Geología

Geocronología: historia, qué estudia, ejemplos de investigaciones


La geocronología se trata de la ciencia que determina los períodos cronológicos de los acontecimientos geológicos ocurridos en el transcurso de la historia de la Tierra. Además, se encarga de establecer las unidades geocronológicas, que son divisiones empleadas para formar la escala temporal geológica.

La geocronología no debe confundirse con la bioestratigrafía, que se dedica al orden cronológico de los sedimentos mediante el contenido fósil. La diferencia se debe a que la bioestratigrafía, por el contrario a la geocronología, no puede proporcionar las edades absolutas de las rocas, sino que las sitúa dentro de un intervalo temporal donde han existido determinados fósiles.

Algunos investigadores consideran que la geocronología es una disciplina imprescindible dentro de cualquier estudio geológico, paleontológico y/o geológico. No obstante, es una ciencia que en la actualidad solo se imparte en ciertos másteres que se especializan en la arqueología y la evolución humana.

Así mismo, la geocronología puede ser estudiada como un complemento de otras disciplinas científicas y humanísticas, como por ejemplo en la Química, la física, la biología, la historia, la arqueología y la antropología.

Índice del artículo

Historia

Origen de la palabra

La palabra “geocronología” consiste en un neologismo de creación reciente y proviene de tres palabras griegas: geo —relativo a la tierra—, chronos — que significa “tiempo”— y logia, proveniente a su vez de logos —palabra, estudio o pensamiento—. Por lo tanto, geocronología puede ser traducida de manera textual como: “El estudio sobre el tiempo de la edad de la Tierra”.

El término como tal surgió a finales del siglo XIX, específicamente en 1893 y su aparición se llevó a cabo luego del surgimiento de la estratigrafía, ya que ambas disciplinas están estrechamente vinculadas. Mientras que la estratigrafía describe los estratos rocosos o sedimentarios, la geocronología puede responder cuantos años de edad poseen estos hallazgos.

Primeros intentos en datar la cronología de la Tierra

Desde la Antigüedad, el hombre ha intentado determinar la edad de formación del planeta. Por ejemplo, algunos filósofos hindúes consideraban que todo lo que existe forma parte de un ciclo, que abarca el proceso de creación, vida y muerte del Universo.

Por consiguiente, para estos pensadores, un ciclo del Universo era equivalente a un día de vida del Dios Brahma, es decir, aproximadamente 4300 millones de años. Acorde con estos postulados, la Tierra actualmente estaría a unos 2000 millones de años de recomenzar este ciclo.

Posteriormente, dos filósofos griegos se interesaron por la edad de la Tierra, siendo estos Xenones de Colofón (570-470 a. C.) y Heródoto (484-425 a. C.). El primero reconoció que los fósiles eran remanentes de un tipo de vida más primitivo, deduciendo que las rocas se habían originado a partir de sedimentos en el fondo del mar.

En cuanto a Heródoto, este filósofo durante sus viajes se percató de que el Nilo dejaba en sus avenidas una serie de capas de sedimentos que para poder formarse tuvieron que haber pasado muchos años.

Siglo XVII

A partir del siglo XVII, comenzaron a realizarse una serie de estudios fundamentados por las observaciones de los naturalistas. Esto permitió acumular datos y empezar a considerar a la Tierra como un planeta que no pudo haber sido creado en un solo instante.

Esto quiere decir que en el siglo XVII se estableció que la Tierra se formó a lo largo de muchos millones de años, y no en un momento único de creación.

Entre los naturalistas más importantes destacó Nicolás Steno (1638-1686), quien en 1667 logró afirmar que los fósiles eran la evidencia de la existencia de otros tiempos más primitivos.

Además, en 1669 realizó el primer intento de datación de las rocas a través de su ley de superposición de los estratos, que reconocía que las rocas de encima eran más jóvenes que aquellas que estaban debajo.

Otro científico interesado en la datación de la edad del planeta fue Robert Hooke (1637-1703), quien logró reconocer que los fósiles sugerían cambios recurrentes en la Tierra a lo largo de su historia, ya que muchas montañas se habían transformado en mar y viceversa.

Métodos más actuales de datación de la Tierra

En 1910, Gerard de Geer (1858-1943) implementó el método de las varvas, que consiste en estudiar las delgadas capas anuales de arcilla que están incluidas en los glaciares —denominadas varvas—, permitiéndole identificar sedimentos de 13000 a. C.

Actualmente, también se emplea un método llamado hidratación de la obsidiana, que está basado en medir el tiempo transcurrido de la creación de una superficie de obsidiana, tomando en cuenta el cerco de hidratación o alteración.

¿Qué estudia la geocronología? (objeto de estudio)

La geocronología estudia la edad absoluta no solo de las rocas, sino también de los sedimentos y minerales. Sin embargo, la afirmación de una edad o período geológico siempre cuenta con cierto nivel de incertidumbre, ya que pueden existir variaciones dependiendo de los métodos usados por la disciplina.

Para llevar a cabo sus estudios, la geocronología emplea la datación radiométrica, que consiste en una técnica que permite datar materiales rocosos y orgánicos a través de la comparación de un radionucleido —átomo con exceso de energía nuclear— con los productos de descomposición, que se desarrollan mediante una tasa de desintegración conocida.

La geocronología también emplea la datación por termoluminiscencia, que consiste en un método empleado también por la arqueología para determinar la edad de ciertos elementos que hayan sido sometidos a calentamiento. Esto lo consigue a través de una serie de alteraciones que provocan radiaciones ionizantes en la estructura de los minerales.

Ejemplos de investigaciones

Una de las investigaciones más reconocidas en el campo de la geocronología fue la realizada por Morán Zenteno y Bárbara Martiny, titulada Geocronología y características geoquímicas de las rocas magmáticas terciarias de la Sierra Madre del Sur (2000).

En este trabajo, los científicos describieron las edades del entorno tectónico de la parte sur de México, teniendo en cuenta la condición de la deformación de la corteza en esa zona.

En resumen, la investigación estableció que las rocas magmáticas de la Sierra Madre del Sur abarcan desde el Paleoceno hasta el Mioceno, distribuidas en una zona que contiene basamentos de naturalezas petrológicas.

Otra investigación muy importante para esta disciplina fue la realizada por César Casquet y María del Carmen Galindo, cuyo trabajo se tituló El metamorfismo en la Cuenca des Cameros. Geocronología e Implicaciones tectónicas (1992).

Estos científicos se dedicaron a describir los fenómenos geológicos de la Sierra de los Cameros, que mostraba un caso interesante debido a sus condiciones metamórficas, ocurridas como parte de la evolución tectono-sedimentaria de la región.

Referencias

  1. Berggren, W. (1985) Cenozoic geochronology. Recuperado el 10 de octubre de 2019 de Society of America: pubs.geoscienceworld.org
  2. Galindo, C., Casquet, C. (1992) El metamorfismo en la cuenca de los Cameros; geocronología e implicaciones tectónicas. Recuperado el 9 de octubre de 2019 de Geogaceta: core.ac.uk
  3. Koide, M. (1972) Marine geochronology. Recuperado el 10 de octubre de 2019 de ScienceDirect: sciencedirect.com
  4. Martín, J. (1971) Geochronology of lake sediments. Recuperado el 10 de octubre de 2019 de ScienceDirect:sciencedirect.com
  5. Martiny, B., Zenteno, M. (2000) Geocronología y características geoquímicas de las rocas magmáticas terciarias de la Sierra Madre del Sur. Recuperado el 10 de octubre de 2019 de Boletín de la sociedad geológica mexicana: boletinsgm.igeolcu.unam.mx
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  7. Treviño, J. (s.f.) Etimología de geocronología. Recuperado el 10 de octubre de 2019 de Etimologías de Chile: etimologias.dechile.net