bajo control del ejército.
Con Frondizi en prisión y sin el peronismo, Illia ganó las elecciones celebradas el 7 de julio de 1963. Su candidatura, no obstante, solo obtuvo el 25% de los votos, mientras que los sufragios en blanco, emitidos por los peronistas, lograron un 19,7%.
Presidente de Argentina
Arturo Illia asumió de manera oficial la presidencia el 12 de octubre de 1963. Su gobierno fue cuestionado desde el principio por su escaso apoyo en votos.
Durante su mandato, el presidente intentó cambiar la política sobre las explotaciones petroleras del país, así como impulsar a la industria nacional. Igualmente, también desarrolló campañas de alfabetización y aprobó varias leyes de carácter social.
Illia no llegó a completar su mandato, ya que un nuevo golpe de Estado lo desalojó del cargo el 28 de junio de 1966.
Vida tras la presidencia y fallecimiento
El político, que siempre había hecho gala de honradez y austeridad, no quiso recibir la paga por jubilación a la que tenía derecho como expresidente. Tras el golpe de Estado, permaneció prácticamente ajeno a la política, aunque no abandonó su militancia en la UCR.
Illia volvió a su antigua ocupación de médico en Cruz del Eje. Algunos de sus biógrafos afirman que su situación económica empeoró significativamente. Su fallecimiento se produjo en Cruz del Este, el 18 de enero de 1983.
Aunque había pedido que sus restos descansaran en la localidad en la que vivió la mayor parte de su vida, hoy en día se encuentran en el Panteón de los caídos en la Revolución de 1890, en el cementerio de la Recoleta.
Presidencia de Illia
Al asumir la presidencia, con 63 años, Illia contaba con una amplía experiencia política, tras años en la UCR y ocupando cargos públicos.
A pesar de que sus rivales lo caracterizaban como débil, en realidad se trataba de un hombre duro y decidido. Sin embargo, su gobierno nació con una gran debilidad, sin mayoría en el Congreso y con la mayoría de las gubernaturas provinciales en manos de sus opositores.
La primera medida que Illia tomó después de asumir la presidencia fue legalizar el peronismo, con lo que este podía presentarse a las elecciones legislativas previstas para 1965. La misma medida fue aplicada al Partido Comunista.
Programa de gobierno
En su primera intervención en el Congreso tras asumir la presidencia, Illia desgranó los objetivos de su gobierno para su mandato.
En primer lugar, anunció que no iba a intentar inmiscuirse en el Poder Judicial y que pretendía respetar la autonomía de las provincias.
Respecto a la economía, Illia prometió impulsar la industria del país y aprovechar su potencial productivo. De igual forma, anunció su intención de anular los contratos firmados con las empresas petroleras extranjeras y favorecer una reforma en la propiedad de la tierra.
Características de su mandato
En una época convulsa de la historia argentina, el gobierno de Illia presentó aspectos positivos, como fue el caso de sus políticas sanitarias, educativas y culturales; la estabilidad en la economía o la no declaración de ningún estado de sitio.
Por otra parte, también existieron aspectos más negativos, sobre todos los relacionados con la Confederación General del Trabajo (CGT), el único sindicato obrero.
Illia había conseguido calmar a los peronistas con su legalización. La CGT se convirtió así en su oposición más dura en el campo obrerista.
Ya en su primer año como presidente, Illia se negó a investigar lo ocurrido con un militante de la CGT que había desaparecido. Al año siguiente, la policía reprimió con gran violencia una manifestación convocada por ese sindicato.
La misma represión fue utilizada el 17 de octubre de 1965, cuando un acto, que había sido previamente prohibido ante el anuncio de la presencia de María Estela Martínez de Perón, terminó con 659 obreros arrestados.
Los opositores a Illia también denunciaron múltiples casos de censura y la desaparición de varios líderes contrarios a su gobierno.
Elecciones de 1965
Los acontecimientos que finalizaron con el golpe de Estado contra el gobierno de Illia comenzaron cuando Juan Domingo Perón trató de regresar a Argentina desde su exilio en España.
Con sus partidarios expectantes, Perón viajó en avión con intención de llegar a Buenos Aires, previa escala en Río de Janeiro. Sin embargo, Illia pidió a la dictadura brasileña que obligara al transporte del expresidente a regresar a Madrid.
A pesar de este hecho, Illia permitió a los peronistas presentarse a las elecciones legislativas de 1965, en las que resultaron vencedores de manera clara. La reacción de los militares, apoyados por Estados Unidos y liderados por Juan Carlos Onganía, fue dar un golpe de Estado.
Golpe de Estado
El golpe comenzó el 28 de junio de 1966, cuando varios militares llegaron a la Casa Rosada, donde se encuentra el despacho del presidente de Argentina, para exigir a Illia su renuncia.
La reacción de Illia fue negarse, a lo que siguió una discusión entre los presentes. El presidente, según los historiadores, dio una respuesta tajante a los golpistas: “El comandante en jefe de las Fuerzas Armadas soy yo”, lo que provocó que los militares salieran de la estancia.
Al no lograr su objetivo de manera pacífica, los militares rodearon la Casa Rosada y volvieron a pedir a Illia su renuncia con la amenaza velada de que, en caso contrario “no podría garantizar la seguridad de las personas que lo acompañaban”.
Illia, sin opciones, aceptó abandonar su despacho. En su camino de salida afirmó lo siguiente a uno de los oficiales presentes: “Ustedes no representan a nadie; ustedes son salteadores nocturnos”.
Tras el triunfo del golpe, denominado por los militares Revolución Argentina, el general Juan Carlos Onganía se proclamó presidente.
Aportes
A pesar de la represión que, en ocasiones, ejerció contra sus opositores, la presidencia de Arturo Illia dejó varias leyes y medidas que favorecieron a amplios sectores sociales.
Política petrolera
El antecesor de Arturo Illia en presidencia, Arturo Frondizi, había legislado para que los yacimientos de petróleo fueran explotados por empresas extranjeras, mientras que Yacimientos Petrolíferos Fiscales, una empresa estatal, se reservaba las labores de exploración y la compra de la producción.
Illia, incluso antes de convertirse en presidente, se había mostrado contrario a esta política, que denunciaba como poco favorable a los intereses del país. Por ese motivo, prometió derogar los contratos firmados por Frondizi.
Ya en el cargo, Illia procedió a cumplir con su promesa. Así, en noviembre de 1963, anuló los contratos, alegando que presentaban “vicios de ilegitimidad y ser dañosos a los derechos e intereses de la Nación”.
A pesar de las buenas intenciones del presidente, la medida causó graves problemas a la imagen internacional del país, lo que contribuyó al apoyo de Estados Unidos al golpe de Estado que acabó con su gobierno.
Por otra parte, los decretos de anulación de los contratos también provocaron problemas con el abastecimiento de combustible, hasta el punto de que fue necesario importarlo. Por último, Argentina debió pagar cuantiosas indemnizaciones por las anulaciones efectuadas.
Ley del Salario Mínimo, Vital y Móvil
En junio de 1964, el gobierno de Illia aprobó la Ley del Salario Mínimo, Vital y Móvil. Poco después, creó un organismo denominado Consejo del Salario, en que participaban, además del gobierno, representantes de los empresarios y de los sindicatos.
Con estas medidas, el gobierno pretendía “evitar la explotación de los trabajadores en aquellos sectores en los cuales puede existir un exceso de mano de obra”. Además, también venía recogida la necesidad de “asegurar un ingreso mínimo adecuado” y de “mejorar los salarios de los trabajadores más pobres”.
Este objetivo también motivó la promulgación de la ley de Abastecimiento, que fijaba las cantidades mínimas que debían cobrar los jubilados y pensionistas y marcaba los costes de los productos básicos.
La Ley de Medicamentos
Dada su condición de médico y su experiencia con pacientes que no podían pagar sus medicinas, no es extraño que Illia también aprobara una ley al respecto.
En este caso se trató de la Ley de Medicamentos, que fue aprobada en el Congreso por casi todos los partidos. La medida controlaba los medicamentos y fijaba sus costes en los vigentes a finales de 1963.
Educación
Prueba de la importancia que el gobierno de Illia concedió a la educación fue el aumento del presupuesto dedicado a este sector, que prácticamente se dobló en dos años.
Además, el gobierno puso en marcha, en noviembre de 1964, el Plan Nacional de Alfabetización. Su propósito era hacer descender la alta tasa de analfabetismo, cifrada en un 10% de los adultos argentinos.
Economía
La situación de la economía argentina era bastante mala cuando Illia llegó al poder. La crisis había provocado un importante aumento del desempleo y la reducción de los ingresos fiscales.
La política de Illia en este aspecto estuvo enfocada en reorganizar el sector público (para lo que se creó la Sindicatura de Empresas del Estado), reducir la deuda y, sobre todo, impulsar a la industria nacional.
Una de las iniciativas más destacadas del gobierno de Illia en el campo económico fue su apertura hacia China. Así, en 1964, Argentina tuvo dificultad para vender los excedentes de trigo obtenidos después de una gran cosecha.
Illia negoció con el gobierno chino para venderle millones de toneladas. Esto convirtió a Argentina en la primera nación occidental en hacer negocios con China.
Malvinas
El trabajo diplomático de los representantes del gobierno argentino ante la ONU, encabezados por Lucio García del Solar, consiguió que la Asamblea General de ese organismo aprobara una resolución que reconocía la disputa existente entre Argentina y el Reino Unido respecto a la soberanía de las islas Malvinas.
Un año antes, Illia había intentado que Naciones Unidas forzara a los británicos a comenzar un proceso de descolonización de las islas. Sus esfuerzos tuvieron cierto éxito, ya que representantes de los dos países en conflicto se reunieron en Buenos Aires, en 1966, para negociar sobre el estatus de las Malvinas.
Referencias
- EcuRed. Arturo Umberto Illia. Obtenido de ecured.cu
- Rivas, Eduardo. La Presidencia de Arturo Illia. Obtenido de escuelara.com.ar
- El Historiador. Momentos finales del gobierno de Arturo Illia, por Felipe Pigna. Obtenido de elhistoriador.com.ar
- Pignatelli, Adrían. Arturo Illia, el médico de pueblo que decía que para gobernar solo había que ser honesto y cumplir con la Constitución. Obtenido de infobae.com
- Encyclopedia of Latin American History and Culture. Illia, Arturo Umberto (1900–1983). Obtenido de encyclopedia.com
- Academic. Arturo Umberto Illia. Obtenido de enacademic.com
- Kids Encyclopedia Facts. Arturo Umberto Illia facts for kids. Obtenido de kids.kiddle.co
- The Biography. Biography of Arturo Umberto Illia (1900-1983). Obtenido de thebiography.us