Cultura general

Honestidad (qué es, significado, concepto, definición)


¿Qué es la honestidad?

La honestidad es un conjunto de atributos de una persona, como la decencia, la justicia, la sinceridad, la honradez y la rectitud, entre muchos otros, que la acompañan en todas las acciones de su vida, profesional o personal.

Una persona honesta se expresa y actúa de acuerdo con la verdad y con el sentido de la justicia en todas las situaciones de la vida.

La honestidad implica que, en nuestras relaciones personales, sociales y laborales, damos mucha más importancia a la sinceridad, la buena voluntad y la franqueza que al beneficio material o a las oportunidades de diverso tipo que podamos sacar de los demás.

La honestidad debe ponerse en práctica en todas las áreas de la vida: en el trabajo, en la universidad o la escuela, con nuestros padres y otros familiares, con nuestros amigos y, sobre todo, con nosotros mismos.

Honestidad como valor

La honestidad es un valor fundamental tanto para la vida de los individuos como para la sociedad en general.

Cuando se practica constantemente genera confianza y respeto, dos sólidas bases sobre las cuales se levantan relaciones personales satisfactorias y acuerdos sociales que permiten al colectivo prosperar en armonía y disminuir las posibilidades de estallidos violentos.

El valor de la honestidad es requisito imprescindible para que las empresas sean rentables sostenidamente, de generación en generación, y no solo unos pocos años.

Igualmente, para que los ciudadanos conserven el respeto en sus líderes democráticos y pueda prevenirse el peligro del populismo o del autoritarismo.

Pues, como bien lo expresa una frase atribuida a Abraham Lincoln, “se puede engañar a algunos todo el tiempo, o a todos durante cierto tiempo, pero no se puede engañar a todos todo el tiempo”.

Honestidad académica

Tanto en la escuela como en la universidad, actuar con honestidad significa jugar limpio. Algunos ejemplos son los siguientes:

  • No plagiar de internet u otras fuentes un texto que luego presentamos como obra nuestra.
  • No echar rápidas miradas al examen del compañero de al lado por si logramos pescar la respuesta que nos falta.
  • No presentar como propias ideas, frases u observaciones que pertenecen a otros.
  • No permitir que criterios no académicos, como género, raza, religión u orientación sexual influyan en la valoración que los profesores le deben a los estudiantes, y viceversa.
  • Esforzarse sinceramente en aprender con nuestros propios medios. Aunque un plagio pueda dar buen resultado en una o varias ocasiones, con los años nos veremos envueltos en situaciones en las que se nos hará evidente que carecemos de las herramientas necesarias para tener éxito en nuestra profesión, sin importar que poseamos un título que nos certifica como especialistas en una determinada disciplina.

Honestidad profesional

Se refiere a conducirse de manera honesta en el ámbito laboral y en los intercambios comerciales. La honestidad profesional se ejemplifica en acciones como las siguientes:

  • No hacer a los clientes promesas que no seremos capaces de cumplir solo para convencerle de que nos contrate.
  • Cumplir con los tiempos de entrega, sin excusas.
  • Si en el área de trabajo se presenta una situación que nos afecta negativamente, no quedarnos callados, sino plantearlo de manera asertiva.
  • Manejar con prudencia la información confidencial que la empresa nos confía; jamás usarla para obtener beneficios personales en detrimento de la compañía.
  • Avisar con suficiente antelación a las autoridades de la empresa si tenemos planificado abandonar nuestro cargo, de modo que dispongan de tiempo suficiente para conseguir un reemplazo antes de la fecha de renuncia.

Honestidad empresarial

Consiste en colocar la honestidad como el valor regente de todas las relaciones de la empresa, ya sea con sus trabajadores, con el Estado, la sociedad o sus proveedores y clientes.

¿Cómo se sabe si una empresa es honesta? A continuación encontrarás ejemplos de una gestión empresarial honesta o ética.

  • Presentar estados financieros transparentes, que reflejen con exactitud el estado de la empresa y permitan determinar su valor de manera confiable.
  • Crear y difundir entre sus colaboradores un código de conducta, en el que se explique claramente los valores que rigen la actividad económica y social de la empresa y qué conductas son consideradas inaceptables.
  • Remunerar de manera justa a sus trabajadores. Pretender que los trabajadores cualificados acepten una remuneración menor es una práctica deshonesta y contraproducente, que a la larga daña el ambiente laboral de la empresa y eleva la rotación de personal.
  • Ofrecer a los consumidores productos de buena calidad. Un negocio basado en lo barato y de mala calidad no aporta valor a la comunidad, sino al contrario, podría causar daños, como de hecho lo hacen ciertos componentes químicos en bebidas refrescantes y estimulantes de dudosa calidad. El negocio honesto es aquel que genera beneficios al aportar productos o servicios de valor a los consumidores.
  • Respetar las leyes. Todas las empresas funcionan dentro de un marco legal que regula sus relaciones con el Estado, sus trabajadores y la sociedad. Una empresa honesta procura cumplir con todas sus obligaciones legales en tiempo y forma, independientemente de que muchas de las leyes puedan ser injustas o perjudiciales para el desarrollo de la industria.
  • Se esfuerza por generar un ambiente laboral sano, sin discriminación por razones de género, raza u orientación sexual, sin abusos de poder y que combata activamente el acoso sexual en el área de trabajo. Igualmente, la empresa honesta debe contar con una política de ascensos que esté fuertemente anclada en la experiencia, el talento y la capacitación de cada trabajador, y no en las preferencias personales o simpatías de la alta gerencia o jefes de mediana jerarquía.

Otros ejemplos de honestidad

  • Imagina la siguiente situación: estás en el supermercado, acabas de pagar en efectivo los víveres que elegiste y la cajera te da el vuelto. Al recibirlo, descubres que se ha equivocado y que te está entregando mucho más dinero del que te corresponde. ¿Cómo actúas? ¿Te guardas el dinero y te marchas, o con una sonrisa le muestras su error y esperas que te dé la cantidad correcta? Todos sabemos que solo la segunda opción es honesta.
  • Has quedado para cenar con tu novia el domingo por la noche, pero a última hora un amigo te ofrece una entrada para el partido de la liga. ¿Qué le dices a tu novia? ¿Inventas una excusa, es decir, le mientes, o más bien le explicas la verdad y te aguantas sus reproches? Aunque más desagradable en el corto plazo, solo la segunda opción representa una conducta honesta.
  • Otro ejemplo: si trabajas en una empresa y tienes contactos asiduos con clientes, nunca debes aceptar sobornos o “ayudas” para acelerar los procesos. Aceptar aportaciones ilícitas, además, es un delito que se castiga con la cárcel.

Referencias

  1. (2014). Valores: la honestidad. Tomado de elnuevodiario.com.ni.
  2. Alfaro Torres, P. (2015). El plagio académico: formar en competencias y buenas prácticas universitarias. Universidad de Castilla-La Mancha. Tomado de revista.uclm.es.
  3. Redacción digital (s/f). Cultura de Transparencia y Honestidad dentro de las Empresas. Revista Empresarial. Tomado de revistaempresarial.com.
  4. Redacción (2019). Importancia de la honestidad en el entorno laboral. Tomado de recursoshumanos.tv.