Depresión

Trastornos emocionales: qué son, tipos y síntomas


¿Qué son los trastornos emocionales?

Los trastornos emocionales o del estado de ánimo son uno de los tipos más comunes de enfermedades psicológicas. Se caracterizan por una alteración significativa en el estado de ánimo de las personas afectadas.

Existen muchas clasificaciones distintas para los trastornos emocionales, pero la más habitual es la que distingue entre los que provocan emociones negativas, y los que hacen que los pacientes cambien entre un estado de ánimo positivo y otro deprimido de forma continua.

En la última versión del DSM, el manual diagnóstico utilizado en psicología, se definen los siguientes trastornos del estado de ánimo: depresión mayor, distimia, trastorno bipolar, ciclotimia, trastorno afectivo estacional, trastorno disfórico premenstrual, y trastorno de desregulación disruptiva del estado de ánimo.

También pueden aparecer ciertos trastornos emocionales debidos a causas externas, como el abuso de drogas o alcohol, o la presencia de alguna enfermedad física.

En cualquier caso, todos estos síndromes provocan un impacto negativo en la vida de quienes los sufren, y deben ser tratados con la mayor rapidez.

Lista de trastornos emocionales

Trastorno depresivo mayor

La depresión o trastorno depresivo mayor es mucho más que simplemente sentirse triste o decaído. Sus síntomas afectan prácticamente todos los aspectos de la vida de los pacientes de maneras extremadamente negativas.

Se calcula que 1 de cada 15 adultos se ve afectado por un episodio depresivo cada año, y a lo largo de toda su vida, al menos 1 de cada 6 personas acabará desarrollando este trastorno.

Aunque puede presentarse en cualquier momento de la vida, lo más común es que aparezca entre la adolescencia y el comienzo de la vida adulta.

Distimia

La distimia, o trastorno depresivo persistente, es considerada una versión más leve pero de mayor duración que la depresión mayor.

– Los principales síntomas son una gran tristeza y melancolía, pero existen varias diferencias que hacen necesario tratarla como un problema diferente.

– La distimia no provoca que la persona sea incapaz de llevar a cabo su rutina diaria. Por el contrario, los afectados continúan funcionales, pero muestran un estado de ánimo persistentemente triste y decaído.

– Además de esta diferencia, las personas con distimia no suelen sufrir anhedonia, es decir, normalmente son capaces de disfrutar de las cosas que les gustaban antes de sufrir este trastorno.

– Sin embargo, sí sufren de baja autoconfianza y motivación, y su actividad diaria suele reducirse bastante (aunque no tanto como con la depresión).

Todas las demás áreas afectadas en el trastorno depresivo mayor, como el sueño, el apetito y la concentración, también se ven alteradas en las personas con distimia.

La clave es que las alteraciones son de menor gravedad que en el trastorno anterior, y se mantienen generalmente durante mucho más tiempo.

Trastorno bipolar

El trastorno bipolar, antes conocido como trastorno maníaco-depresivo, se caracteriza por la presencia de síntomas similares a los de la depresión mayor que se alternan con otros propios de un estado de ánimo excesivamente elevado.

Se trata de uno de los trastornos mentales más comunes, afectando a aproximadamente el 7% de la población mundial.

Al contrario de lo que ocurre en el caso de las dos enfermedades mentales anteriores, existen dos tipos de trastorno bipolar.

En el primero, la persona afectada alterna episodios maníacos con otros depresivos, mientras que en el segundo la depresión se alterna con fases de hipomanía.

Los síntomas de los estados depresivos son iguales a los que aparecen en la depresión mayor. Sin embargo, la manía y la hipomanía merecen ser estudiadas aparte.

Manía e hipomanía

Un episodio maníaco es aquel en el que la persona presenta un estado de ánimo exageradamente elevado durante un tiempo lo suficientemente largo (al menos dos semanas).

Los síntomas son muy similares para las dos condiciones, pero en el caso de la hipomanía no son tan graves ni incapacitantes para el individuo.

– Entre los síntomas más comunes de ambas condiciones se encuentran un estado de ánimo eufórico o exageradamente alegre, una excesiva e irracional confianza en sí mismo, y un gran aumento de los niveles de actividad cotidianos.

– También suelen aparecer un exceso de locuacidad y una menor necesidad de dormir.

– Cuando aparece un episodio maníaco o hipomaníaco, la persona suele sentir que sus ideas van demasiado rápido. Por ello, le cuesta concentrarse en una sola tarea y pasa de una actividad a otra con frecuencia.

– Las personas en esta fase del trastorno bipolar suelen involucrarse en conductas de alto riesgo, como conducir tras haber bebido, tener sexo sin protección, tomar drogas o apostar. Cuanto más grave sea el episodio maníaco, más pronunciadas y peligrosas serán estas conductas.

Ciclotimia

La ciclotimia es muy parecida al trastorno bipolar. Los síntomas son prácticamente los mismos, la principal diferencia se encuentra en la gravedad de los mismos:

– Al contrario que las personas que sufren un trastorno bipolar completo, los individuos con ciclotimia aún pueden llevar a cabo una vida más o menos normal. Sin embargo, sus estados de ánimo alterados les causan mucho sufrimiento y dificultades a la hora de desenvolverse correctamente en su día a día.

– Los pacientes alternan entre episodios de distimia (es decir, síntomas depresivos de baja intensidad) con otros de hipomanía.

– Afecta a aproximadamente el 1% de la población, y suele ser crónico.

Trastorno afectivo estacional

El trastorno afectivo estacional es un tipo de patología del estado de ánimo que provoca síntomas depresivos que aparecen y desaparecen en función de la estación del año.

Normalmente, se la conoce como “depresión invernal” porque esta es la época en la que más frecuentemente se manifiesta.

– Entre los síntomas más comunes se encuentran un estado de ánimo consistentemente decaído, la pérdida de interés en todo tipo de actividades cotidianas, irritabilidad, sentimientos de desesperación y baja autoestima, una gran falta de energía, y alteraciones en ciertas áreas, como el sueño o la alimentación.

Aunque generalmente no es tan dañino como las patologías anteriores, el trastorno afectivo estacional puede impactar de forma muy negativa la vida de algunas personas.

Trastorno disfórico premenstrual

Con la llegada del DSM-V, la Asociación Americana de Psicología ha incluido entre los trastornos del estado de ánimo algunos casos especialmente graves del síndrome premenstrual.

Este trastorno se produce en algunas mujeres varios días antes de que comience su menstruación, y sus síntomas son muy severos y debilitantes:

– Entre los más comunes se encuentran frecuentes cambios de humor, síntomas depresivos, irritabilidad, ansiedad, falta de interés en las actividades habituales, dificultades para mantener la concentración y cambios en el apetito y los patrones del sueño.

– Se relaciona con la menstruación, por ello las mujeres que lo sufren también padecen problemas como dolores musculares o articulares, acaloramientos, dolores de cabeza, o la sensación de encontrarse hinchadas.

A pesar de no parecer tan severo como algunos de los trastornos anteriores, puede llegar a dificultar en gran medida el desarrollo de una vida normal para las mujeres que lo padecen.

Trastorno de desregulación disruptiva del estado de ánimo

Este trastorno se diagnostica exclusivamente en niños. Al igual que el anterior, fue mencionado por primera vez en el DSM-V, por lo que se trata de una patología reconocida de forma relativamente reciente.

Los principales síntomas del trastorno de desregulación disruptiva del estado de ánimo son:

– una extrema irritabilidad e ira, acompañados de rabietas y pataletas de gran intensidad. Estos síntomas son mucho más acusados que en el caso de niños que sean “complicados”.

La principal diferencia entre un niño con este trastorno y otro que simplemente tenga mal genio es que el primero tendrá grandes dificultades para cumplir con sus tareas cotidianas debido a su estado de ánimo.

Además, los síntomas tendrán que estar presentes durante al menos 12 meses para poder diagnosticarse esta patología.

Referencias

  1. Mood disorders. Recuperado de mentalhealthamerica.net.
  2. Trastornos del estado de ánimo. Recuperado de mayoclinic.org.