Cultura general

Falacia naturalista: concepto, características, ejemplos


¿Qué es la falacia naturalista?

La falacia naturalista consiste en argumentar que algo debería ser de una forma porque es lo natural o porque es así en la naturaleza. Por tanto, se le da a la naturaleza una autoridad moral.

Existen dos ideas fundamentales en este tipo de falacia. Por una parte, que lo que es natural tiene que ser cierto, y que si encontramos un comportamiento en la naturaleza, debería ser aceptable para los seres humanos. Por otra parte, argumenta que porque una cosa es de tal forma, debería ser así, es decir que deberíamos aceptar las cosas como son.

Por ejemplo, cuando se decía que la mujer debía quedarse en casa porque eso era “lo natural” existía una falacia naturalista, porque se confundía lo practicado por la tradición con “lo bueno” y “deseable”.

Afirmar que “lo natural” es “lo bueno” es una valoración ética que no tiene fundamento porque no se pueden deducir conclusiones evaluativas –es decir, juicios de valor– a partir de las descripciones de algo. Por lo tanto, si algo es bueno entonces será, según esta falacia, “lo bueno”.

Características de la falacia naturalista

Moral igual a natural

En la falacia naturalista se confunden los valores morales con los naturales. Por ejemplo, cuando se ataca la homosexualidad diciendo que es inmoral (es decir, contrario a lo natural, a “lo bueno”) porque es antinatural.

Los valores de lo natural (que además son valores sociales según las normas que dicte para un momento determinado una sociedad determinada) derivan, de esta manera, en valores morales, basados falsamente en una práctica que asocia una propiedad de “bueno” y lo aplica al todo, convirtiéndolo en “lo bueno”.

Sin embargo, para que exista la falacia naturalista, esa propiedad de bueno siempre debe acompañar al objeto que se describe como “lo bueno”. Es decir, no solo porque algo sea natural va a ser necesariamente bueno.

Confusión en el concepto de “bueno”

Decir que algo es bueno implica saber de antemano qué es “lo bueno”. Desde la razón, que es lo que interesa al estudio filosófico, equiparar una propiedad con el objeto no es explicar el concepto.

Son respuestas extensivas –es decir, acudir a ejemplos para dar una explicación– y nunca intensivas –explicar cuál es el significado–.

Es un problema de la metaética, que es una rama de la ética que se encarga de estudiar el origen y lo que significan los conceptos éticos, la moralidad o la existencia de valores morales independientemente de los valores humanos.

“Lo bueno” es también “lo deseado”

La falacia naturalista sostiene que se puede llegar a conclusiones éticas y a mantener que algo es deseable mediante conclusiones no éticas: así, si ese algo es bueno desde el estudio psicológico, o metafísico, o de la voluntad, entonces necesariamente será considerado “lo bueno” en general.

En palabras más claras, si se considera una conducta “deseable” desde el punto de vista de la tradición, por ejemplo, entonces esa conducta será buena.

Falacia naturalista de Hume

La falacia naturalista de David Hume, también llamada Ley de Hume, Guillotina de Hume o Problema del ser y del deber ser (y en ocasiones confundida con la falacia naturalista) se refiere a la problemática metaética que alude a la imposibilidad de deducir una norma a partir de descripciones.

Una descripción dice algo sobre un objeto (“los seres humanos son egoístas”) y una norma establece lo que debe ser (“los seres humanos deben ser egoístas”).

Para afirmar la verdad sobre la primera premisa puede valer un estudio histórico que investigue sobre el egoísmo humano. Pero para afirmar la segunda hay que buscar otros caminos, porque no puede deducirse esta verdad a partir de premisas descriptivas.

El ser y el deber ser no son lo mismo, y esta dicotomía de Hume se vincula con la dicotomía análisis/síntesis. Para el filósofo escocés, una proposición analítica (lógica) siempre es verdadera y no necesita verificarse, pero la proposición sintética hay que verificarla con la experiencia (es decir, empíricamente), y puede ser falsa o verdadera. Para Hume, la proposición ética viene de la experiencia.

Veamos un ejemplo clásico en las siguientes dos oraciones:

  • Nerón es cruel.
  • Nerón debe ser cruel.

La primera oración es descriptiva porque dice cómo es Nerón, pero la segunda es normativa porque establece cómo debería ser Nerón.

El hecho de que Nerón sea cruel no significa que deba serlo. Se puede advertir la gran diferencia que hay entre ambas, y la imposibilidad (desde la lógica) de deducir la oración normativa a partir de la oración descriptiva.

Este “problema del ser y del deber ser” fue expuesto por David Hume en su Tratado sobre la naturaleza humana (1739-40) y establece que las premisas normativas (debe o no debe) tienen una estructura lógica diferente a las premisas fácticas o de hecho (es o no es).

Cuando se quiere deducir una premisa normativa de una premisa fáctica, dice Hume, se está ante un argumento falaz, o sea, que puede convencer, pero desde el punto de vista lógico es incorrecto.

Antes de Hume, los filósofos morales no habían reconocido esta diferencia: no era un problema para ellos. Es a partir de Hume, y especialmente de los pensadores analíticos de mediados del siglo XX que retoman el pasaje del filósofo inglés, cuando se establece la complejidad del ser y del deber ser y la diferencia insalvable que existe entre ambos.

Ejemplos de falacia naturalista

Veamos algunos ejemplos de este tipo de falacia:

Condena a la homosexualidad

Ya hemos visto que la falacia naturalista es un argumento erróneo cuando se trata de argumentaciones éticas. Un ejemplo claro es el que se mencionó al principio con respecto a la homosexualidad.

Se ha considerado desde hace muchos siglos que la homosexualidad es un comportamiento “desviado” y “antinatural”. Sin embargo, al describirla de esta manera se está utilizando un argumento falaz, ya que debido a su “antinaturalidad” no es buena ni deseable.

Pero esa “antinaturalidad” tampoco es natural, es una conducta que la sociedad ha condenado a partir de valores y juicios morales, que no son necesariamente naturales ni deseables ni buenos.

Lo moral aquí se deduce de una realidad concreta sobre lo que debería ser correcto pues se está afirmando que “lo natural” debería ser “lo bueno”.

Justificación de la esclavitud. Y por extensión, de la idea de razas superiores e inferiores

Desde la Antigüedad, la esclavitud fue considerada no solo una práctica normal y aceptada moralmente, sino necesaria desde el punto de vista económico. Se requería de mano de obra para edificar las ciudades y mantener la economía de los imperios.

Los esclavos provenían de los pueblos sometidos y en menor escala, eran hombres que no pagaban sus deudas (las mujeres pocas veces poseían propiedades, por lo que su condición de esclavas venía por ser de los pueblos sometidos, o como pago de deudas).

La esclavitud era vista como algo normal, incluso moral, y entrañaba el derecho de un pueblo a someter a otro en función de su fuerza o de una supuesta superioridad cultural. El derecho a la propiedad primaba sobre los demás derechos individuales (el derecho del amo sobre el esclavo).

El sometimiento de un grupo de personas a otras fue de esta manera normalizado, y se veía en consecuencia como algo natural; la esclavitud era algo que pertenecía a la esfera del “deber ser” porque era un comportamiento milenario. Ir en contra de la esclavitud era ir en contra de la tradición y de la norma.

Si bien a finales del siglo XIX en gran parte del mundo se abolió la esclavitud, ha quedado en el imaginario colectivo la idea de que hay grupos de personas que por su color de piel, por su religión o por sus prácticas culturales, son considerados, aun hoy en día, como inferiores.

Esta inferioridad, según algunos, “es natural” y por lo tanto “buena” en el sentido de que al haber personas inferiores, automáticamente hay personas superiores, cuya superioridad será “natural” y “buena” porque así lo dicta la tradición.

Estamos ante una falacia naturalista de las más clásicas.

Otros ejemplos

  • Los tigres son carne, por tanto los vegetarianos deben estar equivocados.
  • De acuerdo a la teoría de la evolución, las mejores especies sobreviven. Por tanto, si los pobres no prosperan y sobreviven, significa que no son aptos.
  • Siempre ha habido guerras, por tanto no hay razón para evitar el ataque y el bombardeo de ese país.
  • En la naturaleza hay desnudez, por tanto deberíamos estar desnudos.

Referencias

  1. Dussel, E. (2001). Algunas reflexiones sobre la “falacia naturalista”. Tomado de redalyc.org.
  2. Daston, L. (2014). The naturalistic fallacy is modern. Tomado de journals.uchicago.edu.
  3. De la Vega Martinis, O.H. (2020). Falacia naturalista y ley de Hume: su significado en derecho penal. Tomado de scielo.conicyt.cl.
  4. Falacia naturalista (2021). Tomado de es.wikipedia.org.