Hans Lippershey: biografía, invento del telescopio, aportes
Hans Lippershey (1570-1619) fue un reconocido inventor de origen alemán cuyo trabajo se dio a conocer a finales del siglo XVI y principios del XVII. Su obra más importante tiene que ver con la invención del primer telescopio en el mundo.
Su profesión, antes de ganar fama a nivel mundial por la creación del telescopio, fue la de fabricar lentes. Incluso llegó a tener su propia tienda en Zelanda, una provincia de Holanda. Allí, Lippershey se volvió un maestro en su arte y era muy conocido por todos por sus capacidades en la pulitura de los lentes.
![Fuente: Jacob van Meurs [Public domain], vía Wikimedia Commons.](/academia/assets/jpg/724569D6D407D3C7D5F3C6A25889B9B0.jpg)
Se llegó a hablar también de que Lippershey tuvo un papel importante en la invención del microscopio compuesto. Este aparato utilizó lentes que permitió que objetos muy pequeños pudieran verse con una mayor dimensión. Aunque el invento también se les atribuyó a otros dos ópticos en Holanda.
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Hans Lippershey nació en 1570 en Wesel, Alemania. Son muy pocos los datos que existen sobre los primeros años de la vida del alemán. Incluso se le conoció con otros nombres, como Jan o Johann y su apellido a veces fue escrito como Lippersheim.
Se mudó a Middelburg, que ahora es un pueblo que forma parte de Holanda, país del que adoptó la nacionalidad años más tarde. En esta ciudad, de la provincia de Zelanda, Lippershey se entrenó en el oficio óptico y con el paso del tiempo se convirtió en uno de los maestros más importante en el área.
A lo largo del tiempo inventó y experimentó con diferentes formas para poder crear los lentes que se utilizaban, en especial aquellos usados en las gafas. A finales del siglo XVI se inició con las pruebas de lentes que pudieran magnificar los objetos que se encontraban a una distancia considerable.
Lippershey se casó en 1594, pero no hay mayor información sobre quién fue su esposa o los posibles descendientes que tuvo. Su familia y vida personal es una incógnita para los historiadores.
El telescopio sufrió grandes cambios con el paso del tiempo, especialmente cuando se creó por primera vez en el siglo XVII. Personajes muy relevantes para la historia de la humanidad han ayudado a que este aparato fuera evolucionando para convertirse en uno de los equipos más importantes de la ciencia.
Entre ellos se pueden nombrar a Galileo Galilei, Isaac Newton o Edwin Hubble. Pero el primer registro de una persona utilizando un telescopio perteneció a Hans Lippershey, quien se encargó de usar un par de lentes que sirvieron para cumplir con la función de un telescopio.
Hay quienes aseguraron que el invento no es original de Lippershey. Algunas leyendas hablaban de que el alemán vio a un grupo de niños jugando con un par de lentes que habían sido descartados por defectuosos. Estos lentes permitían que algunos objetos que se encontraban distantes pudieran ser observados más grandes.
Este juego entre niños habría sido lo que inspiró a Lippershey para seguir experimentando con lentes. Su siguiente paso fue construir una moldura que fuera capaz de sostener los lentes y luego trabajó en cómo colocarlos en el interior.
Jacob Metius y Zacharias Janssen, otros profesionales de la óptica de nacionalidad holandesa, también reclamaron ser los autores del inventar el telescopio. En todo caso, a Lippershey se le atribuyó ser quien perfeccionó la técnica óptica del aparato, al igual que la aplicación.
El primer telescopio construido por Lippershey consistió en dos lentes que estaban sujetados en un lugar específico para que un observador pudiera observar a través de ellos los objetos que están ubicados a cierta distancia.
Se refirió a su invento con el nombre de “kijker”, lo que en español sería un mirador. La disposición que hizo de los lentes se parece a la disposición que usan las cámaras en la actualidad.
Este primer invento tuvo como consecuencia la réplica y desarrollo de otros aparatos de aumentos similares. Pero el diseño de Lippershey se consideró como la primera versión de la que se tuvo referencia y que describió un aparato que se asemejaba a los que hoy en día se conoce como un telescopio de refracción.
Lippershey recibió una importante suma de dinero para hacer réplicas de su modelo de telescopio. Este aparato empezó luego a ser adquirido por las personas de la alta sociedad europea, incluido Enrique IV, rey de Francia y el primero de la dinastía Borbón.
A pesar de haber sido considerado como el creador del telescopio, a Hans Lippershey le negaron la solicitud para patentar su invento. El inventor alemán solicitó, el 2 de octubre de 1608, una patente que tuviera una duración de 30 años en Holanda.
El gobierno denegó esta petición, que consideró que la idea era muy simple y por lo tanto no se podía mantener en secreto.
Igualmente, el gobierno holandés le pidió a Lippershey que siguiera con sus experimentos y de ser posible que creara varios telescopios para el gobierno. Estos nuevos modelos sirvieron como binoculares y Lippershey recibió una buena compensación por su trabajo.
El aparato diseñado por Lippershey no obtuvo el nombre de telescopio desde el principio. Mucha gente se refería al invento como el vidrio reflectante holandés.
Fue Giovanni Demisiani quien se encargó de darle el término de telescopio para definir el aparato. El teólogo creó la palabra al unir los términos griegos ‘télos’ y ‘skopein’, que significa ‘lejos’ y ‘ver o mirar’, respectivamente.
Prácticamente al mismo tiempo que Lippershey solicitó su patente, otro inventor reclamó la invención del aparato. La solicitud de Lippershey llegó al gobierno holandés solo unas semanas antes que la petición de Jacob Metius, la cual también fue rechazada.
Más tarde, Zacharias Janssen también afirmó ser el creador del telescopio. El fabricante de gafas quiso ser reconocido por el invento varias décadas más tarde que Lippershey y Metius.
No se ha podido determinar a ciencia cierta quién fue el creador del telescopio, pero Lippershey se lleva la mayor parte del crédito por haber sido quien introdujo primero la solicitud de patente. Ese es el primer documento del que se tiene constancia y que hace referencia al aparato.
Debido a la solicitud de la patente que hizo Lippershey al gobierno holandés, personas de todo el mundo comenzaron a tener noción sobre las ideas y trabajos del inventor alemán. Esta información se conoció porque el invento se mencionó en un informe de carácter diplomático, cuya distribución ocurrió a lo largo y ancho de Europa.
La publicación provocó que mucha gente empezó a experimentar con sus propias versiones de modelos de telescopio. El del científico italiano Galileo Galilei quizás fue el caso más famoso. Este creó su propio modelo de telescopio, siguiendo las ideas de Lippershey, y realizó sus propias observaciones sobre el instrumento.
Galilei logró mejorar el aparato y construyó un modelo que tuvo una ampliación muy superior a la lograda por Lippershey. El telescopio de Lippershey llegó a tener un aumento que permitía ver un objeto tres veces más grande, mientras que el fabricado por Galilei tenía 10 veces más poder de ampliación.
Con esta versión mejorada, el italiano fue capaz de observar montañas y hasta los cráteres presentes en la luna, además de poder ser el primero en observar la composición de la Vía Láctea. También llegó a descubrir las cuatro lunas más grandes de Júpiter (que posteriormente recibieron el nombre de los galileos).
El invento de Lippershey y la publicación de sus ideas permitió que otros científicos pudieran experimentar con nuevas ideas. El italiano Paolo Sarpi y el inglés Thomas Harriot también intentaron mejorar el aparato.
La vida de Hans Lippershey fue muy corta para poder disfrutar de todos los beneficios y aportes que dio su experimento al mundo. Murió en Holanda en 1619 cuando tenía 48 años.
Su muerte ocurrió solo algunos años después de las observaciones que hizo Galileo Galilei usando un telescopio inspirado en el del científico alemán. Un cráter en la luna recibió el nombre de Lippershey, en honor a sus aportaciones. También da nombre al asteroide 31338 y a un planeta ubicado fuera del sistema solar, denominado como exoplaneta.
Los inventos y aportes de Hans Lippershey estuvieron mayormente centrados en el área de la óptica. Gracias a sus primeras ideas, se crearon una gran cantidad de modelos diferentes de telescopios a lo largo del mundo.
Todos los modelos siguen el mismo principio que expuso Lippershey en el siglo XVII. Los principios expuestos consistieron en usar la óptica para conseguir que los objetos que se encuentran distantes, o que son muy pequeños, pudieran ser vistos más grandes. Esta idea permitió que los astrónomos especialmente tuvieran una visión más detallada de los objetos celestes.
Actualmente los telescopios son más bien reflectores, ya que utilizan espejos que sirven para reflejar la luz de los objetos. La utilización de dispositivos ópticos siguen siendo una gran ayuda para los observadores, en especial por los dispositivos que se encuentran en los oculares e instrumentos a bordo.
Algunos observatorios espaciales, como el telescopio espacial Hubble, son una pequeña muestra de la importancia de los estudios y apuntes de Lippershey años atrás.
Lippershey también está relacionado con la invención del microscopio compuesto, aunque de igual forma no puede establecerse con exactitud si realmente generó un tipo de influencia real.
El inventor también está vinculado con la fabricación de los binoculares, de los cuales creó diversos ejemplares para el Estado General de los Países Bajos. Entre otras cosas, Lippershey también figura como la primera persona en haber documentado la descripción del telescopio.
El instrumento presentado por Lippershey se trataba de un telescopio refractor. Este objeto no fue visto como una herramienta para la astronomía sino como un implemento útil para el campo de guerra.
Sin embargo, personajes dedicados a la observación de los astros como Galileo Galilei, continuaron con el desarrollo del aparato para realizar grandes descubrimientos. El modelo de Lippershey apenas alcanzaba una magnificación de la imagen de 3x mientras que Galilei logró incrementar el factor a 20x con lo que logró detallar objetos como cráteres en la Luna y estrellas dentro de la Vía Láctea.
La composición básica de un telescopio refractor son los lentes de vidrio. Estos son fabricados con la capacidad de refractar o “curvar la luz”. La estructura consiste en una lente convergente situada como “objetivo” y con una amplia distancia focal y otra lente convergente de menor distancia focal llamada “ocular”. Los rayos de luz emitidos por un objeto y que a su vez atraviesan la estructura del telescopio reproducen una imagen amplificada del cuerpo observado.
En la actualidad, aparte de los telescopios refractores, existen instrumentos con sistemas reflectores, los cuales utilizan solo espejos. También se encuentran los telescopios catadióptricos que se sirven de la combinación de espejos y lentes.
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