Actos inmorales: concepto, tipos y características, ejemplos
¿Qué son los actos inmorales?
Los actos inmorales son aquellos que se oponen a las normas, creencias y valores establecidos en el código moral que rige la conducta de un determinado grupo social. Están basados en lo que se denomina los antivalores; es decir, el opuesto al valor moral aceptado.
Por lo general, la exhibición de una conducta inmoral conlleva consecuencias negativas para el entorno social de las personas que la realizan o para la persona misma. Es por ello que la sociedad, para hacer respetar el código moral, culpabiliza y margina a las personas que realizan actos inmorales.
En muchas ocasiones se considera que las personas que realizan actos inmorales son enfermos mentales o personas con unos tipos de personalidad muy específicos. Sin embargo, todas las personas pueden actuar de manera inmoral en un determinado momento.
La teoría de la desvinculación moral explica que cuando las personas tienen una conducta inmoral, caen en la disonancia cognitiva; entran en un conflicto interno porque su conducta no corresponde con sus actitudes.
Para solucionar esto pueden reinterpretar su comportamiento, rechazar las consecuencias negativas de su conducta, poner la responsabilidad en la víctima y deshumanizarla.
Características de los actos inmorales
– Dado que la moralidad tiene sus fundamentos en los valores éticos, se puede señalar que los actos inmorales se oponen a los valores éticos.
– Finalidad poco definida. Los actos inmorales, aunque por lo general generan malestar social, no siempre se realizan buscando causar algún daño al grupo social.
– Son reprobados por el grupo social. La sociedad culpabiliza y castiga, ya sea de manera legal o mediante marginación, a las personas que exhiben conductas inmorales.
– Pueden ser inculcados. Al igual que las normas morales se aprenden en el seno de la familia, las conductas inmorales también pueden ser adquiridas a través de la exposición continua a actos inmorales. El individuo naturaliza de este modo la conducta.
– No son universales. Lo que para unas sociedades puede ser considerado inmoral para otros grupos sociales puede no serlo; por ejemplo, la homosexualidad.
Tipos de actos inmorales
Los actos inmorales pueden clasificarse en 4 tipos: autodestructivos, individualistas, antiigualdad y destructivos.
Autodestructivos
Son aquellos actos inmorales que resultan destructivos para la persona que los practica. Dentro de este grupo tenemos actos como el suicido o la autolesión y el abuso de sustancias que producen daño al organismo.
Individualistas
Son los actos inmorales que llevan a crear una barrera entre la persona que los realiza y los demás. Estos actos responden a la necesidad de priorizar el bienestar propio.
En este grupo tenemos actos como la estafa, donde un individuo tima o engaña a otro u otros con el fin último de lucrarse u obtener algún tipo de beneficio personal.
Antiigualdad
Son actos inmorales que segregan a la población sin atender al código moral. Por ejemplo, la marginalización de los ladrones o de las prostitutas no es considerado un acto inmoral, porque la segregación entre ladrones y no ladrones o entre prostitutas y no prostitutas responde a normas morales.
No sucede así cuando se margina a los pobres o a las personas con discapacidades físicas. Este último tipo de conducta sí es considerada inmoral.
Destructivos
Los actos inmorales que conllevan un daño generalizado —es decir, que afectan al conjunto de la sociedad— son considerados destructivos. Dentro de este grupo se encuentran actos como provocar un incendio en un bosque.
Ejemplos de actos inmorales
Algunos ejemplos de actos considerados inmorales son:
Robar
Una persona que roba a un semejante está exhibiendo una conducta que es considerada inmoral en la mayoría de las sociedades y, además, castigada por la ley.
El acto de robar conlleva necesariamente un perjuicio para otra persona, la víctima. Este tipo de actos es culpabilizado por la sociedad y castigado por ley.
Asesinar
Asesinar es considerado inmoral en la mayoría de las sociedades. No obstante, esta consideración puede variar dependiendo del contexto.
Por ejemplo, en una situación de conflicto bélico los soldados que han matado a muchos enemigos son condecorados con medallas de honor y homenajeados por la sociedad.
Ser infiel
No respetar el compromiso establecido con una persona y comenzar a relacionarse amorosamente con otras personas es reprobado por muchas sociedades.
En el caso de la infidelidad, son tres las partes implicadas. La persona engañada y a la que se ha traicionado faltando al juramento de fidelidad, es la víctima; el que comente el acto de adulterio y, en muchas ocasiones, la pareja que ha provocado el adulterio, serán juzgados por inmorales.
No obstante, en este punto no podemos olvidar que la fidelidad debe ser interpretada en términos culturales. Muchas sociedades practican la poligamia, ya sea por parte de ambos miembros o solo por parte de uno de ellos. En estos casos, la fidelidad —y, por tanto, los actos inmorales asociados a la misma— adquieren matices diferentes.
Suicidarse
El suicidio está penado en muchas religiones como, por ejemplo, la católica. El código moral católico establece que las personas que mueren mediante el suicidio irán al infierno toda la eternidad.
No obstante, en otras culturas como la japonesa el suicidio no es condenado. Por ejemplo, el harakiri es una práctica extendida entre los samuráis para mantener su honor o pagar su deshonra.
Secuestrar
Un secuestro implica privar de libertad a la víctima. Por tanto, se trata de un acto inmoral castigado por la ley y condenado por la sociedad.
Comer carne humana
Comer carne humana es considerado un acto inmoral. No obstante, en algunas tribus del mundo —como, por ejemplo, en Papúa Nueva Guinea— este tipo de prácticas se realiza sin entrar en conflicto con el código moral establecido.
Ser codicioso
La codicia persigue la acumulación de bienes. El código moral basado en la religión establece como valor moral la generosidad; por tanto, ser codicioso es considerado un acto inmoral. No obstante, en una sociedad cada vez más consumista y materialista, la codicia es considerada sinónimo de ambición.
Ser una persona ambiciosa sí está dentro del código moral de las sociedades desarrolladas. Entonces, siempre y cuando las cosas materiales sean conseguidas sin cometer otros actos inmorales —como robar, hacer trampa, asesinar, etc.—, la sociedad no castigará dicha conducta.