¿Qué es el Conocimiento Mítico?
El conocimiento mítico son las explicaciones sobre hechos de la naturaleza y de la vida que el ser humano genera, sin basarse en hechos o en la ciencia, sino en creencias, mitos y religiones. Por ejemplo, pensar que el cielo fue creado por los dioses de Egipto es conocimiento mítico.
Se trata de la tendencia del ser humano de intentar dar respuestas a ciertas inquietudes y espirituales que no tienen un basamento fundamentado en la ciencia o en procesos comprobables científicamente.
Nace de las primeras búsquedas que realizó el hombre por dar explicación al entorno que lo rodeaba, a veces atribuyendo los resultados de la naturaleza a entes inexistentes, y que apenas tomaban forma en la mente del hombre.
El conocimiento mítico se basó, durante mucho tiempo, en la superstición, ante la ausencia de un bagaje previo que pudiese brindar explicaciones. Lo mítico nace como una manera de dar respuestas o explicaciones a algunos fenómenos, su origen y sus conductas.
El saber mítico surge como un mecanismo para dar cierto orden al destino de la comunidad, explorando causas y consecuencias sobre distintos aspectos. Fue considerado como un saber limitado, y con mucho bagaje emocional.
Una vez contemplada su propia existencia, el hombre comenzó a atribuir sus inquietudes y todas aquellas cosas aun incomprensibles al cielo; a deidades y seres superiores que darían paso al nacimiento de la mitología y la religión.
Hoy en día el conocimiento mítico sigue presente como parte de la cultura de los pueblos y sociedades, aunque sin la misma importancia de antaño. Se conserva para poder tener una mejor noción de lo que fue capaz de crear el hombre en el pasado, en su búsqueda por respuesta.
Índice del artículo
- 1 Origen del conocimiento mítico
- 2 Características del conocimiento mítico
- 3 Conocimiento mítico en la modernidad
- 4 Referencias
Origen del conocimiento mítico
El pensamiento o saber mítico surge en las primeras comunidades humanas como un legitimador del orden social de aquel momento.
La imposición de normas y procesos para la realización de ciertas actividades brindó el espacio para las primeras formas de división y jerarquía social, dejando la toma de decisiones y el devenir de la comunidad en manos de unos pocos.
Los conocimientos míticos no se atribuyen a ningún pensador o autor que haya desarrollado sus características; es más, es considerado totalmente anónimo y previo a las primeras manifestaciones del pensamiento racional registrado, que surgirían siglos después.
A pesar de esto, fue un precedente necesario para garantizar la continuidad del hombre como ser social.
En su búsqueda por respuestas, el conocimiento mítico se caracteriza por haber ido más allá de lo presente y palpable en la naturaleza; los fenómenos tienen lugar porque fuerzas sobrenaturales e imperceptibles las hacen posible.
Esto resalta el carácter incuestionable que tuvo el conocimiento mítico, ya que no existía quien pudiese refutar lo planteado hasta el momento.
La separación que existía entre las primeras comunidades del hombre, y lo aislados que podían considerarse unos de otros, permitió al pensamiento mítico arraigarse en cada comunidad de distinta manera.
Concretamente, dio paso a creencias y consideraciones específicas sobre fenómenos determinados, pudiendo ser diferentes entre cada comunidad alrededor del mundo.
De esta forma nacieron las primeras manifestaciones mitológicas y teológicas, que luego adoptarían una gran importancia para la vida en sociedad, y para la historia cultural de cada una; llegando a mantenerse presente hasta la modernidad.
Características del conocimiento mítico
El saber mítico se caracterizaba por buscar ser explicativo, con énfasis en lo etnocéntrico, la búsqueda de la causa para una consecuencia, y viceversa. La practicidad de sus procesos fue crucial para la formación y consolidación de los procesos sociales.
Siendo considerado como el inicio del pensamiento teológico o religioso, y debido a que ciertas manifestaciones solo encajaban en la atribución de la causa a fuerzas superiores y sobrenaturales, el conocimiento mítico tenía algo de dogmático en sus procesos.
La superstición y la religión están atadas al dogmatismo, y la imposición de ciertas conductas se hace visible. Lo mágico también se encontraba presente en el saber mítico. Había algo de fantástico en las cosas que iba descubriendo el hombre a medida que buscaba su explicación.
Esto causaba que exaltara algunas cosas por encima de sus condiciones normales, y que eso también determinara las percepciones culturales que se desarrollarían con el tiempo en casa comunidad.
A pesar de su simplicidad como forma de conocimiento, el saber mítico brindó a las comunidades y sociedades crecientes una mejor noción de su existencia y de su carácter y función como seres sociales, cuyas principales cualidades entre ellos, y frente al entorno, debían ser aprovechadas al máximo.
Tal vez, de no haber pasado por un proceso de curiosidad y exploración como la que representó el conocimiento mítico, no se hubiesen dado los primeros pasos hacia lo que sería el pensamiento y el saber racional, y nuestra evolución como especie civilizada.
Conocimiento mítico en la modernidad
En la actualidad, y en la sociedad globalizada, el conocimiento mítico se encuentra completamente superado. Incluso en los grupos sociales y comunidades menos adaptadas al ritmo del resto del mundo, existe ya un pensamiento no anacrónico, y que permite una mejor adaptabilidad del entorno.
Las principales inquietudes humanas han sido contestadas, y nuevas surgen a medida que otras se responden, siempre adaptadas al ritmo del presente.
Aquellas relacionadas con nuestras percepciones e instintos más básicos frente a lo que nos rodea; a nuestra existencia y función como seres y nuestra capacidad para sobrevivir, han sido contestadas, y aun así, su desarrollo no cesa.
No obstante, las creaciones sociales y culturales que nacieron durante el desarrollo del pensamiento y saber mítico han calado en la historia de las culturas.
Esto se manifiesta en como han ido adaptando su existencia, sus fundamentos fantásticos pero representativos, sus imágenes y símbolos, así como sus prácticas y supersticiones, a sus respectivas sociedades actuales.
Tan arraigados como puedan parecer, estos elementos han encontrado su camino a través de los procesos de la globalización; no solo para brindar una mejor noción de identidad en propios, sino también ampliar fronteras.
Las imágenes que alguna vez fueron representativas de una comunidad, y cuya existencia o veneración determinaba el curso que esta tomaba frente a su destino, ahora puedan ser abordadas, estudiadas, investigadas y reflexionadas por una gran cantidad de miradas culturales.
Referencias
- Acevedo, C. (2002). Mito y conocimiento. Universidad Iberoamericana.
- El Telegrafo. (17 de Febrero de 2013). La razón ilustrada vs. el pensamiento mítico: combate de la modernidad latinoamericana. El Telégrafo.
- Gheradi, S. (2003). Knowing as desiring. Mythic knowledge and the knowledge journey in communities of practitioners. Journal of Workplace Learning, 352-358.
- Mumford, L. (1967). Technics and Human Development: Myth of the Machine, Vol. 1. New York: Harcourt Brace Jovanovich.
- Zerpa, J. A. (2016). Posibles elementos definitorios del conocimiento ordinario. Revista Contribuciones a las Ciencias Sociales, 12.