Crisipo de Solos: biografía, pensamientos, frases, obras, muerte
Crisipo de Solos (279 a. C. – 206 a. C.) fue un filósofo griego conocido como el segundo fundador del estoicismo, y como uno de los personajes más influyentes en el período helenístico. Hoy en día se le acreditan aproximadamente 750 obras escritas y figura como uno de los primeros en organizar la lógica como una disciplina intelectual.
Fue originario de la antigua ciudad de Solos, Cilicia, aunque durante su juventud se trasladó a Atenas para llevar a cabo sus estudios. Se convirtió así en alumno de Cleantes de Assos dentro de la escuela estoica.
Tras la muerte de su maestro, Crisipo se convirtió en una de las cabezas de la escuela estoica. Como gran escritor se encargó de la expansión de las doctrinas de Zenón de Citio (fundador de la escuela estoica) y es por este hecho que recibe el título de segundo fundador del estoicismo.
El estoicismo se trata de una disciplina filosófica que busca la felicidad y el desarrollo de la sabiduría dejando de lado los bienes materiales, las comodidades y la fortuna.
También establece algunas normas o actitudes que se deben adoptar, relacionadas con la moral, la fortaleza y rectitud del carácter. Su objetivo era lograr la imperturbabilidad y el grado de independencia del ser humano ante el mundo exterior.
Índice del artículo
Crisipo nace en Solos, Cilicia. Fue descrito como un hombre de baja estatura, también se presume que fue corredor de larga distancia. Durante su juventud le fueron confiscadas sus propiedades heredadas, las cuales pasaron a ser tesoro del rey.
Al mudarse a Atenas comenzó a formar parte de la escuela estoica en la cual se destacó por su intelecto, por su carácter de extrema confianza en sí mismo y su arrogancia. Cursó estudios junto con Arcesilao y Lácides de Cirene, dos grandes figuras que lideraron la Academia de Atenas. Desde el comienzo, Crisipo se interesó por la elaboración de argumentos filosóficos.
Alrededor de los años 230 a. C. se convirtió en sucesor de la dirección de la escuela estoica, época en la cual cuestionó muchos de los principios del estoicismo. Durante este tiempo se comprometió a formalizar las doctrinas estoicas.
Junto al trabajo de Zenón, fundador de la escuela estoica, realizó una compilación que pasaría a ser la base fundamental de la disciplina. También implementó un sistema formal de lógica en el cual se afianzaron los estoicos. Gracias a estas acciones es que fue reconocido como el segundo fundador del estoicismo.
La mayor parte de su tiempo como estudiante y cabeza de la escuela estoica lo dedicaba a escribir. Se dice que nunca escribió menos de 500 líneas al día. Su modo de escribir era calificado como amplio o extenso, puesto que optaba por desarrollar las dos caras de un argumento antes que realizar una afirmación propia.
El resultado de su forma de escribir solía verse opacado por algunas afirmaciones y críticas hechas a su trabajo. Se decía que grandes porciones de sus escritos carecían de originalidad y no tenían un orden establecido. Sin embargo, fue siempre un gran símbolo de autoridad dentro de la escuela.
En la actualidad no se tiene registro de la supervivencia de sus trabajos escritos. Todo lo que se conoce de sus estudios y aportes en la filosofía proviene de diferentes citas realizadas por otros grandes personajes como Cicerón, Plutarco o Séneca.
A pesar de esto, se han descubierto fragmentos de sus trabajos en la Villa de los Papiros, una antigua biblioteca romana hallada bajo las cenizas de las ruinas de la ciudad de Herculano, la cual fue enterrada luego de la erupción del Monte Vesubio.
La evidencia escrita de los trabajos de Crisipo es realmente escasa y se encuentra fragmentada, en su mayoría. Sin embargo, a través de las menciones a sus ideas hechas por otros filósofos posteriores, se ha podido vislumbrar parte de su pensamiento y filosofía.
Crisipo figuró como un escritor destacado y con gran dominio dentro de las áreas relacionadas con la lógica, la teoría del conocimiento, la ética y lo físico.
Dentro de la lógica creó el sistema proposicional el cual poseía la finalidad de proporcionar un mejor entendimiento del funcionamiento del universo. La lógica proposicional se basa en el razonamiento de sentencias simples y compuestas, estas últimas, formadas por conectores como “y” u “o”.
Por una parte, las proposiciones simples suelen ser oraciones con la capacidad de ser verdaderas o falsas. Luego, las proposiciones compuestas son aquellas que reúnen dos o más proposiciones simples.
Una proposición simple puede ser la frase “nada dura para siempre”. En cambio, una proposición compuesta puede parecerse a la oración “puedo dormir o estar despierto toda la noche”, en la cual dos sentencias están conectadas por “o”.
Gran parte de la labor de Crisipo dentro de la lógica estuvo orientada a refutar falacias o paradojas.
En lo relacionado a la teoría del conocimiento, Crisipo se basó en la experiencia, lo empírico. Creía en la transmisión de mensajes del mundo externo a través de los sentidos propios del ser humano.
Adoptó la idea de Zenón quien había establecido que los sentidos generan una impresión en el alma y de esta forma Crisipo califica a los sentidos como la forma en la cual el alma recibe una modificación desde los objetos externos.
La impresión en el Alma permite luego una comprensión mediante la cual le será posible al hombre nombrar el objeto externo con el que se interactúa.
Crisipo apoyaba la idea de la interdependencia y relación entre todas las partes del universo. Siguiendo a Zenón, afirmaba que el universo está compuesto por una sustancia primitiva conocida como el “éter”. También hablaba del alma como el elemento que le da forma a la materia.
Por otro lado, Crisipo divide el alma humana en ocho propiedades: las primeras cinco se asocian a los sentidos, la sexta tiene que ver con la capacidad de reproducción, la séptima con el poder del discurso y la octava figura como la parte gobernante, ubicada en el pecho.
Dentro de las matemáticas, Crisipo argumentó su concepto de la infinita divisibilidad del universo. Los cuerpos, las líneas, los lugares y hasta el tiempo son elementos capaces de ser divididos infinitamente.
Como muchos de los estoicos, Crisipo fue determinista, es decir, confiaba en que todas las cosas de la vida están predeterminadas y que responden a múltiples fenómenos que están fuera del control humano. También se afianzaba en la libertad personal y lo relevante del desarrollo del conocimiento y entendimiento del mundo para cada persona.
Crisipo relaciona la ética con lo físico. Dio un carácter relevante al hecho de vivir conforme al curso real de la naturaleza. Define al humano como un ser similar a lo divino cuya naturaleza es ética y habla de la humanidad como la encarnación de la razón.
También se refiere a la libertad del ser humano como el estado en el cual se separa de los bienes materiales y deseos irracionales como la dominación y la lujuria. El valor, la dignidad y la voluntad son las bondades que el filósofo más enfatizó en este aspecto.
Como se menciona anteriormente, la obra de Crisipo está contenida en las múltiples referencias que han tomado otros autores sobre su trabajo. Algunas de las más conocidas son:
-“El universo es Dios en sí mismo y el flujo universal de su alma” Cicerón.
-“Si siguiera a la multitud, no debería haber estudiado filosofía” Laercio Diógenes.
-“Las personas sabias no quieren nada y sin embargo, necesitan muchas cosas. En la otra mano, los tontos nada necesitan porque no entienden cómo usar nada, pero necesitan todo” Séneca.
-“El que corre una carrera debe esforzar al máximo su habilidad para tener la victoria; pero es completamente erróneo para él, hacer tropezar a otro competidor. Por lo tanto, en la vida no es injusto que se busque por cuenta propia lo que es beneficioso; pero no es correcto tomarlo de otro.” Cicerón.
-“Deberíamos inferir en el caso se una hermosa morada que fue construida para sus dueños y no para los ratones; debemos, por lo tanto, de la misma forma, considerar el universo como la morada de los dioses.” Cicerón.
-“Si supiera que mi destino es estar enfermo, incluso lo desearía; porque el pie, si tuviese inteligencia, también se ofrecería como voluntario para enlodarse.” Epicteto.
Uno de los hechos más llamativos dentro de la vida de este filósofo, fue su muerte, de la cual se dice que fue provocada por su risa. Crisipo falleció el año 206 a. C. a los 73 años de edad, durante las olimpiadas número 143 que tuvieron lugar entre el año 208 a. C. y 204 a.C.
Existen varias anécdotas de su muerte. Una relata que durante una noche festiva, Crisipo decide emborrachar a un burro luego de verle comer unos higos. Su admiración ante tal inusual situación causó tanta agracia que murió como consecuencia de sus carcajadas. De aquí proviene la expresión “morir de la risa”, atribuida a este cuento sobre Crisipo.
Otra versión de los hechos narra que fue hallado con terribles mareos tras beber vino sin diluir y murió un rato después.
- Chrysippus of Soli. Wikipedia, The Free Encyclopedia. Recuperado de en.wikipedia.org
- Who is Chrysippus? The ‘Second Founder of Stoicism’ who died laughing. Daily Stoic. Recuperado de daylistoic.com
- Logical proposicional. EcuRed. Recuperado de ecured.cu
- Crisipo de Solos, el filósofo griego del cual todo se ha perdido. Anfrix. Recuperado de anfrix.com
- (2015) The curious death of Chrysippus of Soli. Quirkality. Recuperado de quirkality.com
- The Editors of Encyclopaedia Britannica (2017). Chrysippus. Encyclopædia Britannica, inc. Recuperado de britannica.com
- Frases de Crisipo de Solos. Frases de famosos. Recuperado de citas.in