Anatomía y fisiología

Cisterna de Pecquet o del quilo: qué es, sistema y circulación


La cisterna de Pecquet o cisterna del quilo es una porción dilatada del sistema linfático que actúa como reservorio de linfa, que es el líquido que circula por este sistema vascular. Está ubicada en el abdomen y continúa hacia el tórax a través del conducto torácico.

El sistema linfático es una parte del sistema vascular que se distribuye paralelo al sistema venoso. Está conformado por un grupo organizado de vasos y ganglios que drenan el líquido linfático o linfa.

La linfa es un líquido claro que proviene de la sangre, se diferencia de esta porque no transporta oxígeno y contiene un solo grupo celular. La linfa circula por los vasos linfáticos.

El sistema linfático se ocupa de filtrar y degradar en partículas más pequeñas, los elementos que son demasiado grandes para continuar en la circulación sanguínea. Tiene una participación importante en el metabolismo de las grasas y las vitaminas.

Además se encarga de absorber el líquido que exuda de los capilares sanguíneos y lo devuelve a la circulación venosa.

Índice del artículo

¿Qué es la cisterna de Pecquet?

También llamada cisterna del quilo, fue descubierta en 1648 por Jean Pecquet (1622-1674), anatomista y fisiólogo francés quien, a través de sus trabajos experimentales y de la disección de animales, describió el líquido y el sistema linfático, evidenciando que era un sistema diferente del vascular.

Pecquet realizó experimentos durante muchos años, los cuales aportaron datos importantes sobre el sistema linfático y la circulación de la linfa a través de este.

La cisterna de Pecquet no es un elemento presente en todos los seres humanos. Cuando se encuentra, está ubicada a nivel de la segunda vértebra lumbar y que continúa con el conducto torácico.

El conducto torácico o conducto linfático izquierdo es un gran vaso linfático que drena la mayoría del líquido linfático del cuerpo, con excepción del hemitórax derecho. Esta última porción la drena el conducto linfático derecho.

Los grandes vasos linfáticos contienen válvulas que evitan que el líquido se devuelva causando una circulación retrógrada y retardando el correcto flujo linfático.

El conducto linfático izquierdo finaliza su recorrido drenando en la unión de la vena subclavia izquierda con la vena yugular interna izquierda. El conducto linfático derecho termina su recorrido al mismo nivel, alcanzando la circulación venosa en la unión de las venas subclavia y yugular interna, derechas.

Importancia clínica

Las lesiones, tanto en la cisterna de Pecquet como del conducto torácico en cualquier punto, pueden traer graves consecuencias.

Los traumatismos penetrantes por herida por arma de fuego o por arma blanca pueden causar fisuras o sección completa de estos elementos linfáticos. También puede verse este tipo de lesiones durante cirugías abdominales extensas, sobre todo cirugías cardiovasculares como la del aneurisma aórtico. En muchos casos, estas lesiones pasan inadvertidas.

Una pequeña fisura en la cisterna de Pecquet puede causar filtración de linfa hacia el abdomen. Si la cantidad de líquido no supera los 25 cc, puede ser incorporado a la circulación peritoneal sin causar mayores daños.

Por el contrario, una sección completa de la cisterna del quilo o del conducto torácico en su porción abdominal, puede ocasionar la salida de una gran cantidad de líquido hacia el abdomen formando una condición denominada ascitis quilosa, que no es más que el líquido linfático acumulado en el abdomen.

Cuando hay lesión del conducto torácico izquierdo en su porción intratorácica, se acumula líquido linfático dentro de la cavidad pleural afectando directamente los pulmones. Esta condición se denomina quilotórax.

Contrariamente a la ascitis quilosa, el quilotórax siempre debe ser drenado ya que por su ubicación no tiene una vía de reabsorción y puede causar complicaciones respiratorias.

El tratamiento de estas patologías consiste en el drenaje del líquido y en el diseño de una dieta especial con restricción de grasas, la cual evita la formación de más líquido linfático. En casos severos es necesario cancelar la alimentación vía oral y limitarse a alimentar al paciente por la vena.

La alimentación por vía endovenosa o parenteral permite un control estricto de las grasas y nutrientes que ingresan al organismo para disminuir y, finalmente, detener el derrame linfático.

Sistema linfático

El sistema linfático es, junto al sistema vascular, uno de los grandes sistemas circulatorios del organismo. Está conformado por vasos y ganglios linfáticos que transportan un líquido llamado linfa.

Estructura

La anatomía de los vasos que conforman el sistema linfático es comparable a aquella del sistema vascular, sobre todo el venoso. De hecho, la circulación linfática transcurre paralelamente a la venosa.

Por su parte, los ganglios linfáticos son estaciones de filtrado donde se metabolizan aquellas partículas grandes como lípidos, proteínas o bacterias para su ingreso al sistema vascular.

El sistema linfático se diferencia del vascular porque no tiene ningún órgano comparable al corazón, es decir no hay una bomba muscular que movilice el líquido a través de los vasos. Así, la circulación linfática ocurre por contracción de los músculos del cuerpo y de su propia capa de músculo liso que se contrae alrededor de 10 veces por minuto.

Además de esto, los vasos linfáticos transportan linfa y no sangre. La linfa es un líquido claro constituido principalmente por lípidos o grasas y glóbulos blancos. Se diferencia de la sangre porque no contiene hemoglobina, por lo tanto no transporta oxígeno.

Funciones

El sistema linfático tiene tres funciones principales:

– Defender al organismo contra partículas extrañas y bacterias.

– Devolver a la circulación sanguínea el líquido expulsado por los capilares vasculares.

– Metabolizar grasas y vitaminas desde el intestino y devolver a la circulación venosa estos elementos metabolizados.

Circulación linfática

La circulación linfática comienza en los milimétricos vasos capilares linfáticos que se encuentran unidos a los tejidos e íntimamente relacionados con los capilares sanguíneos.

Estos pequeños vasos están compuestos por una capa celular permeable, la cual recibe el llamado líquido intersticial, que no es más que líquido celular que no alcanza la circulación sanguínea. El sistema linfático se encarga de absorber este líquido y devolverlo al flujo venoso.

A partir de estos capilares se va formando una red de vasos linfáticos cada vez de mayor diámetro, acompañando los vasos de la circulación venosa y discurriendo paralelamente a ellos.

Desde los miembros inferiores se elevan dos grandes troncos linfáticos denominados vasos linfáticos lumbares. Estos terminan en la cisterna o reservorio de Pecquet que es una porción dilatada que almacena linfa.

Referencias

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