El impacto de pertenecer a la ciudadanía digital
Los impactos de pertenecer a la ciudadanía digital abarcan desde la necesidad de una alfabetización digital hasta el aumento de las brechas generacionales. La llamada ciberciudadanía consiste en la asimilación de asuntos culturales, políticos y sociales vinculados con el uso de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC).
La ciudadanía digital también abarca una suma de principios colectivos como la ética, la seguridad, la legalidad y la responsabilidad, relacionados con el uso de Internet, las tecnologías disponibles y/o las redes sociales.
En otras palabras, la ciudadanía digital se refiere a los derechos, deberes y valores que posee todo ciudadano aplicados a las nuevas tendencias digitales. Por esta razón, se ejerce una ciudadanía responsable cuando el individuo puede participar en asuntos culturales o políticos mediante el uso de medios tecnológicos.
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Áreas de la ciudadanía digital
La ciudadanía digital suele estar asociada a dos áreas en particular: la educación y el acceso y participación. En el primer caso, se utilizan las TIC para fomentar la alfabetización digital y para desarrollar competencias tecnológicas; en esta categoría suelen estar involucradas las instituciones educativas junto con los estudiantes y docentes.
En cuanto a la categoría de acceso y participación, esta se refiere al derecho que tiene todo ciudadano de acceder a Internet, así como también el derecho a la democracia electrónica y al ejercicio responsable.
Una de las tendencias más populares dentro del área de la educación consiste en la prevención de los riesgos que conllevan las TIC, especialmente para los menores de edad. Esto se debe a que los niños y adolescentes se encuentran propensos a sufrir, por ejemplo, de ciberbullying, lo que supone un reto para las instituciones encargadas de las nuevas tecnologías.
De igual forma, dentro de la democracia electrónica también se puede encontrar la construcción de herramientas para hacer cumplir la dicha democracia. Esto quiere decir que las TIC están siendo muy utilizadas para comunicar las gestiones y transparencias de los gobiernos.
No obstante, estas tecnologías también pueden ser empleadas para manipular a los ciudadanos en caso de tratarse de un Estado corrupto; esto también implica un reto para las autoridades y los creadores de los medios digitales.
Impactos de pertenecer a la ciudadanía digital
La introducción de una ciudadanía digital trae consigo una serie de consecuencias e impactos que pueden ser tanto positivos como negativos. Entre los principales efectos asociados a la ciudadanía digital destacan los siguientes.
Potenciación de las brechas generacionales
El uso de las TIC para todos aquellos que nacieron a partir de 1980 resulta evidente y sencillo, ya que se trata de las generaciones que se formaron cuando la tecnología ya se encontraba al alcance del público; en otras palabras, son personas que nacieron y se desarrollaron en pleno auge de la tecnología digital.
Sin embargo, las personas nacidas entre los años 1940 y 1979 son individuos que fueron únicamente espectadores, sin participar de manera directa en los cambios radicales que se manifestaron en el ámbito tecnológico. Por esta razón, se puede establecer que las TIC fomentaron en cierta medida la brecha generacional entre las generaciones.
Para solventar este dilema se han creado muchas organizaciones dedicadas a enseñarles a los adultos mayores el uso de las nuevas tecnologías. Esto tiene la finalidad de que cada persona, sin importar su edad, pueda gozar de los beneficios de la ciudadanía digital.
Además, esta enseñanza forma parte de la alfabetización digital por la que deben velar todas las instituciones, tanto públicas como privadas.
Creación de las brechas digitales
La ciudadanía digital no solo ha potenciado en cierta medida las brechas generacionales, sino que también ha creado las llamadas brechas digitales, que consisten en la distancia que existe en el uso, acceso y apropiación de las tecnologías en los ámbitos socioeconómico y geográfico.
Es decir, las brechas digitales se refieren a las desigualdades sociales que están vinculadas con el empleo de las TIC.
Es necesario aclarar que la brecha digital está relacionada con la calidad de las herramientas tecnológicas y su infraestructura, lo que incluye todas las conexiones y dispositivos.
De igual modo, dentro de esta brecha también se abarca al desconocimiento hacia el uso de las tecnologías por parte de los usuarios. Por lo tanto, existen desigualdades sociales en la forma en la que los ciudadanos se acercan o se distancian de las TIC.
La necesidad de alfabetización digital
Una de las consecuencias de la ciudadanía digital es la necesidad de alfabetizar tecnológicamente a los ciudadanos, ya que el uso de las TIC se ha convertido en un requisito para todos los ámbitos sociales, especialmente para el laboral.
Por consiguiente, el alfabetismo digital consiste en la habilidad o capacidad de organizar, localizar, entender y analizar ciertas informaciones a partir del uso tecnológico. A medida que se desarrollan las competencias digitales, se vuelve más exigente el requerimiento de conocer este nuevo lenguaje.
Por esta razón, muchas instituciones procuran instruir a sus estudiantes, trabajadores o empleados en el manejo de estas habilidades.
En conclusión, se puede establecer que el alfabetismo digital en nuestros días se ha convertido en algo completamente obligatorio dentro de las diferentes áreas laborales y académicas.
Una sociedad de la información
Debido a todo lo que supone el uso de las TIC, se ha determinado que en la actualidad el ser humano se desarrolla en una sociedad de la información; esto quiere decir que la distribución de los conocimientos digitales juega un papel fundamental dentro de los diferentes ámbitos sociales.
De hecho, el concepto “sociedad de la información” suele tener una carga más bien política, ya que a menudo se expresa como una aspiración estratégica que busca superar el estancamiento social.
Autores como Yoneji Masuda (quien difundió dicho término) han establecido que la sociedad de información es aquella que se encuentra mediatizada por Internet, que ha implementado un nuevo modelo de organización social y ha introducido nuevas formas de relaciones interpersonales.
El desarrollo del e-government
El e-government, también conocido como el gobierno electrónico, consiste en la utilización de las tecnologías informativas y comunicativas para los procesos internos del gobierno; es decir, se trata de una nueva manera de relación o interacción entre los gobiernos del mundo y sus respectivos ciudadanos.
Esta nueva forma abarca la implementación y el desarrollo de las herramientas informáticas dentro de ciertas aspiraciones políticas, económicas y sociales.
Otros autores definen al gobierno electrónico como la búsqueda de facilitar la organización de la gestión pública a través de la introducción de nuevas tecnologías de información y de comunicación. El e-government es considerado uno de los efectos más notorios del desarrollo de la ciudadanía digital.
Referencias
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