Neisseria gonorrhoeae: características, morfología, hábitat, cultivo
¿Qué es Neisseria gonorrhoeae?
Neisseria gonorrhoeae es el agente bacteriano causante de la gonorrea, también conocida como blenorragia. Este microorganismo presenta forma circular y carece de motilidad.
Como su pared celular es delgada y rica en distintos tipos de lípidos, es considerada una bacteria gram negativa. Neisseria gonorrhoeae es un patógeno exclusivo de los humanos y habita usualmente en su tracto urogenital.
La infección se desarrolla tanto en hombre como en mujeres. En los genitales femeninos la infección se restringe al cérvix y puede producir inflamación en la pelvis. En los hombres ataca la uretra y los síntomas son epididimitis en los testículos. En ambos sexos esta enfermedad puede traer como consecuencia la esterilidad.
Su diagnóstico puede llevarse a cabo por medio de pruebas de ADN o por pruebas de cultivos. Estas últimas suelen ser bastante útiles, ya que se pueden realizar pruebas de susceptibilidad a distintos antibióticos.
Esta patología venérea afecta a un número considerable de personas anualmente. Según los estudios poblacionales realizados en Europa y Estados Unidos, la gonorrea es la segunda enfermedad de transmisión sexual más frecuente.
En cuanto a su distribución, la gonorrea ha sido reportada a nivel mundial. Esta enfermedad es ampliamente difundida en todos los estratos sociales, siendo más elevada en los niveles socioeconómicos bajos.
Características de Neisseria gonorrhoeae
– Las bacterias de la familia Neisseriaceae se caracterizan por ser aeróbicas o anaeróbicas facultativas.
– Son heterótrofas, este término indica que no poseen la capacidad de producir su propio alimento y utilizan como fuente de alimentación los hidratos de carbono. Además, estos microorganismos no tienen la capacidad de moverse.
– Dentro del género Neisseria, se encuentran diversos patógenos para el hombre. Neisseria gonorrhoeae es el agente causal de la gonorrea y Neisseria meningitidis causa la meningitis.
– Del mismo modo, hay ciertas especies, como N. sicca, N. mucosa y N lactamica, que no son perjudiciales y son habitantes normales de la flora humana, incluyendo la boca.
– La temperatura óptima de crecimiento de Neisseria gonorrhoeae es de 36 a 39 °C.
Morfología de Neisseria gonorrhoeae
Neisseria gonorrhoeae es una bacteria con forma circular y gracias a esta característica se les atribuye el nombre de gonococos. No poseen cápsula y no son formadoras de esporas. El tamaño promedio es de 0,8 µm y el intervalo fluctúa entre 0,6 a 1 µm.
Al microscopio, la forma es similar a la de un riñón o un frijol y se encuentra dentro de las células, específicamente dentro de los leucocitos polimorfonucleares.
Estos organismos suelen encontrarse en pares con los lados cóncavos adyacentes y se les llama diplococos. No obstante, las colonias jóvenes pueden agruparse en grupo de cuatro, conocidas como tétradas. Ocasionalmente pueden encontrarse como cadenas cortas.
Fenotípicamente, es una bacteria gram negativa. Sin embargo, la membrana externa posee lipooligosacáridos y no lipopolisacáridos, como es usual. La coloración de Gram, junto con su morfología de diplococo, son características bastante útiles para su identificación.
La superficie celular presenta una serie de pilis, también denominadas fimbrias. Estas proyecciones o apéndices son similares a un pelo. Están compuestas de polímeros y de proteínas estructurales.
Una de estas proteínas, la adhesina, se encarga de adherir al patógeno en la superficie de las mucosas epiteliales y permite la colonización bacteriana.
Hábitat de Neisseria gonorrhoeae
Neisseria gonorrhoeae es una bacteria patógena exclusiva de los humanos. La presencia de este microorganismo perjudicial se debe, en la mayoría de los casos, a contactos sexuales.
La transmisión por vías no sexuales son poco frecuentes pero pueden ocurrir. Incluyen la transmisión bacteriana durante el parto, por el contacto de los ojos del recién nacido con la vagina de la madre (oftalmía neonatal).
El hábitat frecuente de este microorganismo es el tracto urogenital humano. En mujeres son encontradas comúnmente en el endocervix y en los hombres en la uretra.
En menor medida este patógeno puede ser encontrado en ojos, cavidades orales, nasofaríngeas y anales. En individuos sanos no es común encontrarlos. Es decir, no forma parte de flora normal humana.
Cultivo e identificación
Los cultivos de la bacteria Neisseria gonorrhoeae no son sencillos. Requieren condiciones nutricionales estrictas y el crecimiento es lento.
Son cultivadas generalmente en un medio rico, en agar sangre o agar chocolate. El agar chocolate es sangre calentada a unos 80°C aproximadamente y es usado para el crecimiento de bacterias exigentes. Son incubadas a una temperatura de 35°C con una atmósfera de CO2, del 5 a 10% de dióxido de carbono.
Cuando se prolonga el periodo de la incubación, las colonias aumentan su tamaño y toman una apariencia opaca. Pueden ser teñidas con distintas técnicas, entre ellas los anticuerpos fluorescentes.
Metabólicamente, en esta bacteria ocurre la formación de ácido láctico por medio de la glucólisis. Este proceso ocurre por la combinación de dos vías metabólicas: Entner-Doudoroff y pentosas fosfato, generando como productos finales dióxido de carbono ácido acético
Para su identificación, se mide la producción de ácido a partir de glucosa y no de maltosa, manosa, lactosa, fructosa o sacarosa. Esta prueba bioquímica se denomica “prueba de agar con tripticasa de cistina”.
En algunos casos la identificación por oxidación de los azúcares mencionados es complicada. Por ello, una versión optimizada incluye pruebas con enzimas.
También se pueden identificar por la reacción positiva a las pruebas de catalasa y oxidasa.
Síntomas y tratamiento
Los síntomas varían ampliamente de paciente a paciente. El síndrome de artritis-dermatitis es clásico dentro del cuadro de esta enfermedad.
En estados tempranos de la infección los dolores en los tendones y en las articulaciones son comunes. Las lesiones en la piel incluyen maculopápulas y pústulas, generalmente con componentes hemorrágicos.
Asimismo, la faringitis, la uretritis, la conjuntivitis y las infecciones en el ano y en el recto pueden presentarse en pacientes contaminados con esta bacteria. La infección también puede carecer de síntomas, particularmente en las mujeres.
A menudo la gonorrea es tratada con una dosis única de antibióticos o una combinación de los mismos. Los más sugeridos en la literatura son ceftriaxona, ciprofloxacino, doxiciclina, gentamicina, gemifloxacina y azitromicina.
Como toda enfermedad bacteriana, el tratamiento se complica por el aumento de frecuencia de bacterias resistentes a distintos antibióticos.